Al margen de si odias a alguien porque te lastima o te molesta con sus acciones, no es fácil desprenderte de tus sentimientos. Si notas que te enfocas mucho en ellos, relájate, respira y despeja tu mente. No todos pueden caerte bien, pero haz tu mejor esfuerzo por ser amable a pesar de tus diferencias con esa persona. Puede ser útil hablar con ella, siempre y cuando consideres que podrían sostener una conversación tranquila y amigable. Aunque no es necesario que sean los mejores amigos, intenta resolver tu conflicto y llevarte bien con ella en el trabajo, la escuela o cualquier otro entorno.

Método 1
Método 1 de 3:
Lidiar con tus emociones

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    Distráete cuando empieces a pensar en la persona que odias. Intenta mantenerte ocupado o haz alguna actividad cuando no puedas sacar de tu mente a esa persona o tus sentimientos negativos. Ponte a trabajar, escucha música, ejercítate, dibuja, escribe en un diario o lee un libro, un periódico o una revista.[1]
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    Respira lento y profundo cuando sientas cólera. Relájate y aclara tus pensamientos cuando te invada la ira o te pongas a pensar en esa persona. Inhala con lentitud por 4 segundos, contén la respiración por 4 segundos y luego exhala por 4 segundos más. Continúa dando respiros lentos y profundos por un mínimo de 90 segundos o hasta que tu mente cambie de enfoque.[2]
    • Céntrate en imágenes relajantes mientras respiras, como una playa o un lugar tranquilo de tu niñez. Visualiza cómo pasan tus pensamientos negativos con cada respiración.
    • Cuando una persona te hace daño, es difícil sacártela de la cabeza. Hacer una pausa para despejar tu mente te ayudará a conservar la calma y a acabar con el patrón de pensamiento negativo.
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    Expresa tus sentimientos por medio de una carta, pero consérvala para ti. Escribir ayudará a liberar tus emociones y a ordenar tus pensamientos. Describe lo que la persona te ha hecho o lo que te molesta de ella. Rompe o quema la carta como una forma simbólica de dejar ir tu odio.[3]
    • Enviar la carta puede agravar la situación, así que mantenla privada.
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    Desahógate con una persona de confianza. Habla con un familiar o amigo cercano para desahogarte. Tener una perspectiva distinta también puede permitirte comprender mejor la situación. Habla con alguien de confianza en privado y asegúrate de que la conversación quede entre ustedes.[4]
    • No hables de la persona que odias en el mismo ambiente en el que interactúas con ella, por ejemplo, la escuela o el trabajo. Ella podría enterarse o los demás podrían etiquetarte como chismoso o poco profesional.
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    Consulta con un terapeuta. Si alguien ha abusado de ti o te ha hecho mucho daño, habla con un terapeuta para examinar tus emociones. Acudir a un profesional también es de gran utilidad si siempre andas enfadado o si tus sentimientos de odio afectan tu vida cotidiana.[5]
    • Pídele a tu doctor de cabecera o a tus familiares y amigos de confianza que te recomienden un profesional de la salud mental. También puedes buscar uno en Internet o revisar la lista de la aseguradora.
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Método 2
Método 2 de 3:
Interactuar con la persona que odias

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    Limita tus interacciones con la persona que odias. En general, la mejor opción es pasar el menor tiempo posible con esa persona. Limitar el contacto es lo más sensato si hace poco has tenido una confrontación con ella.[6]
    • Tal vez notes que esa persona es más fácil de tolerar si la ves menos.
    • No la ignores completamente si debes trabajar con ella en un proyecto. Cuando sea inevitable trabajar con ella, mantén tu conversación profesional.
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    Controla tus reacciones al interactuar con ella. Si debes interactuar con la persona que odias, muéstrale respeto y mantén bajo control tus emociones. No es posible controlarla a ella o las acciones que te molestan de ella, pero sí puedes controlar tu propia conducta.[7]
    • Por ejemplo, si la odias porque siempre critica a todo el mundo, esfuérzate por ignorarla. Resta importancia a sus comentarios diciendo “Bien, se respeta tu opinión. Pongámonos a trabajar que tenemos que terminar este proyecto lo antes posible”.
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    Muéstrale respeto cuando debas interactuar con ella. Si tienes que hablarle, céntrate en tu trabajo, sé amable y mantente profesional. No digas comentarios sarcásticos ni la insultes o menciones tu conflicto. Si dice algo negativo o molesto, ignórala y vuelve a hablar del trabajo.[8]
    • Por ejemplo, si te ponen a trabajar en un proyecto en pareja con esa persona y ella te hace un comentario ofensivo, no le respondas. Dile "Ya se acerca la fecha límite para entregar este proyecto, así que debemos centrarnos en terminarlo". Aunque puede ser tentador iniciar una discusión con ella o corregir una opinión ignorante, no vale la pena perder tu tiempo así.
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    Si deseas entenderla mejor, pasa tiempo con la persona. Aunque podría parecer contraproducente, frecuentar más tiempo a la persona que odias, pero de forma progresiva, puede permitirte entender los motivos de su conducta. Trata de conocerla mejor trabajando en un proyecto o realizando una actividad juntos.[9]
    • Pasar tiempo con la persona que odias puede ser de utilidad si hay algo de ella que te fastidia. Tal vez descubras que hace cosas que odias debido a que intenta compensar una inseguridad o solo sabe actuar así. Sin embargo, si te lastima o si refutas moralmente su conducta, intenta evitarla.
    • Pasar tiempo con ella será muy útil sobre todo si su conducta se asemeja a la tuya o si el problema en realidad eres tú y no ella.
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Método 3
Método 3 de 3:
Resolver tu conflicto con esa persona

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    Descubre la causa de tu odio hacia esa persona. Si alguien te ha lastimado de cierta forma, no será difícil descubrir por qué lo odias. Pero si la razón de tu odio no es tan evidente, piensa en qué hace esa persona para molestarte tanto. Habla con un familiar o un amigo de confianza para ayudarte a examinar tus sentimientos.[10]
    • Por ejemplo, es posible que ella te recuerde a alguien que te ha hecho daño en el pasado.
    • Tal vez le gusta postergar las cosas y eso es algo que detestas de ti mismo.
    • Ver el éxito de alguien también puede despertar inseguridades en ti y llevarte a sentir enojo u odio.
    • Piensa sinceramente en estos y otros motivos que podrían estar detrás de tu odio. Identificarlos te ayudará a entender y resolver tu conflicto.[11]
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    Trata de desarrollar empatía por ella. Piensa en los motivos por los que esta persona actúa de esa manera o por los que ha hecho algo para lastimarte. Piensa de qué forma su conducta podría estar impulsada por el miedo, la inseguridad o el dolor. Verla como un ser humano con una historia te permitirá empatizar con ella y dar pasos hacia el perdón.[12]
    • Por ejemplo, tal vez ha recibido duras críticas cuando era joven, así que ahora critica a los demás y se jacta de sus logros.
    • Aunque el pasado de una persona no justifica su conducta, ver la situación en su conjunto te ayudará a poner sus acciones en contexto. A pesar de esto es posible que aún te desagrade ella o sus acciones, pero entenderla mejor te permitirá llevarte bien con ella.
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    Céntrate en llevarte bien con ella en vez de forzarte a que te caiga bien. No esperes dejar de odiar a una persona de la noche a la mañana y no reprimas tus emociones. Aun si aceptas tus discrepancias con ella, es probable que todavía te caiga mal. Es normal que alguien no te caiga bien, pero debes poder llevarte bien con esa persona en el trabajo o la escuela (o en cualquier otro entorno) a pesar de las diferencias entre ambos.[13]
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    Discute con ella sobre problemas específicos si puedes hacerlo con tranquilidad. Mantén la calma, sé claro y razonable si no es posible evitar a la persona que odias y deseas solucionar el conflicto con ella. Dile lo que te molesta y trata de no parecer que la estás atacando. Permítele responder sin interrumpirla y menciona formas en que ambos podrían mejorar la situación.[14]
    • Por ejemplo, dile “Siento que es una falta de respeto cuando desprecias y te burlas de mis opiniones. No es necesario que seamos los mejores amigos, pero al menos debemos encontrar una forma de ser amables y respetuosos entre nosotros”.
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    Pídele a alguien que actúe como mediador en la conversación con la persona. Hacer que tu jefe, profesor o cualquier otra figura de autoridad neutral intervenga en la conversación puede impedir que esta se convierta en una disputa.[15]
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    No intentes ser su mejor amigo. Solo haz lo posible por llevarte bien con esa persona y no pongas grandes expectativas en ti o en ella. Dile "Mira, sé que hemos tenido problemas y que nunca llegaremos a ser los mejores amigos. Dado que es inevitable trabajar juntos, aceptemos nuestras discrepancias y simplemente seamos amables entre nosotros".[16]
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 34 202 veces.
Categorías: Control de la ira
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