¿A quién no le encanta una deliciosa galleta de azúcar hecha en casa? Sin embargo, puede ser un poco frustrante hacerlas cuando se esparcen mientras se hornean y se derriten para crear una masa gigante sin forma. Si omites el leudante, como el bicarbonato, las galletas conservarán su forma y su apariencia será tan encantadora como su sabor. Las galletas aún pueden quedar ligeras y esponjosas si usas huevos en la receta, ya que pueden actuar como un leudante, pero si prefieres hacer unas galletas exquisitas y densas, puedes hacer una masa sin bicarbonato y sin huevo. Después de elegir un tipo de masa, será muy fácil cortar y hornear las galletas, incluso para una persona sin experiencia.

Ingredientes

Galletas básicas de azúcar sin bicarbonato

  • 2 ½ tazas (350 g) de harina común tamizada
  • ¼ de cucharadita de sal
  • 1 taza (225 g) de mantequilla suavizada a temperatura ambiente
  • 1 taza (200 g) de azúcar granulada
  • 1 huevo grande
  • 1 ½ cucharaditas de extracto de vainilla

Rinde para 2 o 3 docenas de galletas

Galletas de azúcar sin bicarbonato y sin huevo

  • 1 ¾ de taza (220 g) de harina común tamizada
  • 1 taza (200 g) de azúcar
  • 1 taza (225 g) de mantequilla sin sal, suavizada y a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Rinde para 2 docenas de galletas

Parte 1
Parte 1 de 4:
Hacer la masa para las galletas básicas de azúcar sin bicarbonato

  1. 1
    Mezcla la harina con la sal. Coloca en un tazón mediano 2 ½ tazas (350 g) de harina común tamizada y ¼ de cucharadita de sal. Mezcla bien ambos ingredientes con un batidor y deja el tazón a un lado.[1]
  2. 2
    Crema la mantequilla con el azúcar. Coloca 1 taza (225 g) de mantequilla suavizada a temperatura ambiente y 1 taza (200 g) de azúcar granulada en el tazón de una batidora con pedestal. Bate ambos ingredientes a velocidad media-baja durante 1 minuto si quieres que las galletas conserven su forma perfecta, o durante 3 o 4 minutos si prefieres que queden ligeras y esponjosas sin mantener muy bien su forma.[2]
    • También puedes cremar la mantequilla con el azúcar con la ayuda de una batidora eléctrica manual.
  3. 3
    Incorpora el huevo y la vainilla. Agrega 1 huevo grande y 1 ½ cucharaditas de extracto de vainilla a la mezcla de mantequilla. Continúa batiendo hasta que los ingredientes queden bien combinados.[3]
  4. 4
    Agrega y revuelve los ingredientes secos hasta combinarlos. Baja la velocidad de la batidora y agrega poco a poco la harina al tazón. Bate todo hasta que la harina se haya incorporado. No batas la masa en exceso porque las galletas podrían quedar duras.[4]
  5. 5
    Crea una bola con la masa y aplánala. Dale una forma redonda con las manos limpias. Luego, aplánala con la palma de la mano para formar un disco.[5]
  6. 6
    Cubre la masa y enfríala durante un par de horas. Enrolla la masa con plástico adherente para alimentos y colócala en el refrigerador. Déjala enfriar durante 1 o 2 horas para que quede firme.[6]
    • Si no quieres hornear de inmediato las galletas, puedes guardar la masa en el refrigerador hasta por 3 días o en el congelador hasta por 1 mes. Cuando quieras usar la masa congelada, debes descongelarla durante toda la noche en el refrigerador.
    • Cuando quieras estirar la masa y cortar las galletas, déjala reposar durante 5 minutos a temperatura ambiente para que se suavice un poco.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Preparar la masa para las galletas de azúcar sin bicarbonato y sin huevo

  1. 1
    Bate la mantequilla. Coloca 1 taza (225 g) de mantequilla sin sal suavizada a temperatura ambiente en el tazón de una batidora con pedestal. Bate la mantequilla a velocidad media-baja, entre 10 y 20 segundos, para cremarla.[7]
    • También puedes preparar la masa para las galletas con una batidora eléctrica manual.
  2. 2
    Incorpora el azúcar y la vainilla. Agrégale a la mantequilla 1 taza (200 g) de azúcar y 1 cucharadita de extracto de vainilla. Bate los ingredientes a velocidad media-baja hasta combinarlos por completo.[8]
  3. 3
    Agrega poco a poco la harina. Baja la velocidad de la batidora y vierte poco a poco 1 ¾ de taza (220 g) de harina común después de tamizarla en un tazón. Sigue batiendo hasta combinar los ingredientes y formar una masa dura.[9]
    • No es necesario que refrigeres esta masa antes de estirarla, pero si no hornearás de inmediato las galletas, debes guardarla en el refrigerador. Sácala 5 minutos antes de hacer las galletas para que se suavice un poco.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Darles forma a las galletas

  1. 1
    Cubre una bandeja para hornear. Para evitar que las galletas se peguen en la bandeja, debes ponerle un pedazo de papel vegetal o un tapete de silicona para hornear. Deja a un lado el tapete por el momento.[10]
    • Si lo prefieres, puedes engrasar la bandeja con un poco de aceite de cocina en aerosol.
  2. 2
    Enharina la superficie de trabajo. La masa estará un poco pegajosa, así que es importante que prepares la superficie donde trabajarás. Espolvorea un poco de harina en la encimera o en la tabla de cortar para que la masa no se pegue cuando la estires.[11]
  3. 3
    Estira la masa. Colócala en la superficie enharinada y usa un rodillo de amasar para aplanarla y alisarla. Trata de darle un grosor de 6 a 12 mm (¼ a ½ pulgada).[12]
    • Si no tienes un rodillo de amasar, puedes usar cualquier objeto cilíndrico y pesado que tengas, como un termo o una botella de vino.
    • Si ves que la masa se pega al rodillo, puedes espolvorear un poco de harina o poner un pedazo de papel vegetal entre el rodillo y la masa.
  4. 4
    Corta las galletas. Después de estirar la masa, usa unos cortadores de galletas para crear las figuras que quieras. Mientras lo haces, junta las sobras de masa y estíralas para seguir cortando las galletas.[13]
    • Si la masa se pega a los cortadores, puedes enharinarlos.
    • Si la masa empieza a calentarse, vuelve a meterla en el refrigerador durante 5 minutos para devolverle la firmeza.
  5. 5
    Coloca las galletas en la bandeja forrada. Ordénalas sobre el papel vegetal o el tapete para hornear, de forma que queden al menos 2,5 cm (1 pulgada) de distancia entre ellas. Si quieres, puedes agregarles azúcar o grageasmde colores para decorarlas después de colocarlas en la bandeja.[14]
  6. 6
    Enfríalas durante 15 minutos en el refrigerador. Cuando las galletas estén en la bandeja, mételas en el refrigerador. Déjalas reposar durante 15 minutos o hasta que estén firmes para que no se desparramen mientras estén en el horno.[15]
    • Si tienes prisa, puedes dejarlas en el congelador durante 5 minutos aproximadamente.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Hornear las galletas

  1. 1
    Precalienta el horno. Mientras las galletas se enfrían, enciende el horno a 180 °C (350 °F). Déjalo calentar por completo para poder hornear las galletas cuando ya estén listas.[16]
  2. 2
    Hornea las galletas hasta que las orillas luzcan doradas. Cuando las galletas estén firmes, introduce la bandeja en el horno precalentado. Deja que se horneen entre 8 y 12 minutos o hasta que las orillas se doren.[17]
    • Según el tamaño de los cortadores que hayas usado, es posible que debas hornearlas por más tiempo. Las galletas grandes podrían llevarse hasta 15 minutos en el horno.
  3. 3
    Deja las galletas en la bandeja para que se enfríen por unos minutos. Cuando terminen de hornearse, saca la bandeja del horno. Déjalas enfriar en la bandeja por unos 10 minutos. Si tratas de moverlas mientras aún están calientes, podrían quebrarse.[18]
  4. 4
    Transfiérelas a una rejilla de alambre para que terminen de enfriarse. Cuando se hayan enfriado un poco, muévelas a una rejilla con la ayuda de una espátula. Déjalas reposar durante 10 o 15 minutos más o hasta que estén completamente frías.[19]
    • Si no las decoraste con azúcar ni grageas, puedes aplicarles un glaseado cuando se hayan enfriado por completo.
    • Puedes guardarlas a temperatura ambiente en un recipiente hermético hasta por una semana.
    • También puedes congelar las galletas ya horneadas en un recipiente apto para el congelador hasta por 2 meses.
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Cosas que necesitarás

Galletas básicas de azúcar sin bicarbonato

  • tazón mediano
  • batidor
  • batidora con pedestal
  • plástico adherente para alimentos

Galletas de azúcar sin bicarbonato y sin huevo

  • batidora con pedestal

Para darles forma y hornear las galletas

  • rodillo de amasar
  • bandeja para hornear
  • papel vegetal o tapete para hornear
  • cortadores de galletas
  • rejilla de alambre para enfriar
  • espátula

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Categorías: Galletas de azúcar | Recetas
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