El perdón es algo que debe crearse. Si se hace de manera considerada y eficaz, transformará tu forma de pensar, sentir y vivir tu vida. Abordar el desafío con una actitud positiva te motivará para hacerle frente. Al adoptar medidas, cambiar tu forma de pensar, modificar tus emociones y buscar la guía de una gran variedad de fuentes valiosas sabrás cómo perdonar a los demás y a ti mismo.

Método 1
Método 1 de 3:
Adoptar medidas

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    Procura relacionarte con las personas. A medida que la vida se torna ocupada, es difícil mantener el contacto con los amigos. Cuando se produce un conflicto que aparta a las personas, esa conexión se vuelve aún más complicada de salvar. Si quieres perdonar a alguien, da el primer paso en el proceso al ponerte en contacto con esa persona. Este acto te ayudará a sentirte más abierto y optimista.
    • Siempre es difícil dar el primer paso y, en ocasiones, necesitas darte un impulso. Simplemente repítete “Aquí vamos” y toma el teléfono para comunicarte con la persona en cuestión.
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    Pídele que te escuche. Independientemente de que decidas reunirte cara a cara con esa persona o comunicarte por vía telefónica o con un dispositivo electrónico, el objetivo sigue siendo el mismo: pedirle que te permita expresar tus pensamientos y sentimientos con respecto al conflicto.
    • Asegúrale a la persona que también estarás abierto y dispuesto a escuchar lo que tenga que decir. Esto le permitirá sentirse más abierta con respecto a la futura charla.
    • Si la persona se rehúsa a reunirse contigo, no te desesperes. Existen cosas que puedes hacer para buscar el perdón independientemente de si la persona está dispuesta o no. El acto de perdonar está diseñado para ayudarte al final. Por ejemplo, utiliza un medio escrito en lugar de entablar un contacto directo para expresar tus sentimientos y pensamientos acerca de la persona. Escribir un diario te ayudará a procesar tus sentimientos además de ser un método eficaz.[1]
    • Escribir un diario puede ayudarte a reducir tu nivel de ansiedad y estrés, pues es una salida sana para las emociones confusas o abrumadoras.[2]
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    Discute el problema. Existen algunas discusiones en la vida que son más complicadas que otras. Si se produce un conflicto y se desarrollan sentimientos negativos, es difícil empezar la conversación. El objetivo sería estructurar la conversación y guiarla hacia una resolución pacífica para manejar el dolor y la decepción que sientes.[3]
    • En primer lugar, agradece a la persona por haberse reunido contigo.
    • En segundo lugar, dile que tu objetivo es que ambos escuchen su versión de la historia y encontren una solución pacífica para que ambos puedan seguir adelante.
    • En tercer lugar, brinda los detalles de tu historia, entre los que se encuentran tu forma de sentir y tus pensamientos.
    • En cuarto lugar, pregúntale a la persona si hay algo más que puedes esclarecer antes de que te proporcione los detalles de su versión de la historia.
    • En quinto lugar, hazle preguntas que te den la información necesaria para entender sus intenciones, motivaciones, pensamientos y sentimientos.
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    Discúlpate por tu contribución. La mayoría de los conflictos implican un malentendido o idea errónea de lo que alguien dijo o hizo. Existen cosas que debes hacer para disminuir la tensión en la situación. Asumir la responsabilidad de tu papel es un acto que fomenta la comunicación abierta que deseas y es algo necesario para llegar a una solución.[4]
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    Acepta las disculpas.[5] Si has discutido la situación y la persona te ha pedido una disculpa sincera, acéptala. Aun cuando debas obligarte a decir las palabras “Acepto tu disculpa”, este es un gran paso que te permitirá forjarte una noción de perdón para ti mismo.
    • Aceptar una disculpa puede ser complicado. Si haces tu mejor esfuerzo por perdonar a alguien, puedes decir “Acepto tu disculpa y trataré de perdonarte, pero me tomará tiempo”.
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    Demuestra tu disposición a seguir adelante. Si debes o quieres mantener una relación con esta persona, tus comportamientos deben demostrar que eres serio. Tu relación mejorará cuando superes el proceso de perdonar.[6] Esto abarca el acto de no guardar rencores ni sacar a colación el pasado.[7] Esto también incluye tu disponibilidad para reír y mantener la alegría estando cerca de esta persona. Superar un conflicto es un acto de gran alivio. Deja que eso motive tus acciones para llegar a ser imparcial y resuelto.
    • A medida que el tiempo pasa y progresas, quizás notes que aún permites que los sentimientos de traición afectan la forma en que tratas a la persona. Quizás se produce durante las discusiones más acaloradas. Es posible que no hayas procesado tus sentimientos heridos y aún tengas que trabajar en ello. Esta es una reacción normal y puedes manejarla al hablar de tus sentimientos con la persona involucrada o incluso con alguien más.
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Método 2
Método 2 de 3:
Modificar tus pensamientos y emociones

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    Practica la empatía y la compasión.[8] Es posible aprender tanto la empatía como la compasión. Al igual que con cualquier habilidad nueva, es necesario que practiques. Si puedes tratar a las personas de la manera en que te gustaría que te traten, habrás avanzado más de la mitad del camino.
    • Aprovecha la oportunidad para practicar la compasión cuando estén en un entorno público. Si ves que alguien tiene problemas para entrar por la puerta de una tienda, apresúrate y ábresela. Si ves que alguien parece tener un mal día, sonríe y salúdalo. Tu objetivo será permitirles a los demás sentir el impacto de tus buenas acciones.
    • Expande tu empatía al hablar y, en especial, escuchar a las personas que se encuentran fuera de tu círculo social. Procura entablar una conversación con un extraño una vez a la semana. Ve más allá de una charla pequeña y trata de indagar (de forma respetuosa) sobre su vida y experiencias. Esto ampliará tu perspectiva del mundo y te ayudará a comprender mejor a los demás.[9]
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    Haz a un lado tus sentimientos negativos. El miedo, las inseguridades y la incapacidad para comunicarte son el estímulo de muchos comportamientos hirientes. Algunas personas no entienden la razón por la que actúan de cierta manera debido a que no han explorado los funcionamientos más profundos de su propio comportamiento.[10] Esto no excusa las acciones de esta persona.
    • Debes repetirte que no eres responsable de ayudar o hacer que esta persona se convierta en un ser humano completamente desarrollado. Deséale el bien y no permitas que te impida seguir adelante y perdonar.
    • Haz un esfuerzo por entender lo ocurrido y la razón por la que la persona actuó de la manera en que lo hizo. Puedes hacerlo al discutir el asunto con ella o con alguien en quien confíes. Asimismo, busca en Internet, o ve a una librería o biblioteca para indagar sobre el tema. La información es poder y aprender las causas subyacentes del comportamiento humano es algo interesante.
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    Cuestiona y cambia tu perspectiva. Probablemente hayas tenido creencias fuertes sobre una situación en la que alguien te hizo daño. En muchas ocasiones, la perspectiva de una persona está torcida y es necesario recuperar un estado equilibrado. Es importante que mantengas las cosas en perspectiva, sobre todo si la tuya te produce daño.
    • Por ejemplo, si el conflicto ocupa tus pensamientos con regularidad, entonces significa que está abarcando gran parte de tu tiempo. Hazte preguntas como “En comparación con una situación de vida o muerte, ¿este problema es realmente tan grande?”, “¿este problema es digno de ocupar todo mi tiempo, lo cual me roba el tiempo que podría pasar disfrutando mi vida?”. Piensa en tus respuestas y toma una decisión de modificar tu perspectiva sin permitir que el conflicto te consuma.
    • Probablemente evites participar en situaciones sociales con personas que te agradan porque no quieres ver a una que te ha traicionado o herido. Esta perspectiva interfiere en tu relación con las personas que te agradan, lo que te quita una experiencia positiva. Sé valiente y acepta las invitaciones que te hagan. No es necesario que hables con la persona en cuestión mientras estés reunido con todos, pero si se cruzan, sé educado y abstente de entablar discusiones prolongadas.
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    Cambia tus pensamientos de resentimiento y conviértelos en agradecimiento. Es cierto el resentimiento solo te daña porque eres quien alberga los sentimientos negativos por la otra persona. Si quieres combatir los sentimientos de resentimiento, cámbialos a sentimientos de gratitud. Las cantidades mayores de gratitud que tengas reducirán los sentimientos de resentimiento. Tu recompensa será una mejora en tu estado de ánimo, algo que probablemente aprecien los demás.[11] Hazte las siguientes preguntas para poder modificar tus pensamientos y dar lugar a un menor resentimiento:
    • ¿Cómo me siento cuando pienso en esta persona de manera negativa?
    • ¿Quiero hacerme daño?
    • ¿Puedo lastimar a esta persona únicamente con mis pensamientos?
    • Probablemente tus respuestas fueron las siguientes: mal, no y no. Utiliza tus respuestas para formar una respuesta más agradecida como: “Merezco tener sentimientos positivos, cuidarme de una manera positiva y mantenerme a salvo del daño”.
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    Elabora una lista de los beneficios que obtienes al librarte del resentimiento. Libera todo lo que te reprime. Algunas personas aprenden a aguantar tanto el resentimiento como el papel de la víctima y permiten que influencia muchas partes de sus vidas. Estas personas creen que son víctimas de las acciones de otros, aun cuando la evidencia señale lo contrario.
    • Pregúntate si eres ese tipo de persona. Si tu respuesta es afirmativa, entonces puedes desaprender este comportamiento.
    • Dejar salir los sentimientos relacionados con un conflicto consiste en identificar un sentimiento negativo y luego examinar los beneficios que experimentarías en caso de que estés libre del mismo. Por ejemplo, te sentirías libre, ligero, aliviado y capaz de concentrarte en las cosas buenas, de dejar de aferrarte al resentimiento y de sentir que tu vida ha retomado el rumbo. El objetivo es demostrarte por medio de una cantidad abrumadora de pruebas que tu vida será mejor si dejas que las cosas fluyan y sigues adelante.
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    Nunca dejes de intentar. Si intentas dejar algo atrás pero continúa socavándote, probablemente necesites procesar más sentimientos con respecto a dicha situación. Puedes hacerlo al hablar con un amigo o familiar de confianza, al escribir o realizar senderismo con la finalidad de ejercitar físicamente tus emociones.
    • Si no has alcanzado un nivel de resolución en lo concerniente al asunto, puede ser molesto si alguien te dice que lo olvides. Respira profundamente y di lo siguiente: “Estoy tratando de dejarlo ir, pero aún no lo logro”.
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    Realiza actividades divertidas. Puedes aprender a dejar las cosas fluir al redescubrir tu lado juguetón. El juego te permite liberarte de los pensamientos negativos que albergas a causa de un conflicto.
    • Por ejemplo, podrías ir a la playa y volar una cometa. Para hacerlo, necesitarás prestar mucha atención, y el hecho de lanzarla y hacerla volar te proporcionará una idea de logro y diversión. También te brindará una excelente distracción que te permitirá observar la situación desde un punto de vista distinto. Hay algo que suele decirse: “La risa es la mejor medicina”. El juego y las risas te ayudarán a mantenerte positivo y optimista a lo largo de las situaciones difíciles.[12]
    • Programa tiempo en tu calendario para jugar y divertirte por lo menos una vez a la semana.
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    Dispersa tu ira. No es saludable permanecer en un estado de ira y molestia. Procesar los sentimientos de ira mediante actividades físicas o expresiones artísticas es una alternativa buena para reducir la ira, el estrés y la ansiedad. Es necesario que te deshagas de la ira para poder alcanzar un sentimiento de perdón.
    • Considera la posibilidad de correr, practicar senderismo o levantar pesas para expandir la energía que tienes reprimida a causa del asunto. El ejercicio físico te fomentará tu flujo sanguíneo y aumentará tu nivel de endorfinas, lo que aumentará una sensación de placer y reducirá el dolor.[13]
    • Medita a solas o en un grupo. Muchas culturas han utilizado la meditación durante siglos para superar los pensamientos negativos que podrían provocar la ira y fomentar así los positivos.[14]
    • Crear una pintura, escultura o una obra de arte digital podría ser lo indicado que te permita cambiar tu enfoque hacia la creación de algo artístico que te permita procesar tu ira.[15]
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    Recupera la confianza. Cuando dejamos que los demás entren en nuestras vidas nos sometemos a un riesgo. Esas mismas personas pueden traicionar la confianza que han desarrollado juntos. Es por ello que una parte fundamental de perdonar consiste en permitirle a alguien recuperar tu confianza.
    • Permítele a la persona que te demuestre que es confiable, honrada y sincera.[16] Crea oportunidades para que pueda demostrarte todo eso. Si das un poco, podrías recibir muchas recompensas positivas a cambio.
    • Por ejemplo, considera la posibilidad de aceptar su invitación para ir al cine. Esto le dará la oportunidad de llegar a tiempo, tratarte con respecto y pasar un buen momento. Si no estás dispuesto a aceptar su invitación, no podrías presenciar sus esfuerzos sinceros por ganarse tu confianza.
    • Si la traición está relacionada una mentira acerca de su paradero, sugiérele que se reporte contigo vía mensaje de texto o llamada telefónico para indicarte dónde se encuentra.
    • No olvides reconocer los momentos en los que alguien hace un esfuerzo por ganarse tu confianza. Considera la posibilidad de decirle que aprecias todos sus esfuerzos.
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    Aprecia las experiencias de aprendizaje. Las personas y las oportunidades surgen en tu vida para enseñarte algo. Cada experiencia nos prepara para ser más inteligentes y estar en más armonía con lo que queremos de la vida. Podemos aprender tanto de lo bueno como de lo malo.
    • Siéntate y haz una lista de las cosas que has aprendido de la situación que estás procesando. Tal vez hayas aprendido a no avalarle un préstamo a un amigo que tiene antecedentes de malos hábitos financieros. Podrías haber aprendido que algunas personas preferirían ir a fiestas que pagar el alquiler o que los compañeros de habitación pueden ser detestables y arruinar cualquier oportunidad de recuperar un depósito por daños por parte del propietario del inmueble.
    • No olvides escribir acerca de todos los eventos positivos que hayan sucedido. Cuando estamos sumergidos en todo el dolor, es fácil ver los aspectos negativos, pero ten en cuenta que ninguna situación es absolutamente mala. Tal vez hayas aprendido a entrevistar a compañeros de habitación potenciales para asegurarte de que compartan los mismos hábitos de estudio y habilidades domésticas que tú. Esto te permitirá tener una vida más pacífica en el futuro.
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Método 3
Método 3 de 3:
Buscar ayuda

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    Acude a un terapeuta. Si tienes dificultades para perdonar a alguien y esto afecta tu vida de manera negativa, quizás sea hora de buscar la ayuda profesional de un consejero o terapeuta. Las terapias orientadas a la promoción del perdón han ayudado exitosamente a las personas a superar las heridas del pasado, y a lograr la paz y resolución.[17]
    • Pídele a tu médico, familiar o amigo de confianza una referencia o sugerencia de un especialista. No obstante, si no es posible obtener una, comunícate con el departamento de salud mental de tu localidad y solicita algunas alternativas.
    • Si crees que tu terapeuta no es el adecuado para ti, busca a uno diferente. Todos los terapeutas son distintos y es fundamental que busques a uno con quien te sientas a gusto.
    • Busca a un terapeuta que practique la terapia cognitivo-conductual.[18] Tu terapeuta te ayudará a examinar y disipar los patrones de pensamiento negativos que hayas desarrollado.
    • Considera la posibilidad de solicitar asesoría espiritual. Muchas personas encuentran consuelo a través de la ayuda de líderes espirituales que puedan guiarlos hacia el perdón. El poder de la oración ha podido sanar y aliviar exitosamente los sentimientos de culpa y vergüenza, los cuales son factores que impulsan a las personas a buscar el perdón por diversas razones.[19]
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    Establece objetivos para tu terapia. Comprométete a modificar tu comportamiento. Tanto en la psicoterapia como en la fisioterapia, podrás cosechar beneficios al fijarte objetivos.[20] Participa en el proceso al permitirte ser abierto y vulnerable. No abandones el proceso solo porque se torna difícil. Tu esfuerzo tendrá buenos resultados y te dejará con una sensación de logro saludable.
    • Identifica tus objetivos. Por ejemplo, ¿te gustaría hacer las paces con un familiar que te traicionó? Dile al terapeuta que este es uno de tus objetivos.
    • Recompénsate cuando cumplas tu objetivo. Tu motivación aumentará al recompensarte por tus logros.[21]
    • Modifica tus objetivos en lugar de rendirte.
    • Sigue fijándote objetivos nuevos para mantenerte comprometido en la vida.
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    Mejora tu sistema de apoyo. Rodéate de personas que se preocupen por ti. Esto incluye a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Expande tus horizontes y conoce a personas nuevas para aumentar tu círculo de apoyo. Al haber aprendido tanto por medio del proceso terapéutico te sentirás más capaz y seguro. Un buen sistema de apoyo te ayudará a reducir el estrés e incluso podría mejorar tu sistema inmunológico.[22]
    • La exploración de tus intereses podría impulsarte a unirte a grupos que te permitan conocer a otras personas y a experimentar situaciones nuevas.
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    Perdona y acéptate. Los problemas personales pueden hacerte sentir mal. Podrías sentirte culpable por no cuidarte en una situación o incluso culparte injustamente por lo sucedido. Puedes aprender a manejar la culpa y la vergüenza en lugar de intentar deshacerte de esos sentimientos.
    • Si has elegido someterte a la terapia cognitivo-conductual, te será útil examinar tus pensamientos y desarrollar nuevas y más eficaces formas de pensar sobre ti.[23]
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Consejos

  • En ocasiones, es útil pensar en la manera en que otras personas han perdonado bajo circunstancias increíbles. Solicita el apoyo de amigos así como ejemplos que te motiven a perdonar.
  • Los estudios han demostrado que el perdón dependerá de si una persona cree que debe tener una interacción con el transgresor.[24] Puedes decidir si necesitas perdonar a una persona.
  • Si tienes la disposición, nunca es demasiado tarde para buscar a un profesional que te ayude a resolver tus problemas. Cambiar no es fácil, pero es posible si estás dispuesto a esforzarte y buscar formas de lidiar con tus desafíos.[25]
  • Los terapeutas licenciados están capacitados para ayudar a otras personas a manejar las dificultades que afectan sus vidas.
  • Actuar con honestidad y sinceridad al disculparse aumenta las oportunidades de una persona de ser perdonada.[26]
  • Si has participado en un combate militar y has presenciado actos que no eran congruentes con tus valores morales, te será beneficioso obtener la habilidad para perdonarte a ti mismo por medio de intervenciones terapéuticas.[27]
  • Invierte tus mejores energías mentales (quizás las primeras de la mañana) en la visualización de la vida nueva que quieres. Mírate en el futuro como alguien libre de este dolor y sufrimiento.
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Advertencias

  • Perdonar es difícil, pero vivir con rencor lo es aún más. Mantener los rencores reprimidos puede ser muy peligroso y puede lastimar a las personas de formas que quizás no imagines.
  • Existen algunas enfermedades mentales que interfieren con la capacidad de una persona para perdonar. Es posible que un psicópata nunca experimente la vergüenza o la culpa por un ataque, las cuales son dos factores que motivan el perdón.
  • El perdón incondicional no se basa en ningún acto o petición del trasgresor. El acto de perdonar tiene como objetivo liberarte de la ira, la depresión y la desesperación que se producen al reprimir un agravio.
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Acerca de este wikiHow

Moshe Ratson, MFT, PCC
Coescrito por:
Terapeuta matrimonial y familiar
Este artículo fue coescrito por Moshe Ratson, MFT, PCC. Moshe Ratson es el director ejecutivo de spiral2grow Marriage & Family Therapy, una clínica de terapia y coaching en la ciudad de Nueva York. Recibió su maestría en Terapia de Matrimonio y Familia en lona College y ha estado trabajando en terapia durante más de 10 años. Este artículo ha sido visto 76 040 veces.
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