El virus de Epstein Barr (VEB) pertenece a la familia del herpes y es uno de los agentes infecciosos más extendidos en el mundo, tal es así que ha infectado al menos al 90 % de la población mundial en algún momento de su vida.[1] La mayoría de las personas infectadas (sobre todo los niños pequeños) manifiestan síntomas muy leves o ninguno, aunque algunos adultos y personas inmunodeficientes pueden desarrollar enfermedades como el linfoma y la mononucleosis. El VEB se transmite mediante los líquidos corporales, en especial la saliva, razón por la cual también se le conoce como la "enfermedad del beso". No existe una vacuna que proteja contra esta infección ni ningún medicamento antiviral que trate los casos agudos (a corto plazo), así que la prevención y las terapias alternativas son tus principales medidas de acción.

Parte 1
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Reducir el riesgo de infección por VEB

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    Mantén un sistema inmunitario saludable. No importa cuál sea el tipo de infección (viral, bacteriana o fúngica), la prevención eficaz se basa en un sistema inmunitario saludable y fuerte. El sistema inmunitario está compuesto de glóbulos blancos especializados que buscan y destruyen los potenciales patógenos como el VEB, pero cuando dicho sistema está débil, los microorganismos nocivos se desarrollan y se propagan de forma descontrolada.[2] Por lo tanto, la forma más lógica y natural de prevenir el VEB y cualquier otra enfermedad infecciosa es centrarte en maneras de mantener un sistema inmunitario fuerte y en buen funcionamiento.
    • Puedes ayudar a tu sistema inmunitario a funcionar de forma correcta durmiendo más (o mejor), aumentando tu consumo de frutas y verduras frescas, practicando una buena higiene, tomando abundante agua purificada y realizando ejercicios cardiovasculares de manera regular.[3]
    • El sistema inmunitario también saldrá beneficiado si reduces tu consumo de azúcares refinados (como las gaseosas, los dulces, el helado y la mayor parte de los productos de pastelería) y bebidas alcohólicas, además de abstenerte de fumar tabaco.
    • Aparte de los malos hábitos de estilo de vida, el sistema inmunitario puede ser deficiente a causa del estrés intenso, las enfermedades debilitantes (como el cáncer, la diabetes y otras infecciones) y algunos procedimientos o prescripciones médicas (incluidas las cirugías, la quimioterapia, la radiación, los esteroides y un exceso de medicamentos).
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    Consume mucha vitamina C. Aunque no existen muchas investigaciones sobre los efectos de esta vitamina en los virus no relacionados con el resfriado común, es evidente que el ácido ascórbico (o vitamina C) posee una potente acción antiviral y estimulante del sistema inmunitario, lo que resulta de gran utilidad para evitar o disminuir los efectos de la infección por VEB.[4] En concreto, la vitamina C promueve la producción y la actividad de los glóbulos blancos especializados que buscan y eliminan los virus. El consumo diario recomendado de vitamina C es de 75 a 125 mg (en función de tu sexo y de si fumas o no), pero en el ámbito médico existe una preocupación creciente de que dicha cantidad no sea suficiente para mantener una salud y un sistema inmunitario en condiciones óptimas.[5]
    • Para hacerles frente a las infecciones, considera tomar un mínimo de 1000 mg al día en dos dosis divididas.
    • Algunas fuentes excelentes de vitamina C son las frutas cítricas, el kiwi, las fresas, el tomate y el brócoli.
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    Considera tomar suplementos estimulantes del sistema inmunitario. Aparte de la vitamina C, existe una gran cantidad de vitaminas, minerales y preparaciones herbales que presentan propiedades antivirales y estimulantes del sistema inmunitario. Lamentablemente, ninguno de ellos se ha estudiado de forma rigurosa en cuanto a su capacidad de prevenir o combatir el VEB. Las investigaciones científicas de gran calidad son costosas y las terapias naturales o "alternativas" para las enfermedades no suelen ser la prioridad en la lista de estudios a realizar de la medicina convencional. Además, el VEB tiene el hábito extraño de esconderse en el interior de las células B, un tipo de glóbulo blanco que constituye un componente esencial de la respuesta inmunitaria.[6] Por lo tanto, es difícil erradicarlo solo estimulando el sistema inmunitario, pero vale la pena probarlo.
    • Otros suplementos estimulantes del sistema inmunitario son las vitaminas A y D, el zinc, el selenio, la equinácea, la raíz de astrágalo y el extracto de hojas de olivo.[7]
    • La piel produce la vitamina D3 como respuesta al sol intenso del verano y esta constituye una parte esencial de un sistema inmunitario saludable. Considera tomar suplementos de vitamina D3 durante el invierno o todo el año si no te expones al menos a 15 minutos de luz solar directa cada día.
    • El extracto de hojas de olivo es un antiviral potente elaborado a partir de la hoja del olivo y puede actuar en sinergia con la vitamina C.[8]
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    Presta atención a quien besas. La mayoría de los adolescentes y los adultos han contraído la infección por VEB en determinado momento. Algunas personas la combaten con eficacia sin presentar síntomas, otras la contraen y manifiestan síntomas leves y otras se enfermen por semanas o meses. En consecuencia, evitar los besos y el contacto sexual con cualquier persona es una forma excelente de prevenir el VEB y otras infecciones virales, pero no es un consejo muy realista o práctico. En vez de eso, solo evita besar a las personas que se ven enfermas, sobre todo si presentan una garganta irritada, ganglios linfáticos inflamados y cansancio constante. Sin embargo, ten presente que el VEB puede transmitirse sin ningún síntoma evidente.[9]
    • Aunque se le llama la "enfermedad del beso", la infección por VEB también se transmite por medio de la saliva cuando compartes bebidas y utensilios y mediante otros líquidos corporales durante el acto sexual.
    • Aunque la mayor parte de los estadounidenses se han infectado con VEB, la mononucleosis es más común en la población caucásica que en la afroamericana.[10]
    • Otros factores de riesgo para contraer la infección por VEB son ser mujer, vivir en climas tropicales y llevar una vida sexual activa.

Parte 2
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Considerar tus opciones de tratamiento

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    Trata los síntomas significativos. No hay un tratamiento médico estándar contra el VEB debido a que no suele provocar síntomas. Incluso la mononucleosis genera síntomas que desaparecen por sí solos en unos meses.[11] Sin embargo, si los síntomas provocan una incomodidad significativa, puedes utilizar el paracetamol (Tylenol) y los antiinflamatorios (ibuprofeno o naproxeno) para tratar la fiebre elevada, la inflamación de los ganglios linfáticos y el dolor de garganta. En el caso de la inflamación grave de la garganta, el doctor podría prescribirte un tratamiento corto de fármacos de tipo esteroideo. En general no se recomienda reposar en cama, aunque algunas personas con mononucleosis con frecuencia se sienten fatigadas.
    • El VEB da lugar a la mononucleosis en un tercio a la mitad de los adolescentes y los adultos infectados con el virus. Entre los síntomas comunes figuran la fiebre, la garganta irritada, la inflamación de los ganglios linfáticos y el cansancio severo.[12]
    • Ten presente que muchos medicamentos sin prescripción médica para adultos (sobre todo, la aspirina) no deben administrarse a los niños.
    • En la mitad de los casos de mononucleosis, el bazo se hincha porque filtra todas las células sanguíneas anormales.[13] Evita las actividades físicas excesivas y los traumatismos en el abdomen si tu bazo está hinchado (la zona por debajo del corazón).
    • Las complicaciones raras del VEB son la inflamación del cerebro (la encefalitis o la meningitis), el linfoma y algunos otros tipos de cáncer.
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    Considera la plata coloidal. Se trata de una preparación líquida que contiene pequeñas partículas de plata con carga eléctrica. Las publicaciones médicas muestran que numerosos virus se han tratado de forma exitosa con las soluciones de plata, pero la eficacia varía en función de su tamaño (las partículas no deben superar los 10 nm de diámetro) y su pureza (nada de sal o proteínas en la solución).[14] Las partículas de plata de pocos nanómetros adquieren una alta carga eléctrica y pueden destruir los patógenos virales que se mutan más rápido. Sin embargo, no se sabe si dichas partículas de plata destruyen específicamente el VEB, así que se requieren más investigaciones antes de realizar cualquier recomendación definitiva.
    • Por lo general, las soluciones de plata se consideran no tóxicas incluso en concentraciones elevadas, pero las soluciones a base de proteínas incrementan el riesgo de argiria, una decoloración a causa de los compuestos de plata que quedan atrapados al interior de la piel.
    • Puedes encontrar los productos de plata coloidal en las tiendas naturistas y de suplementos.
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    Consulta con tu doctor en caso de infección crónica. Si la infección por VEB o la mononucleosis persisten por muchos meses, pregúntale al doctor respecto a la eficacia de los antivirales u otros medicamentos potentes. Aunque la infección crónica por VEB no es frecuente, cuando dura muchos meses, genera un impacto negativo significativo en el sistema inmunitario y en la calidad de vida de la persona afectada. Según los informes anecdóticos, la terapia antiviral (con aciclovir, ganciclovir, vidarabina y foscarnet) puede resultar eficaz en ciertos casos de infección crónica por VEB.[15] Sin embargo, ten presente que la terapia antiviral suele ser ineficaz para los casos menos graves de la enfermedad. Asimismo, es posible utilizar los agentes inmunosupresores (como los corticosteroides y la ciclosporina) para disminuir de forma temporal los síntomas en los pacientes con infección crónica por VEB.[16]
    • Los fármacos que suprimen el sistema inmunitario también pueden bloquear la respuesta inmunitaria al VEB y permitir una mayor proliferación de las células infectadas con el virus, así que pregúntale al doctor si el riesgo vale la pena.
    • Entre los efectos secundarios más comunes del uso de antivirales se encuentran los sarpullidos cutáneos, el malestar estomacal, la diarrea, la fatiga, los dolores en las articulaciones, el dolor de cabeza y los mareos.
    • A pesar de que se han realizado esfuerzos importantes para desarrollar vacunas contra el VEB, ninguna es eficaz en la actualidad.

Consejos

  • Las personas que sospechan tener mononucleosis deben someterse a un análisis de sangre y a una prueba de detección de la mononucleosis. En caso de dar positivo, se confirma el diagnóstico de la enfermedad.
  • Existen varias pruebas de anticuerpos que permiten determinar si te has infectado sin darte cuenta. Los anticuerpos son "marcadores" que producen las células del sistema inmunitario para identificar los virus y otros patógenos.
  • Si bien el VEB se transmite sobre todo por la saliva, también puede transmitirse mediante la sangre y el semen durante las relaciones sexuales, las transfusiones sanguíneas y los trasplantes de órganos.

Advertencias

  • En ocasiones, los doctores confunden la mononucleosis con la faringitis estreptocócica y prescriben antibióticos, como la amoxicilina. Cuando esto se produce por error, la piel desarrolla un sarpullido como respuesta a los antibióticos.

Acerca de este wikiHow

Chris M. Matsko, MD
Coescrito por:
Médico de medicina familiar
Este artículo fue coescrito por Chris M. Matsko, MD. El Dr. Chris M. Matsko es un médico retirado con sede en Pittsburgh, Pennsylvania. Con más de 25 años de experiencia en investigación médica, el Dr. Matsko recibió el Premio a la Excelencia de la Universidad de Pittsburgh Cornell. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Cornell y un doctorado en medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple en 2007. El Dr. Matsko recibió una certificación de Escritura de Investigación en la Asociación Americana de Escritores Médicos (AMWA, por sus siglas en inglés) en 2016 y una Certificación de Escritura y Edición Médica en la Universidad de Chicago en 2017. Este artículo ha sido visto 9394 veces.