Si tratas de pelar una ciruela simplemente sacándole la cáscara, terminarás teniendo tus manos dulces y pegajosas. Sin embargo, utilizar la técnica garantizada de blanquear y dejar en hielo soltará la cáscara, y hará que sea fácil deslizarla y sacarla. Ya sea que hagas un pastel, una mermelada o que solo prefieras sacarles la cáscara a tus ciruelas, blanquear será la mejor manera de hacer el trabajo.

Pasos

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    Hierve una olla con agua. La olla debe ser lo suficientemente grande como para que quepa por lo menos cuatro o cinco ciruelas. Utiliza suficiente agua para que puedas sumergirlas por completo. Tendrás que hacer que el agua hierva muy bien para que así no tengas que dejar las ciruelas en agua caliente por mucho tiempo. Si las hierves, se pondrán blandas.
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    Prepara un baño de hielo. Llena un tazón grande con hielo y agua a fin de crear un baño helado para las ciruelas. Una vez que las blanquees, tendrás que enfriarlas de inmediato sumergiéndolas en agua helada.
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    Corta una “X” en la parte inferior de cada ciruela. Si haces una pequeña marca cruzada en la parte inferior de la ciruela (en el lado opuesto al tallo), será muy fácil pelarla. No hay necesidad de hacer que el corte sea muy profundo o grande, solo utiliza un cuchillo de pelar a fin de hacer una “X” pequeña que perfore la cáscara y que sea lo suficientemente grande como para meter tu dedo.
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    Blanquea las ciruelas durante 30 segundos. Sumérgelas con cuidado en el agua y hiérvelas durante 30 segundos. Asegúrate de medir el tiempo para que así no te excedas. Las ciruelas se empezarán a deshacer si las hierves incluso solo por un tiempo más prolongado. Utiliza una cuchara con ranuras para sacarlas del agua una vez que pase el tiempo.
    • No blanquees más de cuatro o cinco ciruelas. Si pones muchas en el agua al mismo tiempo, esta se enfriará y las ciruelas no se cocerán de una forma lo suficientemente rápida.
    • Si lo prefieres, podrías colocar las ciruelas en un tazón grande y echar encima agua hirviendo con cuidado. Deja que se sumerjan en agua caliente durante 30 segundos. Esta técnica es útil si pelas ciruelas muy delicadas y quieres asegurarte de que no se cuezan demasiado.
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    Sumerge las ciruelas en agua helada. Déjalas remojar en agua helada durante 30 segundos, luego sácalas y deja que se escurran.
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    Pela las ciruelas. Coloca tu dedo debajo de una de las pequeñas solapas formadas por la “X” que hiciste en la parte inferior de la ciruela. Jala hacia atrás la solapa y la cáscara debe salir fácilmente en una tira grande. Sigue jalando las solapas hacia atrás en los cuatro lados hasta que hayas pelado por completo la ciruela. Continúa hasta que termines de pelar.
    • Si te topas con una ciruela complicada, utiliza un cuchillo de pelar para que te ayude a soltar la cáscara con cuidado.
    • Si la cascara no sale, es posible que debas tratar de blanquearla una vez más. Asegúrate de que el agua llegue a hervir bien y de cocer las ciruelas durante 30 segundos a fin de soltar la cáscara.
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Advertencias

  • Si pelas muchas ciruelas, es posible que notes que el jugo irrita tu piel, en especial si tienes cortes.
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Cosas que necesitarás

  • olla con agua hervida
  • tazón de agua helada
  • cuchillo

Acerca de este wikiHow

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Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
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