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En la fé Católica Romana, el Rosario es una de las oraciones más bonitas, poderosas y sagradas. El Rosario es una devoción a Dios a través de la devoción a la Virgen María. El rosario está en las escrituras, está centrado en Cristo y los veinte Misterios reflejados en su vida. El Rosario ofrece esperanza cuando la vida parece insoportable. Sigue leyendo para obtener instrucciones sobre cómo rezar el Rosario.
Pasos
Método 1
Método 1 de 7:La introducción
Método 1
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1Empieza tocando el crucifijo y rezando la Señal de la Cruz. Para hacer la Señal de la Cruz, tócate la frente con la mano derecha, luego el corazón, tu hombro izquierdo y luego el derecho. Si no estás sujetando un Rosario no pasa nada. Puedes hacerlo mentalmente. Cuando hagas la Señal de la Cruz di:
- En español:En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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En latín: In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen.
- Tócate la frente cuando digas Padre, el esternón cuando digas Hijo, el hombro izquierdo cuando digas Espíritu y el derecho cuando digas Santo.
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2Reza el Credo de los Apóstoles. Si tienes un rosario, todavía debes estar sosteniendo el crucifijo. Con la cabeza baja y una actitud contemplativa, di:
- En español: Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. El tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.
- En latín: Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis, ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis, inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum Sanctum, sanctam Ecclesiam catholicam, sanctorum communionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam aeternam. Amen.
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3En la primera cuenta grande del Rosario, reza el Padre Nuestro. Es algo así:
- En español: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Amén.
- En latín: Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
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4En cada una de las tres cuentas siguientes, reza un Ave María. Estas tres oraciones deben hacerse con la intención de aumentar la fe, esperanza y el amor.
- En español: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
- En latín: Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Jesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.
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5En la siguiente cuenta grande, reza Gloria al Padre. Técnicamente, está en el espacio entre las tres cuentas y la cuenta más grande; la cuenta más grande es para el Padre Nuestro.
- 'En español: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
- En latín: Gloria Patri et Filio et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc et semper et in saecula saeculorum. Amen.
Método 2
Método 2 de 7:La primera década
Método 2
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1Anuncia el Misterio. Esto solo será necesario si estás en un grupo. Sin embargo, si estás solo puedes elegir meditarlo. Hay varias maneras en que una persona puede elegir recitar los misterios. Elige el método que te vaya mejor:
- La orden tradicional es meditar en los misterios Gozosos los lunes, los Dolorosos los martes, los Gloriosos los miércoles, el mismo patrón de jueves a sábado y los domingos los Gloriosos otra vez. [1]
- El Papa ha propuesto un horario diferente para los que rezan cinco décadas al día: lunes – Gozosos; martes – Dolorosos; miércoles – Gloriosos; jueves – Luminosos; viernes – Dolorosos; sábados – Gozosos; domingos – Gloriosos. [1]
- Dependiendo del día, elige el misterio correspondiente: [2]
- 1er Misterio Gozoso: La Anunciación de Gabriel a María (Lucas 1:26-38)
- 1er Misterio Luminoso: El Bautismo de Nuestro Señor en el Río Jordán (Mateo 3:13-16)
- 1er Misterio Doloroso: La Agonía de Nuestro Señor en el Jardín (Mateo 26:36-56)
- 1er Misterio Glorioso: La Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor (Juan 20:1-29)
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2En la primera cuenta del Rosario, reza un Padre Nuestro. Deberías estar en la cuenta grande que precede el colgante.
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3En cada una de las diez cuentas siguientes, reza un Ave María; es decir, un Ave María por cada cuenta. En este punto deberías estar moviéndote en dirección contraria a las agujas del reloj, hacia la derecha del colgante.
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4Antes de la siguiente cuenta grande, reza un Gloria al Padre. Después de eso puedes elegir rezar una Oración de Fátima. La Oración de Fátima se recita así:
- 'En español: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.
- En latín: (ten en cuenta que no hay una única traducción oficial de la Oración de Fátima al latín.): Domine Iesu, dimitte nobis debita nostra, salva nos ab igne inferiori, perduc in caelum omnes animas, praesertim eas, quae misericordiae tuae maxime indigent.
Método 3
Método 3 de 7:La segunda década
Método 3
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1Anuncia el Segundo Misterio. De nuevo, tendrás que recitar el misterio correspondiente al día. Elige entre los siguientes: [2]
- 2º Misterio Gozoso: La Visitación de María a Isabel (Lucas 1:39-56)
- 2º Misterio Luminoso: La Bodas de Caná, cuando Cristo se manifestó (Jn 2:1-11)
- 2º Misterio Doloroso: Nuestro Señor es Azotado y Atado a la Columna (Mateo 27:26)
- 2º Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor (Lucas 24:36-53)
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2En la cuenta grande separada, reza un Padre Nuestro. ¿Ves el patrón? Excepto la introducción y la conclusión, es todo igual. Las cuentas grandes son para los Padre Nuestro, las pequeñas para los Aves Marías y, al final de cada década (10 Aves Marías) va un Gloria al Padre y, si quieres, una Oración de Fátima.
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3Reza la segunda década, es decir, diez Aves Marías más (uno por cada cuenta).
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4Cierra la segunda década con un Gloria al Padre. De nuevo, si quieres, es el momento para rezar una Oración de Fátima.
Método 4
Método 4 de 7:La tercera década
Método 4
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1Anuncia el tercer misterio. De nuevo, tendrás que recitar el misterio correspondiente al día. Elige entre los siguientes: [2]
- 3er Misterio Gozoso: La Natividad del Señor (Lucas 2:1-21)
- 3er Misterio Luminoso: El Anuncio del Reino de Dios (Marcos 1:14-15)
- 3er Misterio Doloroso: Nuestro Señor es Coronado en Espinas (Mateo 27:27-31)
- 3er Misterio Glorioso: La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2:1-41)
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2Reza un Padre Nuestro en la primera cuenta grande de la década. Intenta mantener un estado de reflexión, aunque las oraciones se vuelvan repetitivas. Concentrarse en la intención de la oración te ayudará. ¿Rezas por un amigo enfermo? ¿Para que te de fuerzas? Piensa en tus intenciones.
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3Reza los siguientes diez Aves Marías. A medida que rezas uno, pasa a la cuenta siguiente. ¡Ya estás a mitad de camino! Si no tienes Rosario, tienes diez dedos; muy conveniente.
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4Termina la década con un Gloria al Padre. ¿Qué viene ahora? Lo has adivinado. La Oración de Fátima opcional. Tienes que agradecerle al Papa Pio XII por esta pequeña cántiga.[1]
Método 5
Método 5 de 7:La cuarta década
Método 5
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1Anuncia el cuarto misterio. No hace falta que te diga qué pasa, ¿verdad? Echa un vistazo a tu calendario; ¿qué día es hoy? Elige entre los siguientes: [2]
- 4º Misterio Gozoso: La Presentación del Señor (Lucas 2:22-38)
- 4º Misterio Luminoso: La Transfiguración del Señor (Mateo 17:1-8)
- 4º Misterio Doloroso: Nuestro Señor Lleva la Cruz del Calvario (Mateo 27:32)
- 4º Misterio Glorioso: La Asunción de María al Cielo
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2Con la cuenta grande en la mano, reza un Padre Nuestro. Cantar es una forma de oración igualmente aceptable a los ojos de Dios. Si sabes una versión cantada de la oración, ¡cántala!
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3Reza diez Aves Marías más. ¡Solo te queda una década! Intenta no decirlos muy deprisa, como si estuvieses haciendo las tareas un viernes por la noche. Escucha las palabras a medida que las dices en voz alta o para ti. ¿Qué quieren decir realmente?
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4Termina la década con un Gloria al Padre y la Oración de Fátima. Seguro que no te lo esperabas, ¿verdad? ¡Eh! ¡Solo te queda una década! Has hecho más o menos 4/5 del Rosario, acercándote al colgante una vez más.
Método 6
Método 6 de 7:La quinta década
Método 6
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1Anuncia el quinto misterio. El último pero no el menos importante. Elige entre los siguientes: [2]
- 5º Misterio Gozoso: La Presencia de Nuestro Señor en el Templo (Lucas 2:41-52)
- 5º Misterio Luminoso: La Última Cena, cuando Nuestro Señor nos dio la Sagrada Eucaristía (Mt 26)
- 5º Misterio Doloroso: La Crucifixión de Nuestro Señor (Mateo 27:33-56)
- 5º Misterio Glorioso: La Coronación de María como Reina del Cielo y la Tierra
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2Recita tu último Padre Nuestro. ¡Siéntelo de verdad… es el último que tienes! Deja que las palabras resuenen en ti y siente su significado.
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3Recita los últimos diez Aves Marías. Tu mano debe estar acercándose al crucifijo. ¿Sigues manteniendo la reflexión? Genial.
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4Cierra la última década con un Gloria al Padre y otra Oración de Fátima más. Ahora es el momento de empezar con nuevas oraciones.
Método 7
Método 7 de 7:La conclusión
Método 7
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1Reza un Salve. ¡Estás en el colgante! Aquí tienes cómo es esta oración:
- En español: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Es, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
- En latín: Salve, Regina, Mater misericordiae; vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus, exsules filii Hevae; ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrymarum valle. Eia ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte; et Jesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exilium ostende. O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria. Amen.
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2Reza la oración final del Rosario (opcional). Con las manos todavía en el colgante, recita lo siguiente:
- En español: Oh Dios, cuyo Unigénito Hijo con su vida, muerte y resurrección, ha comprado para nosotros la recompensa de la vida eterna, concédenos, te rogamos, que, al meditar los Misterios del Más Santo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que promete, por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
- Latín: Oremus: Deus, cujus Unigenitus, per vitam, mortem et resurrectionem suam nobis salutis aeternæ praemia comparavit: concede, quaesumus; ut, haec mysteria sanctissimo beatae Mariae Virginis Rosario recolentes; et imitemur quod continent, et quod promittunt, assequamur. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amén.
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3Reza el Memorare (opcional). Esta oración es la más poco común, pero añade un bonito toque final a tu sesión íntima. Es así:
- En español: Acuérdate, oh Misericordiosa Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu protección, implorado tu ayuda, o procurando tu intercesión, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, volamos a ti, Virgen de las vírgenes, Madre nuestra. A ti venimos, delante de ti me postro, pecaminoso y doloroso. Oh, Madre del Verbo Encarnado, no desprecies nuestras súplicas, antes bien, en tu misericordia, escucha y responde a ellas. Amén.
- Latin: Memorare, O piissima Virgo Maria, a saeculo non esse auditum, quemquam ad tua currentem praesidia, tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia, esse derelictum. Ego tali animatus confidentia, ad te, Virgo Virginum, Mater, curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto. Noli, Mater Verbi, verba mea despicere; sed audi propitia et exaudi. Amén.
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4Reza la Letanía de Loreto (opcional). La Letanía es una lista de oraciones de llamada y respuesta, donde las primeras invocan a las tres Personas de la Santísima Trinidad para que “tengan piedad por nosotros”, mientras que el resto le piden a la Virgen María (bajo varios títulos como “Espejo de justicia”) para que “rece por nosotros”. Termina con una versión ligeramente distinta del Agnus Dei que se recita antes de la Santa Comunión en la misa. Puedes encontrar el texto completo de la Letanía aquí.
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5Reza por el Papa o por los muertos (opcional). En ocasiones, los católicos agregan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria para el Papa reinante, a fin de pedir que sea bendecido física y espiritualmente. Algunos también rezan otra serie más por las intenciones de los muertos, incluyendo los seres queridos y en particular a las almas sagradas del Purgatorio.
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6Termina con la Señal de la Cruz. Levanta la cabeza, siéntete aliviado y continúa con tu día, devoto y contemplativo. ¿No han valido la pena estos 20 minutos?
Consejos
- Si estás nervioso por un evento próximo, di una década silenciosamente en tu cabeza mientras conduces o esperas tu turno. Es muy relajante saber que nuestra Madre Santísima y Jesucristo están ahí para ti.
- Di una década por una persona necesitada. Todo lo que tienes que hacer es mencionar el nombre de la persona al final de la década. (p.e. Oh Señor, he dicho esta década del rosario por [el nombre de la persona] porque [circunstancia por la que has rezado])
- Realmente, no necesitas un Rosario; puedes rezar el Rosario con los dedos o usando otro método para contar.
Cosas que necesitarás
- Un Rosario o Rosario de dedo (opcional; se usa solo para llevar la cuenta de las oraciones; puede sustituirse por tus diez dedos)
- Gente con la que rezar (opcional - "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo con ellos" [Mt 18,20])