Puedes preparar a una preadolescente para los cambios de la pubertad al hablar con ella con honestidad, por más que se sienta incómodo. La mejor forma de prepararla es explicarle los cambios que atravesará su cuerpo, la menstruación y el sexo de forma abierta, además de responder cualquier pregunta que haga. Además, proporciónale cosas que pronto necesitará con anticipación, como toallitas sanitarias o tampones, desodorante, limpiador facial y un sujetador deportivo. Hazle saber que cuenta con tu apoyo siempre que te necesite.

Método 1
Método 1 de 3:
Ayudarla a adaptarse a los cambios físicos

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    Cómprale un sujetador deportivo tan pronto como comience a desarrollar los senos. Uno de los cambios más notables que se presentan en las chicas durante la pubertad es el crecimiento del tejido de los senos. Explícale a tu hija que es normal, y que se presenta de formas distintas en cada chica. Llévala a comprar un sujetador deportivo cuando empiece el desarrollo para que se sienta cómoda con los cambios en su cuerpo.[1]
    • Este cambio puede presentarse tan pronto como a los ocho años en algunas niñas.
    • Si tu hija te pide un sujetador deportivo antes de comenzar a desarrollarse, cómprale uno para animarla a tomar decisiones activas con respecto a su cuerpo.
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    Ayúdala a establecer una rutina regular de baño y ducha. A medida que tu hija crezca, debe hacerse cargo de su higiene personal y desarrollar una rutina. Asegúrate de que comprenda que puede ducharse o bañarse al menos una vez al día, y lavarse el cabello al menos dos veces por semana. Ayúdala a decidir si quiere hacerlo en la mañana o la noche, antes de acostarse.[2]
    • Una niña que practique algún deporte quizás necesite bañarse más de una vez al día para conservar una buena higiene.
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    Enséñale a lavarse el rostro correctamente para evitar el acné. Generalmente, las adolescentes tienen que lidiar con el acné en algún momento, pero una buena higiene minimiza el problema. Enséñale a tu hija a lavarse el rostro correctamente por la mañana y la noche para evitar la acumulación de oleosidad y suciedad, lo que puede causar brotes. Si su piel es seca, muéstrale cómo puede hidratarse el rosto después de lavarlo.[3]
    • Ayúdala a escoger un limpiador facial y un producto hidratante en función de su tipo de piel.
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    Cómprale desodorante o antitranspirante para reducir el olor corporal. Durante la pubertad, se produce una estimulación de las glándulas sudoríparas de las axilas, lo que causa sudor y olor. Cómprale a tu hija desodorante para las axilas para reducir el olor corporal, o antitranspirante para reducir la sudoración. Dile que debe aplicar el producto todos los días después de lavarse.[4]
    • Si lo desea, llévala a comprar un desodorante o antitranspirante para que pueda escoger la marca y fragancia que prefiera.
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    Habla con tu hija acerca del afeitado o la depilación cuando su cuerpo comience a desarrollar vello corporal. Dile que el crecimiento del vello corporal es absolutamente normal durante la pubertad, en especial en las axilas, la zona púbica y las piernas. Dile que puede decidir si quiere depilarse o no, pero que no es necesario si no quiere. Si decide hacerlo, muéstrale cómo se hace de forma segura para evitar cortes.[5]
    • Dale una crema depilatoria y una afeitadora con una sola cuchilla para comenzar. Esto permite reducir el riesgo de que se corte mientras se afeita.
    • También puedes darle una afeitadora eléctrica o a batería. Esta opción es más segura, pero el afeitado que proporciona no es tan al ras.

Método 2
Método 2 de 3:
Explicarle la menstruación

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    Dile qué es el período menstrual. Comienza por decirle con términos sencillos qué ocurre en el cuerpo de las mujeres durante un ciclo normal de menstruación de 28 días. Explícale que el útero construye un revestimiento para alimentar a un óvulo fecundado, pero, si el embarazo no ocurre, este revestimiento se elimina. Dile que cuando esto ocurre, la vagina expulsa la sangre y otros fluidos menstruales.[6]
    • Explícale que todo esto ocurre en un período de 28 días. Comprender cómo funciona cada ciclo menstrual es una información muy valiosa y práctica para tu hija.
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    Explícale algunos de los efectos emocionales que causa la menstruación. Es importante que prepares a una niña para los cambios hormonales que experimentará durante el ciclo menstrual. Describe cómo los niveles de las hormonas bajan justo antes del inicio del período, lo que causa tristeza, irritabilidad o cambios de humor. Dile que esto es común y absolutamente normal.[7]
    • Explícale que hay formas de sentirse mejor cuando experimente estas emociones, y que las mismas no durarán mucho.
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    Infórmale acerca de los síntomas físicos que podría experimentar durante su ciclo. Los síntomas del SPM y los cólicos menstruales con los que las mujeres suelen lidiar son bastante molestos. Explica que estos efectos secundarios del ciclo menstrual son temporales y que puede aprender a calmar la incomodidad al recurrir a algunos remedios confiables, tales como los siguientes:[8]
    • Dile que se aplique una botella con agua caliente o una compresa caliente para aliviar los cólicos.
    • Dile que puede tomar analgésicos de venta libre (como ibuprofeno) para reducir la intensidad de los cólicos.
    • Explícale que realizar ejercicio y comer de forma saludable la ayudará a reducir la inflamación durante el SPM.
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    Dale a tu hija distintos tipos de productos sanitarios con anticipación. Abastece el baño con toallitas sanitarias o tampones para que tu hija pueda usarlos cuando tenga su primer período. Explícale cómo se utilizan y aconséjale que pruebe distintas opciones cuando se sienta cómoda para ver qué es lo que prefiere usar. También debes darle un estuche pequeño con suministros que pueda llevar con ella a la escuela cuando llegue el momento.[9]
    • Dile cómo y cuándo deshacerse de los tampones o las toallitas sanitarias correctamente.
    • Como tercera opción, puedes comprarle una copa menstrual, en el caso de que esté interesada en una opción reutilizable.

Método 3
Método 3 de 3:
Guiarla para tomar buenas decisiones

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    Ten una conversación sincera con tu hija acerca de la salud sexual y la anticoncepción. Por más que sientas que la pubertad es demasiado pronto como para que tu hija comience a pensar en sexo, es muy probable que ya sepa algo a través de sus amigos, la televisión, las películas o las redes sociales. Es importante que te asegures de que tu hija cuente con información precisa acerca del sexo al hablar del tema de manera abierta. Responde sus preguntas y anímala a preguntarte cualquier cosa que quiera saber.[10]
    • Como parte de una conversación completa acerca del sexo con tu hija, asegúrate de hablar acerca de las medidas para tener sexo seguro, la anticoncepción, la presión de los compañeros y los riesgos para la salud.
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    Ayúdala a cuidar su salud al mismo tiempo que se siente bien con su cuerpo. El aumento de peso durante o después de la pubertad es común para las niñas, dado que sus metabolismos cambian. Explícale a tu hija que este posible aumento de peso es una parte normal de su desarrollo, y que no debe sentirse insegura al respecto. Haz énfasis en la importancia de comer alimentos nutritivos y realizar ejercicio para mantenerse saludable, independientemente de su peso.[11]
    • Habla con tu hija acerca de los trastornos alimentarios para que sepa que algunos comportamientos de control de peso son peligrosos y poco saludables.
    • Infórmale que la comida chatarra y los alimentos azucarados y procesados son malos para su salud porque no poseen los nutrientes que necesita para estar saludable, en vez de hacer énfasis en el contenido calórico.
    • Abastece la cocina con refrigerios saludables para que tu hija disfrute.
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    Proporciónale estrategias para que le diga no a las drogas y el alcohol. La presión de los compañeros puede comenzar pronto entre los preadolescentes, por lo que es mejor preparar a tu hija tan pronto como puedas. Ten una conversación abierta y sincera acerca de las drogas y el alcohol, y responde todas sus preguntas. Dale ejemplos prácticos para que sepa cómo lidiar con la presión por probar estas sustancias. Por ejemplo, puedes probar con los siguientes consejos:[12]
    • Establece razones específicas por las que debe negarse, como no querer fumar por tener asma.
    • Dile que hable con firmeza y claridad para transmitir el mensaje.
    • Aconséjale que se marche si se siente presionada por hacer algo que no quiere hacer.
    • Dile que llame a casa para que la recojas si la situación se sale de control.
    • Recomiéndale que pase el tiempo con amigos que decidan no usar drogas o alcohol.

Consejos

  • Si se siente incómoda para hablar contigo acerca de algunos aspectos de la pubertad, bríndale una página web confiable con datos médicos precisos o un libro para que encuentre más información.
  • Haz énfasis en que la pubertad y todo lo que conlleva son experiencias únicas, y que no existe un estándar con respecto a la forma en que su cuerpo debe desarrollarse.

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