Si cuidas y almacenas de forma apropiada las herramientas de jardín, te durarán para toda la vida. Sin embargo, si no lo haces y permites que permanezcan sucias y expuestas al ambiente, se oxidarán fácilmente. Por suerte existen algunos métodos para quitar el óxido y dejar las herramientas como nuevas. Antes de quitar el óxido debes limpiar las herramientas minuciosamente.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Limpia las herramientas

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    Limpia las herramientas para evitar la propagación de enfermedades. Limpia las herramientas para evitar que se propaguen las infecciones de planta a planta en el jardín. También ayuda a que las herramientas no desarrollen oxidación, ya que si están limpias no estarán expuestas a la humedad.
    • Quizás parezca tedioso, pero si limpias las herramientas con un producto casero de limpieza de muebles (por ejemplo las marcas comerciales Pine-Sol o Lysol) entre cada corte de planta, evitarás la propagación de infecciones.
    • Es especialmente importante que limpies las herramientas si han entrado en contacto con compuestos de cuajado como el concreto, ya que las hojas y palas perderán el filo si permites que endurezca.
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    Limpia las herramientas para mantenerlas afiladas. Si mantienes las herramientas afiladas estarán más seguras y fáciles de usar. Parece contradictorio, pero una herramienta afilada es más segura ya que necesitas menos esfuerzo y no se resbalará.
    • Además cuando cortes a través de los tallos de las plantas con unas tijeras podadoras, una hoja afilada causará menos daño y no aplastará sus partes.
    • Este proceso ayudará a la planta a sanar rápidamente, lo que reduce el riesgo de infección por hongos o por el clima.
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    Limpia la suciedad o los depósitos de la herramienta. Primero quita cualquier suciedad o depósito que tenga la herramienta, especialmente el área de las hojas o aditamentos. Usa agua y un cepillo de cerdas duras para este proceso.
    • Limpia la herramienta rápidamente si la has estado usando para algún agente de cuajado como el cemento, sellador o pintura. Si la herramienta ha entrado en contacto con algún compuesto de cuajado, debes limpiarla antes que seque.
    • Después de quitar la suciedad con el cepillo, enjuaga la herramienta con agua de chorro y permite que seque. El secado puede durar toda la noche si la herramienta tiene superficies anormales que retienen humedad.
    • Es aconsejable que después apliques una capa delgada de aceite mineral o de motor sobre las herramientas.
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    Usa un solvente para quitar los residuos de savia. Un solvente como el queroseno o un compuesto de limpieza casero es ideal para limpiar la savia. Es muy útil si podas plantas y árboles perennes.
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    Inspecciona la herramienta para detectar daños. Mientras estás limpiando es buena idea que inspecciones la herramienta para detectar daños. Debes evitar el uso de herramientas dañadas ya que son inseguras o peligrosas.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Quita el óxido

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    Remoja las herramientas en una solución débil de vinagre. Si las herramientas están oxidadas, remoja las partes metálicas en una solución débil de vinagre (1:1) durante 24 horas. Usa un vinagre blanco destilado barato que puedes adquirir en un supermercado.
    • Saca las herramientas de la solución y límpialas con toalla de papel hasta secarlas. Luego limpia el óxido usando lana de acero (virulana).
    • Si las hojas están muy oxidadas debes enjuagarlas una segunda vez, después que la primera capa de óxido caiga.
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    Usa una solución cítrica ácida para quitar el óxido. Algunos jardineros prefieren una solución al 3% de ácido cítrico en lugar de vinagre. Es ideal para preparar cantidades grandes de solución y limpiar componentes grandes y herramientas. Limpia el residuo con suficiente agua limpia después del remojo.
    • El ácido cítrico está disponible en cantidades pequeñas en los supermercados, tiendas de vinos o en una tienda de agricultura local. Lo usan los criadores de cerdos (y es más barato si compras una cantidad grande).
    • Evita esta solución si estás limpiando partes como frenos y un bloque de motor, ya que podrían volverse quebradizas al entrar en contacto con el ácido.
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    Otra alternativa es que remojes las herramientas en un té negro fuerte o en bebida cola. Algunos jardineros recomiendan que uses un té negro fuerte o una bebida cola en lugar de vinagre para quitar el óxido.
    • Remoja las herramientas en la solución, luego límpialas con un trapo o lana de acero hasta quitar el óxido.
    • Puedes usar un poco de papel de aluminio apretujado o comprimido y un poco de agua para quitar el óxido.
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    Minimiza el raspado durante el proceso de quitar el óxido. Usa movimientos circulares suaves, durante el tiempo que sea necesario, ya que es la mejor manera de quitar el óxido sin desgastar o rasguñar el metal.
    • Es importante que uses gafas de protección, guantes y una mascarilla protectora durante el proceso.
    • También es importante que te asegures de estar vacunado contra el tétanos.
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    Afila las herramientas después de quitar el óxido. Después de quitar el óxido es aconsejable que afiles las herramientas. Existen algunas opciones para hacerlo, puedes usar una piedra de afilar, una lima plana o acero de afilar.
    • Si usas una piedra de afilar, debes mojarla completamente antes de empezar. Puedes usar aceite mineral o de motor en lugar de agua. Sin aplicar mucha presión, desliza la piedra en una dirección a lo largo de la hoja.
    • Rellena el aceite o agua si la superficie de la piedra se seca. Si quieres obtener una hoja afilada y precisa, es aconsejable que uses una piedra de afilar de grano más fino.
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    Prueba el filo de la herramienta. Prueba el filo en un pedazo pequeño de planta como el tallo de una fogata (¡mucho cuidado con los dedos!). Si tiene suficiente filo, lubrica levemente la herramienta, asegurándote que el aceite llegue a todos los mecanismos de la misma. Almacena la herramienta cuidadosamente.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evita que las herramientas se oxiden

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    Limpia las herramientas y evita que se mojen. Si limpias las herramientas apropiadamente y regularmente, evitarás que se oxiden. También es importante que evites que se mojen durante mucho tiempo. Nunca dejes las herramientas afuera ya que se oxidarán debido a la exposición a los elementos.
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    Almacena las herramientas debidamente. Cuando termines de limpiar las herramientas, permite que sequen completamente antes de almacenarlas en un lugar como un cobertizo. Evita amontonarlas en una caja o furgoneta, ya que podrían perder su filo. Es aconsejable que almacenes las herramientas por separado. Otra opción es que construyas o instales un estante colgador en el cobertizo.
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    Almacena las herramientas en una cubeta llena de arena y aceite mineral. Algunos jardineros recomiendan que limpies las herramientas en agua, que sequen, luego que las almacenes en una cubeta llena de una mezcla de arena con aceite mineral. Supuestamente evitará que las herramientas se oxiden.

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Categorías: Jardinería