La úlcera tropical es una lesión cutánea dolorosa y necrótica (que ocasiona muerte de los tejidos) que se debe a una infección bacteriana mixta. Esta infección posiblemente debilitante es causada por una combinación de bacterias anaeróbicas y espirales, entre otras. La úlcera tropical en su mayoría afecta a los niños y adultos jóvenes en las regiones tropicales o subtropicales húmedas y calurosas. Si tienes una úlcera tropical, verás una llaga o lesión en el lugar en donde anteriormente hayas tenido una herida pequeña en la pierna o el pie. La herida se inflamará, se irritará y dolerá. Las pústulas que se formen exudarán un pus apestoso. Si tienes una lesión dolorosa o sospechas que tienes una úlcera tropical, consulta con un profesional médico de inmediato.[1]

Parte 1
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Reconocer los síntomas primarios

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    Busca una irritación en un lugar donde haya una herida pequeña. La úlcera tropical se asienta en las heridas que de por sí tengas. Por lo general, las úlceras tropicales surgen en heridas pequeñas. La piel comenzará a inflamarse poco después de que se infecte la herida. Al principio será pequeña pero se volverá más grande con rapidez. Primero observarás una pápula (lesión) ligeramente elevada y de un color marrón, rojo o rosado.[2]
    • Para el quinto o sexto día, se desarrollará una pústula de aproximadamente 1 centímetro de diámetro en el lugar de la herida inicial.
    • Es posible que la piel afectada esté enrojecida y escamosa y tenga comezón.
    • A medida que continúe la inflamación, parte de la piel progresará de un salpullido con comezón y escamas a secarse y pelarse.
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    Revisa para ver si hay una úlcera. Una úlcera es una llaga o lesión grave que viene acompañada de la descomposición del tejido cercano. En los pies o las piernas, la úlcera ocasionará daños serios a los tejidos, sangrado y posiblemente una muda grisácea (una capa de tejido muerto separada del resto de la piel). Es posible que el centro de la úlcera esté amarillo o rojo.
    • Quizás tenga una forma ovalada o redonda.
    • Si tienes una úlcera tropical, esta podría medir entre 1 y 33 cm (0,5 a 13 pulgadas) de diámetro. El tamaño de la úlcera dependerá de tu salud y nutrición generales. Mientras más saludable te encuentres, la úlcera será menos grave.
    • La úlcera crecerá con rapidez las primeras 3 semanas y luego su crecimiento se ralentizará hasta alcanzar su tamaño máximo después de aproximadamente 6 semanas.
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    Reconoce cuando sientas dolor. Las 2 o 3 primeras semanas de la úlcera tropical son las más dolorosas. Quizás te sea casi imposible caminar y estar de pie a causa del dolor.[3]
    • En varios casos, se observa una discapacidad pronunciada que hace que uno no pueda caminar, lo cual puede ocurrir cuando la infección se propaga al tendón, la vaina y los huesos.
    • Puedes aliviar el dolor mediante vendajes adecuados. Usa una venda no adhesiva y cámbiala todos los días. Lava la herida entre cada vendaje usando agua limpia y palméala para secarla.
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    Revisa para ver si hay un olor fétido. Cuando las pústulas se revientan, exudan una mezcla apestosa de sangre y pus. En las etapas posteriores de la enfermedad, es posible que un olor fétido indique también que los tejidos musculares han comenzado a podrirse y morir.[4]

Parte 2
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Revisar para ver si hay síntomas secundarios

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    Presta atención al tétano. El tétano es una enfermedad bacteriana grave que afecta el sistema nervioso. La bacteria del tétano entra en el cuerpo a través de una herida y, por ende, es importante que acudas al doctor para que te dé una vacuna de refuerzo contra el tétano si no te la han administrado en los últimos 10 años. El tétano ocasiona contracciones musculares dolorosas, sobre todo en la mandíbula, y puede tener un efecto sobre tu capacidad para respirar. Mantente alerta a los síntomas de que podrías tener tétano, entre ellos los siguientes:[5]
    • dificultad para tragar
    • espasmos que duran varios minutos
    • rigidez en el cuello o la mandíbula
    • fiebre
    • presión arterial alta
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    Revisa para ver si hay roturas en los tendones. El tendón de Aquiles (un tendón que conecta el talón a los músculos de la pantorrilla) suele encontrarse particularmente en riesgo de romperse si padeces una úlcera tropical. Puedes identificar una rotura en el tendón si escuchas o sientes un tronido o chasquido en la pantorrilla seguido rápidamente de un dolor terrible en la pierna o el tobillo. Si tienes el tendón roto, no podrás caminar adecuadamente ni apoyar una cantidad normal de peso sobre la pierna.[6]
    • La mayoría de los casos de rupturas en el tendón requieren cirugía. Conversa con tu doctor si sospechas que tienes un tendón roto.
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    Busca si hay gangrena. Conforme vaya progresando la úlcera tropical, esto podría ocasionar gangrena, un problema médico que se caracteriza por la muerte de los tejidos a causa de una infección. Si sospechas que tienes gangrena, comunícate con un profesional médico de inmediato para recibir tratamiento. Es posible que la úlcera se haya vuelto gangrenosa si ocurre lo siguiente:[7]
    • Tienes un dolor fuerte en la extremidad afectada y luego un periodo de entumecimiento.
    • La piel cerca de la úlcera está profundamente desteñida y parece estar magullada. Podría tener un color rojo, morado, negro, azul o bronce.
    • La piel está pálida, dura, entumecida o fría.
    • Tienes una fiebre muy alta o la presión arterial baja aparte de cualquiera de los síntomas anteriores.
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    Busca si hay edema. El edema es una acumulación de líquidos corporales que hace que la piel se inflame y se destiña.[8] Si observas que acumulas peso en las piernas o los pies, tienes rigidez en las articulaciones o sientes dolor en las piernas, es probable que tengas un edema. Esto podría indicar un caso de úlcera tropical en combinación con los síntomas relacionados.
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    Busca si hay hiperpigmentación. La hiperpigmentación es cuando la piel se oscurece en áreas desiguales.[9] Es posible que observes que la piel alrededor de la úlcera se destiñe y se vuelve más oscura que el resto de la piel que la rodea. Si bien esto suele ser temporal, podría durar varios meses.
    • La duración de la hiperpigmentación varía de una persona a otra.

Parte 3
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Minimizar los factores de riesgo

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    Ten cuidado al viajar a regiones tropicales. Como su nombre lo indica, las úlceras tropicales surgen en las regiones calurosas y tropicales del mundo. La bacteria que ocasiona las úlceras tropicales se encuentra en la mayor parte de África y América del Sur, así como también en la India, Pakistán, Irán y el sudeste asiático. Al viajar a estos lugares, debes evitar los bosques y selvas, además de los pantanos y ciénagas.
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    Evita el lodo y los charcos. Las bacterias que ocasionan las úlceras tropicales se desarrollan bien en el agua sucia. No debes pisar el lodo ni los charcos sino, en cambio, caminar alrededor de ellos para evitar el contacto.
    • Si te llega a salpicar lodo, límpiatelo de inmediato.
    • Las personas que viven cerca de los ríos o arroyos, los granjeros que trabajan en las plantaciones de arroz y las personas que viven en zonas de barrios bajos corren el riesgo de desarrollar úlceras tropicales.
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    Trata las heridas de inmediato.[10] La exposición de las heridas a los elementos puede hacer que corras un mayor riesgo de infección. Enjuaga la herida usando agua limpia, aplica un antibiótico tópico al lugar de la herida y envuélvela con vendas limpias.[11] En el caso de las heridas más graves, debes consultar con un doctor.[12]
    • Ten particular cuidado con las lesiones en las piernas y los pies, ya que el 90 % de las úlceras tropicales se desarrolla debajo de la rodilla.
    • Luego, lo mejor es mantener la zona limpia y seca a toda costa, sobre todo en los casos de quemaduras.
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    Protégete las piernas y los pies. Caminar descalzo incrementa el riesgo de que padezcas úlceras tropicales, ya que las bacterias que las causan suelen entrar a través de las heridas en las piernas o los pies. Además, el uso de calzado apropiado reduce la probabilidad de que te hagas una herida a través de la cual puedan entrar las bacterias de las úlceras tropicales. Estas bacterias también pueden propagarse de una persona a otra si ambas caminan descalzas sobre el mismo suelo.
    • Usa calcetines limpios y zapatos que te queden bien.
    • Asimismo, usa pantalones que se extiendan hasta el tobillo.
    • No uses pantalones cortos.
    • Mantén los pies secos. Evita caminar por una distancia significativa con zapatos mojados. Si se te mojan los zapatos, quítatelos y déjalos secar.
    • Evita compartir ropa o zapatos con otras personas.

Consejos

  • Las úlceras tropicales son muy serias. Si sospechas que tienes una úlcera tropical, comunícate de inmediato con un doctor.
  • Si no se trata de inmediato, la bacteria puede llegar a los tejidos musculares, los tendones y los huesos.
  • En el peor de los casos en donde la infección no se puede controlar, la única solución es la amputación.
  1. Miguel Cunha, DPM. Podólogo certificado por el colegio oficial. Entrevista a especialista. 22 de abril de 2020.
  2. https://www.nhs.uk/common-health-questions/accidents-first-aid-and-treatments/how-do-i-clean-a-wound/
  3. Miguel Cunha, DPM. Podólogo certificado por el colegio oficial. Entrevista a especialista. 22 de abril de 2020.

Acerca de este wikiHow

Miguel Cunha, DPM
Coescrito por:
Podólogo certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Miguel Cunha, DPM. El Dr. Miguel Cunha es el fundador de Gotham Footcare y es un podólogo con sede en Manhattan, Nueva York. El Dr. Cunha es un cirujano de pie y tobillo con experiencia en el tratamiento de una amplia gama de afecciones de pie y tobillo, desde problemas menores hasta cirugías reconstructivas complejas de pie y tobillo. El Dr. Cunha recibió su diplomado en Medicina Psicológica en la Facultad de Medicina Podológica de la Universidad de Temple y completó su residencia como jefe de residentes en el Centro Hospitalario de Washington y la Universidad de Georgetown, donde se especializó en traumatismos de las extremidades inferiores, recuperación de extremidades inferiores y cirugía reconstructiva del pie y el tobillo. El Dr. Cunha es miembro de la Asociación Americana de Medicina Podológica, la Asociación Médica Podológica de Nueva York, el Colegio Americano de Cirujanos de Pie y Tobillo, y está certificado por la Junta en Medicina Podiátrica. Este artículo ha sido visto 2864 veces.