En el fútbol, los delanteros son una posición muy importante. Si quieres ser delantero, será necesario que tengas velocidad, un buen juego de pies, tiros potentes y una mente astuta para el fútbol. Un delantero solo tiene unas cuantas oportunidades durante un partido, pero deberás convertirlas en goles. Si quieres ser un buen delantero de fútbol, debes empezar a entrenar para esta posición y luego aprender a leer el partido de forma que puedas modificar tu juego.

Método 1
Método 1 de 3:
Entrenar de manera eficaz como delantero

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    Aprende a realizar tiros rápidos a la par que mantienes la precisión. Mientas más rápido puedas realizar un tiro, serás más letal en la parte delantera del campo. Debes trabajar en un tiro de dos toques. En el primer toque, creas espacio para balancear la pierna ya sea hacia un lado de un defensor o al recibir el balón. El segundo toque corresponde al tiro en sí. En caso de que puedas realizar estos tiros de dos toques, podrás empujar el balón hacia un lado de un defensor y lanzar un tiro antes de que siquiera pueda reaccionar.
    • Cuando te sientas cómodo con estos tiros rápidos, creando espacio y lanzando con rapidez, trabaja en hacerlo sobre la marcha driblando hacia la portería, haciendo un toque y realizando el tiro.[1]
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    Practica lanzar el balón hacia la portería inmediatamente desde el aire. Por lo general, esto será un tiro de cabeza hacia la portería o un "voleo", que es cuando golpeas el balón antes de que toque el suelo. Esto es difícil pero esencial, y un excelente delantero puede reorientar un balón aéreo hacia la portería sin asentarlo, ya que esto le da tiempo a la defensa de reaccionar. Es posible practicarlo con facilidad con un amigo que te lance pases cruzados y tiros de esquina, aunque debes tener en cuenta algunas cosas.
    • Termina el movimiento hacia tu objetivo. En el caso de los tiros de cabeza, esto se refiere a que tus hombros se volverán hacia la portería. En el caso de las patadas, el indicador suelen ser las caderas. Estas se volverán junto con el tiro hacia la portería cuando termines de manera precisa.
    • Esta es una habilidad que es prácticamente inútil si estás quieto. Siempre debes trotar, moverte o atacar el balón sobre la marcha, incluso en los entrenamientos. Es raro que tengas tiempo para estar quieto durante un partido cuando el balón esté acercándose a la zona de penal.
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    Concéntrate en controlar el balón desde el aire con todo tu cuerpo. Será necesario que seas bueno para el control del balón desde el aire. Esto se refiere a llevar el balón del aire al suelo con fluidez y se debe a que gran parte del juego para un delantero proviene de los balones largos y pases cruzados aéreos. Tu toque debe terminar con el balón a alrededor de 30 cm (1 pie) frente a ti de forma que tu siguiente toque de inmediato pueda realizar un pase o un tiro o driblar. Estas son algunas buenas formas en las que puedes practicarlo:
    • Los malabares constituyen una excelente forma de practicar los toques con todo el cuerpo pero únicamente si te planteas un reto. Puedes ver qué tan alto te es posible llevar el balón sin perder el control.
    • Patea balones largos con un amigo. Puedes empezar a alrededor de 20 m (20 yardas) e ir alejándote lentamente cada vez más. Conforme vayas mejorando, puedes incrementar la velocidad entre cuando controles y devuelvas el balón de un tiro.
    • Patea contra una pared lanzando tiros o pases cruzados hacia una superficie dura y reaccionando con rapidez para atrapar el rebote.[2]
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    Practica desafiar a los defensores mano a mano. Debes poder circunvalarlos sin que te ayuden tus compañeros de equipo. Cuando tengas el balón, debes poder driblar alrededor de los defensores y hacia la portería mediante diversos "movimientos" (por ejemplo, el Maradona, el paso por encima o las tijeras). Algunos buenos movimientos de dribleo son el amago del hombro y el paso por encima. Si bien no es necesario que todos los delanteros jueguen un fútbol sedoso y técnico como Messi, sí debes tener unas cuantas formas de circunvalar a un defensor de forma que se esfuerce más y te respete en lugar de quedarse rezagado y esperar a que hagas un pase.
    • Reta a un amigo cercano o compañero de equipo a ejercicios mano a mano. Solo tienes que elaborar un rectángulo delgado y alternar entre atacar y defender. Un "gol" ocurre cuando cruzas la línea de meta opuesta teniendo el control del balón.
    • No siempre podrás ganarle a un defensor directamente. En ocasiones, también es necesario que protejas y controles el balón de espaldas a la portería.[3]
    • Puedes trabajar en movimientos por tu cuenta. Dispón una zona de penal y trabaja en movimientos de dribleo, corte y tiro a toda velocidad, permaneciendo dentro de la zona para así trabajar en el control.
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    Desarrolla ambos pies para convertirlos en armas peligrosas para anotar goles. Aparte del infame Arjen Robben, son pocos los delanteros peligrosos que solo pueden usar un pie. Si te sientes cómodo con el pie derecho y el izquierdo, esto expande tu conjunto de herramientas en gran medida debido a que los defensores buenos te castigarán si únicamente puedas usar un lado del campo. Cada vez que hagas ejercicios, debes hacerlos con ambos pies y dedicar un tiempo adicional a desarrollar tus habilidades para realizar tiros y pases con tu pie "malo". Si bien nunca será tan bueno como tu pie dominante, volverás locos a los defensores si te es posible cortar en la otra dirección y realizar un pase limpio con tu pie débil.
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Método 2
Método 2 de 3:
Leer el partido a la ofensiva

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    Presta atención al tiro en todo momento, manteniendo tu hambre de gol. El principal objetivo de un delantero es lanzar el balón con precisión. Aunque no anotes un gol, realizar un tiro preciso genera tiros de esquina, desviaciones y rebotes que pueden ocasionar goles y poner bajo presión a los defensores. Siempre debes tener la mentalidad de crear el espacio necesario para lograr un tiro, ya sea para ti o para tus compañeros de equipo.
    • Ten en cuenta que lo que quieres es que tu equipo realice tiros, no solo tú. Algunos delanteros tendrán muchas oportunidades directas, en tanto que otros les dan buenas oportunidades a sus compañeros delanteros y únicamente aprovechan unas cuantas ellos mismos.
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    Sal disparado, serpentea y corre a toda velocidad hacia los espacios abiertos para generar caos en la defensa. Un delantero móvil es el más peligroso. Aunque no consigas el balón todo el tiempo, los buenos delanteros saben que es necesario que mantengan en ascuas a la defensa durante 90 minutos, ya que así es como cometen errores y revelan la clase de espacios que generan goles. Si tu equipo tiene el balón, debes buscar los espacios abiertos y empezar a correr.
    • Siempre debes estar trotando ligeramente o estar sobre las bolas de tus pies de forma que puedas aventajar a los defensores cuando se abran espacios. Ellos buscarán cerrar los espacios en tanto tú intentas llenarlos.
    • Presta atención a los demás delanteros de tu equipo. Si calculas las carreras de forma que serpentees y te entrecruces con ellos, esto desconcertará enormemente a la defensa.[4]
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    Calcula tu acercamiento a los pases cruzados de forma que los golpees cuando estés yendo prácticamente a toda velocidad. Si tan solo te quedas parado en la zona de penal esperando a que llegue el balón, será extremadamente fácil marcarte. En cambio, debes calcular tus carreras de forma que te acerques al balón conforme esté llegando y así puedas cortarlo antes de que se le acerque a un defensor y tener una ventaja para cualquier tiro de cabeza que requiera que saltes. Mantente atento al balón y llega a él justo cuando esté disponible para jugar para así ganar muchos más tiros de cabeza, voleos y balones largos.
    • Esta también constituye la mejor estrategia para evitar las trampas del fuera de juego, ya que puedes pasar de trotar a correr a toda velocidad apenas se juegue el balón en lugar de tratar de alcanzar la máxima velocidad estando parado.
    • Las carreras curvas son muy buenas para generar tiempo y espacio. No corras a toda velocidad hacia dentro de la zona de penal directamente sino, en cambio, toma un camino curvo conforme el balón se vaya acercando por los flancos. Luego, corta directamente hacia adentro cuando el balón esté en el aire. Mediante esta carrera curva, puedes acercarte a la zona de penal corriendo a la par que de todos modos puedes cambiar de dirección con rapidez.
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    Acércate al balón en lugar de siempre correr en dirección opuesta él. Esto quiere decir que debes correr hacia tu compañero de equipo que tenga el balón, abrir espacio y acortar el pase. Esto es de particular importancia cuando estés trabajando con otro delantero, ya que el espacio del cual acabes de alejarte ahora quedará abierto para él en caso de que tu defensor te siga. Si no consigues el balón y un defensor sigue marcándote, sigue moviéndote. Si consigues el balón, haz el intento de volverte a mirar hacia la portería, ejerciendo una gran presión sobre la defensa.
    • Siempre debes mirar con rapidez por encima del hombro al acercarte a tu compañero que tenga el balón. En caso de que hayas atrapado a tu defensor distraído, es posible que tengas más tiempo con el balón de lo que crees.[5]
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    Reta a la defensa mano a mano cuando tengas espacio para correr. Si bien un delantero no puede ser egoísta, tampoco puede ser pasivo. Es necesario que puedas correr hacia un defensor que tenga el balón, realizar un movimiento para ganarle, correr a toda velocidad con un toque grande o atraer a la defensa para realizar un pase en el último momento. Los delanteros excelentes obligan a la defensa a reaccionar a ellos. Esto genera espacios para el resto de tu equipo. Los mejores momentos para atacar son cuando la defensa está en movimiento, en particular a medida que se desplazan hacia atrás. Dirígete a ellos, obligándolos a tomar una decisión.[6]
    • Los flancos constituyen un buen lugar en el que puedes desafiar de verdad a los defensores. Por lo general, no tienen mucho apoyo, y es mucho más fácil ganarles el balón si las bandas están a tu favor.
    • Evita lanzarte hacia los defensores si te encuentras cerca del mediocampo a menos que estés seguro de poder ganarles, ya que perder el balón en esta zona es particularmente peligroso.
    • Aunque pierdas el balón, ningún defensor quiere estar bajo presión durante todo el partido. Empezarán a desmoronarse y cometer errores. Se necesita apenas una diferencia de un gol para ganar o perder un partido, y lo que quieres es que ese gol esté a tu favor.
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    Sigue todos los tiros y pases cruzados hacia la portería. Esto es de particular importancia para los jugadores más jóvenes debido a que los defensores y porteros sin experiencia cometerán errores que ocasionarán goles fáciles. Después de que tú o un compañero de tu equipo realicen un tiro, debes correr tras la pelota hacia la portería listo para volver a lanzar un tiro ante cualquier rebote, desviación o salvada parcial.
    • Es muy, muy difícil despejar el balón en la defensa al estar mirando a tu propia portería. Si haces que esta labor sea aún más difícil, podrás hacer unos cuantos goles fáciles cada temporada.[7]
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    Regresa al mediocampo a la defensiva, reteniendo a los defensores traseros. Espera a recibir el balón de un desvío o patada. No le servirás de nada a tu equipo, ya sea en la defensa o en la ofensiva, si tan solo te quedas parado en la parte delantera del campo y esperas. Regresa al mediocampo para evitar que los defensores asienten el balón y realicen pases cruzados fáciles hacia tu lado del campo sin presión. Lo que es más importante, debes estar preparado para acercarte a otro delantero que tenga el balón o correr a toda velocidad en los contraataques. En caso de que alguien realice un pase cruzado o despeje el balón, es tu responsabilidad mantener la posesión hasta que tu equipo se coloque en una posición ofensiva.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Adaptar tu juego según las posiciones delanteras

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    Modifica tu estrategia y tus carreras según el sistema ofensivo de tu equipo. No todos los delanteros pueden jugar con el mismo estilo. La mayor variable tiene relación con la cantidad de otros delanteros con los que vayas a jugar debido a que esto cambia en gran medida la forma como te conduzcas. En caso de que seas el único delantero, deberás mantenerte muy cerca de la defensa y extender el campo para tu equipo. En caso de que haya tres delanteros, necesariamente tendrás que regresar a jugar a la defensiva en ocasiones.
    • Al delantero alto que se utiliza para retener el centro del campo y generar espacio se le suele conocer como delantero central. Estos son grandes blancos que retienen el balón y generan espacio ofensivo para los demás.
    • Los delanteros laterales o aleros en esencia son mediocampistas exteriores ofensivos. Es necesario que sean muy buenos driblando mano a mano y tengan una gran velocidad y habilidad para realizar pases cruzados.
    • Los atacantes suelen mantenerse debajo de un delantero central que controle el balón de espaldas a la portería. El objetivo de este es hacerle llegar el balón a un atacante que se encuentre en una posición peligrosa, lo cual hace que los atacantes sean los más rápidos manipulando el balón y realizando tiros.[9]
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    Retén el espacio campo arriba hasta donde la defensa te lo permita. En tu calidad de delantero central, es necesario que generes espacio para el resto del equipo. Por tanto, mantén la línea de fuera de juego a tanta profundidad como te lo permita la defensa. Cuando consigas el balón, haz el intento de volverte hacia la portería, aunque ten en cuenta que no es necesario. Tan solo debes retener el balón en tanto tus compañeros de equipo corren hacia ti para apoyarte. Tu objetivo es atraer a la defensa y obligarla a jugar contigo de forma que puedan abrir una gran cantidad de espacio a lo largo de los flancos.[10]
    • En caso de que haya dos delanteros centrales, podrían intercalarse de forma que uno esté más adelante y otro esté más cerca del mediocampo. De este modo, se abre espacio en cada flanco para ambos además de para una jugada combinada peligrosa en el centro.
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    Controla y dirige el centro del campo con rapidez y eficiencia. En tu calidad de atacante, es necesario que estés buscando tiros. Independientemente de que formes parte de un sistema de 2 o 3 personas, los delanteros atacantes deben lograr que el balón mire hacia la portería cada vez que puedan. Los atacantes intentan crear apenas el espacio suficiente como para lanzar un tiro, castigando a la defensa por su ociosidad y sus lapsos. Tus herramientas básicas serán los pases rápidos de un solo toque y las combinaciones de uno y dos, o bien lanzar una tijera rápida y realizar un tiro fuerte con espacio. Evita quedarte parado con el balón sino que debes mantenerlo en movimiento y siempre buscar tiros, realizando carreras a toda velocidad de 10 a 20 m (10 a 20 yardas) a través de la defensa para lograr pases y tiros rápidos que encajen en los espacios.
    • Es útil realizar tiros aunque no anotes. Conforme las defensas sienten que se acerca un tiro desde más afuera, empujan hacia el centro para así evitar que realices tiros con mayor frecuencia. Esto suele abrir espacio detrás de la defensa para realizar pases y pases cruzados.[11]
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    Enfócate en los pases cruzados de buena calidad y las carreras diagonales peligrosas en la posición lateral. Ataca la línea de meta sin compasión, lanzándote hacia los defensores y obligándolos a barrerse de forma que se generen tiros de esquina y lanzamientos laterales profundos. Tu objetivo es hacer que el balón llegue cerca de la línea de meta y luego introducirlo en la zona de penal, de preferencia a medida que los defensores corren hacia su propia portería. Además, debes mantenerte atento al centro del campo. En caso de que los defensores centrales estén volviéndose ociosos o parezcan haberse olvidado de ti, con una carrera diagonal cortante directamente hacia la portería estarás disponible para pases cruzados, tiros y balones largos.
    • Apenas tu equipo tenga el balón, debes abrirte lo más que puedas. De este modo, estirarás a la defensa de manera considerable y crearás una gran cantidad de espacio para ti y para los demás.
    • Dependiendo de la base del equipo, es posible que se espere que un alero juegue mucho más en la defensa que la mayor parte de los delanteros. Ten cuidado de coordinarlo con el entrenador y con los defensores laterales.[12]
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    Observa a los delanteros profesionales. Presta atención a lo que hagan cuando no tengan el balón. La próxima vez que veas un partido profesional, debes prestar atención a dónde se encuentra el delantero cuando no toca el balón. Observa la forma como los delanteros buenos siempre están en movimiento. Esto hace que la defensa esté constantemente mirando hacia el centro del campo y reajustándose. Conforme vayas viendo más partidos, presta atención a la forma como los dos o tres delanteros trabajen juntos, reteniendo su espacio y entrecruzándose para manipular a los defensores de forma que generen espacio.
    • Observa a los atacantes de ambos equipos. ¿De qué manera difieren sus movimientos?
    • ¿Qué hacen los atacantes en distintas partes del partido? Cuando un equipo va ganando, tiende a replegarse, en tanto que a los equipos que van perdiendo les gusta empujar a los atacantes más hacia adelante para generar oportunidades de anotar goles.[13]
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Consejos

  • No seas callado en el campo. Debes estar constantemente informándoles a tus compañeros de equipo sobre dónde te encuentras en el campo de forma que puedan hacerte llegar el balón con facilidad.
  • Nunca debes renunciar a un balón cuando el portero salga. Nunca sabes cuándo podría cometer un error.
  • El primer toque es muy importante, así que debes hacer que sea bueno.
  • No mejorarás si no practicas. La única forma en la que puedes tener éxito es entrenando duro.
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Acerca de este wikiHow

Walter Merino
Coescrito por:
Entrenador de fútbol
Este artículo fue coescrito por Walter Merino. Walter Merino es un entrenador de fútbol juvenil y cofundador de Olé Soccer Club con sede en el área de Los Ángeles, California. Ha entrenado a jóvenes desde los cuatro años hasta la secundaria y la universidad. Walter ha jugado fútbol universitario para Cal Poly Pomona y Los Angeles Mission College. Sus logros incluyen entrenar al Olé Soccer Club para ganar el título Cal South State Cup Governors Boys 2007 Division en el 2017. Este artículo ha sido visto 231 360 veces.
Categorías: Fútbol
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