Las cebollas son un alimento básico de innumerables platos; sin embargo, muchos cocineros se sienten intimidados por la idea de picar una, y no solo porque representan un peligro para los ojos. En realidad, una cebolla puede ser fácil de manipular si usas su estructura interna a tu ventaja y sigues algunos pasos simples. Así que deja ese tarro de cebolla en polvo, agarra una cebolla de verdad, ¡y pícala!

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar la cebolla para picarla

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    Usa un cuchillo afilado. Puede sonar contradictorio al principio, pero cuchillo afilado es más seguro que un cuchillo sin filo. Los cuchillos sin filo no solo aplastan los alimentos en lugar de cortarlos, sino que se resbalan con mayor facilidad, sobre todo en los alimentos redondos y resbaladizos como las cebollas. Sin embargo, los cuchillos sin filo son lo suficientemente afilados como para cortarte.
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    Hazlo de la manera más fácil y segura si no eres experto. Muchos chefs y cocineros experimentados pican las cebollas al hacer rebanadas horizontales paralelas a la tabla de cortar, y debajo de las manos en dirección hacia las muñecas. Funciona bastante bien si se realiza correctamente, pero también puede causar lesiones graves si cometes un error. Si eres un cocinero casero, sobre todo si tienes dudas de manipular un cuchillo filoso, cíñete a los métodos que se indican a continuación.[1]
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    Deja que la cebolla haga parte del trabajo por ti. Las cebollas están compuestas casi de la misma forma que la Tierra: capas esféricas cada vez más grandes que rodean un núcleo, excepto con los polos norte y sur (el tallo y los extremos de la raíz) que mantienen todo unido. La cebolla se separará una vez que empiezas a cortarla, así que, si lo haces de la manera correcta, esta separación hará la mayor parte del trabajo.
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    Quita la cáscara suelta y seca del exterior de la cebolla.
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    Corta el tallo (el extremo puntiagudo) de la cebolla. Corta lo suficiente para que puedas parar la cebolla sobre ese lugar plano.
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    Corta la cebolla por la mitad. Párala sobre la parte plana, sujétala con tu mano libre y córtala con cuidado, pero con fuerza, a lo largo del extremo de la raíz.
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    Quita las capas sueltas o decoloradas adicionales. Trabaja con una mitad de la cebolla a la vez a partir de este momento.
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    Corta rodajas desde (pero no a lo largo de) el extremo de la raíz hasta (a lo largo de) el extremo del tallo cortado. Coloca el lado plano de la cebolla boca abajo sobre la tabla, con la raíz apuntando lejos de ti. Sostén la cebolla con tu mano libre, perfórala con la punta del cuchillo cerca del extremo de la raíz, y luego empuja el resto del cuchillo hacia abajo a lo largo de la cebolla. Deja suficiente del extremo de la raíz intacto para mantener unida la cebolla. Haz cortes paralelos en la cebolla en el ancho que desees: aproximadamente 6,35 mm (¼ de pulgada) se considera “picado”.
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Método 2
Método 2 de 3:
Picar, cortar en cubitos y picar finamente

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    Gira la cebolla 90 grados en la tabla de picar y haz una serie de cortes perpendiculares a los que acabas de hacer en dirección a la raíz. Desecha el extremo de la raíz y usa tus dedos para separar la cebolla en trozos bien cortados.
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    Para cortar una cebolla en cubitos, haz los cortes en un ancho menor a 6,35 mm (¼ de pulgada), pero sigue los mismos métodos.
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    Para picar finamente una cebolla, haz lo mismo, pero con menor distancia. Si te resulta difícil hacer cortes tan delgados, puedes hacer cortes con el cuchillo sobre una pila de cebollas picadas o cortadas en cubitos.
    • Apila las cebollas picadas en la tabla de picar. Clava la punta del cuchillo en la tabla de cortar con tu mano libre, y mueve el cuchillo hacia arriba y hacia abajo a lo largo de la pila de cebollas. Si alguna vez has usado (o viste que un profesor usó) uno de esos cortadores de papel grandes en la escuela, tendrás una idea del movimiento del corte. Vuelve a apilar los trozos de cebolla según sea necesario.[2]
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Método 3
Método 3 de 3:
Evitar los ojos llorosos

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    Comprende el problema. Las cebollas contienen sustancias químicas, que cuando se liberan en el aire, se vuelven irritantes para las glándulas productoras de lágrimas en nuestros ojos.[3]
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    Prueba diferentes métodos. Cada cocinero experimentado parece tener un truco favorito infalible para evitar el lagrimeo de ojos. Varían desde científicamente comprobados hasta realmente extraños. Algunos cuantos son los siguientes:
    • Coloca la cebolla en el congelador unos minutos antes.
    • Corta la cebolla cerca de una vela encendida o una estufa de gas encendida.
    • Remoja el cuchillo en aceite antes de cortar la cebolla.
    • Ventila el área con un ventilador.
    • Mastica chicle, o retén agua, un trozo de pan o una cucharita en tu boca.
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    Usa gafas. Prueba con gafas de natación o gafas de laboratorio. Asegúrate de ver claramente a través de ellas. Este método es garantizado, aunque no es la opción más moderna si tratas de impresionar a una chica con tus habilidades culinarias.
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    ¡Eso es todo!
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Consejos

  • Si quieres tener rebanadas de cebolla en lugar de cubitos picados, sigue todos los pasos de la parte 1, y luego corta el extremo de la raíz y usa los dedos para separar las rebanadas.
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