No hay suficientes palabras para describir las cosas buenas que tienen los nachos. En su forma clásica, picantes, cremosa, con queso, crujientes, ácidos son deliciosos, pero lo que los hace eternos es su versatilidad. Extrae la esencia de su sabor -cremoso, crujiente, en capas- y puedes hacer que tu creatividad culinaria brille. Este artículo te da unas instrucciones para preparar los nachos clásicos, los nachos a la barbacoa y los nachos de postres.

Método 1
Método 1 de 3:
Nachos clásicos

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    Junta todos los ingredientes. Los nachos clásicos destacan por dos ingredientes esenciales: los chips y el queso. Teniendo esta base, añade cualquier cosa por encima que desees. Reúne estos ingredientes:
    • Chips de tortilla: de harina de trigo o de maíz, cuanto más frescos mejor. Los chips ideales tienen que ser suficientemente gruesos para sostener bastantes cosas por encima, pero tan ligeros que permitan que los otros ingredientes se noten.
    • Queso: el queso cheddar es un clásico, pero el mozzarella, el Monterey Jack, cotija; si se puede desmenuzar, le dará mucho sabor. Mezcla los colores.
    • Salsa: tú eliges. La clásica es la pico de gallo.
    • Salsa agria: procura no elegir una baja en grasa. La salsa agria le da a los nachos parte de su aderezo sabroso y equilibrado.
    • Escabeche de jalapeños: disponible en la mayoría de supermercados. Déjalos fuera si no aguantas el picante, ¡pero no los tires!
    • Frijoles: los frijoles negros o los frijoles refritos son las opciones más populares. Este ingrediente opcional le añade un poco de peso a tus nachos.
    • Carne: puedes usar carne molida sazonada o pollo deshilachado. Si bien añadir un poco de carne bien cocinada y condimentada es opcional, puede hacer que tus nachos sean más satisfactorios.
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    Pon un montón de chips en una bandeja para hornear. Puedes usar un plato para pasteles o una bandeja para horno para esto. Si lo estás haciendo en el microondas en lugar de calentarlos en el horno, usa un plato adecuado para microondas.[1]
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    Añade queso. Espolvorea una buena cantidad de queso sobre los nachos. Procura que haya queso sobre cada nacho.
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    Cocina los nachos. Los nachos saben muy bien si los cocinas o si los haces en el horno o en el microondas. Elige una de estas maneras de cocinarlos:
    • Asados. Pon la rejilla del horno a unas 6 pulgadas de la fuente de calor y ásalos hasta que el queso se derrita. Esto normalmente sucede a los 5 minutos. Ten cuidado para no quemarte con el queso. Sácalos y deja que se enfríen durante unos minutos.
    • En el microondas. Pon el microondas a la temperatura máxima. Sácalos y deja que se enfríen unos minutos.
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    Sazona los nachos. Pon un pegote de salsa agria formando un anillo alrededor de toda la parte de arriba de los nachos. Espolvorea los jalapeños y la salsa por arriba.
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    Sírvelos y disfrútalos. Las servilletas son obligadas; los tenedores son escandalosos. Coge un nacho, mójalo en salsa agria, sirve unos jalapeños y cómetelos.
    • Los nachos clásicos saben genial si le pones cualquier carne que te guste o cualquier verdura. Esta carne puede ser: carne picada de ternera, pollo o filete a la parrilla, champiñones cortados en rebanadas y salteados, cebolla cruda picada, aceitunas negras y lechuga picada.[2]
    • Se pueden servir porciones individuales en platos pequeños; tan solo reparte los chips y el queso derretido antes de poner las demás cosas por arriba.
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Método 2
Método 2 de 3:
Nachos BBQ

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    Reúne todos los ingredientes. Los nachos a la barbacoa son la alternativa a los nachos de patata clásicos. Usa chips de patata y ponlos con la deliciosa carne a la barbacoa. Ve a la tienda y consigue estos ingredientes:
    • Chips de patata: Consigue con sabor y normales, onduladas o lisas.
    • Queso: Elige pepperjack, cheddar o ambos, desmenuzado.
    • Salsa: Pico de gallo es el ganador para este plato, así como cualquier otra salsa picante que complete la barbacoa.
    • Crema agria: Puedes saltarte esto si quieres, pero es sorprendente lo buena que queda con la salsa barbacoa.
    • Barbacoa: El cerdo desmenuzado o en tacos está disponible en cualquier preparado para barbacoa y en la mayoría de las tiendas. Asegúrate de conseguir también la salsa.
      • La barbacoa de pollo también es buenísima, pero no sirvas nada con huesos.
      • Chile vegetariano o frijoles horneados son muy buenos sustitutos de la carne.
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    Pon los chips de patata en una bandeja para horno. Elige un plato para cocinar basado en tu fuente de calor, ya sea sobre una rejilla para asar en el horno o el microondas. Forma una montaña con los chips que cubran el fondo de la cacerola.
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    Espolvorea el queso. Procura que la misma cantidad de queso quede en todos los chips.
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    Cocina los nachos. Si estás asando, pon la rejilla del horno a unas 6 pulgadas de la fuente de calor y ásalo hasta que el queso se derrita. Esto suele pasar a los cinco minutos. Ten cuidado de no quemar el queso. Si lo estás haciendo en el microondas, ponlo a temperatura máxima durante 2 minutos. Deja que los nachos se enfríen durante algunos minutos cuando los hayas terminado de cocinar.
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    Sazona los nachos. Pon un pegote de salsa agria y de salsa encima de los nachos. Coloca la salsa barbacoa en el medio. Espolvorea otras cosas por encima y condimentos alrededor por los lados.
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    Sírvelos y disfrútalos. Ya que esos nachos se sirven con carne, puede ser que quieras ofrecer a tus invitados un tenedor en esta ocasión. Sirve los nachos en platos y sírvelos con más cosas de las que pusiste por encima colocadas a un lado.
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Método 3
Método 3 de 3:
Nachos de postre

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    Reúne todos los ingredientes. Este postre de nachos es una buenísima manera de terminar una comida con tema mexicano. El sabor de la canela y el azúcar le dará un sabor muy bueno a la tortilla. Reúne los ingredientes para prepararlo:
    • Chips de tortillas. Cuanto más frescos, mejores; son ligeros y crujientes. Intenta encontrar unos chips sin sal, aunque el contraste entre dulce y salado también es agradable.[3]
    • 2 cucharadas de azúcar blanca
    • ¼ cucharadita de canela molida
    • 1/2 taza de mantequilla derretida
    • Sirope de chocolate
    • Sirope de caramelo
    • Crema o nata
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    Derrite la mantequilla. Pon un cazo pequeño en el fuego y pon la mantequilla en él. Enciende el fuego a temperatura media baja y deja que se derrita la mantequilla. También puedes poner la mantequilla en el microondas.
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    Cubre los chips con mantequilla. Pon los chips en un bol grande para mezclar. Echa por encima de los chips la mantequilla, procura distribuirlo bien para que quede de manera uniforme. Usa unas pinzas para darle la vuelta con suavidad y que así queden bien cubiertos de mantequilla.
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    Añade canela y azúcar. Mezcla la canela y el azúcar en un pequeño bol, después espolvorea la mezcla sobre los chips. Usa unas pinzas para dar la vuelta a los chips y así asegurarte que están bien cubiertos de azúcar y de la especia.
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    Coloca los chips en una bandeja de horno. Ponlos de tal manera que formen una sola capa, así no taparán unos a otros demasiado.
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    Hornea los chips. Pon un papel para hornear en el horno y hornea los chips durante 15 minutos o hasta que estén de color dorado -tostado y crujientes.
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    Sirve los nachos como postre. Pon los chips en una gran fuente. Pon sirope de chocolate y sirope de caramelo sobre los chips. Pon un pegote de crema batida en el centro de la fuente. Invita a tus invitados a que metan la mano.
    • Incluso puedes servir los nachos en platos individuales.
    • Este plato es buenísimo con helado, especialmente de chocolate o de vainilla.
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Consejos

  • Puedes usar un horno tostador para hornear los nachos. Si usas un horno, asegúrate de precalentarlo a unos 350 grados Fahrenheit antes de meter los nachos.
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Categorías: Recetas
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