La vista es el sentido del que dependes más. Como vives en un mundo que les exige a tus ojos mirar de manera habitual letras pequeñas e imágenes en los celulares, las pantallas de las computadoras y los televisores, es importante que sigas pasos para mejorar la vista. Una mala vista empeora la calidad de vida y podría dar lugar a cirugías caras o a una ceguera parcial. Sin embargo, existen muchas soluciones para mantener tu vista sana y aguda a fin de que puedas disfrutar de ella el resto de tu vida. ¡No descuides tus ojos!

Método 1
Método 1 de 3:
Mejorar la vista de forma natural

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    “Alimenta” tus ojos. Los ojos son iguales a cualquier otra parte del cuerpo: necesitan nutrientes para funcionar a un nivel óptimo. Al igual que otros órganos, una dieta rica en frutas y verduras, y baja en azúcares y alimentos grasos te ayudará bastante a mantener ojos sanos.[1]
    • La vitamina A, C y E junto con minerales como el cobre y el zinc también deben encontrarse en tu dieta diaria. Estas vitaminas y minerales son fundamentales para tener una buena vista y proteger tus ojos de las enfermedades. Come fresas, naranjas, huevos, salmón, caballa y almendras por sus vitaminas, y ostras, cangrejo o pavo por sus minerales.
    • Los antioxidantes como el betacaroteno, luteína y zeaxantina ayudan a proteger tus ojos de los daños del sol. Puedes encontrar estos antioxidantes en las verduras de hoja verde oscura, calabazas, camotes y zanahorias.
    • El ajo, las cebollas y la alcaparra deben encontrarse en tu dieta para que recibas el azufre, la cisteína y la lecitina, los cuales ayudan a evitar que se formen cataratas en el cristalino de tus ojos.
    • Los arándanos, las uvas y las bayas de Goji contienen propiedades antiinflamatorias, tales como la antocianina, las cuales ayudarán a mejorar tu vista.
    • Consumir unos 1000 mg de ácidos grasos omega 3 al día te ayudará a prevenir la degeneración macular (DME) y los ojos secos. El salmón, la caballa, el arenque, la linaza y las nueces son ricos en ácidos grasos omega 3.
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    Ejercita los ojos. Ejercitar los ojos a diario te ayudará a mantenerlos sanos y a conservar una visión óptima. Planea ejercitarlos cuando te despiertes, antes de ir a dormir o cuando tus ojos se sientan cansados. Asegúrate de que tus manos estén limpias para que no te irrites los ojos y de tu mente esté relajada antes de empezar.[2]
    • Empieza a ejercitar tus ojos. Mueve los ojos en movimientos circulares y en sentido de las agujas del reloj diez veces y después en sentido contrario otras diez veces.
    • Coloca tu pulgar (o un lápiz) a 15 cm (6 pulgadas) de distancia de tu nariz y míralo fijamente por cinco segundos. Después, mira por cinco segundos el objeto que esté detrás de tu pulgar. Hazlo diez veces por un total de dos minutos. Esto es otra cosa que puedes hacer en tu escritorio rápidamente en el trabajo.
    • Frótate las palmas de las manos para calentarlas y después colócalas en los ojos de cinco a diez segundos. Repite este proceso tres veces para mantener tus ojos calientes.
    • Masajea tu sien, frente y justo debajo de los ojos con el nudillo de tu pulgar y con movimientos circulares unas veinte veces en cada área.
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    Descansa y relaja los ojos. Como usas los ojos cada vez que estás despierto, déjalos descansar y relajarse bastante haciendo pausas a lo largo del día y durmiendo lo suficiente cada noche para que descansen, reparen y recuperen tu vista. Una falta de sueño puede debilitar la salud de tu vista.[3]
    • Cierra los ojos de tres a cinco minutos. Cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrás mientras intentas despejar tu mente.
    • Concéntrate en un objeto que se ubique a 6 metros (20 pies) durante veinte segundos. Esta es la misma prueba que te realizan para ver si tienes una vista perfecta.
    • Descansa los ojos por al menos diez minutos por cada cincuenta minutos que pases frente a la pantalla de una computadora, frente al televisor o cuando leas un libro. Toma una siesta pequeña en caso de que sea necesario.

Método 2
Método 2 de 3:
Corregir la vista

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    Hazte una prueba ocular. Ve al optómetra con frecuencia para que te revise y vea si tienes problemas o enfermedades visuales que puedan dañar tu salud ocular general. Si tienes una vista borrosa, miopía o hipermetropía, tal vez necesites anteojos correctivos o una cirugía.[4]
    • Debes ver al doctor según tu edad, salud y riesgos de problemas oculares. Son factores que determinarán la frecuencia con la que debes ver al optómetra. Si tienes problemas en los ojos, debes acudir al optómetra lo más pronto posible, ya que el tratamiento temprano da lugar a mejores resultados.
    • Revisa tu agudeza visual para determinar si necesitarás anteojos recetados.
    • Sométete a una prueba para ver si tienes glaucoma, que es un daño en el nervio óptico. Si se deja sin tratar, empeorará con el paso del tiempo.
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    Usa lentes correctivos. Es posible que necesites gafas para mejorar tu vista si tienes miopía o hipermetropía. En ambos casos, los lentes correctivos contrarrestarán la curvatura aumentada o disminuida de la córnea o longitud del ojo.[5] [6]
    • Las gafas son la ruta más accesible y segura para corregir los inconvenientes causados por problemas visuales. Puedes conseguir una amplia variedad de gafas: bifocales, trifocales, lentes progresivos, gafas para leer y gafas para conducir.
    • Los lentes de contacto también son una opción popular. Se usan directamente en los ojos y vienen de las siguientes formas: duros, suaves, de uso prolongado, descartables, de gas permeable rígido y bifocales.
    • Los factores más importantes que se deben considerar al escoger gafas o lentes de contacto son la seguridad y el estilo de vida.
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    Elige la cirugía refractiva. Existen diferentes tipos de cirugías de las cuáles escoger si prefieres no usar lentes correctivos. Estas cirugías se han vuelto habituales las últimas dos décadas y se consideran relativamente seguras para los ojos completamente desarrollados. El doctor usa el láser para volver a darle forma a la córnea.[7] [8]
    • La cirugía queratomiliosis in situ asistida por láser (LASIK, por sus siglas en inglés) saca capas de tu córnea y se reubican para ayudarte a conseguir el nivel de visión deseado. No duele, es inmediata y no requiere un periodo de recuperación prolongado.
    • La queratectomía subepitelial asistida por láser (LASEK, por sus siglas en inglés) es un procedimiento que le vuelve a dar forma a las capas exteriores de la córnea y cambia su curvatura con el fin de mejorar la vista. A comparación de la cirugía LASIK, la cirugía LASEK tiene un periodo de recuperación más largo, podría ser más dolorosa y tiene una recuperación posquirúrgica más complicada, pero sigue siendo un procedimiento muy exitoso.
    • La queratectomía fotorrefractiva (PRK, por sus siglas en inglés) es similar a la cirugía LASEK, pero en lugar de la córnea, es el epitelio al que se le vuelve a dar forma. La recuperación incluye el uso de lentes de contacto terapéuticos unos días.
    • Un lente intraocular (LIO) es un implante quirúrgico en la parte delantera del cristalino. Los implantes no son una opción popular en la actualidad.
    • La queratoplastía conductiva (CK, por sus siglas en inglés) emplea la energía de la radiofrecuencia para aplicarle calor a la córnea. El principal inconveniente de este procedimiento es que los resultados no son permanentes.
    • Los efectos secundarios de la cirugía refractiva incluyen problemas visuales, una falta de corrección o una corrección excesiva, ojo seco, cicatrización de la córnea y pérdida de la vista.

Método 3
Método 3 de 3:
Crear un buen entorno

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    Adecúa la luz. Mantén el espacio en que estés con una luz suave. Se considera que la luz fluorescente es mala para los ojos, porque emite las frecuencias de color equivocadas y radiación que te produce somnolencia todo el día.[9]
    • Cuando leas, mantén la fuente de luz detrás de ti y direccionada al papel o tarea en la que estés trabajando.
    • En el trabajo o en tu escritorio usa una fuente de luz matizada, ubicada en el escritorio frente a ti. Una vez más, mantén la luz direccionada hacia tu trabajo y la sombra te protegerá los ojos de la luz.
    • Evita ver televisión o trabajar en la computadora en la oscuridad.
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    Mejora la calidad del aire. El ojo seco es causado por una falta de lubricación y humectación en la superficie del ojo. Los problemas pueden abarcar desde irritantes menores hasta una inflamación grave de los tejidos del ojo.[10]
    • Usa un humidificador para humectar tu casa o lugar de trabajo.
    • Adecúa tu termostato para disminuir el flujo de aire y las partículas de polvo que podrían irritarte los ojos.
    • Mueve tu escritorio o espacio de oficina si está cerca de la rejilla de ventilación. Pide moverte a un área diferente de la oficina.
    • Deja de fumar porque podría irritarte los ojos. Considera dejar de fumar si desarrollas un problema de ojo seco.
    • Usa lágrimas artificiales si es necesario para mantener tus ojos humectados y lubricados.
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    Escoge las gafas correctas. Invierte en las gafas o lentes de contacto correctos para tu situación específica. En la actualidad, los anteojos están elaborados para casi toda situación. Por lo tanto, asegúrate de hacerte una prueba ocular adecuada y habla con el optómetra con el fin de que te brinde la receta correcta para el ambiente en el que usarás las gafas.[11]
    • Los lentes que se venden con y sin receta médica están elaborados para casi todos los tipos de estilos de vida. Existen diferentes tipos de lentes según la edad, para hacer deporte, para emplearlos en un espacio cerrado y al aire libre.
    • Si trabajas al aire libre o tienes que conducir una larga distancia, asegúrate de comprar gafas de lunas polarizadas para protegerte los ojos contra los rayos UV y la luz deslumbrante. Esto te ayudará a evitar que mires con los ojos entreabiertos.
    • Asegúrate de usar gafas siempre que las necesites y de mantenerlas limpias.
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    Limita el uso de la computadora. Las computadoras son la causa principal del cansancio ocular en la mayoría de las personas. Limita el tiempo que pasas frente a la pantalla de la computadora descansando de manera habitual, ejercitando tus ojos y manteniéndolos hidratados.[12]
    • Si sueles mirar fijamente cuando usas una computadora, recuerda parpadear con frecuencia para producir lágrimas que te humecten y refresquen los ojos.
    • Cuando estés en la computadora, practica la regla del 20-20-20: cada 20 minutos mira algo que se ubique a 20 pies (6 metros) por al menos 20 segundos.
    • Reduce el brillo de la pantalla para evitar el cansancio ocular. Esto quiere decir que debes adecuar el brillo que está frente y detrás de ti.
    • Mantén el monitor ubicado directamente frente a ti a una distancia de un brazo. La pantalla debe ubicarse más o menos justo debajo del nivel de tus ojos. Adecúa tu silla en caso de que sea necesario.
    • Usa la comodidad de un soporte para folios con el fin de que puedas mantener tus ojos relativamente al mismo nivel que el de la pantalla de la computadora. Reducir la cantidad de veces que tus ojos tengan que volver a adecuarse disminuirá el cansancio ocular.
    • Aumenta el tamaño de la letra, el contraste y el brillo para que leas y busques con más facilidad.
    • Mantén la pantalla sin polvo.

Acerca de este wikiHow

Theodore Leng, MD
Coescrito por:
Cirujano vitreorretiniano certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Theodore Leng, MD. El Dr. Leng es oftalmólogo certificado y cirujano vitreorretiniano, y profesor auxiliar de oftalmología en la Universidad de Stanford. Completó su beca de investigación para el doctorado en Medicina y Cirugía Vitreorretiniana en la Universidad de Stanford en 2010. El Dr. Leng es miembro de la Academia Estadounidense de Oftalmología y el Colegio Estadounidense de Cirujanos. También es miembro de la Asociación para la Investigación en Visión y Oftalmología, la Sociedad de Retina, la Sociedad Mácula, la Sociedad Vit-Buckle, así como para la Sociedad Estadounidense de Especialistas en Retina. Recibió el Premio de Honor de la Sociedad Americana de Especialistas en Retina en 2019. Este artículo ha sido visto 9519 veces.
Categorías: Cuidado de los ojos