El vino blanco forma la base de muchas salsas que combinan bien con mariscos y pescados, pollo y pastas, y la simplicidad de la salsa facilita su modificación según las preferencias personales. Por lo general, hay dos tipos de salsa de vino blanco: una salsa más ligera y líquida que se hace con mantequilla y caldo de pollo, y una más espesa y densa que se hace con crema de leche y harina. Ambas tienen que pasar por un proceso conocido como “reducción”, que cocina los líquidos de 5 a 10 minutos en calor para concentrar sus sabores.

Estas recetas rinden para 4 personas.

Ingredientes

Salsa de vino blanco cremosa

  • 1 taza (120 g) de crema batida
  • 3/4 de taza (180 ml) de vino blanco seco (Sauvignon Blanc, Chardonnay)
  • 1 cucharada de mantequilla o de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de harina común
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 a 3 dientes de ajo, molidos
  • sal y pimienta al gusto
  • 1/2 cucharadita de cualquier condimento: perejil, orégano, pimentón triturado, nuez moscada
  • Opcional: 1 cebolla pequeña, 250 g (1/2 lb) de champiñones, picados

Salsa de vino blanco ligera

  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 3/4 de taza (180 ml) de vino blanco seco (Sauvignon Blanc, Chardonnay)
  • 1 1/2 tazas de caldo de pollo o de verduras
  • 2 cucharadas de harina común
  • 2 a 3 dientes de ajo, molidos
  • 1/2 cucharadita de cualquier condimento: perejil, orégano, albahaca
  • Opcional: 1 cebolla pequeña, 250 g (1/2 lb) de champiñones, picados

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer la salsa cremosa

  1. 1
    Pon a calentar el aceite o la mantequilla en una olla a fuego medio. Mientras se calienta, muele el ajo y pica la cebolla y los champiñones, si lo deseas.
  2. 2
    Cocina el ajo en el aceite caliente de 1 a 2 minutos. El ajo debe estar ligeramente dorado.
    • Echa también los champiñones y la cebolla junto con 1/2 cucharada más de mantequilla.
  3. 3
    Añade el vino blanco, la crema batida, la sal, la pimienta y el condimento. Revuelve todo bien con unas varillas o cuchara de palo.
  4. 4
    Deja que rompa el hervor. Sube el fuego y haz rápidamente que la salsa rompa el hervor de modo que muchas burbujas salgan a la superficie y revienten. No dejes que siga hirviendo. La salsa solo tiene que llegar a esa temperatura rápidamente.
  5. 5
    Baja el fuego a medio y agrega la harina sin dejar de revolver. Agrega la harina rápidamente sin dejar de revolver después de bajar el fuego. La salsa debe estar hirviendo a fuego lento y unas cuantas burbujas deben salir y reventar en la superficie.
  6. 6
    Baja más el fuego y hierve a fuego lento hasta que espese. Puedes dejar la salsa hirviendo a fuego lento por el tiempo que quieras antes de servirla. Entre más tiempo hierva, más espesa y cremosa quedará.
    • Si la salsa queda demasiado espesa, puedes echarle caldo caliente para diluirla sin que pierda el sabor.
  7. 7
    Usa la salsa sobre platillos de pasta. La salsa de vino blanco combina bien con pollo y mariscos en particular. Algunas recetas que puedes probar son:
    • langostinos, pimentón o pimienta cayena triturados, cebolla y pimiento salteados
    • pollo, brócoli y chícharos
    • pollo, champiñones y cebolla
    • zanahoria, cebolla y calabacín salteados, limón, pimienta negra de grano medio

Método 2
Método 2 de 2:
Hacer salsa de vino blanco ligera

  1. 1
    Pon a calentar aceite o mantequilla en una olla a fuego medio. Mientras calienta, muele el ajo y pica la cebolla y los champiñones, si lo deseas.
  2. 2
    Cocina el ajo en el aceite caliente de 1 a 2 minutos. El ajo debe estar ligeramente dorado.
    • Echa los champiñones y la cebolla (si vas a usarlos) junto con 1 cucharada de mantequilla. Cocínalos 5 minutos más o hasta que la cebolla esté traslúcida (ligeramente transparente).
  3. 3
    Añade el vino blanco y baja el fuego para que hierva a fuego lento. Usa una cuchara de palo para revolver y quitar cualquier pedazo de cebolla caramelizada del fondo de la olla. El fuego debe ser medio bajo.
    • Esta es la fase de “reducción”.
  4. 4
    Mezcla la harina y las 2 cucharadas restantes de mantequilla en otro plato. Usa los dedos para integrar ligeramente la harina en la mantequilla. Ponlo a un lado.
  5. 5
    Echa el caldo a la olla una vez que el vino casi se haya evaporado. Solo debe quedar un poco de vino (aproximadamente 1/4). Echa el caldo y vuelve a hervir el líquido a fuego lento.
    • Puede ser útil precalentar el caldo en el microondas antes de echarlo.
  6. 6
    Agrega lentamente la mezcla de mantequilla y harina sin dejar de revolver. Echa la mantequilla de a pocos sin dejar de revolver con una cuchara.
  7. 7
    Agrega los condimentos que quieras y hierve la salsa a fuego lento de 4 a 5 minutos. Entre más tiempo hierva, más espesa quedará la salsa.
  8. 8
    Sírvela sobre pastas, pollo o mariscos. La salsa es increíblemente versátil y combina bien con verduras y carnes blancas o pescado.
    • Si quieres agregar mariscos, como langostinos o almejas, hazlo con el ajo para que se cocinen con la salsa.

Consejos

  • Echa queso parmesano recién rallado o champiñones salteados a la salsa, si lo deseas.
  • Maridaje: bebe el mismo Chardonnay que usaste para preparar esta salsa de vino blanco. ¡Experimenta con otros vinos blancos secos para hacer la salsa perfecta!

Cosas que necesitarás

  • olla
  • cuchara

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Categorías: Salsas | Recetas