No existe tal cosa como una vida sin remordimientos. El remordimiento es un sentimiento y un patrón de pensamiento en el que la persona ahonda o rememora y piensa constantemente en un evento, en reacciones u otras acciones que podrían haberse realizado. Los remordimientos pueden volverse cargas dolorosas que interfieren con tu felicidad actual, te causan dolor y restringen tu futuro.[1] El remordimiento improductivo también puede evitar que sigas con tu vida. Si el remordimiento te domina, identifica tus sentimientos de remordimiento, aprende a perdonarte y sigue adelante.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Comprender lo que es el remordimiento

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    Aprende lo que es el remordimiento. El remordimiento es una forma esencial de pensar o sentir en la cual te culpas por las cosas que hayan ocurrido. El remordimiento productivo puede ayudarte a aprender a cambiar tu comportamiento para el futuro. El remordimiento improductivo, en el que te culpas por completo, puede crear un estrés crónico que provoca problemas de salud.
    • El remordimiento podría deberse a acciones que hayas realizado o no. Por ejemplo, podrías sentir remordimiento por haber actuado de cierta forma durante una discusión o por no haber aceptado una oferta de trabajo.
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    Identifica tus sentimientos de remordimiento. Estos pueden ser diferentes en cada persona, pero incluyen a la tristeza, el sentimiento de pérdida, el arrepentimiento, la furia, la vergüenza y la ansiedad.[2] Identifica estos sentimientos relacionados con el remordimiento. Por ejemplo, podrías haber pensado en un hecho del pasado y luego haber pensado en este evento la mayor parte del día. Esto puede hacer que te sientas derrotado y sin esperanzas. Podrías pensar en lo que hiciste o dijiste, o podrías pensar en lo que desearías haber hecho diferente para cambiar tu situación actual.
    • Volver a pensar en los hechos y arrepentirte constantemente puede causarte ansiedad. Esto puede hacer que te preocupes por las decisiones futuras de las que podrías arrepentirte más tarde.
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    Piensa de dónde proviene tu remordimiento. Piensa en qué es lo que causa tu remordimiento. Las personas pueden sentir remordimiento por muchas razones. Las experiencias comunes por las que puedes sentir remordimiento incluyen a las siguientes:[3]
    • La educación: muchas personas pueden desear haber realizado más estudios de los que hicieron o haber elegido una carrera diferente. Por ejemplo, has trabajado en el área de las finanzas por 10 años y todos los días piensas cómo habría sido tu vida si hubieras ingresado a la escuela de medicina tal como soñabas hacerlo.
    • El trabajo: las personas pueden arrepentirse de no haber estudiado otra carrera y no haber conseguido el trabajo de sus sueños. También podrían arrepentirse de haber rechazado ofertas de trabajo o ascensos. Por ejemplo, sientes pavor de acudir a tu trabajo de oficina todos los días y con frecuencia te arrepientes de haber rechazado la oportunidad de ser el copropietario de tu propio negocio.
    • La familia: las personas pueden arrepentirse de no haber resuelto las peleas con un familiar o un amigo, en especial si la otra persona ha fallecido. También podrían arrepentirse de no haber pasado más tiempo con sus familiares de edad avanzada. Por ejemplo, te has mudado al otro lado del país por el trabajo de tu cónyuge y nunca has hecho un esfuerzo suficiente para mantenerte en contacto con tu abuela llamándola por teléfono o visitándola. Ahora que tu abuela ha fallecido, te arrepientes no haber hecho un mayor esfuerzo para mantenerte en contacto con ella.
    • El matrimonio: las personas pueden arrepentirse del momento en el que se hayan casado o de la pareja que hayan elegido. Algunas incluso podrían arrepentirse de haberse casado. Por ejemplo, te has casado con tu esposo porque a tu familia le agradaba y lo aprobaban. Después de 5 años de matrimonio, has descubierto que no tienen intereses en común. Con frecuencia piensas cómo habría sido tu vida si te hubieras casado con el novio con el que estuviste mucho tiempo, el cual no les agradaba a tus padres.

Parte 2
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Superar el remordimiento empleando la terapia cognitivo conductual

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    Recurre a una terapia cognitivo conductual (TCC). Los ejercicios de TCC te enseñan a cambiar tus hábitos y tus patrones de pensamiento. Pronto podrás empezar a cambiar tus sentimientos de remordimiento, vergüenza y furia. Ahora te enfocarás en resolver de forma emocional todos los pensamientos improductivos y dañinos que tengas.
    • La TCC reduce y reemplaza tus sentimientos de remordimiento y ansiedad, en lugar de solo decirte que dejes de pensar en el pasado.[4]
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    Anota tus remordimientos. En lo que respecta al remordimiento, las personas suelen preguntarse “por qué” actuaron así o no hicieron nada, y esta suele ser la parte en la que se quedan atrapadas.[5] Enumera tus remordimientos y toda pregunta que sigas haciéndote. Por ejemplo, podrías preguntarte por qué has actuado de esa forma.[6] Revisa tu lista y cambia las preguntas con “por qué” por “¿Qué haré luego?”, esto te ayudará a superar la sensación de estar atrapado.
    • Por ejemplo: podrías preguntarte “¿Por qué le grite tanto a mi hijo la semana pasada?”. En la pregunta “¿Qué haré luego?”, podrías indicar que sabes que te queda muy poca paciencia después del trabajo. En el futuro, podrías tomarte un descanso de 5 minutos antes de hablar con tu hijo.
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    Aprende la lección. Los remordimientos pueden ser herramientas de aprendizaje importantes para el futuro. Trata de revisar las lecciones aprendidas y reconoce que las lecciones de la vida te hacen más sensato. Por ejemplo, si te arrepientes de no haber tratado a tu cónyuge con respeto, puedes haber aprendido que faltarle el respeto te hace sentir terrible. Tener este conocimiento te hace un cónyuge y una persona más sensata.[7]
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    Aplica lo que has aprendido. También podrías sentir remordimiento por las cosas que hayas descubierto de tu persona y los demás. Tener este conocimiento reduce las probabilidades de tomar una decisión similar en el futuro. Asegúrate de aplicar la sabiduría que hayas obtenido.
    • Por ejemplo, si has aprendido que faltarle el respeto a tu cónyuge hace que desconfíe de ti, no vuelvas a hacerlo en el futuro.
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    Controla la forma en la que el remordimiento influye en tu futuro. Si bien no puedes cambiar lo que ha ocurrido en el pasado, puedes elegir la forma en la que tu pasado afecta a tu presente y tu futuro.
    • Por ejemplo, no puedes cambiar la cantidad de alcohol que bebías en la universidad ni la frecuencia con la que lo hacías, pero puedes tomar la decisión de no dejar que el remordimiento te haga sentir culpable ahora ni dejar que afecte tus decisiones futuras.
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    Reconoce el remordimiento productivo. Torturarte con las cosas que escapan de tu control se considera remordimiento improductivo. Por otro lado, el remordimiento productivo puede ser positivo si sientes el impulso de mejorarte o actuar ante las oportunidades. Cuando estás consciente de una oportunidad perdida, ya sea en lo educativo, económico o emocional, es más probable que corrijas el error en el futuro.[8]
    • Si no estás seguro de aprovechar una nueva oportunidad, pregúntate si preferirías preocuparte por una oportunidad desperdiciada o hacer un intento. Al probar algo nuevo, reducirás los remordimientos futuros.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Superar el remordimiento

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    Desarrolla una empatía por los demás. No eres la única persona que siente remordimiento por algo. Piensa en lo que los otros podrían estar afrontando. Recuerda que la empatía te ayuda a comprender mejor los sentimientos de los demás. Esto podría requerir que cuestiones tus propios prejuicios y escuches de verdad a los demás.[9]
    • Por ejemplo, si te arrepientes de haber bebido demasiado durante los años que has pasado en la universidad, podrías comprender muy bien cómo se siente tu hijo después de una noche de la cual no se siente orgulloso.
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    Convierte el remordimiento en gratitud. Podrías pensar en el remordimiento teniendo en cuenta las siguientes frases[10] : “Debería haber...”, “Podría haber...”, “No puedo creer que yo...” o “¿Por qué no decidí...?”. Convierte estas frases en frases de gratitud. Pensarás en el pasado de forma diferente y empezarás a dejar de sentir remordimiento. Cuando pienses en una frase de remordimiento, conviértela en una frase de gratitud. Esto puede ayudarte a pensar en el pasado de forma positiva.
    • Por ejemplo, cambia “Debía haber ingresado a la universidad” por “Estoy agradecido de que aún no sea demasiado tarde para ingresar a la universidad”. También podrías cambiar “Podría haberme esforzado más para dejar de beber” por “Estoy agradecido de que ahora pueda tratar de hacerlo mejor”.
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    Perdónate a ti mismo. El remordimiento puede hacer que sientas resentimiento hacia tu persona y los demás.[11] En lugar de ello, aprende a perdonarte. Esto no solo disminuirá tus sentimientos de remordimiento, también puede mejorar tu autoestima. Una autoestima saludable es esencial para muchas áreas de tu vida, incluidas las relaciones.
    • No trates de simplemente eliminar el remordimiento. En lugar de ello, reconoce tus errores y sentimientos, pero permítete seguir adelante.[12]
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    Escríbete una carta. El ejercicio de escribir una carta te ayudará a perdonarte a ti mismo.[13] Esta herramienta emocional y cognitiva empezará a resolver tus sentimientos de remordimiento. Escribe una carta dirigida a tu yo más joven o del pasado y háblale como le hablarías a tu hijo o amigo cercano. Esto garantizará que seas compasivo contigo mismo.
    • Recuérdale a tu yo más joven que mereces lo mejor en la vida, incluso si has cometido errores, ya que eres humano y está bien cometerlos.
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    Practica el uso de afirmaciones a diario. Una afirmación es una frase positiva para motivarte, animarte y volverte más compasivo contigo mismo.[14] Sentir compasión por ti mismo hace que sea más fácil sentir empatía por tu yo del pasado y perdonarlo, lo que puede reducir los sentimientos de remordimiento. Debes decirte las afirmaciones, escribírtelas o pensarlas. Algunos ejemplos de afirmaciones incluyen a las siguientes:
    • Soy una buena persona y merezco lo mejor a pesar de mi pasado.
    • Soy un ser humano y cometo errores, y eso está bien.
    • He aprendido mucho de mi pasado y merezco un futuro brillante.

Consejos

  • No puedes cambiar lo que ha ocurrido en el pasado, pero puedes elegir la forma en la que tu pasado afecta a tu presente y tu futuro.
  • Recuerda que en ocasiones eres más duro contigo mismo.
  • Visualízate tomando decisiones y haciendo cosas mientras sigues adelante con tu vida y dejas atrás tus remordimientos.
  • Busca grupos de apoyo o un consejero para descubrir cómo puedes dejar de atormentarte por tu remordimiento.
  • Ayuda a las personas en necesidad como voluntario o bríndale tu apoyo a una organización caritativa para dejar de enfocarte en tu propia vida por un momento.

Advertencias

  • Si en algún momento, tu remordimiento se convierte en una depresión severa, abandono, daños autoinfligidos o pensamientos suicidas, comunícate con un doctor, psicólogo, consejero, psiquiatra, línea telefónica contra el suicidio o de salud mental, o alguien en quien confíes por completo. No estás solo.
  • Si sientes remordimiento porque alguien ha abusado de ti o te ha agredido sexualmente, date cuenta de que tú no tienes la culpa. Sin embargo, asegúrate de decírselo a la policía (y a tus padres si eres joven) para que la persona que te haya lastimado deje de lastimarte a ti y a otras víctimas.

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 101 097 veces.