Es difícil perdonar. Admitir que hay un problema y luego ir hacia las soluciones requiere de tiempo, paciencia y valentía. Este proceso se vuelve aún más difícil cuando tenemos que perdonarnos a nosotros mismos por nuestras acciones. El camino hacia el perdón no es fácil. Al practicar la autoconciencia, y entender que la vida es un viaje y no una carrera, también aprenderás a perdonarte a ti mismo.

Método 1
Método 1 de 5:
Poner en práctica la autoindulgencia

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    Diagnostica por qué necesitas perdonarte a ti mismo. Si reconoces que tienes la culpa, es posible que te sientas responsable y sientas la necesidad de ser perdonado. Quizás los recuerdos son los que crean los sentimientos de incomodidad una vez que piensas en ellos. Para identificar por qué te sientes así, pregúntate a ti mismo lo siguiente:
    • ¿Me siento así porque las consecuencias de lo que hice me hacen sentir mal?
    • ¿Me siento así porque soy culpable de un mal resultado?
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    Acepta que fracasar no te hace una mala persona. Todos fallamos en algo en algún punto de nuestras vidas. No creas que fracasar en algo (ya sea en el trabajo o en una relación) te hace una mala persona. Como Bill Gates dijo: “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso”.[1] Aprender de nuestros errores es un paso para perdonarnos a nosotros mismos.
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    No temas empezar de nuevo. Para perdonarte verdaderamente a ti mismo, no temas empezar desde cero. Aprender a perdonarte a ti mismo no solo es aprender a vivir con el pasado. Se trata de aprender de esa experiencia. Toma lo que has aprendido y aplícalo para mejorar tú mismo.[2]
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    Ten una nueva mentalidad al aprender de los errores del pasado. Una forma de seguir adelante contigo mismo es adaptarte según lo que has aprendido.[3]
    • Establécete metas para el futuro que te ayuden a convertir tu mentalidad en una más fuerte y mejor. Este vistazo hacia el futuro puede ayudarte a perdonarte a ti mismo en el presente al enfocarte en los cambios positivos que eres capaz de hacer.[4]
    • Cuando te sientas culpable, sigue las palabras de Les Brown: “Perdónate a ti mismo por tus fallas y errores, y sigue adelante”. Esto te será de ayuda cuando cometas algún error.

Método 2
Método 2 de 5:
Dejar ir el pasado

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    Ten en cuenta que nadie es perfecto. Es posible que quieras perdonarte a ti mismo por las acciones que tuviste contra otra persona. No obstante, primero debes darte cuenta de que no eres culpable de lo que otra persona haga. Todos cometemos errores y pasamos por momentos en nuestra vida donde no actuamos de la mejor forma. Darte cuenta de esto puede ser el paso que necesitas para empezar con el proceso de curación.
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    No te obsesiones por los errores del pasado. Aprender de los errores del pasado es bueno, pero pensar mucho en ellos puede impedir que logres perdonarte a ti mismo. Puede evitar que seas consciente de la realidad del presente. Tu vida puede estancarse si te das cuenta de que te obsesionas con lo que hiciste o lo que no. En vez de ello, enfócate en el presente y en lo que puedes hacer en el futuro para mejorar tu vida.
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    Planea un futuro brillante hoy al no sentirte reprimido por el pasado. Considera un enfoque de la vida donde arregles las cosas y sigas adelante. Si experimentas un encuentro similar que te haya causado confusión emocional en el pasado, enfócate en lo que puedas controlar.
    • Intenta arreglar los problemas que sabes que puedes manejar e intentar dejar atrás los demás. No querrás seguir repitiendo los mismos errores.[5]
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    Aprende a ser consciente. Tener conciencia propia sobre las acciones del presente puede ayudarte en tu recuperación futura.[6] Si desarrollas un fuerte sentido de identidad y aceptas las acciones que eliges tomar ahora, podrás construir un mejor futuro. Además, te ayudará a perdonar tus acciones y reacciones pasadas.
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    Investiga tus elecciones pasadas. Aunque no debes obsesionarte con los errores, debes aprender de ellos para seguir adelante de forma saludable.
    • Una forma de perdonarte a ti mismo es identificar el detonante o la causa de tus emociones en primer lugar. Si identificas lo que hiciste en un inicio, podrás cambiar tu pronóstico del futuro.
    • Pregúntate a ti mismo: “¿Qué hice en primer lugar y qué puedo hacer para evitar el mismo resultado?”.[7]
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    Identifica las situaciones donde tengas emociones fuertes. Esto te ayudará a precisar directamente las situaciones en que te sientas incómodo. Una vez que hayas identificado la situación, puedes determinar una solución con mayor facilidad. Pregúntate a ti mismo lo siguiente:
    • ¿Siento ansiedad o culpa cuando me acerco a mi jefe?
    • ¿Mis emociones son negativas cuando hablo con esa persona especial?
    • ¿Pasar tiempo con mis padres me hace sentir enojado o molesto?

Método 3
Método 3 de 5:
Comunicar el perdón a ti mismo y a los demás

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    Deja que las personas sean parte de tu vida. Como el filósofo Derrida dijo una vez: “El perdón es a menudo confundido, a veces de una manera calculada, con temas relacionados: excusa, arrepentimiento, la amnistía, la prescripción, etc.”.[8]
    • El perdón es una vía de dos sentidos. Es posible que no puedas perdonarte a ti mismo a menos que hayas aprendido a perdonar a los demás. Quizás necesites dejar que los demás entren en tu vida para darte el apoyo y el esquema para perdonarte a ti mismo.
    • Habla con tus seres queridos para que te ayuden mientras lidias con la autoindulgencia.
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    Traza una solución o plan. Para perdonarte a ti mismo, debes ser consciente de lo que necesitas perdonar. Escribir una guía detallada de cada paso puede ayudarte a enfocarte en lo que es importante y darte el esquema para disculparte a ti mismo y a otros.[9] Considera los siguientes aspectos sobre crear una solución para pedir disculpas:
    • Declara o pide una disculpa usando un lenguaje directo. No le des vueltas al problema. Di “Lo siento” o pregunta directamente “¿Me perdonas?”. No querrás ser ambiguo o dar la impresión de que no eres sincero.
    • Investiga cómo puedes encontrar realmente una solución. Si le pides disculpas a alguien, averigua las acciones específicas que pueden ayudarte a hacer arreglos. Si te estás perdonando a ti mismo, pregúntate qué pasos necesitas tomar para seguir adelante con una perspectiva más sana de la vida.
    • Prométete a ti mismo y a otros que te esforzarás para ser mejor en el futuro. Una disculpa es vacía si no cumples lo que prometes. Asegúrate de no repetir los mismos errores.
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    Pídeles perdón a otras personas. Si pides que otras personas te perdonen, te sentirás mejor respecto a ti mismo.
    • Algunas veces, aclarar el ambiente puede ayudarte a resolver un problema existente. También puede ayudarte a demostrar que estabas internalizando un problema más grande que aquel del presente.[10] Ha sido probado que pedir perdón trae resultados más favorables y fortalece las relaciones.

Método 4
Método 4 de 5:
Asumir responsabilidad por tus acciones

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    Sé honesto contigo mismo sobre tus acciones. Antes de perdonarte por completo, primero necesitas reconocer tus acciones.
    • Escribir las acciones por las cuales tienes un fuerte sentimiento puede ser de ayuda. Esto te ayudará a precisar ejemplos concretos sobre por qué tienes sentimientos negativos respecto a ti mismo.
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    Deja de racionalizar y empieza a asumir responsabilidad por lo que dices y haces. Una forma de ser honesto contigo es aceptar las consecuencias de tus acciones. Si has hecho o dicho algo malo, necesitas adueñarte de la acción antes de perdonarte a ti mismo por ella.
    • Una forma de lograrlo es liberándote del estrés. Mientras más estrés retengas en tu interior, más daño te harás a ti mismo.
    • Algunas veces, el estrés puede provocar que liberes tu enojo, y te lastimes a ti mismo y a las personas a tu alrededor, pero ese enojo y lo malo desaparecerá si te perdonas. Por lo tanto, el resultado será que estés más concentrado y mejor respecto a lo positivo en vez de lo negativo.
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    Acepta la culpa que sientas. Asumir la responsabilidad es algo diferente a comprender las emociones que hay detrás de ello. Sentir emociones fuertes como la culpa no solo es algo común, sino también algo bueno. Sentir culpa te animará a actuar por ti mismo y otros.[11] .
    • Es posible que te sientas culpable por tus propios pensamientos. Es posible que le desees dolor o desdicha a otras personas, o que sientas lujuria o codicia.
    • Si estás abrumado por estos sentimientos de culpa, reconoce que es común sentirlos. Tu culpa puede provenir de estas emociones fuertes, así que es mejor afrontarlas y reconocer por qué te sientes esta forma. Solo si haces eso, puedes seguir adelante y perdonarte a ti mismo.
    • Es posible que te juzgues a ti mismo (o a otras personas) severamente por culpabilidad. Quizás te estés culpando o culpando a otros por tus sentimientos, haciéndote sentir responsable por tus acciones. Es posible que culpes a otros por tus inseguridades y que el sentimiento de culpa incremente.
    • Si te das cuenta de que estás echándole la culpa a alguien más, retrocede y descubre por qué has dicho esas cosas. Esto puede ayudarte en tu camino de perdonarte a ti mismo.
    • Es posible que estés asumiendo la culpa debido a la acción de otra persona. Para una pareja, es común sentirse culpable por las acciones de su persona especial. Por lo tanto, quizás sientas culpa por las acciones o inseguridades de tu cónyuge.
    • Debes identificar por qué te sientes así para darte cuenta de si debes perdonarte a ti mismo o a otra persona.[12]
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    Identifica de qué tienes confianza y qué valoras en ti mismo. Antes de que puedas perdonarte a ti mismo, debes identificar qué es lo que valoras y de qué sientes confianza.[13] Piensa por un momento respecto a cómo puedes redimirte por aquello que te sientes culpable. Piensa en cómo puedes hacer una diferencia. Estas acciones pueden estar basadas en una creencia espiritual o en la demanda social.
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    Analiza tus necesidades en contraste con tus deseos. Una forma de perdonarte a ti mismo por tus sentimientos de incompetencia es identificar lo que necesitas en tu vida frente a lo que deseas.
    • Determina tus necesidades concretas (como tener protección, comida y necesidades sociales) y compáralas con tus deseos concretos (un buen carro, una casa más grande o un buen cuerpo). Identificar estas necesidades y compararlas con tus deseos puede ayudarte a darte cuenta de que tal vez fuiste demasiado duro contigo mismo o quizás las cosas se salieron de tu control.[14]

Método 5
Método 5 de 5:
Desafiarte a hacer algo bueno

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    Conviértete en una mejor persona a través de desafíos personales. Para evitar que tú mismo vuelvas a estar en una situación de duda y culpa, planea desafíos pequeños que te ayuden a convertirte en una mejor persona.[15]
    • Puedes hacerlo al establecer por un mes una rutina sobre lo que quieres mejorar. Al hacerlo por un mes (como detectar las calorías), empezarás a desarrollar una rutina útil para mejorar. Esto te ayudará a perdonar al actuar de forma positiva.
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    Trabaja en las fallas identificadas. Intenta darte a ti mismo una evaluación del desempeño para identificar los métodos medibles de superación.
    • Por ejemplo, si te das cuenta de que te sientes culpable por dejar todo para después, haz una lista de cosas por hacer e intenta seguirla. Es importante identificar las cosas que puedes controlar. Esto beneficiará la autoindulgencia por medio de la superación personal.
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    Pon en práctica la autoconciencia. La autoconciencia es la habilidad para predecir las consecuencias de nuestras acciones.[16] Pensar en nosotros mismos y en nuestras acciones puede ayudarnos a ser mejores personas al crear una ética autoimpuesta. Puedes practicar la autoconciencia al darte cuenta de tus fortalezas, observar las reacciones que tienes frente a las situaciones y expresar tus emociones.[17]

Consejos

  • En vez de pensar en el pasado, enfócate en el presente y prepárate para el futuro. ¡Recuerda que el pasado NO define quién eres! ¡Eres grandioso y hermoso! Aprende de tus errores, perdónate a ti mismo y ¡sigue adelante!
  • Piensa en cómo has perdonado a los demás antes. Aprende de estas experiencias y aplícalo en tu propia situación. El aspecto reconfortante de esto es que sepas que tienes la habilidad para perdonar. Solo necesitas apuntar ese perdón hacia la dirección correcta.
  • Lo más probable es que los errores del pasado te hayan hecho quien eres ahora. Por lo tanto, no los veas como errores, sino como un manual.
  • Tus errores no definen quién eres. Confía en que eres una gran persona. Piensa en todos los errores horrendos que las personas normales o buenas han cometido y aprendido de ello. ¡Tus errores ni siquiera son tan malos!
  • Las personas que somos son el resultado de las cosas tanto buenas como malas que nos ha pasado en la vida, así como también lo bueno y lo malo que hemos hecho. La forma en que respondemos a los eventos negativos es tan importante como la manera en que reaccionamos a los eventos agradables. Una persona proclive a reflexionar y agrandar los eventos negativos será más propensa a vivir enojada y resentida, y a esperar una negatividad futura a comparación de una persona que ve las cosas malas como incidentes aislados que no afectan quién es como un todo.[18]
  • Perdonarte a ti mismo y a otras personas no significa olvidar el pasado. Aunque significa perdonar, el recuerdo permanecerá. Es lo mismo que un ciclo de dolor.
  • La vida continúa, así que perdona y olvida.
  • Perdona a los que te han perjudicado. Con suerte en poco tiempo, te darás cuenta de que sus acciones no fueron malas. Reconcíliate contigo mismo y con los demás. Sigue adelante. La vida es demasiado corta como para resentirte.
  • Consigue un juguete antiestrés. Cuando empieces a sentir culpa, distráete con el juguete.
  • Otra buena forma de perdonarte a ti mismo es ayudando a otros. De esta forma, conseguirás la compasión de otras personas. Además, tu compasión superará la culpa que sientes. Recuerda no enfocarte en lo malo que has hecho ya que la vida es demasiado corta para vivirla con resentimiento.

Advertencias

  • No te obligues a ti mismo a estar con personas que reviven el pasado de una forma negativa. Es mejor dejar a un lado a la gente que presiona los detonantes, te subestima y menosprecia, y que no tiene consideración de tus puntos débiles.
  • Evita hablar sobre lo que has hecho mal y sobre cuán mala persona eres cuando estás con otras personas. Si lo haces, crearás esta realidad en sus mentes también. Ve a terapia para sacar este pensamiento negativo de tu mente y regrésalo a la caja de Pandora de donde salió.
  • Mantente alejado de las personas que suelen sabotear cualquier esfuerzo de superación personal. La mayoría del tiempo, estas personas se enfocan en salvaguardar sus propias inseguridades y se sienten amenazadas al ver que alguien más se esfuerza por superar la presión negativa en su vida. Acepta que, al perdonarte a ti mismo, algunas veces perderás ciertas relaciones donde tu negatividad era la fuente del control del poder que otra persona tenía sobre ti. Pregúntate a ti mismo si prefieres continuar la relación desagradable, o seguir adelante en conjunto como una persona totalmente nueva capaz de asociarse con gente más saludable.
  • El perdón es el atributo más difícil de moldear, pero aun así es lo más esencial. Al aprender sobre la habilidad que tienes para perdonarte a ti mismo y a los demás, tu crecimiento personal será grandioso, que es la recompensa tras el trabajo duro requerido para perdonar y que vale la pena.

Acerca de este wikiHow

Moshe Ratson, MFT, PCC
Coescrito por:
Terapeuta matrimonial y familiar
Este artículo fue coescrito por Moshe Ratson, MFT, PCC. Moshe Ratson es el director ejecutivo de spiral2grow Marriage & Family Therapy, una clínica de terapia y coaching en la ciudad de Nueva York. Recibió su maestría en Terapia de Matrimonio y Familia en lona College y ha estado trabajando en terapia durante más de 10 años. Este artículo ha sido visto 210 006 veces.