Todos los que hayan tenido un dolor estomacal saben lo terrible que puede ser. Sin importar si tienes náuseas, dolores intensos o tan solo una sensación de malestar general, no podrás deshacerte del malestar estomacal con suficiente rapidez. Afortunadamente, hay varias técnicas que puedes usar (desde pensamientos calmantes hasta medicina convencional) para aliviar las molestias estomacales que surjan por diversos motivos, desde comer en exceso hasta la ansiedad.

Método 1
Método 1 de 3:
Relajar los músculos

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    Visualiza una buena salud. Los científicos cada vez están más seguros de que hay una relación sólida entre los pensamientos y la salud física. La idea es que las personas que se enfocan en los pensamientos positivos o que se visualizan sintiéndose bien suelen tener una respuesta fisiológica positiva. Puedes usar esta técnica para relajar tu estómago.[1]
    • Empieza relajándote. Podrías necesitar un espacio tranquilo para ello. Relájate y presta atención a tu respiración.
    • Imagina una buena salud. Tu noción de sentirte bien es única para ti. Imagina a tu estómago sintiéndose mejor y lo que harías si se siente muy bien. Sé detallado. Podrías ser capaz de ver una imagen mental o tan solo tener una sensación; cualquiera de estas opciones es apropiada.
    • Adopta medidas para llevar a la realidad lo que has imaginado. Has detallado tu visualización y podrás usar algunos de estos detalles en tu vida cotidiana.
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    Respira para relajar el estómago. Es probable que respires desde el pecho, en lugar del estómago, como se nos ha enseñado a la mayoría. Muchos creen que respirar desde el estómago (tal como hacíamos cuando éramos bebés) ofrece muchos beneficios para la salud, incluida la relajación del estómago. La respiración de qigong, o de vientre, puede requerir un poco de tiempo para acostumbrarse, pero vale la pena el esfuerzo.[2]
    • Si es posible, solo respira por la nariz.
    • Toma respiraciones lentas, constantes y largas.
    • A medida que inhales, céntrate en la manera en la que el aire entra y se desplaza por el cuerpo hasta llegar al estómago. Deja que la parte inferior de tu estómago se expanda para recibir el aire.
    • A medida que exhales, céntrate en el aire saliendo de tu cuerpo, y deja que tu estómago se retraiga primero.
    • Luego de dominarlo, céntrate en expandir la parte media de tu vientre y, después de ello, la parte superior.
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    Controla el estrés. El estrés causa un conjunto de problemas físicos y mentales, y puede generar algunos en el estómago. Lamentablemente, el estrés forma parte de la mayoría de las personas y no se puede evitar por completo. Sin embargo, puedes controlarlo. Reflexiona sobre las situaciones, responsabilidades o personas que te causan el mayor estrés, y desarrolla un plan para lidiar con cada una de manera diferente.[3] [4]
    • Tu trabajo podría ser una fuente considerable de estrés para ti. Considera qué es exactamente lo que te estresa de tu trabajo. Sé lo más específico posible. Esto te ayudará a desarrollar un plan.
    • Las finanzas podrían causarte un estrés considerable. Nuevamente, aísla el problema y elige la mejor manera de solucionarlo.
    • Tu relación podría ser estresante, y una vez que identifiques lo que te causa estrés, podrás hablar con tu pareja sobre los cambios que se deben hacer, como la consejería o incluso que se encargue de las tareas como lavar la ropa y sacar la basura.
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    Relaja los músculos de forma progresiva. La relajación muscular progresiva es una técnica maravillosa para aislar y calmar los grupos musculares específicos del cuerpo. Dado que tu estómago es el centro de tu cuerpo, evidentemente tendrá muchos músculos y será un candidato excelente para la relajación muscular progresiva.[5] Solo necesitas alrededor de 15 minutos por día y un lugar tranquilo para obtener los beneficios de esta técnica.
    • El primer paso es tomar una respiración profunda y flexionar los músculos del estómago (al meter el estómago) lo más que puedas por cinco segundos.
    • Luego exhala, dejando que toda la tensión escape de tus músculos. Mantente relajado por 15 segundos.
    • Repítelo las veces que te sientas cómodo.
    • Debes prestar atención a lo que sientas y detenerte si sientes alguna incomodidad.

Método 2
Método 2 de 3:
Calmar el malestar estomacal causado por la ansiedad

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    Toma una taza de té. Los tés de menta, jengibre, limón y manzanilla son fantásticos para aliviar el estómago. Estas plantas tienen propiedades que combaten a las bacterias y la distensión, y aceites que fomentan la relajación. Prepara una taza caliente de té y tómala con lentitud para disfrutar de un alivio instantáneo.[6]
    • Ten en cuenta que el té de menta puede ser de utilidad en algunos casos, pero también puede empeorar las cosas; por ejemplo, si experimentas acidez o reflujo. Presta atención a la manera en la que tu cuerpo responde para determinar si es útil o no.
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    Masajéate el estómago. Es normal frotar la parte del cuerpo que te molesta, y tu estómago no es la excepción. Afortunadamente, el masaje estimula el flujo de sangre, y algunas personas indican que fomenta una curación más rápida. Tu estómago se beneficiará con el masaje, sin importar si estás sentado o recostado, ya que es reconfortante y podría ayudarte a manipular todo bloqueo.[7]
    • Puedes acariciar tu estómago con delicadeza.
    • También puedes aplicar una presión firme con las yemas de los dedos y masajearte el estómago con movimientos circulares pequeños.
    • Usa la base de la mano para darte caricias cortas o largas en el abdomen.
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    Aplícate calor. Usa una almohadilla térmica o una botella con agua caliente para relajar tu estómago. El calor te relajará los músculos y te ayudará a aliviar todo cólico. Solo aplícate calor por 15 minutos por sesión, tomándote un descanso de 45 minutos entre las aplicaciones; y recuerda que el calor aplicado en el estómago tendrá la mayor eficacia cuando te recuestes.[8]
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    Prueba el método NOT. La ansiedad puede ser más complicada, porque suele ocultarse con otros síntomas. Esto puede hacerte pensar que solo tienes un dolor de cabeza o falta de aire, o que tienes un dolor de estómago o estás sudando, y podrías no asociar estos síntomas en conjunto o de forma individual con la ansiedad. El método NOT es de mucha utilidad en este caso.[9]
    • Nota que tienes una sensación, como malestar estomacal. Contempla las sensaciones por lo que son, ni más ni menos. Permítete sentirlas.
    • Observa la sensación y considera lo que te hace sentir. Date permiso para tener estas sensaciones.
    • Toma toda acción que creas que te ayude a aliviar la ansiedad, lo que hará que tu estómago se sienta mejor.

Método 3
Método 3 de 3:
Responder a los síntomas del síndrome del intestino irritable

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    No comas alimentos desencadenantes. Hay ciertos alimentos que pueden causarte malestar estomacal y que pueden parecerles totalmente inofensivos a otras personas. Presta atención a lo que tu estómago sienta después de comer, y si no te sientes bien, procura omitir estos alimentos que desencadenen tu problema. Este será un gran esfuerzo de ensayo y error que tardarás un poco en resolver, salvo que acudas a un especialista en alergias o tengas una lista específica de alimentos que el doctor te haya recomendado evitar.
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    Evita los alimentos que causen gases. Los gases son un producto derivado natural de todo alimento que no digieras. Asimismo, algunos alimentos por naturaleza causan gases cuando se les digiere. En cualquier caso, limitar los alimentos que causen gases podría relajar y calmar tu estómago.[10]
    • Podrías ser intolerante a la lactosa, lo cual es muy diferente a ser alérgico a la leche. La intolerancia a la lactosa es muy común y es la causa de muchos dolores estomacales. Esta suele desarrollarse a medida que las personas envejecen, y es más predominante en ciertas culturas.
    • Algunos vegetales (como la coliflor, las cebollas, los pepinos, el maíz y el brócoli) pueden causar gases estomacales.
    • Otras personas notan que los alimentos con almidón (como las papas o la pasta) les causan malestar estomacal.
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    Come porciones más pequeñas y con más frecuencia. Comer porciones más pequeñas no solo es fantástico para controlar tu peso, sino que también es muy útil para prevenir el malestar estomacal. Esto es muy simple: mientras más grandes sean tus porciones, más se expandirá tu estómago, mayor será el trabajo que deba realizar para digerir el alimento y la producción de gases por la comida no digerida. Consume porciones más pequeñas 5 o 6 veces al día para evitar el malestar estomacal.[11]
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    Controla tu peso. Tu estómago abarca una parte considerable del torso de tu cuerpo y se encarga de tu capacidad de sentarte erguido y doblarte al nivel de la cintura. El exceso de peso hace que los grupos musculares abdominales tengan más dificultades para hacerlo y puede generar malestar estomacal. Asimismo, la mayor parte de tus órganos internos están alojados en tu tronco, y el exceso de peso puede hacer que se aplasten o se desplacen, lo que te causará malestar estomacal.[12]
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    Toma una clase de yoga. El yoga tiene muchos beneficios, incluida la flexibilidad, el aumento del flujo sanguíneo y una sensación de calma emocional y cognitiva. Además, el yoga puede ayudar a relajar el estómago, sin importar si el malestar se debe al síndrome del intestino irritable o a la ansiedad. Inscríbete en una clase local o elige un DVD instructivo para empezar tu trayecto en el yoga.[13]
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    Toma un medicamento de venta sin receta. La farmacia, la tienda de abarrotes o el supermercado de tu localidad tendrán una cantidad abundante de medicamentos de venta sin receta para el malestar estomacal común y no grave. Sin importar si tu estómago tiene malestar a causa del estreñimiento, el síndrome del intestino irritable o el reflujo, podrás encontrar un tratamiento para tus síntomas.[14]
    • Los antiácidos, como Pepcid o Tums, neutralizan el ácido en el estómago, ayudando a aliviar los síntomas del reflujo y el malestar.
    • Si no has tenido movimientos intestinales regulares, podrías tener malestar estomacal. Prueba un ablandador de heces. Por otra parte, si tienes diarrea y no quieres dejar que se cure por sí sola, prueba un medicamento contra la diarrea, como Kaopectate o Imodium.

Advertencias

  • Esta solo es una guía y no se garantiza la eficacia para todos.
  • Siempre consulta con un profesional médico antes de probar algún remedio casero.

Acerca de este wikiHow

Janice Litza, MD
Coescrito por:
Médica de medicina familiar certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Janice Litza, MD. La Dra. Litza es una médica certificada en medicina familiar en Wisconsin. Es una médica activa y enseñó como profesora clínica durante 13 años, después de recibir su doctorado en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison en 1998. Este artículo ha sido visto 1855 veces.