El té verde es una bebida saludable y sabrosa. Suele disfrutarse caliente, pero frío sabe igual de bien. También es más refrescante, sobre todo en un día caluroso. Si no te agrada el té verde puro, siempre puedes mejorar su sabor con ingredientes como la miel, el jugo de limón o unas rodajas de jengibre. Incluso puedes mezclarlo con limonada para convertirlo en una delicia para el verano.

Ingredientes

Té verde frío preparado con agua caliente[1]

  • 4 tazas (1l) de agua
  • de 4 a 6 bolsitas de té verde
  • hielo
  • miel (al gusto, opcional)

Rinde 4 porciones

Té verde frío preparado con agua fría[2]

  • 1 bolsita de té verde
  • 1 taza (250 ml) de agua
  • hielo
  • miel (al gusto, opcional)

Rinde 1 porción

Limonada de té verde frío[3]

  • 1/2 taza (125 ml) de agua hirviendo
  • 1 bolsita de té verde
  • 2 cucharadas de azúcar granulada, miel o un endulzante
  • jugo de 2 limones
  • 1 taza (250 ml) de agua fría
  • hielo

Rinde 1 o 2 porciones

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer té verde frío con agua caliente

  1. 1
    Hierve 4 tazas (1l) de agua en una cacerola grande. Si solo quieres hacer una porción, hierve 1 taza (250 ml) de agua en un hervidor y luego viértela en tu taza.
  2. 2
    Retira la cacerola de la estufa y agrega 4 a 6 bolsitas de té al agua. Mientras más bolsitas utilices, más cargado saldrá el té. Si prefieres una sola porción, usa 1 bolsita de té en tu taza.
  3. 3
    Deja en infusión el té por 3 minutos. Evita pasarte de este tiempo o el té se pondrá amargo. Si lo deseas más cargado, usa más bolsitas de té.
  4. 4
    Saca las bolsitas del agua. Si deseas, puedes moverlas de arriba abajo antes de sacarlas para que suelten más de su aroma. Asegúrate de escurrir el exceso de agua de las bolsitas antes de tirarlas.
  5. 5
    Deja enfriar el té a temperatura ambiente antes de meterlo en el refrigerador. Esto podría tardar 1 hora, dependiendo del clima de tu zona.[4] No metas el té caliente en el refrigerador, sino más bien espera a que enfríe un poco. De lo contrario, puede echar a perder la comida que está a su alrededor.
  6. 6
    Déjalo enfriarse. Para esto, el té debe estar en el refrigerador de 1 a 2 horas.[5]
  7. 7
    Echa hielo en 4 vasos altos. La cantidad de hielo depende de tu gusto, solo asegúrate de dejar suficiente espacio para el té. Si estás preparando una sola porción, llena solo 1 vaso alto con hielo.
  8. 8
    Vierte el té frío en los vasos y añade miel si deseas. Si quieres guardar un poco de té para más tarde, viértelo en un frasco de conserva o en una jarra y colócalo en el refrigerador. El té se conservará bien de 3 a 5 días.[6]

Método 2
Método 2 de 3:
Hacer té verde frío con agua fría

  1. 1
    Llena un vaso alto con 1 taza (250 ml) de agua fría o a temperatura ambiente. Preparar el té con agua caliente resalta los sabores amargos del té. En cambio, el agua fría o a temperatura ambiente imparte un sabor más suave.[7]
    • Si vas a hacer más porciones, sustituye el vaso con una jarra y añade 1 taza (250 ml) de agua por porción.
  2. 2
    Agrega 1 bolsita de té verde o su equivalente en hojas sueltas. Algunas personas consideran que abrir la bolsita de té y echar las hojas directamente en la taza permite obtener un mejor sabor.[8]
    • Si vas a hacer más porciones, agrega a la jarra 1 bolsita de té por porción.
    • Una bolsita de té equivale a 1 cucharada (2 a 3 g) de hojas de sueltas.[9]
  3. 3
    Cubre la taza o la jarra y métela en el refrigerador de 4 a 6 horas.[10] Así el té tendrá tiempo suficiente para soltar su delicado aroma. Si lo prefieres más cargado, déjalo en el refrigerador de 6 a 8 horas.
  4. 4
    Llena un vaso alto con hielo. Si estás preparando más porciones, utiliza más vasos. Recuerda que es 1 taza (250 ml) de té frío por porción.
  5. 5
    Retira las bolsitas de té. Escurre el exceso de líquido. Si has usado hojas sueltas, aún no debes preocuparte por eso.
  6. 6
    Vierte el té frío en el vaso con hielo. Si has usado hojas sueltas, pasa el té por un colador. Si las hojas están finamente molidas, primero debes forrar el colador con un filtro de café.
  7. 7
    Si deseas, endulza el té con miel y sírvelo. Mezcla bien la miel. Si has preparado mucho té, guárdalo en el refrigerador y tómalo en 3 a 5 días.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer limonada de té verde

  1. 1
    Vierte 1/2 taza (125 ml) de agua hirviendo en una taza. Primero vas a preparar una limonada de té verde concentrado con un poco de agua caliente. Pero no te preocupes porque más adelante vas a añadirle más agua.
  2. 2
    Agrega 1 bolsita de té verde al agua y 2 cucharadas de azúcar si deseas. Si prefieres otro tipo de endulzante como la miel, omite el azúcar. La miel (u otro endulzante) se agrega al final.[11]
  3. 3
    Deja el té en infusión por 3 minutos y luego retira la bolsita de té. Escurre el exceso de líquido de la bolsita.
  4. 4
    Exprime el jugo de 2 limones y añádelo al té. Si lo quieres un poco más ácido, también agrega ralladura de limón.
  5. 5
    Incorpora 1 taza (250 ml) de agua fría y revuelve la mezcla. Así diluirás la mezcla de té concentrado y reducirás su acidez.
  6. 6
    Echa hielo en 1 o 2 vasos. La cantidad de hielo depende de tu gusto, solo asegúrate de dejar suficiente espacio para el té. Esta receta permite obtener 1 porción grande o 2 porciones pequeñas.
  7. 7
    Vierte la limonada de té verde sobre el hielo. Es posible que el té aún esté caliente, así que es normal que el hielo se derrita un poco.
  8. 8
    Si deseas, decora y sirve. Puedes servir la limonada de té verde tal como está o darle un toque de color. Esta limonada suele decorarse con hojas de menta y rodajas de limón.

Consejos

  • Para darle más sabor al té verde, agrega unas rodajas de jengibre fresco o unas hojas de menta a la cacerola o jarra durante el periodo de infusión.[12]
  • Una vez que hayas añadido el hielo, puedes darle más sabor al té agregando unas rodajas de pepino o limón.
  • Existen muchas variedades de té verde con distintas adiciones, como el limoncillo y la menta. Si no te gusta el té verde común, prueba una de estas variantes.[13]
  • El azúcar es el clásico endulzante del té frío, pero la miel es mucho más saludable y su sabor combina bien con el del té verde.

Cosas que necesitarás

Té verde frío preparado con agua caliente

  • una cacerola o una olla grande
  • una estufa
  • 4 vasos altos o una jarra
  • una cuchara
  • un refrigerador

Té verde frío preparado con agua fría

  • 2 vasos altos
  • un colador de malla fina
  • un filtro para café (opcional)
  • un refrigerador
  • una cuchara

Limonada de té verde frío

  • una cacerola o una olla
  • un exprimidor de limón
  • 1 o 2 vasos altos
  • una cuchara

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