El bambú es una planta hermosa, pero puede propagarse rápidamente si no la podas ni la controlas. Para mantenerlo saludable, tómate un tiempo cada año para podarlo y fertilizarlo. Busca las ramas que estén muertas o dañadas o que pesen demasiado. Realiza cortes horizontales y limpios para evitar dejar las puntas afiladas e irregulares. Si debes evitar que el bambú se propague, considera cavar una zanja o sacar algunos tallos con la mano.

Método 1
Método 1 de 3:
Dominar los conocimientos básicos de la poda

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    Poda una vez al año a finales de verano o a principios de otoño para minimizar la propagación. Si bien el bambú tiene un ritmo rápido de crecimiento, solo necesitarás podarlo una vez al año si realizas un trabajo muy riguroso. Podar el bambú con mayor frecuencia puede causar realmente que eche más raíces. Marca en tu calendario cuándo empezar a podar y coordínalo con la fertilización.[1]
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    Recorta las cañas muertas o débiles en primavera para mantener las plantas saludables. Consigue un par de tijeras para podar de una sola mano. Colócalas en la base de cada caña que parezca enferma o dañada, y sácala con un corte único y horizontal.[2]
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    Fertiliza las plantas de bambú en primavera. Una buena idea es fortalecer el bambú una semana antes de podarlo. Esparce un fertilizante alto en nitrógeno sobre la tierra alrededor de la planta. Sigue las instrucciones de aplicación para asegurarte de diluirlo correctamente si es necesario.[3]
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    Usa guantes y gafas de protección. Las ramas y las hojas en una plantación de bambú pueden cortar tu piel, así que usar guantes resistentes, pantalones largos y camisas con mangas largas es una buena idea. También será más fácil manejar y cortar las cañas si usas guantes resistentes.[4]
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    Corta por encima de un nodo si intentas reducir la altura. Los nodos son el lugar donde las piezas del tallo se unen. Verás un bulto o protuberancia pequeña en el tallo, indicando esta unión. Para podar la altura de una planta, ubica el nodo. Luego, coloca las tijeras o la sierra justo por encima de ese lugar, y corta.[5]
    • Realizar los cortes por encima del nodo también hará que el proceso de podar sea más fácil ya que este lugar es menos grueso.
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    Haz cortes rectos en el tallo del bambú. Esta planta es muy fuerte, pero si realizas cortes con cierto ángulo, puede ser muy peligroso. Mantén unos cortes directos y horizontales para minimizar el riesgo. Debes poder usar las tijeras para podar de mano en la mayoría de las cañas. No obstante, si una es demasiado larga, opta por una sierra de mano para jardinería y una extensión.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Tener como objetivo ciertas partes de la planta

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    Retira cualquier rama u hoja muerta de la base de la planta. Toca alrededor de la base de cada caña usando guantes. Junta cualquier desperdicio o deshecho suelto de la planta, y colócalo en un basurero. Mantén la base limpia alrededor de las cañas para disminuir las posibilidades de que haya problemas de insectos.[7]
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    Saca cualquier rama que se encuentre en la zona baja. Un campo de cañas con una gran cantidad de follaje colgando en la parte inferior puede verse descuidado y desordenado. Inspecciona cada una para ver si hay ramas inferiores, las cuales se verán muy delgadas y desnutridas por lo general. Sujeta cada una de estas ramas cerca del tallo y sácalas simplemente con tus manos.[8]
    • Si la rama es demasiado gruesa, córtala con las tijeras para podar. Realiza los cortes cerca del tallo tanto como sea posible.
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    Saca los montones pesados de hojas que se encuentren la parte superior. Si te das cuenta de que la parte superior extrema de los tallos de bambú está doblada, usa una recortadora o sierra de altura con una extensión para afinarla. Retirar estos tallos caídos mejorará el flujo de aire alrededor de las plantas. Asimismo, esto hará que toda el área de plantación se vea más bonita y cuidada.[9]
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    Poda todos los tallos que estén floreciendo. Por lo general, la gente admira las flores en la mayoría de las plantas, pero estas pueden ser una señal de estrés para el bambú. Si la planta empieza a florecer, corta las flores y sus adjuntos. Si el florecimiento se expande sobre toda la planta, lo mejor es dejarla sola ya que podar demasiado puede ser dañino.[10]
    • Las flores de bambú tienen una apariencia de plumas por lo general.
    • Otra forma en la que puedes ayudar a un bambú floreciendo es asegurándote de que la base de la planta esté limpia para permitir una buena circulación del aire.
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    Corta las raíces gruesas. Para las plantas de bambú establecidas, observa la base y nota si hay raíces sobresaliendo de la tierra. Si es así, usa una pala de jardinería para cavar y saca algunas. Retira el 25 % o menos de las raíces visibles durante una sesión de poda única ya que, de lo contrario, te arriesgarás a lastimar la planta. Sacar algunas le ayudará a conseguir agua y aire.[11]
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Método 3
Método 3 de 3:
Mantén controlada la propagación del bambú

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    Saca los nuevos tallos de los bambúes agrupados. Observa en la plena tierra cerca de las plantas establecidas. Los bambúes agrupados se propagan al extender grupos de tallos de bambú pequeños y nuevos que se asientan cerca de la superficie de la tierra. Para evitarlo o controlarlo, usa una pala de jardinería y saca estos grupos.[12]
    • A diferencia de los bambúes continuos, es menos probable que las plantas agrupadas se propaguen agresivamente.
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    Instala una barrera plástica para los bambúes continuos. Este tipo de bambú es conocido por extender ramas, tanto por encima o por debajo del suelo, que se expanden agresivamente. Para ralentizar el proceso de propagación, compra una barrera de rizomas de bambú en una tienda de jardinería de tu localidad. Cava una zanja de 55 a 75 cm (22 a 30 pulgadas) de profundidad alrededor del bambú que te gustaría mantener controlado. Entierra la barrera en esta zanja y cubre de nuevo el lugar. Esto ayudará a prevenir que los tallos bajos del bambú se propaguen bajo la tierra.[13]
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    Cava y rompe el sistema de raíces. Esto funciona mejor en las plantas jóvenes de bambú que están más allá de convertirse en tallos, pero que no están completamente establecidos. Deberás cavar muy profundo para acceder al cepellón. Luego, usa una pala para sacarlo del suelo.[14]
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    Cava una zanja para detener la propagación de los tallos del bambú. La zanja deberá tener una profundidad de 60 a 120 cm (2 a 4 pies) para tener un efecto verdadero. Además, deberás mantenerla con regularidad ya que lo mejor es dejar la zanja continuamente vacía. Por lo general, llenar la zanja con hormigón o rocas no es efectivo ya que las grietas en la superficie permitirán el traspaso de los brotes.[15]
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    Ten en cuenta que los químicos no son generalmente efectivos en cuanto al control de la propagación del bambú. Incluso si las plantas se vuelven marrones y las hojas se caen, producirá tallos nuevos en nuevas direcciones. En vez usar químicos, lo mejor es concentrarte en desarrollar una rutina de poda y control regular.[16]
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Consejos

  • Las cañas pueden pudrirse si reposan en agua por mucho tiempo. Mantén el área de plantación bien regada para que las cañas sigan fuertes y aguanten bien cuando sean podadas.
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Advertencias

  • Ve despacio cuando podes el bambú, sobre todo si usas una escalera para alcanzar la parte superior. Trabaja con un compañero que pueda servir también como observador.
  • Ten en mente que un tallo de bambú no volverá a crecer de nuevo una vez que lo cortes.
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Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 31 934 veces.
Categorías: Jardinería
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