El pollo horneado puede ser una comida saludable y rápida para preparar en cualquier noche de la semana. Para hornearlo, solo debes sazonarlo y colocarlo en una bandeja para hornear. Una vez que esté listo, puedes servirlo de inmediato o guardarlo para comerlo más tarde. Puedes condimentarlo con varias hierbas y especias, y agregarlo en las ensaladas y brochetas.

Ingredientes

  • mantequilla o aceite de oliva
  • 1 pechuga de pollo sin hueso ni pellejo
  • sal y pimienta
  • especias de tu elección

Parte 1
Parte 1 de 3:
Sazonar el pollo

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    Prepara el pollo. Saca el pollo del empaque y dale palmaditas con papeles absorbentes. Frota un poco de mantequilla o aceite de oliva en el pollo para añadirle humectación y sabor.[1]
    • Si vas a usar algún condimento, espolvoréalo en ambos lados del pollo ahora. Por ejemplo, podrías agregar algo como ajo y albahaca seca o una mezcla de condimento cajún. Eso depende del sabor que desees.[2]
  2. 2
    Cubre el plato para hornear con papel de aluminio. Esto hará que te sea más fácil limpiarlo. Coloca el pollo en un plato para hornear. Si vas a cocinar más de una pechuga de pollo, mantenlas ligeramente separadas. No querrás que se toquen. También puedes agregar algo como rodajas o trozos de limón o darle más sabor al pollo.[3]
    • Si vas a usar pollo sin pellejo, cubre el plato para hornear con papel pergamino. Toma una hoja de papel pergamino y cubre un lado con mantequilla. Colócalo sobre el pollo. Luego, mete los bordes del papel debajo de la pechuga para mantenerla completamente cubierta. Este papel actuará casi como el pellejo del pollo, ayudando a que se mantenga húmedo y evitando que se reseque.[4]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Alex Hong

    Alex Hong

    Chef ejecutivo
    Alex Hong es el chef ejecutivo y copropietario de Sorrel, un nuevo restaurante estadounidense en San Francisco. Lleva más de 10 años trabajando en restaurantes. Alex se graduó en el Instituto Culinario de América y ha trabajado en las cocinas de Jean-Georges y Quince, ambos restaurantes con estrellas Michelín.
    Alex Hong
    Alex Hong
    Chef ejecutivo

    Utiliza una sartén de hierro fundido en lugar de una fuente para hornear. Alex Hong, chef ejecutivo en Sorrel, comenta: "Me gusta hacer que la piel quede muy crujiente en una sartén de hierro fundido y luego hornear el pollo con mantequilla y hierbas".

Parte 2
Parte 2 de 3:
Hornear el pollo

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    Cocina las pechugas de pollo a 205 °C (400 °F). Asegúrate de que el horno se haya precalentado por completo antes de meter el pollo. Es buena idea que uses un termómetro de horno para asegurarte de que se encuentre a la temperatura correcta.[5]
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    Revisa la temperatura del pollo con frecuencia. Por lo general, hornear una pechuga de pollo toma unos 30 a 40 minutos. Debes empezar a usar un termómetro de carne para revisar la temperatura después de unos 20 minutos. Algunas pechugas podrían cocinarse ligeramente más rápido, por lo que querrás asegurarte de que no se queme. Revisa el pollo más o menos cada 10 minutos después de los primeros 20 minutos.[6]
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    Cocina el pollo hasta que llegue a la temperatura correcta. Las pechugas de pollo deben estar a unos 21 °C (160 °F) en el centro. Mantén el pollo en el horno hasta que llegue a la temperatura correcta.[7]
    • Inserta el termómetro en el centro de la carne.[8]
    • Una vez que el pollo se haya calentado a la temperatura correcta, sácalo del horno.
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    Sirve el pollo de inmediato o guárdalo para comerlo más tarde. Una vez que el pollo llegue a la temperatura correcta, puedes dejar que se enfríe unos minutos y comerlo de inmediato. También puedes guardarlo en un recipiente hermético, como un recipiente de plástico, y comerlo más tarde.[9]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Servir el pollo

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    Agrégale limón o lima. Si quieres darle un poco de sabor al pollo, exprime un poco de zumo de limón o lima sobre él. Esto le dará un sabor ligeramente cítrico.[10]
    • Si vas a usar una lima, utiliza menta para complementar el sabor.
    • Si vas a usar un limón, esparce algunas hierbas frescas sobre el pollo para complementar el sabor.
  2. 2
    Cubre el pollo con mostaza. La mostaza va bien con el pollo. Puedes extender un poco de dijo o mostaza normal sobre la pechuga antes de servirla. Si vas a comer pechuga en un sándwich, agrégale mostaza.[11]
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    Prepara brochetas con el pollo. Puedes usar la pechuga para preparar brochetas de pollo. Corta el pollo en trozos pequeños y luego pínchalos con pequeños palitos de madera. También puedes agregarles cosas como pimientos rojos tostados y otras verduras para conseguir un bocadillo o comida rápida y saludable.[12]
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    Incorpora el pollo en una ensalada. Puedes cortar pechuga de pollo y agregarla a una ensalada. Este puede ser un almuerzo o cena rápido y saludable.[13]

Advertencias

  • Ten cuidado con la salmonela. El pollo crudo es un portador común de la salmonela. Lávate siempre las manos después de manipular pollo crudo y limpia con cuidado los platos que hayas usado para prepararlo. Siempre debes limpiar cualquier tabla para picar y mostrador que haya entrado en contacto con el pollo.

Acerca de este wikiHow

Alex Hong
Coescrito por:
Chef ejecutivo
Este artículo fue coescrito por Alex Hong. Alex Hong es el chef ejecutivo y copropietario de Sorrel, un nuevo restaurante estadounidense en San Francisco. Lleva más de 10 años trabajando en restaurantes. Alex se graduó en el Instituto Culinario de América y ha trabajado en las cocinas de Jean-Georges y Quince, ambos restaurantes con estrellas Michelín. Este artículo ha sido visto 205 816 veces.
Resumen del artículoX

Para hornear pechugas de pollo, cubre un molde para hornear con papel de aluminio o papel vegetal. Luego, coloca el pollo en el molde y hornéalo de 30 a 40 minutos a 200 °C, o hasta que tenga una temperatura interna de 71 °C. Si quieres encontrar más consejos de nuestro coautor chef ejecutivo, como la forma de sazonar y servir el pollo, ¡sigue leyendo el artículo!