Este artículo fue coescrito por Chloe Carmichael, PhD. La doctora Chloe Carmichael es psicóloga clínica licenciada que dirige un consultorio privado en la ciudad de Nueva York. Con más de una década de experiencia en consultoría psicológica, Chloe se especializa en problemas de relaciones, manejo del estrés, autoestima y coaching profesional. También ha impartido cursos de pregrado en la Universidad de Long Island y se ha desempeñado como profesora adjunta en la Universidad de la ciudad de Nueva York. Completó su doctorado en psicología clínica en la Universidad de Long Island en Brooklyn, Nueva York, y su formación clínica en Lenox Hill Hospital y Kings County Hospital. Tiene la acreditación de la Asociación Americana de Psicología y es autora de “Nervous Energy: Harness the Power of Your Anxiety”.
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Una familia saludable puede levantarte en momentos difíciles, apoyarte con tus aspiraciones y animarte para ser la mejor versión de ti mismo. Las personas con familias saludables y conectadas son más felices, tienen menos problemas de salud y viven más tiempo.[1] Sin embargo, para obtener estos beneficios, tu familia tiene que llevarse bien. Si eres malo con tus familiares y no sabes cómo detenerte, es hora de tomar las medidas correctas para corregir tu comportamiento, y de trabajar para ser más amable por el bienestar de todos.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Escoger un comportamiento positivo
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1No grites, chilles ni arremetas con violencia. Si se ha vuelto normal en tu familia arremeter al levantar la voz, es hora de trabajar para cambiar ese comportamiento en toda la familia. El abuso físico y verbal puede presentarse de distintas formas, e incluye gritar, chillar, reprender, golpear, abofetear o humillar a alguien.[2] En vez de permitir que la discusión aumente al próximo nivel, habla con un tono de voz calmo y transmite tus opiniones y visiones sin gritar ni chillar.
- En vez de hacer alusiones personales, di algo así como "Realmente no me gustó la forma en que entraste en mi habitación y leíste mi diario. Esos son mis pensamientos personales, y quiero guardarlos para mí".
- Los miembros mayores de la familia deben establecer el ejemplo. Cuanto más grites y chilles en la casa, más probable será que los niños imiten el comportamiento.[3]
- Si eres una persona más joven en la familia y los mayores gritan y chillan, eso no significa que sea lo correcto. Conserva la calma y habla con tus familiares.
- Decir cosas como "Relájate" o "No es gran cosa" podría enfadar a los demás. Procura ver la situación desde su perspectiva y los motivos por los que están molestos, en vez de desestimar sus sentimientos.
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2Detente y piensa por qué estás tan enojado con los demás. Si sueles enojarte, es importante que comiences a comprender tu enojo y que trabajes para reducirlo en momentos de conflicto. Estar enojado todo el tiempo puede hacer estragos en tu salud física y mental. En un período prolongado, puede causar insomnio, hipertensión, problemas de digestión y depresión.[4] Sé honesto contigo mismo y piensa por qué te enojas. Luego, desarrolla posibles soluciones y acuerdos, en vez de perder la calma.
- Por ejemplo, si tus padres te piden que mejores tus calificaciones y te enojas, piensa por qué reaccionas así. ¿Estás enojado porque te piden que hagas algo o porque tienes dificultades en la escuela y podrías necesitar ayuda? A fin de cuentas, solo velan por tus mejores intereses.
- Suelta los pensamientos negativos de soberbia. No pienses cosas como "No es justo" ni te obsesiones por no salirte con la tuya. Esto solo te enfadará más con el paso del tiempo.[5]
- No reprimas tus sentimientos y emociones para parecer amigable o educado. Si algo te molesta, habla. De lo contrario, podrías reprimir la ira, la cual surgirá en algún momento.[6]
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3Canaliza tu energía a través de un pasatiempo físico o deporte. La actividad física libera endorfinas en el cerebro que te hacen sentir más feliz.[7] Si sueles enojarte con mucha frecuencia, quizás se deba a la falta de actividad física. Únete a equipos deportivos locales o a un club, o comienza un pasatiempo que implique hacer ejercicio.
- Si eres niño o adolescente, únete a un equipo deportivo en la escuela o un deporte interno en el centro comunitario local.
- Si eres más grande, algunos pasatiempos que puedes comenzar son practicar senderismo, escalar montañas, andar en bicicleta o salir a trotar.
- Estar muy involucrado con un pasatiempo o deporte también te mantendrá alejado de tu familia con una mayor frecuencia, lo que podría permitirte valorarla.
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4Trata a tus familiares como quisieras que te traten. A menudo conocida como "la regla de oro", tratar a los demás como quisieras que te traten es una expresión común en muchas religiones y culturas.[8] Recuerda los momentos en que ciertas personas hayan sido crueles, despectivas o hayan intentado humillarte en el pasado, y trabaja para revivir esas emociones sentidas en ese período. Esto te ayudará a identificarte con tus familiares y lo que sienten cuando eres malo con ellos.
- Recuerda algún momento en que alguien en la escuela se haya burlado de ti frente a una multitud. Es muy probable que te hayas sentido humillado, avergonzado y deprimido. Comprende que así es como se sienten tus familiares cuando les gritas o chillas en público.
- Tratar mal a los demás anima a las personas a tratarte de una forma similar.
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5Ten en cuenta todos los actos de amor que tienen por ti. Si tienes pensamientos negativos sobre las personas de tu familia y comienzas a acumular resentimientos por ellas, es difícil romper la mentalidad y tener en cuenta todas las cosas positivas que hacen. Piensa en los momentos del pasado en que se hayan sacrificado para hacerte más feliz, o los momentos que todos hayan compartido en compañía, en vez de concentrarte en los recuerdos negativos.
- Si eres adolescente, recuerda que tus padres te proporcionan comida, ropa, refugio, amor y oportunidades de educación. Si eres padre o madre, piensa en la alegría que has sentido al tener a tus hijos y procura ser más comprensivo.
- Otro método que puedes usar es imaginar cómo te sentirías si perdieras a ese familiar por el que tienes sentimientos negativos. Esto podría ayudarte a valorarlo más.[9]
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Método 2
Método 2 de 3:Hacer cosas buenas
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1Haz cosas en la casa sin que te lo pidan. Si eres niño o adolescente, eso significa que tendrás que ocuparte de ciertos quehaceres o ayudar a tus padres o hermanos mayores con tareas como sacar la basura o lavar los platos. Como adulto, puedes esforzarte por crear un ambiente positivo para la familia. Puedes preparar una comida casera, comprar flores para alegrar el lugar o hacer mejoras en la casa para mejorar la vida de todos.
- El desorden puede crear estrés y tensión. Asegúrate de ordenar y hacer cosas en la casa para mejorar el estado de ánimo de la familia.[10]
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2Compra o haz regalos. Comprar regalos sorpresa para tus familiares puede mejorar su ánimo y ponerlos de buen humor. Compra algo que disfruten o que hayan dicho que desean tener. Un regalo con un valor sentimental le recordará a la persona que te importa y la valoras.
- Algunas ideas de regalos pueden ser chocolates, flores, un videojuego nuevo, un instrumento o un Blu-ray de su programa favorito.
- Si no tienes dinero, puedes hacer una tarjeta, escribir una nota, pintar algo o tomar una flor del jardín.
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3Discúlpate cuando te equivoques. Cuando notes que has hecho algo mal, es importante que te disculpes. En vez de dejar que pase, acércate a la persona que has herido y dile que lo sientes. No pienses en la acción y si está justificada o no. En cambio, enfócate en cómo tus acciones han hecho sentir al otro. Asume tu responsabilidad personal por tus acciones y no culpes a los demás.
- Puedes decir algo así como "Lamento mucho haberme olvidado de sacar al perro ayer. Fue mi culpa e intentaré no volver a hacerlo".
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4Apoya a tu familia en los momentos difíciles. Todas las personas atraviesan momentos duros y necesitan apoyo. Uno de los mejores lugares para recibir ese apoyo es a través de la familia. Comprende la perspectiva de tus familiares y considera cómo se sienten y por qué. Dales el apoyo que necesiten, pero sin presionar. Hazles saber que estarás disponible cuando estén listos para hablar.
- Si eres adulto, no seas despectivo ni digas cosas como "Supéralo" a los miembros más pequeños de la familia. Por más que el asunto te resulte trivial, podría causarle un gran estrés a la persona.
- Si eres niño o adolescente, apoya a tus familiares mayores en los momentos difíciles al ayudar más en la casa y hacer cosas bonitas por ellos.
- Compórtate de la mejor forma posible cuando tus padres trabajen mucho o uno de tus familiares esté enfermo.
- Si un miembro joven de la familia necesita un consejo, asegúrate de estar para él.
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Método 3
Método 3 de 3:Comunicarte con tu familia
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1Sé abierto, honesto y educado. Las personas que tienen familias saludables y felices tienen una buena comunicación. Esto comienza con ser abierto, honesto y educado. Hablen de todos los temas, desde cómo les ha ido en el día hasta sus aspiraciones para el futuro para que todos puedan conocerse mejor. Si no te gusta algo que hacen, asegúrate de decírselos. Cuanto más te comuniques, menos tendrás que adivinar qué pasa por su mente, porque te lo contarán libremente.
- Comienza por decir "¿Cómo ha estado tu día?" cuando veas a tus familiares al llegar a casa.
- Puedes comunicar tu desaprobación al decir algo así como "Juan, sé que te gusta jugar a los videojuegos, pero tienes que limitarte a tres horas al día. Jugar tanto te impide hacer la tarea, y no es bueno para ti".
- No tengas miedo de decirles a tus padres la verdad si has hecho algo malo. Si te descubren y no les has contado, las consecuencias podrían ser peores.
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2Escucha a tus familiares sin interrumpir. Escuchar a alguien y realmente prestar atención a sus problemas fortalece la relación. Desafortunadamente, muchas personas nunca han aprendido cómo escuchar de verdad a los demás. La escucha activa implica darle al otro un tiempo para hablar, reconocer sus problemas y emociones, y ofrecer comentarios significativos.[11]
- El silencio en ocasiones es la mejor forma de hacer que alguien admita sus errores. Las personas generalmente resuelven los problemas de manera verbal al explicar algo.
- No seas crítico cuando alguien te admita o confiese algo. Esto evitará que sea abierto y honesto en el futuro.[12]
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3Aléjate cuando te enojes. Es mejor hablar más tarde, una vez que recuperes la compostura. Una de las mejores formas de evitar una discusión es dejar de participar en la conversación que te haga enojar. Aléjate sin confrontaciones y dile a la persona que le hablarás más tarde. De esta forma, tendrás tiempo para calmarte y para pensar en la situación.[13]
- Puedes decir algo así como "Necesito calmarme ahora, pero quiero hablar del tema más tarde. ¿Te molesta si hablamos dentro de una hora?".
- Asegúrate de retomar el punto de conflicto una vez que te calmes. No evites el tema por completo. De lo contrario, el resentimiento podría crecer.
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4Sé respetuoso.[14] Si eres niño o adolescente, hay reglas y normas que tendrás que seguir. Los mayores tienen más experiencia de vida y posiblemente sepan más de una situación que tú. Hablar con un tono malicioso, sarcástico, despectivo o enojado es irrespetuoso, y muchos padres se enojarán. Los niños y adolescentes deben aprender de los errores de las personas más grandes y absorber tanta información como puedan.
- Hablar de forma negativa crea un ambiente negativo que te perjudicará a largo plazo.
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5Comprende su perspectiva.[15] Si eres niño o adolescente, comprende que, gran parte de lo que los mayores hacen es por tu bien, por más que no parezca obvio al principio. Su prioridad es mantenerte seguro, feliz y exitoso, y esto puede incluir obligarte a hacer cosas que no te gusta hacer. Como adulto, recuerda establecer pautas para los miembros más pequeños de la familia, pero no olvides identificarte con ellos. No es necesario que seas su mejor amigo, pero comprende que tienen un rango emocional similar, por más que sean distintas las cosas que disparan sus emociones. Por más que un tema te parezca tonto, el miedo, la depresión, la ansiedad y el enojo son emociones que un miembro joven de la familia podría experimentar.[16]Anuncio
Referencias
- ↑ http://www.health.harvard.edu/newsletter_article/the-health-benefits-of-strong-relationships
- ↑ http://www.helpguide.org/articles/abuse/domestic-violence-and-abuse.htm
- ↑ http://www.parents.com/health/healthy-happy-kids/yelling-doesnt-help/
- ↑ https://www.betterhealth.vic.gov.au/health/healthyliving/anger-how-it-affects-people
- ↑ http://www.harleytherapy.co.uk/counselling/deal-with-anger-management-techniques.htm
- ↑ http://www.harleytherapy.co.uk/counselling/repressed-anger.htm
- ↑ http://www.harleytherapy.co.uk/counselling/deal-with-anger-management-techniques.htm
- ↑ http://www.iep.utm.edu/goldrule/
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/happiness-in-world/201407/why-were-nicer-strangers-the-people-we-love-most
- ↑ http://www.apartmenttherapy.com/10-things-that-will-make-you-happier-at-home-174151
- ↑ http://psychcentral.com/lib/become-a-better-listener-active-listening/
- ↑ https://www.mindtools.com/CommSkll/ActiveListening.htm
- ↑ http://lifehacker.com/5861760/how-to-deal-with-family-members-that-stress-you-out-or-drive-you-crazy
- ↑ Chloe Carmichael, PhD. Psicóloga clínica licenciada. Entrevista a especialista. 14 de julio de 2020.
- ↑ Chloe Carmichael, PhD. Psicóloga clínica licenciada. Entrevista a especialista. 14 de julio de 2020.
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/the-mindful-self-express/201209/worst-mistakes-parents-make-when-talking-kids