Si tiendes a sudar mucho o notas que tienes un fuerte olor corporal, podría ser momento de cambiar tu rutina de higiene. Mantenerte fresco todo el día todos los días puede ser un reto pero, con unos cuantos consejos simples, puedes mantener tu olor bajo control y oler bien todo el tiempo. Revisa estos trucos de higiene para aprender a controlar los olores desagradables y reemplazarlos con buenos olores.

Método 1
Método 1 de 9:
Rociar perfume o colonia estratégicamente

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    Aplicar perfume o colonia en los lugares correctos tendrá un mayor impacto. Después de alistarte, rocía un poco de tu aroma favorito en la parte interna de las muñecas, pero no lo frotes. Deja que se seque al aire para que el aroma permanezca por más tiempo.[1]
    • Si vas a usar una camiseta sin mangas, trata de rociar perfume en la parte interna de los codos.
    • Trata de no excederte con el aroma que elijas. Demasiada colonia o perfume puede ser penetrante.
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Método 2
Método 2 de 9:
Probar con lociones perfumadas

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    Si usas perfume, combina los aromas para que no desentonen. Después de salir de la ducha, frota un poco de loción perfumada en manos, brazos, piernas y pies. El aroma se quedará en tu piel todo el día, así que olerás bien sin importar lo que pase.[2]
    • Si no tienes un aroma que coincida con tu perfume, elige uno complementario. Prueba mezclando aromas como almizcle y floral, cítrico y madera, o frutado y floral.

Método 3
Método 3 de 9:
Rociar el cabello con perfume

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    El cabello no suda, así que olerás bien por más tiempo. Si vives en un clima cálido, los perfumes y las colonias probablemente no duran mucho en tu piel. En su lugar, rocía unos chorros de tu aroma en medios y puntas del cabello.[3]
    • También puedes rociar una pañoleta o un pareo de cabeza antes de ponértelo.
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Método 4
Método 4 de 9:
Lavar la ropa con detergentes perfumados

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    Los aromas florales tienden a durar más tiempo. Cuando elijas un detergente o suavizante, opta por lavanda, prado de primavera o simplemente aroma fresco. Evita los productos sin aroma ya que no añadirán un buen olor a la ropa.[4]
    • También puedes agregar unas toallitas para secadora perfumadas para asegurarte de que tu ropa huela muy bien.

Método 5
Método 5 de 9:
Volver a aplicar desodorante a lo largo del día

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    Un desodorante de bolsillo puede ser un salvavidas. Pon uno en tu cartera o mochila antes de salir y úsalo cuando sientas que empiezas a sudar. Si tiendes a dejar marcas de sudor, un antitranspirante puede ayudarte a oler bien y reducir la cantidad de sudor al mismo tiempo.[5]
    • Hay muchos desodorantes y antitranspirantes en el mercado, así que puede ser difícil elegir uno. Ten en cuenta que la mayoría son iguales excepto por su aroma.
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Método 6
Método 6 de 9:
Comer alimentos que combatan el mal aliento

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    El apio, las manzanas, las frutas cítricas y las hierbas frescas son buenas opciones. Al elegir tus comidas del día, trata de evitar alimentos demasiado apestosos, como la cebolla o el ajo. Otras buenas opciones incluyen el jengibre, el pescado blanco, la leche entera, las semillas de hinojo y el té verde.[6]
    • Las bebidas fuertes, como el café, también pueden hacer que tu aliento huela mal.
    • También es muy importante tener una buena higiene oral para combatir el mal aliento. Recuerda cepillarte los dientes y usar hilo dental dos veces al día. Enjuagarte con enjuague bucal también puede matar las bacterias que causan el mal aliento.

Método 7
Método 7 de 9:
Beber agua a lo largo del día

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    Esto ayudará a mitigar el mal aliento y a mantenerte hidratado. Si tu boca está seca, serás más propenso a tener un aliento apestoso. Mantén una botella de agua contigo para tomar poco a poco a lo largo del día cada vez que tengas sed.[7]
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Método 8
Método 8 de 9:
Desinfectar tus zapatos

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    Las bacterias pueden acumularse en tus zapatillas, lo que provocará un mal olor. Toma un espray desinfectante de uso general de la cocina y saca las plantillas. Rocíalas generosamente, luego déjalas secar al aire por 24 horas. Vuelve a ponerlas en los zapatos para disfrutar de un calzado menos apestoso.[8]
    • Usar un espray desinfectante también puede ayudar a repeler los hongos de los pies como el pie de atleta.
    • Asegúrate de que tus pies estén completamente secos antes de ponerte los zapatos para reducir el mal olor.

Método 9
Método 9 de 9:
Toma una ducha todos los días

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    Concéntrate en las áreas que suden, como las axilas y la ingle. Usa jabón o gel de ducha y agua tibia, y aplica los productos con un paño para que realmente genere espuma. Si sudas mucho o hace mucho calor, incluso puedes ducharte dos veces al día.[9]
    • Trata de usar un gel de ducha perfumado para oler bien apenas salgas de la ducha.
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Consejos

  • Si tienes que quedarte en la escuela o el trabajo por largas horas, lleva contigo un desodorante, perfume y cepillo de dientes de bolsillo para refrescarte.
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