La clave para tener clase es comportarte con seguridad en ti misma y con elegancia. Sé educada siempre y mantén la calma en todo momento. Evita comportarte de forma grosera, como diciendo palabrotas, y mantén una buena postura para mostrar que te sientes orgullosa de ti misma. Cómprate ropa apropiada y con clase, y mantenla sin arrugas. Lleva una apariencia bien ordenada, con uñas, cabello y maquillaje pulcros.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Comportarte con elegancia

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    Demuestra tus buenos modales. Una parte clave de ser una chica con clase es ser educada y respetuosa. Muestra tus buenos modales todos los días usando frases como “Por favor”, “Gracias”, “De nada” y “Permiso”. Trata con cortesía a las personas que te rodeen y evita hablar en voz alta o ser grosera.[1]
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    Mantén la calma en las situaciones estresantes. Para mostrar clase, evita dejar que tus emociones saquen lo peor de ti cuando la situación se ponga difícil. Respira hondo si te sientes abrumada, pero controla tu reacción y aprovecha la oportunidad de desahogarte con un amigo o ser querido en un momento más discreto.[2]
    • Para calmarte, toma un vaso de agua.
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    Evita decir palabrotas. Mostrar una imagen con clase significa evitar el lenguaje grosero o vulgar. En lugar de decir palabrotas, usa adjetivos complejos para enfatizar tu punto de vista. Habla como si siempre estuvieras en la presencia de alguien a quien no te gustaría decirle palabrotas, como uno de tus abuelos.[3]
    • Por ejemplo, si estás molesta por algo, di “¡Eso es deplorable!” en lugar de decir palabrotas.
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    Mantén una buena postura. Pararte derecha es un signo de seguridad en ti misma, que va de la mano con tener clase. Para pararte con una mejor postura, echa los hombros hacia atrás y evita encórvate. Mantén la cabeza levantada como si una soga estuviera atada a la coronilla de tu cabeza, jalándola hacia arriba.[4]
    • Practica ejercicios de estiramiento que mejoren tu postura y presta atención a cómo caminas a lo largo del día.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Ser sofisticada

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    Prueba otras gastronomías. Tener un paladar aventurero es un signo de sofisticación. Cada semana o cada dos semanas, ve a un restaurante que presente un tipo de gastronomía completamente nuevo para ti. Busca en línea restaurantes interesantes en tu localidad a los que todavía no hayas ido.[5]
    • Si este tipo de aventura culinaria es muy ambiciosa para tu presupuesto, ten como objetivo salir a almorzar en lugar de salir a cenar, pues será menos caro.
    • También puedes buscar recetas nuevas e interesantes en línea para prepararlas en casa.
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    Expande tu conocimiento del arte y la cultura. Tener amplios conocimientos acerca del mundo y la cultura es una parte importante para reflejar clase y sofisticación. Busca libros en la librería o biblioteca de tu localidad, desde literatura y poesía clásica hasta historia del arte. Ve a museos y galerías de arte siempre que sea posible para vivir la experiencia de primera mano.[6]
    • Si tienes poco dinero, fíjate si los museos que te interesan ofrecen descuentos estudiantiles o si la entrada es más barata ciertos días.
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    Aprende otro idioma. Hablar varios idiomas es una habilidad impresionante que hará que parezcas sofisticada y refinada. Toma cursos de idiomas en tu escuela o centro comunitario, o estudia un idioma extranjero en línea. Descarga aplicaciones que hagan que el aprendizaje de nuevas palabras y frases sea más divertido.[7]
    • Si tu familia habla varios idiomas, estudia para lograr escribir y hablar todos ellos con fluidez.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Vestirte bien

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    Escoge telas de alta calidad. Las telas sintéticas, como el poliéster, la licra y el elastano, pueden verse vulgares y poco natural. Más bien, opta por telas de alta calidad, como la seda, la lana o el algodón. Las telas de buena calidad podrían costar más, pero por lo general duran más tiempo y se convierten en una mejor inversión en general.[8]
    • Lee las etiquetas del cuidado en una prenda antes de comprarla para ver lo que tendrás que hacer para cuidarla. Si no puedes invertir en un lavado en seco de forma habitual, asegúrate de pasar por alto los artículos que mencionen “solo lavado en seco” en la etiqueta.
    • Lava a mano y seca al aire libre los materiales delicados como la lana, que podrían sufrir daños en la lavadora y encogerse en la secadora.
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    Elige colores neutros. Los colores intensos podrían ser llamativos, pero no muestran una imagen con clase. Escoge colores clásicos y neutros, como el negro, blanco, beige o azul marino. Ceñirte a estos colores hará que te sea fácil mezclar y combinar tu ropa sin el riesgo de verte vulgar.[9]
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    Usa ropa a la medida. La ropa a la medida, sin ser ceñida, le quedará mejor a tu cuerpo y hará que tus prendas luzcan bien combinadas. Tus suéteres, bléiseres, camisetas y blusas deben seguir la curva de tu cintura, mientras que tus pantalones deben estar a 1,3 cm (0,5 pulgadas) aproximadamente del suelo en la parte posterior. Lleva tu ropa a un modista para que realice las modificaciones necesarias.[10]
    • La mayoría de las modificaciones cuestan entre 10 y 15 dólares.
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    Vaporiza o plancha tu ropa. Las arrugas harán que luzcas descuidada y afectará tu look clásico. Siempre tómate el tiempo de asegurarte de que tu ropa no tenga arrugas antes de salir. Utiliza un vaporizador con cuidado o plancha tu ropa para deshacerte de las arrugas.[11]
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    Usa pocos accesorios. Procura usar joyas sutiles y clásicas, como pequeños pendientes de aro de plata o de oro, un collar de perlas, aretes de perlas o diamantes, un collar delicado, un brazalete de diamantes o un reloj elegante. Evita usar demasiados anillos y solo úsalos en los dedos medios o anulares. Usa una vestimenta clásica con un accesorio que resalte, como una bufanda de seda colorida o un par de zapatos hermosos.[12]
    • Los zapatos bien elaborados, elegantes y de colores neutros son una inversión excelente, puesto que combinarán con varios conjuntos. También puedes darle vida a tu colección de zapatos con uno o dos pares de zapatos divertidos, como un par de zapatos rojos.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Mantenerte bien arreglada

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    Hazte manicuras y pedicuras. Mímate y perfecciona tus manos y pies manteniendo las uñas limpias y con manicura. Saca una cita en un salón de belleza o hazte una manicura y pedicura. Opta por colores neutros en tus uñas o por un esmalte transparente para darles brillo.[13]
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    Mantén el cabello pulcro y bien ordenado. Un peinado perfecto es eterno y tiene clase, independientemente del estilo. Córtate el cabello de forma habitual para evitar que tengas puntas abiertas, y usa productos para el cabello como bálsamo o suero para evitar el frizz. Hazte un moño pulcro, una trenza ordenada o rizos elegantes para conseguir un look sofisticado.
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    Maquíllate con moderación. Si te maquillas, evita hacerlo en exceso o de manera muy llamativa. Más bien, opta por el rímel negro clásico, un poco de corrector cosmético, un color de labios simple, sombras moderadas de colores neutros como el gris pardo o el color perla. Échate polvo ligeros en el rostro para tener un aspecto fresco y sin brillo.[14]
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