¿Quieres un smoothie o licuado pero no puedes prepararlo porque no tienes los ingredientes o eres alérgico a algunos de ellos? Por suerte, puedes prepararlo sin leche ni hielo. Este artículo te enseñará cómo preparar un smoothie sin lácteos, así como smoothies hechos a base de yogur.

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar smoothie sin productos lácteos

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    Prepara un smoothie con leche de soya, plátano y arándano. Combina 1 ¼ taza (300 mililitros) de leche de soya baja en calorías, ½ taza (50 gramos) de arándanos congelados, medio plátano congelado cortado en rodajas, 2 cucharaditas de azúcar y 1 cucharadita de extracto de vainilla en una licuadora. Licúa los ingredientes hasta que no haya grumos, de 20 a 30 segundos.[1]
    • Prepara un smoothie de leche de soya para el desayuno.
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    En una licuadora, combina 1 taza (240 mililitros) de leche de soya y vainilla, ½ taza (50 gramos) de arándanos congelados, ½ taza (115 gramos) de hojuelas de maíz y 1 plátano congelado cortado en rodajas. Licúa los ingredientes por 20 segundos, raspa los costados de la licuadora con una espátula y después licúa por 15 segundos más.[2]
    • Rinde para una porción.
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    Prepara un smoothie con leche de almendras. En una licuadora, combina ½ taza (120 mililitros) de jugo de granada, ¾ taza (180 mililitros) de zumo de limón, ¾ taza (180 mililitros) de leche de almendras, 1¼ taza (155 gramos) de arándanos congelados y 1 plátano congelado en rodajas. Licúa los ingredientes hasta que no queden grumos. Asegúrate de raspar los costados de la licuadora con una espátula de vez en cuando.[3]
    • Rinde para dos porciones.
    • También puedes congelar esta mezcla para preparar paletas.
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    Prepara un smoothie con plátano y leche de anacardos. Combina 1 taza (240 mililitros) de leche de anacardos, 2 plátanos congelados cortados en rodajas, 2 cucharadas de mantequilla de almendras y una pizca de nuez moscada molida en una licuadora. Licúa bastante los ingredientes hasta que no queden grumos y sirve.[4]
    • Rinde para dos porciones.
    • También puedes usar otro tipo de leche en vez de la leche de anacardos, como la leche de almendras o de soya.
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    Prepara un smoothie con leche de coco, plátano y fresas. Combina 1 taza (240 mililitros) de leche de coco, 1 plátano congelado cortado en rodajas, 2 tazas (400 gramos) de fresas congeladas y 1 cucharadita de extracto de vainilla en una licuadora. Licúa todos los ingredientes hasta que no queden grumos y sirve.[5]
    • Rinde para dos porciones.
    • Puedes usar fresas y plátanos sin congelar, pero tal vez el smoothie no quede tan espeso ni frío.
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    Prepara un smoothie de kiwi y fresas. Combina 1¼ taza (300 mililitros) de jugo de manzana fría, 1 plátano cortado en rodajas, 1 kiwi pelado y cortado en rodajas, 5 fresas congeladas y 1 ½ cucharadita de miel en una licuadora. Licúa hasta que no quede ningún grumo y sirve.[6]
    • Rinde para cuatro porciones.

Método 2
Método 2 de 3:
Preparar smoothies de yogur

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    Prepara un smoothie de plátano. Combina ¾ taza (190 gramos) de yogur de vainilla, 1 plátano cortado en rodajas y 1 cucharada de miel en una licuadora. Licúa hasta que no queden grumos y la mezcla esté espumosa. Rinde lo suficiente para servir a dos personas.[7]
    • Rinde para dos porciones.
    • Para una mejor digestión y sabor, agrega ½ cucharadita de jengibre recién rallado.
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    Prepara un smoothie de plátano y fresas. Combina ½ taza (120 mililitros) de zumo de naranja, 1 taza (250 gramos) yogur natural sin grasa, 1 plátano cortado en rodajas y 6 fresas congeladas en una licuadora. Licúa durante 20 segundos. Raspa los costados de la licuadora con una espátula y licúa por 15 segundos más.[8]
    • Rinde para una porción.
    • Puedes usar fresas normales, sin congelar, pero tal vez el smoothie no salga tan espeso ni frío.
    • Para un smoothie más dulce, usa yogur de vainilla bajo en grasas en vez de yogur natural.[9]
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    Prepara un smoothie de plátano y durazno. Combina ¾ taza (190 gramos) de yogur de vainilla, 1 durazno pelado y cortado en rodajas y 2 plátanos cortado en rodajas en una licuadora. Licúa hasta que no queden grumos y después sirve.[10]
    • Rinde para dos porciones.
    • Para un smoothie más espeso, usa plátanos congelados.
    • Para un smoothie más espeso, usa yogur orgánico de vainilla.
    • Para que tenga más sabor, agrega una pizca de nuez moscada.
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    Prepara un smoothie de fresas. Combina ½ taza (120 mililitros) de zumo de naranja, ½ taza (125 gramos) de yogur bajo en grasas y 1 taza (200 gramos) de fresas congeladas en una licuadora. Enciende la licuadora durante 30 segundos y después licúa por 30 segundos más (o hasta que no haya grumos).[11]
    • Rinde para una porción.
    • Usa otros tipos de bayas, como arándanos, moras o frambuesas.
    • Puedes usar cualquier sabor de yogur bajo en grasas, pero es posible que el yogur natural tenga un mejor sabor.
    • También puedes usar otro tipo de jugo, como el de mango.
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    Prepara un smoothie de tutti frutti. Coloca ½ taza de cada uno de los siguientes ingredientes en una licuadora: zumo de naranja (120 mililitros), yogur natural (125 gramos), fresas congeladas (100 gramos), piña picada en lata (115 gramos) y un plátano cortado en rodajas (115 gramos). Licúa todo hasta que no queden grumos, durante unos 2 minutos.[12]
    • Rinde para dos porciones.
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    Prepara un smoothie tropical y gaseoso. Combina 1 taza (240 mililitros) de néctar de albaricoque frío, 1 taza (250 gramos) de yogur de durazno bajo en grasas, 1 plátano y 1 cucharada de concentrado de limonada congelado en una licuadora. Licúa por 30 segundos. Agrega ½ taza (120 mililitros) de agua carbonatada antes de servir.[13]
    • Rinde para 4 porciones.
    • Si no puedes encontrar agua carbonatada, busca agua con gas.

Método 3
Método 3 de 3:
Encontrar y usar alimentos alternativos

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    Debes saber que puedes preparar este smoothie con una receta ya existente. A lo mejor tengas una receta que te guste mucho, pero no puedes usarla porque no tienes los ingredientes o eres alérgico a uno de ellos. Por suerte, hay algunas maneras en que puedes modificar una receta ya existente para que sea adecuada para ti. Esta sección te enseñará cómo hacerlo.
    • También puedes preparar tu smoothie personalizado usando esta sección.
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    Reemplaza el yogur por la leche o hielo. Si no tienes leche en casa, puedes omitir el hielo y el en vez de eso usar el yogur. Si la receta requiere frutas frescas, puedes usar frutas sin congelar para que el smoothie no quede demasiado espeso.
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    Usa otro tipo de leche si eres alérgico a la leche de vaca. Puedes usar varios tipos de leche en un smoothie, incluidas la leche de almendras, coco, arroz y soya. Algunas tiendas incluso venden leche de vaca sin lactosa.[14]
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    Usa otro líquido en vez de leche. No es necesario que todos los smoothies sean cremosos. Si no te gusta el sabor de la leche de almendras o de coco, siempre tienes la opción de usar otro tipo de líquido. Estas son algunas opciones:[15]
    • agua de coco (que va excelente con frutas tropicales);
    • jugo de frutas (como el jugo de naranja o de manzana);
    • té verde;
    • agua o agua carbonatada.
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    Usa frutas congeladas en vez de hielo. Al usar frutas congeladas en vez de hielo, le das sabor a tu smoothie y lo espesas. Puedes congelar las frutas en casa o puedes comprarlas congeladas en la sección de alimentos congelados en el supermercado. Estos son algunos tipos de frutas congeladas que puedes usar:[16] [17]
    • plátanos;
    • bayas (moras, arándanos, frambuesas y fresas);
    • naranjas;
    • duraznos;
    • peras;
    • frutas tropicales, como mango, papaya y piña.
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    Usa otro agente espesante en vez del hielo o la fruta congelada. El hielo se usa principalmente para espesar los smoothies. Si no tienes ningún hielo en casa o ni siquiera puedes congelar las frutas, puedes usar todo tipo de elementos para espesar el smoothie, incluidos los siguientes:[18] [19]
    • avena en polvo;
    • frutos secos;
    • mantequilla de maní;
    • queso de soya suave;
    • yogur.

Consejos

  • Primero agrega los ingredientes líquidos.[20]
  • Primero licúa a una velocidad más lenta y después aumenta la velocidad poco a poco.[21]
  • Si el smoothie es muy aguado, agrega más yogur o frutas congeladas.
  • Si el yogur es muy espeso, agrega un poco de agua o leche no láctea.
  • ¿Has visto una receta de smoothie que te guste en línea o en un libro pero no puedes usarla porque contiene leche? Considera usar leche sin lactosa o no láctea (como la leche de soya o de almendras) en vez de la leche normal.
  • ¿Has visto una receta de smoothie que te guste en línea o en un libro pero no tienes hielo? Fíjate si en vez del hielo puedes usar frutas congeladas.
  • Si tu licuadora tiene problemas con las frutas congeladas, deja que la fruta se deshiele unos minutos y después córtala con un cuchillo antes de agregarla.[22]
  • Cuando compres frutas para el smoothie, escoge frutas de la temporada. No solo es más barata, sino que también tiene un mejor sabor. Las frutas que no son de la temporada por lo general son más duras y amargas.
  • Tal vez tengas que destapar la licuadora de vez en cuando y raspar los costados con una espátula. De esta manera, el smoothie estará mezclado de una manera más uniforme.

Advertencias

  • Recuerda colocar la tapa de la licuadora cuando licúes.

Cosas que necesitarás

  • Licuadora o procesador de alimentos.

Acerca de este wikiHow

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Categorías: Licuados y batidos