Si bien los niveles bajos de la hormona liberadora de gonadotropina pueden evitar o detener la pubertad y causar infertilidad, no todo es negativo. En muchos casos, estos problemas se pueden revertir con el tiempo, tratamientos y supervisión médica. La única forma de incrementar los niveles es someterse a una terapia de hormonas. Después de la terapia, es posible que tengas que seguir controlando los niveles hormonales durante toda la vida. Las personas con niveles bajos de la hormona liberadora de gonadotropina tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis y diabetes, así que asegúrate de controlar estos riesgos al mismo tiempo.

Método 1
Método 1 de 3:
Someterte a una terapia de hormonas

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    Sométete a una terapia de testosterona si eres hombre. Los suplementos de testosterona son el tratamiento principal de la deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina en los hombres. La testosterona se administra a través de un parche, una inyección o una píldora. Esta terapia se puede comenzar desde una edad tan temprana como los 12 años.[1]
    • Las inyecciones de testosterona se administran una vez al mes. En comparación, usarás el parche cada dos días o tomarás una píldora diariamente.
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    Toma estradiol si eres mujer. Las mujeres pueden someterse a un tratamiento a través de parches, geles o píldoras que contienen estradiol desde una edad tan temprana como los 10 años. Esta es una forma de estrógeno. Al principio, recibirás una dosis pequeña, que se incrementará lentamente en el transcurso de uno o dos años.[2]
    • Después de varios meses de terapia con estradiol, tu médico podría agregar progesterona o progestina a tu tratamiento. Sin embargo, antes de hacerlo, debes tomar estradiol.
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    Recibe inyecciones de gonadotropina para mejorar tu fertilidad. Los niveles bajos de la hormona liberadora de gonadotropina producen la falta de dos hormonas llamadas gonadotropinas. Se trata de varios tipos de gonadotropina, incluyendo la hormona estimuladora del folículo y la hormona luteinizante. Puedes recibir inyecciones de las mismas como ayuda para iniciar la pubertad o para ser fértil.[3]
    • Tanto los hombres como las mujeres pueden someterse a esta terapia. Tu médico decidirá si necesitas la hormona estimuladora del folículo, la hormona luteinizante o ambas.
    • También se pueden utilizar otras gonadotropinas como la gonadotropina coriónica humana o la gonadotropina menopáusica humana, en ocasiones, en combinación con otras.
    • Es posible que tengas que ir al consultorio del médico o al hospital para recibir las inyecciones, pero, en algunos casos, el médico podría recetártelas para que las apliques en casa.
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    Sométete a una terapia pulsátil de la hormona liberadora de gonadotropina si quieres tener un bebé. En ambos sexos, la deficiencia de esta hormona puede causar infertilidad, pero la terapia pulsátil puede ayudar. En vez de inyecciones, esta terapia proporciona las hormonas faltantes de gonadotropina a través de una bomba intravenosa. Cada sesión del tratamiento puede durar entre una y dos horas.[4]
    • Pregúntale a tu médico acerca de la bomba intravenosa de perfusión, que suministra la hormona liberadora de gonadotropina en pulsos en el transcurso de 18 meses, similar a la bomba de insulina para la diabetes.[5]

Método 2
Método 2 de 3:
Controlar la deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina

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    Visita al médico. Si te preocupa la pubertad tardía, la falta de períodos menstruales (en las mujeres) o la infertilidad, visita a tu médico de cabecera para determinar si tienes una deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina u otro problema. El médico te ofrecerá referencias de un especialista llamado endocrinólogo, en caso de ser necesario.
    • Si tu única preocupación es la infertilidad, quizás solo necesites inyecciones de gonadotropina. Un médico o un especialista en fertilidad pueden ayudarte.
    • Si no has experimentado la pubertad, es posible que tengas una deficiencia grave. Los chicos pueden sufrir criptocordia, falta de vello corporal, voces agudas y órganos sexuales pequeños. Las chicas no tienen el período o no les crecen los pechos.[6] Estos problemas comienzan en el vientre y a menudo se diagnostican en la infancia.
    • Si no tienes el sentido del olfato, infórmale al médico. El profesional podría ordenar una prueba genética para ver si sufres el síndrome de Kallmann.
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    Sométete a un análisis de sangre para diagnosticar el hipogonadismo. Si tu médico sospecha que tienes una deficiencia conocida como hipogonadismo, te realizará un análisis de sangre. Extraerá una muestra de sangre antes de darte una inyección de la hormona libertadora de gonadotropina. Después de administrarla, tomará una segunda muestra de sangre para ver si tu cuerpo produce las hormonas correctas.[7]
    • Esta prueba también sirve para conocer la cantidad de testosterona o estradiol que produce tu cuerpo. Ayuda a determinar si los problemas son producto de los niveles bajos de la hormona liberadora de gonadotropina o de otro problema con los órganos sexuales.
    • Tu médico podría ordenarte una radiografía, una resonancia magnética del cerebro o un ultrasonido del abdomen o la pelvis para determinar la causa del hipogonadismo. Esto puede ayudarlo a detectar complicaciones u otros efectos asociados.
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    Controla tu estado para ver si los niveles de la hormona liberadora de gonadotropina regresan a la normalidad. Después de recibir el tratamiento hormonal, tendrás que controlar frecuentemente los niveles para ver si funciona. Además, casi un 10 % de los hombres puede observar que los síntomas se revierten por completo, en cuyo caso hay que detener la terapia.[8] El control puede incluir lo siguiente:
    • muestras de sangre para comprobar los niveles hormonales
    • examinación de los órganos sexuales
    • recuento de esperma (para hombres)
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    Participa en un ensayo clínico. Dado que la deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina se considera rara, el tratamiento puede ser complejo. Si estás dispuesto a experimentar métodos nuevos, puedes participar en un ensayo clínico. Si bien no se garantiza su funcionamiento, puede permitirte acceder a tratamientos innovadores, en especial si los anteriores han fallado.
    • Haz una búsqueda en línea para conocer las opciones de ensayos clínicos disponibles en tu país.

Método 3
Método 3 de 3:
Aliviar los efectos de la deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina

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    Incrementa la ingesta de vitamina D. Dado que las personas con una deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina tienen un riesgo elevado de desarrollar osteoporosis, puedes tomar medidas para fortalecer la densidad ósea. Exponte mucho al sol para recibir vitamina D de forma natural. También puedes tomar suplementos.
    • Tu médico utilizará pruebas radiográficas especiales para controlar la densidad ósea con el paso del tiempo.
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    Toma suplementos de calcio. El calcio es muy importante para mantener los huesos fuertes y saludables. Una dieta rica en calcio ayuda a prevenir problemas óseos relacionados con los niveles bajos de la hormona liberadora de gonadotropina.[9] Consume alimentos ricos en calcio, como leche, hojas verdes y productos de trigo fortificados. También puedes tomar suplementos de calcio.[10]
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    Reduce el riesgo de desarrollar diabetes si eres hombre. Los hombres con deficiencia de la hormona liberadora de gonadotropina tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más tarde en la vida. Para evitar este riesgo, mantén un peso saludable al llevar una dieta balanceada y ejercitar de manera regular.[11]

Acerca de este wikiHow

Laura Marusinec, MD
Coescrito por:
Pediatra certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Laura Marusinec, MD. La Dra. Marusinec es pediatra certificada por el colegio oficial en el Children's Hospital de Wisconsin, donde pertencece al Consejo de Práctica Clínica. Ella recibió su doctorado en mediciana en el Medical College of Wisconsin School of Medicine en 1995 y completó su residencia en el Medical College of Wisconsin in Pediatrics en 1998. Es miembro de la Asociación Americana de Escritores Médicos y de la Sociedad de Atención de Urgencia Pediátrica.