Al llegar la temporada de cultivo, los melones son una de las frutas favoritas para cultivar y comer. Existen numerosas variedades sabrosas que demandan condiciones similares para plantarlas y cultivarlas, entre ellas la sandía, el melón verde, el melón cantalupo y el melón almizcleño. Crecen mejor en los climas cálidos, con abundante luz solar y tierra bien regada. Si tienes las condiciones de cultivo y los materiales de jardinería adecuados, podrás plantarlos en verano para cosecharlos sin problemas a inicios del otoño.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la zona de plantación

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    Elige una ubicación soleada. Busca un lugar en el exterior donde los plantones reciban plena luz solar y mucho calor en el día. La temperatura del suelo debe superar los 21 °C (70 °F) antes de empezar a plantar o las semillas no germinarán.[1]
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    Fertiliza la tierra. Prueba la tierra para verificar que su pH se encuentre entre 6 y 6,8, lo que te garantiza que hayan suficientes niveles de calcio en el jardín. Una vez corregidos los niveles de pH, fertiliza los arriates usando compost u otro fertilizante natural disponible en un vivero o una tienda de artículos para casa y jardín. Así te asegurarás de plantar los melones en un ambiente rico en nutrientes.[2]
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    Labra la zona donde vas a plantar los melones. Para esto vas a necesitar una zona de 1,2 x 1,8 m (4 x 6 pies), por lo tanto asegúrate de despejar suficiente espacio para los arriates retirando los palos o piedras de los alrededores. Prepara la tierra de los arriates rompiéndola con una pala o un motocultivador.[3]
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    Considera germinar las semillas de melón en el interior. Si en la zona donde vives los inviernos son prolongados y los veranos son cortos, es más conveniente empezar a cultivar los melones en el interior hasta que haga suficiente calor para trasladar los plantones al exterior. Si decides plantar en el interior, pon las semillas en recipientes con compost y turba. Trasplanta los plantones al exterior cuando haya un clima cálido constante.[4]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Plantar los melones

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    Plántalos a fines de la primavera una vez que haya pasado la última helada. Las semillas de melón no germinarán si la temperatura de la tierra es menor a 21 °C (70 °F). Por eso es necesario determinar si el ambiente de tu zona será propicio para el crecimiento del melón y qué momento es el más adecuado para esto antes de comprar las semillas.[5]
    • En la mayor parte de los lugares templados, debes empezar a plantar entre fines de mayo e inicios de junio.
    • No plantes los melones si hay riesgo de heladas. Las plantas de melón no sobreviven a este fenómeno y las semillas no tienen probabilidades de germinar cuando la tierra se enfría mucho. Por eso debes esperar a que pase la última helada prevista de primavera y dejar que se seque la tierra antes de plantar las semillas.
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    Haz montículos de tierra en el arriate. Cada montículo debe tener 30 cm (1 pie) de altura y 60 a 90 cm (2 a 3 pies) de ancho. Deja 30 a 60 cm (1 a 2 pies) de espacio entre cada uno y separa cada hilera a 1 m (4 pies) de distancia entre sí para asegurarte de que las enredaderas de melón cuenten con suficiente espacio para crecer.[6]
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    Siembra 5 o 6 semillas en cada montículo de tierra. Plántalas entre 10 y 15 cm (4 y 6 pulgadas) por debajo de la superficie de los montículos. Si vas a plantar plantones que has germinado en el interior o que has comprado en un vivero, planta 2 o 3 plantones por montículo. Satura la zona con agua una vez que hayas terminado de plantar.[7]
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    Protege las semillas con mantillo, tela para paisajismo o cubiertas para hileras. Sobre todo si tu clima es más frío, es importante cubrir la zona de plantación con mantillo de plástico o tela negra para paisajismo para conservar el calor en la tierra y mantener calientes los plantones. También es posible cubrir las hileras con cubiertas flotantes para conservar el calor y a la vez proteger los plantones contra las plagas.
    • Aun si plantas plantones de melón (o si trasladas plantones al exterior después de haberlos germinado en el interior), es recomendable colocar alguna forma de aislamiento para asegurarte de mantener las plantas lo suficientemente calientes para permitir su crecimiento adecuado.[8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener las plantas de melón

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    Riega las plantas de melón cada 2 o 3 días en el verano. Ellas requieren un mínimo de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de agua a la semana. Por eso asegúrate de regarlas con más frecuencia si el clima es seco y muy caluroso.[9]
    • Ten cuidado no regarlas en exceso o de lo contrario, los melones pueden pudrirse. Si el agua queda estancada por encima de la tierra, añade algo de mantillo alrededor de las plantas para ayudar a absorberla.
    • Reduce la frecuencia de riego conforme los melones van madurando, puesto que así les permitirás desarrollar más sabor y dulzor.
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    Fertiliza las plantas cada 3 a 4 semanas. Utiliza un fertilizante bien equilibrado que puedes comprar en los viveros o las tiendas de artículos para casa y jardín. Otra alternativa es elaborar tu propio té de compost. Echa el fertilizante o el compost en un balde y espolvorea con la mano 1 cucharada (15 ml) del producto en la tierra que rodea cada planta.[10]
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    Observa si las plantas presentan signos de alguna plaga o enfermedad. Si notas que los insectos están perturbando tus plantas, utiliza cubiertas para hileras para mantenerlos lejos. Presta atención a cualquier punto o mancha blanca y polvorienta en las hojas y los tallos, ya que esto indica la presencia de mildiú polvoriento. Si las plantas están infectadas con esta enfermedad, quita todas las partes afectadas y rocía el resto del jardín con un fungicida o cobre diluido en espray.[11]
    • Para deshacerte de los pulgones, rocía un insecticida diluido en las plantas a primeras horas de la mañana. Repite la operación según sea necesario.
    • Si ves escarabajos del pepino, ponles trampas para insectos o aplica una mezcla de piretrinas en la tierra. Como alternativa, utiliza plástico negro en vez de mantillo para proteger las plantas y mantener las plagas alejadas.
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    Cosecha los melones. Estos maduran y están listos para su consumo a fines del verano o a inicios del otoño. Sabrás que están listos para la cosecha cuando el olor a melón sea notorio a través de la cáscara.[12]
    • Una vez que los hayas recolectado, los melones se pondrán más suaves, pero no más dulces.
    • Si no los comes poco después de cosecharlos, puedes guardarlos en el refrigerador hasta 12 a 15 días.
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Consejos

  • Prueba un método alternativo para cultivar melones, por ejemplo, plántalos junto a una espaldera alta y resistente. Una vez que las plantas empiecen a formar enredaderas, envuélvelas alrededor de la espaldera. Cuando los melones crecen de esta manera, no están en contacto con el suelo.
  • Para mantener las plantas saludables, sigue los consejos sobre el cultivo de melones desde el momento de plantarlos para no tener problemas más adelante. Por lo general, las plantas saludables no son vulnerables a las enfermedades y a las plagas.
  • Si nunca antes has cultivado melones, compra y planta una variedad de semillas de melón. Puedes decidir cuáles te gustan más y guardar muchas semillas de los melones que has cosechado para la próxima temporada de cultivo.
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Cosas que necesitarás

  • una zona soleada del jardín
  • semillas o plantones de melón
  • mantillo de plástico
  • plástico o tela negra para paisajismo
  • cubiertas flotantes para hileras
  • un fertilizante

Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 204 761 veces.
Categorías: Cultivo de frutas
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