Cuando las temperaturas invernales se desploman, vivir y trabajo en un clima bajo cero puede ser contraproducente. Al poner en practica unos cuantos trucos, podrás mantenerte caliente pese al frío.

Parte 1
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Mantenerse caliente al aire libre

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    Ponte una prenda interior. Esta es una manera sencilla para mantenerte caliente sin tener que hacer demasiado. Esta es una capa de ropa que se pone debajo de la ropa normal. Un tipo habitual de ropa interior son las térmicas. Puede venir en muchas formas, pero todas te ayudarán a mantenerte caliente sin agregar demasiado bulto ni pasos extra.[1]
    • Algunas prendas interiores son pantimedias, calzas, camisetas térmicas y ropa interior larga.
    • Es importante recordar que tener esta ropa interior puede llegar a ser incómoda si estás en un entorno cálido. Por ejemplo, si te abrigas para conducir hasta el trabajo en una oficina cálida, las prendas adicionales pueden ser demasiado para ti.
    • Después de esquiar, probablemente tengas que quitarte tus ropas térmicas cuando te sientes frente a la chimenea en la cabaña. Esto generalmente se considera apropiado para después de esquiar.
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    Ponte una prenda a prueba de agua. Cuando salgas y sepas que es probable que te mojes, si quieres mantenerte caliente, será importante que tengas puesta una capa impermeable. Si el agua penetra tu ropa, esta se enfriará más, no se calentará. Algunas condiciones húmedas que podrías encontrar son la lluvia, la nieve o el chisporroteo del agua (por ejemplo, si sales en bote o si hay muchos charcos en el suelo).[2]
    • Por ejemplo, podrás ponerte una chaqueta para la lluvia encima de otra abrigadora, pero no tan impermeable. Cuando compres abrigos, busca materiales que sean muy impermeables o abrigadores, tales como el neopreno.
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    Ponte una capa de ropa que retenga el calor. Aparte de mantenerte seco, deberás buscar prendas hechas de materiales muy aislantes térmicamente. Quizá hayas oído del forro polar, pero esta tela no es para todo el mundo. Averigua qué opciones tienes disponible y luego ve de compras.[3]
    • Ponte lana, si puedes. Este es uno de los mejores materiales aislantes térmicos, aunque podría llegar a ser costoso. También podrás usar ropa de lana en lugar de abrigos de lana solamente para que puedas reducir la cantidad de prendas en general. Encontrarás muchas prendas económicas de lana en las tiendas se segunda mano.
    • Algunos otros materiales abrigadores son el cuero revestido, la piel y el neopreno.
    • La lana seguirá manteniéndote caliente, aun cuando esté húmeda. Esto no ocurre con otros materiales tales como el cuero o el algodón acolchado.
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    Protege tus extremidades. No es completamente cierto que se pierde un X porcentaje de calor de la cabeza, de los pies ni de cualquier otra parte.[4] Sin embargo, sí es cierto que dejar esas partes descubiertas podría hacer que mantenerse caliente sea más difícil.[5] Cuando estés al aire libre, procura cubrir tu cabeza, manos y pies con bufandas, sombreros, guantes, calcetines gruesos y botas. También puedes ponerte dos capas de medias o leggings debajo de tus jeans. Podría no ser la cúspide de la moda, pero estarás caliente.
    • Es muy importante que todas esas prendas sean impermeables, ya que son en estas áreas donde será más probable que te mojes y tengas más frío. Por ejemplo, si puedes ponte guantes de cuero forrados.
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    Protégete de los elementos climáticos. Cuando estés obligado a salir de casa, mantente lo más alejado posible de los elementos como la lluvia, la nieve, los charcos, el hielo y el viento. Si te acercas demasiado a ellos, sentirás frío; por lo general, la ropa y el cuerpo pueden soportar la temperatura del aire sin ningún problema. Desplázate rápidamente entre edificio y edificio, cuando puedas usa el auto y si debes estar expuesto al aire libre, procura caminar debajo de un techo.
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    Lleva materiales abrigadores. Si ves que te cuesta mantenerte caliente, podrás llevar unas fuentes de calor pequeñas contigo. Algunos objetos pequeños, tales como los calentadores de manos reusables, entran en los bolsillos para hacer lo que los guantes no pueden. También podrás usar otros objetos, tales como tazas portátiles de sopa, para calentarte de dentro hacia afuera.
    • Si no encuentras ningún calentador de manos a buen precio, incluso podrás hacerte uno tú mismo. Hay muchas páginas web que enseñan a hacerlos y todos son fáciles de elaborar con los materiales correctos.[6]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Steve Masley

    Steve Masley

    Especialista del hogar y jardinería
    Steve Masley ha estado diseñando y manteniendo huertos orgánicos en el Área de la Bahía de San Francisco por más de 30 años. Es consultor de jardinería orgánica y fundador de Grow-It-Organically, un sitio web que enseña a clientes y estudiantes los entresijos de la horticultura orgánica. En 2007 y 2008, enseñó la práctica de campo de agricultura sostenible local en la Universidad de Stanford.
    Steve Masley
    Steve Masley
    Especialista del hogar y jardinería

    Usa un termo para mantener los líquidos calientes por más tiempo. Pat Browne y Steve Masley, dueños de Grow it Organically, pasaron muchos días trabajando en sus jardines al aire libre, y descubrieron formas creativas de mantenerse caliente. Steve comenta: "En la mañana, antes de salir, llenaba un termo grande con café caliente, y lo envolvía en calcetines. Luego, cuando lo sacaba, estaba a la temperatura adecuada para beberlo, de modo que no era necesario detenerme en una cafetería para tomar un café".

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    Ponte ropa que sea de la talla correcta. Todos sabemos que quieres verte guapo, pero por algo los esquimales se ponen esos abrigos grandes y pantalones sueltos. Cuando la ropa es ajustada, no puede mantenerte caliente ni cómodo. Más bien, si quieres mantenerte caliente, asegúrate de que la ropa que te pongas te quede suelta. De este modo crearás una capa protectora de aire caliente entre tu piel y el ambiente al otro lado de la tela.[7]
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    Muévete para generar calor. Si tu ropa no puede abrigarte, deja que tu cuerpo genere calor. El movimiento quemará energías de tu cuerpo, lo cual se traducirá en calor. Trata de ejercitarte o como mínimo procura no quedarte quieto.[8]
    • Si estás dentro de casa, una buena opción son los saltos de tijera. Sin embargo, un movimiento así al aire libre podría ser un peligro debido a lo resbaladizo del suelo. Una mejor manera de ponerse activo cuando se está al aire libre es hacer flexiones pequeñas, con estas habrá menos probabilidades de que resbales.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Mantenerse caliente en el interior

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    Ponte la ropa en capas para que puedas adaptarte a ambientes diferentes. Lo más básico para mantenerse caliente tanto dentro como fuera de casa consiste en ponerse la ropa en capas. Pregúntale a cualquiera que haya vivido en algunas de las partes más frías del mundo, tales como Alaska y Noruega, y te dirá lo mismo: vístete en capas. Así tendrás un conjunto para el día que se adaptará fácilmente a un clima con nieve y también te permitirá cambiar naturalmente al ambiente cálido de la oficina.
    • Por ejemplo, un conjunto modelo estará compuesto por: unas pantimedias, unos jeans, una camiseta de manga larga, una camisa, un suéter y un abrigo. Con todas esas prendas puestas o una combinación de ellas, podrás adaptarte sin ningún problema a un salón de clase que arda en calor, una oficina helada, un supermercado templado y a las temperaturas heladas de la calle.
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    Aísla tu casa térmicamente. Asegúrate de que tu casa sea lo más térmica posible. Quizá debas cambiar el aislante de las paredes o el techo. También podrás hacer cosas más básicas como poner cortinas gruesas y mantas sobre las ventanas.
    • Las persianas celulares en realidad son bastante efectivas para impedir que el aire frío escape de una ventana, además suelen ser más económicas que la demás opciones de cortinas.
    • También podrás aislar más térmicamente tus ventanas y cualquier vidrio adentro de la casa con una película aislante de plástico, que es un material transparente que se adhiere a todos los vidrios.
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    Cierra las habitaciones que no se usen y céntrate en calentar la habitación central. Será más fácil y económico centrarse en mantener el calor en una sola habitación que en todo un departamento o casa. Determina cuál es el ambiente en el que más permanece tu familia durante las horas que esté despierta y aíslala térmicamente del resto de la casa. Cierra las puertas y mantenlas cubiertas con mantas. Centraliza las estufas y demás métodos de calefacción de esa habitación. Así te ahorrarás mucho esfuerzo en tener que mantener el calor de aquellas habitaciones que no se usan muy seguido.
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    Sella los espacios que dejen entrar aire frío. Deberás vigilar aquellos agujeros y espacios que dejen entrar aire frío a la casa o entre las habitaciones que tengan diferentes niveles de aislamiento térmico. El ejemplo más común es el espacio debajo de las puertas, pero también podrías encontrar algunas ventanas que dejan pasar corrientes de viento o habitaciones que están sobre el sótano en donde el aire frío se filtra por el suelo.
    • Las mantas y las alfombras enrolladas pueden usarse fácilmente para tapar esos espacios.
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    Prepara tu cama. Quizá quieras que tu cama esté al menos un poco caliente antes de meterte para ir a dormir. A nadie le gustan las sábanas heladas. Hay muchas maneras de preparar la cama antes de dormirse. Por ejemplo:
    • Pon una botella de agua caliente debajo de la manta en el centro bajo de la cama o
    • Pasa el secador de pelo por tu manta durante 10 a 20 minutos a una temperatura media o alta.
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    Haz galletas. Hornea cualquier cosa. El horno, cuando se lo enciende y se calienta a una temperatura de horneado usual de 180 °C (350 °F), puede ser muy efectivo para calentar la habitación. Procura que la cocina sea tu base de operaciones del fin de semana y quédate ahí mientras se horneen tus galletas o el asado para la cena.
    • Lavar la ropa también podría calentar las habitaciones cercanas de manera similar. Haz que tus quehaceres valgan la pena y lava la ropa rápidamente en los días muy fríos. Puedes también ponerte la ropa directamente de la secadora para estar mucho más caliente.
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    Bebe algo caliente. Ya sea una taza caliente de té de limón o un café mexicano, tomar alguna bebida caliente puede elevar tu temperatura corporal desde dentro. Enciende el hervidor de agua y saca las tazas, porque estarás a punto de calentarte.
    • Quizá creas o te hayan dicho que agregarle alcohol a una bebida caliente te calentará aún más, pero no es el mejor consejo. El alcohol en realidad baja la temperatura corporal, aunque dé esa sensación de “ardor”. Si en tu casa hace un frío peligroso, deberás evitar el alcohol.[9]
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    Toma un baño o una ducha caliente. Un baño o una ducha caliente podría ser lo que necesitas para recuperar un calor corporal razonable. ¿Ves que te enfrías de nuevo después de cinco minutos? Asegúrate de abrigarte bien apenas salgas, ponte ropa abrigadora de casa, una bata y zapatos de casa. De este modo ayudarás a tu cuerpo a retener el calor del baño.
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Vídeo
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Consejos

  • Si vas a la escuela y tus pies están fríos: ponte pantimedias (si eres chica), dos pares de calcetines (si eres chico).
  • Tu aliento es tu propia estufita. Cierra la cremallera de tu abrigo o abotónalo por completo, luego inhala y exhala. Así despedirás un poco de calor, pero recuerda que el aliento también es húmedo y podría empapar la tela. En un frío extremo, ponte un pasamontañas que permita que la humedad salga pero que impida que el viento te caiga en la cara.
  • Para evitar resbalarte en el hielo, cómprate suelas de goma y ponlas sobre tus zapatos. Procura que sean fáciles de poner, de sacar y que sean ligeras para que entren en tu bolso.
  • Es importante abrigarse. Deberás vestirte en capas en el torso con prendas, tales como una camiseta, un suéter, una chaqueta y una bufanda. Un par de jeans forrados con polar serán excelentes para las piernas, no tendrás que ponerte ropa interior larga. Solo unas pocas marcas los hacen. Los más bonitos son de la marca Winter Blues Jeans. También asegúrate de ponerte un sombrero, pues gran parte del calor se pierde por la cabeza.
  • Si vas a estar al aire libre por mucho tiempo, ponte calentadores para las manos dentro de los guantes o las manoplas (son mejores con las manoplas, porque podrás envolver toda tu mano con ellos). Son muy económicos y se venden en cualquier tienda deportiva o tienda por departamentos con un buen departamento deportivo.
  • Para una mayor protección, trata de ponerte guantes más finos debajo de las manoplas para que cuando tengas que hacer algo preciso con los dedos, no se congelen.
  • Las botas son indispensables en el invierno. Trata de conseguir dos pares como mínimo: unas botas de nieve impermeables para los días húmedos y unas botas abrigadoras con estilo para los días secos y fríos.
  • Si vas a la escuela, procura vestirte de más. De ese modo siempre tendrás ropa suficiente. No te recomendamos congelarte en la escuela, sino no podrás conseguir más ropa.
  • Cuenta siempre con un lugar caliente adentro de algún edifico a donde puedas acudir. No querrás estar atascado en la calle si el clima se vuelve extremo.
  • Si tienes demasiado frío, entra a alguna casa de inmediato.
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Advertencias

  • Consulta con tu médico antes de pasar periodos largos de tiempo al aire libre, sobre todo si padeces de alguna enfermedad grave.
  • Pasar demasiado tiempo en el frío exterior podría provocarte un resfrío severo o algo peor. Cuídate mucho.
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Cosas que necesitarás

  • abrigo de invierno (de lana o de polar)
  • botas (térmicas)
  • calentadores para los pies
  • calentadores para las manos
  • guantes
  • zapatos de buen agarre
  • capas de ropas
  • calentadores de piernas de polar con cremallera de largo completo
  • orejeras de piel
  • gorro para el hielo

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Resumen del artículoX

Para mantenerte abrigado en climas fríos, asegúrate de vestirte con capas cálidas y elige ropa hecha de materiales sintéticos, lana o seda, ya que estos materiales atrapan el calor sin retener la humedad. Si los tienes, ponte un sombrero, guantes y calcetines gruesos, ya que gran parte del calor corporal se escapa por la cabeza, las manos y los pies. También puedes preparar una taza de té o café caliente antes de salir y sostenerla mientras te adentras en el frío. Si estás dentro, puedes tomar una ducha o un baño caliente para calentarte rápidamente. Luego, cuando salgas, abrígate con una bata o una manta para que no se escape el calor. ¡También puedes hornear algo para que la cocina se sienta agradable y cálida, o puedes lavar la ropa para tener ropa limpia y tibia para ponerte! Si quieres consejos sobre cómo mantenerte abrigado dentro de la casa durante el clima frío, ¡sigue leyendo!

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