La piracanta (también conocida como espino de fuego) es un arbusto espinoso de hoja perenne que produce pomos similares a bayas de color rojo claro, naranja o amarillo. Cultiva este arbusto trasplantando un plantón de piracanta en tu jardín. Una vez establecida, esta planta no requiere mucho mantenimiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparaciones

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    Elige el cultivar (variedad cultivada) adecuado. Los distintos cultivares tienen aspectos ligeramente distintos. Elige el que más te guste.
    • Algunas variedades resistentes a enfermedades son: apache, fiery cascade, mohave, navajo, pueblo, rutgers, shawnee y teton.[1]
    • La variedad apache crece hasta 1,5 m (5 pies) de alto y 1,8 m (6 pies) de ancho. Produce bayas de color rojo claro.
    • La fiery cascade alcanza 2,4 m (8 pies) de altura y 2,7 m (9 pies) de ancho. Produce bayas de color naranja que poco a poco se vuelven rojas.
    • La mohave puede alcanzar una altura y anchura de 3,7 m (12 pies) y produce bayas de color rojo anaranjado.
    • La variedad teton soporta bien los climas fríos y puede llegar hasta 3,7 m (12 pies) de alto y hasta 1,2 m (4 pies) de ancho. Sus bayas son de color amarillo dorado.
    • La gnome resiste al clima frío y produce bayas anaranjadas, pero tiende a ser más vulnerable a las enfermedades. Crece hasta 1,8 m (6 pies) de alto y 2,4 m (8 pies) de ancho.
    • La variedad lowboy crece hasta 0,6 a 0,9 m (2 a 3 pies) de alto, pero se extiende mucho más lejos. Produce bayas anaranjadas y es muy frágil ante las enfermedades.
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    Planea plantar en otoño o primavera. El mejor momento para plantar la piracanta es de principios a mediados de otoño, pero si te pierdes esta temporada, la siguiente mejor temporada para plantar es a principios de primavera.
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    Elige un lugar que reciba pleno sol. Todas las variedades de piracanta se desarrollan bien cuando las plantas en áreas que reciben pleno sol, pero la mayoría también sobrevive bastante bien en áreas con sombra parcial.
    • Evita las áreas expuestas al pleno sol del oeste ya que la luz solar puede ser muy intensa.
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    Busca áreas con suelos que drenen bien. La piracanta puede tolerar distintos suelos, pero normalmente se desarrolla mejor en suelos con buen drenaje.
    • Esta planta es una buena opción para los suelos que no son muy fértiles. Los suelos ricos en nutrientes pueden hacer que este arbusto se vuelva muy frondoso. En consecuencia, se vuelve más débil ante las enfermedades como el fuego bacteriano y podrían producir menos frutos.
    • Ten en cuenta que el pH ideal del suelo para la piracanta es entre 5,5 y 7,5. En otras palabras, crece bien en suelos neutros a ligeramente ácidos.[2]
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    Considera orientar la planta contra una pared o una valla. La mayoría de los cultivares tienden a extenderse si no orientas su crecimiento contra una superficie alta. Plantar el arbusto cerca de una pared vacía o una valla puede estimular su crecimiento hacia arriba.
    • La piracanta tiene espinas peligrosas. Cuando la planta crece a lo alto en vez de a lo ancho, dichas espinas se mantienen fuera de alcance.
    • Al momento de plantar la piracanta contra una pared, elige un lugar de plantación que esté 30 a 40 cm (12 a 16 pulgadas) lejos de la pared. Los suelos que están junto a la pared pueden ser muy secos.
    • Evita plantarla junto a una pared, puerta o verja pintada ya que las espinas y las hojas espinosas pueden raspar la pintura.
    • También es recomendable no orientar el crecimiento de la planta contra los cimientos de edificios de una sola planta, ya que puede crecer muy alto y provocar problemas.[3]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Trasplantar los arbustos de piracanta

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    Cava un agujero dos veces mayor que el cepellón.[4] Usa una pala para cavar un agujero dos veces más ancho que el recipiente que contiene la planta de piracanta. El agujero debe tener aproximadamente la misma profundidad del recipiente.
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    Retira la planta con cuidado de su recipiente. Inclina el recipiente sosteniendo la piracanta por el costado. Desliza una pala de cavar o una paleta de albañil alrededor del perímetro del recipiente para soltar la masa de raíces y la tierra, luego separa la planta con cuidado aplicando presión desde el fondo.
    • Al momento de sacar una planta de un recipiente de plástico desechable, normalmente puedes presionar los costados del recipiente para aflojar la planta.
    • Si sacas la planta de un recipiente más firme, desliza la paleta de albañil por un costado del recipiente. Una vez que haya llegado lo más profundo posible, inclina el mango de la paleta hacia atrás. El apalancamiento ayudará a extraer el cepellón.
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    Traslada la planta al agujero de plantación. Coloca la piracanta en el centro del agujero de plantación. Llena el resto del agujero con tierra.
    • Asegúrate de plantar el arbusto a la misma profundidad a la que estaba en su recipiente anterior. Si rodeas el tallo con mucha tierra, puede debilitarse o matar la planta.
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    Añade una cantidad pequeña de fertilizante orgánico. Espolvorea un puñado de harina de huesos en la tierra que rodea la base de la planta. Usa tus manos o una horquilla pequeña para esparcirla suavemente por la tierra.[5]
    • La harina de huesos es un fertilizante orgánico que añade fósforo al suelo. Estimula el desarrollo de la raíz y facilita el establecimiento de la planta. Si prefieres usar otro fertilizante, asegúrate de elegir uno que proporcione una dosis alta de fósforo.
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    Separa las plantas a una distancia suficiente. Si eliges plantar varios arbustos de piracanta, debes separar cada arbusto a una distancia de 60 a 90 cm (2 a 3 pies) entre sí.[6]
    • Ten en cuenta que si eliges plantar varias hileras para crear un seto más espeso, cada hilera debe estar entre 70 y 100 cm (28 y 40 pulgadas) de distancia.
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    Riega regularmente las plantas mientras se establecen por sí mismas. Riega la planta con regularidad durante el primer mes después de haberla trasplantado. Esta necesitará más agua que lo normal mientras se establece en el suelo del jardín.
    • El suelo debe recibir un poco de agua cada día. Si el pronóstico del clima no predice lluvia para el día, riega ligeramente el suelo por la mañana.
    • El suelo no debe estar tan empapado que empiecen a formarse charcos, pero es importante no dejar que el suelo se seque por completo durante este periodo. De lo contrario, las plantas se estresarán y sus hojas podrían empezar a caerse.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar la piracanta

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    Riega moderadamente. La planta establecida puede sobrevivir a sequías leves a moderadas, pero si el área no ha recibido nada de lluvia durante una semana, debes remojar el suelo que rodea la base de la planta usando una manguera de jardín. Riega con suficiente agua hasta saturar por completo el suelo.
    • Si sus hojas empiezan a caerse, es probable que no esté recibiendo suficiente agua.
    • Si las hojas se vuelven amarillas o si la madera de la planta se pone suave, es posible que esté recibiendo mucha agua.
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    Si deseas, orienta el crecimiento de la planta. Si la plantaste contra una pared o una valla, puedes estimularla para que crezca hacia arriba y contra dicha estructura en vez de hacer que crezca hacia afuera.
    • La mayoría de los cultivares de piracanta son lo suficientemente fuertes como para sostenerse contra una pared o una valla sin ninguna ayuda, pero aun así se beneficiarán si las atas.
    • Coloca alambres a lo largo de la pared que está junto a la piracanta y ata las ramas del arbusto a dichos alambres con cuerdas o bridas para cables.
    • Si la orientas contra una valla o un enrejado, puedes atar las ramas directamente a dicha estructura usando cuerdas o bridas para cables.
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    Esparce mantillo. Esparce una capa de mantillo orgánico de 5 cm (2 pulgadas) alrededor de la base de cada arbusto de piracanta. El mantillo puede retener la humedad, lo cual evita que las raíces de la planta se debiliten debido al intenso clima seco.
    • El mantillo también protege la planta contra la congelación del suelo durante los inviernos fríos.
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    Fertiliza la planta con precaución. Por lo general, no es necesario fertilizar cuando estás lidiando con la piracanta. Además, los fertilizantes ricos en nitrógeno pueden causar más daño que bien.
    • El nitrógeno hace que la planta produzca muchas hojas. En consecuencia, se dificulta la producción de frutos y la planta puede ser más vulnerable a enfermedades.
    • Si decides fertilizarla, usa un fertilizante equilibrado que contenga partes iguales de nitrógeno, fósforo y potasio o uno que contenga más fósforo y potasio que nitrógeno. Aplícalo una vez a inicios de primavera y una segunda vez a fines de verano.
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    Poda la planta tres veces al año. Técnicamente puedes podar la piracanta durante cualquier época del año, pero muchos jardineros prefieren podarla una vez a mediados de primavera, una vez al inicio o a mediados de otoño y una vez más a fines de otoño o a inicios de invierno.
    • Espera a que la planta termine de florecer a mediados de primavera para eliminar el nuevo crecimiento. Poda el nuevo crecimiento como prefieras, pero deja al menos unas cuantas flores de modo que los frutos se desarrollen en otoño. Ten en cuenta que los frutos solo se desarrollarán en el crecimiento que tenga al menos un año de edad.
    • Poda las hojas de la planta cuando los frutos se desarrollen a inicios o a mediados de otoño. Elimina suficiente crecimiento para exponer a los frutos al aire y evitar que se pudran.
    • Retira las hojas y las ramas de forma selectiva a finales de otoño o a inicios de invierno para resaltar el color brillante de las bayas.
    • Sin importar cuándo podes la planta, nunca debes retirar más de un tercio del crecimiento.
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    Trata la planta en caso de plagas. Las cuatro plagas más comunes son: pulgones, cochinillas, tíngidos y arañas rojas. Si ocurre una de estas infestaciones, trata la planta con un pesticida adecuado siguiendo las instrucciones de la etiqueta.
    • Si planeas consumir el fruto que produce la piracanta, es muy recomendable elegir los pesticidas orgánicos en vez de las opciones químicas.
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    Ten cuidado con enfermedades como el fuego bacteriano y la roña. El fuego bacteriano es una enfermedad provocada por bacterias que matan la planta. La roña es una enfermedad fúngica que hace que la planta pierda sus hojas y cambia el fruto a un color tiznado y oscuro, lo cual lo vuelve no comestible durante el proceso.
    • Cuando se trata de enfermedades, la prevención tiene más éxito que el tratamiento. Elige cultivares resistentes a las enfermedades y mantén condiciones adecuadas de humedad y flujo de aire.
    • No existe cura conocida para detener la expansión del fuego bacteriano una vez que se desarrolla.
    • Si aparece la roña, puedes intentar combatir la enfermedad con un fungicida. Sin embargo, este tratamiento podría o no dar resultado.

Consejos

  • Puedes usar bayas de piracanta en varios platos. Los “pomos” o frutos similares a las bayas que produce la planta de piracanta son de 6 mm (1/4 de pulgada) de diámetro y usualmente son de color rojo o rojo anaranjado. Recoléctalos una vez que el color se desarrolle y úsalos en gelatinas y salsas.
    • Hierve 450 g (1 lb) de frutos de piracanta en 3/4 taza (175 ml) de agua durante 60 segundos.
    • Escurre su jugo, luego añade 1 cucharadita (5 ml) de jugo de limón y un sobre de pectina en polvo.
    • Llévalo a hervir, agrega 3/4 taza (175 ml) de azúcar y hierve durante 60 segundos más. Revuelve constantemente.
    • Vierte la gelatina en frascos calientes y limpios. Sella los frascos y guarda la gelatina resultante en el refrigerador.

Advertencias

  • Ten en cuenta que consumir partes de la planta de piracanta puede ocasionar problemas de salud de leves a moderados. La planta del género piracanta pertenece a plantas que producen cianuro de hidrógeno. Aunque las plantas de piracanta usualmente no contienen dicha sustancia, aun así se advierte a las personas con un sistema inmunológico débil o pulmones débiles que no deben consumir los frutos o cualquier otra parte de la planta.
  • Después de que hayas trasplantado el arbusto de piracanta una vez, es mejor dejarlo intacto. La planta se debilitará cada vez que la trasplantes, por lo tanto, cambiar su ubicación varias veces puede matarla rápido.

Cosas que necesitarás

  • Una planta de piracanta
  • Una pala de cavar
  • Una paleta de albañil
  • Una horquilla de jardín
  • Harina de huesos o un fertilizante similar
  • Una manguera de jardín
  • Mantillo orgánico
  • Tijeras de podar
  • Un pesticida (solo cuando sea necesario)
  • Un fungicida (solo si es necesario)
  • Una valla, una pared o un enrejado (opcional)
  • Cuerdas o bridas para cables (opcional)
  • Alambres (opcional)

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Categorías: Jardinería