Cómo preparar caramelo para acaramelar moldes

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El caramelo para acaramelar moldes es una preparación que se utiliza en diferentes recetas, como flanes, budines u otros postres. Existen distintas formas de alcanzar el resultado deseado, por lo que deberás tomar nota sobre cuál es la que mejor se ajusta a tus necesidades y posibilidades.

Ingredientes

1 taza de azúcar
Agua
Jugo de limón

Método 1

Método 1 de 3:
Caramelo simple

1
Pon el azúcar y el agua en una olla. Utiliza todo el azúcar y cúbrelo con una capa de agua en una olla antes de comenzar con la preparación.
2
Cocina a fuego lento. Agrega unas gotas de jugo de limón y lleva la mezcla al fuego, hasta que tome un color caramelo, revolviendo lentamente.
3
Coloca el caramelo en el molde. Una vez terminada la preparación, pon el caramelo en el molde para continuar con la receta que desees.

Método 2

Método 2 de 3:
Caramelo directo en el molde

1
Pon el azúcar en el molde. Utiliza todo el azúcar y colócalo directamente en el molde que usarás para la receta posterior.
2
Cocina a fuego lento. Lleva el molde con el azúcar al fuego, hasta que tome un color caramelo, sin revolver pero moviendo el molde para que la sustancia tenga contacto con toda la superficie.
3
Deja enfriar antes de usar. Para poder continuar con la receta posterior del postre que prepararás en el molde, primero deja enfriar el caramelo para lograr el efecto deseado.

Método 3

Método 3 de 3:
Caramelo en el microondas

1
Pon el azúcar y el agua en el molde. Utiliza todo el azúcar y cúbrelo con una capa de agua en el molde antes de comenzar con la preparación.
2
Calienta a potencia máxima. Lleva el molde al microondas a potencia máxima durante 4-5 minutos o hasta que el caramelo tome el color deseado.
3
Mueve el molde para uniformar. Una vez que el caramelo está hecho y se mantiene caliente, mueve el molde para que la sustancia tenga contacto con toda la superficie del molde.

Consejos

No revuelvas bruscamente el azúcar. Debes dejar que el caramelo se vaya formando de a poco.
Presta atención para que el caramelo no se queme, ya que quedaría con un sabor amargo y desagradable.