La fosfatasa alcalina (FA) es una enzima que se encuentra naturalmente en el hígado, en el sistema digestivo, en los riñones y en los huesos. Una FA elevada puede indicar problemas de salud, como daño hepático, enfermedad hepática, enfermedad ósea o una obstrucción del conducto biliar. En la mayoría de los casos, una FA elevada es un problema temporal y no serio. Los niños y los adolescentes, en particular, pueden tener una FA más elevada que los adultos. Los índices de FA se pueden reducir a través de una combinación de medicamentos, de cambios dietéticos y de modificaciones en el estilo de vida. Habla con un doctor para saber si son necesarias las pruebas adicionales.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Controlar los medicamentos y los trastornos de salud

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    Controla la enfermedad o el trastorno que causa la FA elevada. Por lo general, la FA es el síntoma de un trastorno de salud distinto. De manera que, para reducir la FA, tendrás que tratar el trastorno subyacente. Una FA elevada puede ser producto de trastornos tan variados como la falta de vitamina D y las enfermedades óseas.[2]
    • Por ejemplo, si el doctor descubre que tus índices altos de FA son producto de una enfermedad hepática, te prescribirá un medicamento para lidiar con esta. La FA elevada se normalizará por sí sola después de que te hayas encargado de la enfermedad hepática.
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    Averigua si los medicamentos son los que causan los altos niveles de FA. Algunos medicamentos prescritos pueden elevar los niveles de FA como un efecto secundario. Es probable que el doctor te pida que dejes de tomar uno o más de estos medicamentos por una cantidad predeterminada de tiempo (por ejemplo, una semana) y que luego vuelvas al consultorio para otro análisis sanguíneo. Si tus niveles de FA no han disminuido, tal vez necesites descansar una semana de un medicamento distinto para ver si tiene algún efecto en tu FA. Los siguientes son algunos medicamentos que pueden producir una FA elevada:[3]
    • pastillas anticonceptivas y medicamentos hormonales
    • antidepresivos y medicamentos antiinflamatorios
    • varios esteroides y narcóticos
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    Deja o cambia los medicamentos según sea necesario. En algunos casos, es probable que no puedas dejar de tomar seguramente un medicamento prescrito del todo. Si tú y el doctor han determinado que un medicamento específico es el que hace que tengas una FA elevada, trabaja con el doctor para encontrar un medicamento de reemplazo efectivo. Muchos medicamentos prescritos requerirán que reduzcas lentamente la dosis con el tiempo. Dejarlo de golpe puede producir efectos secundarios desagradables.[4]
    • Por ejemplo, si el antidepresivo que tomas eleva tus niveles de FA, pregunta a un doctor si puede hacerte una prescripción para un antidepresivo distinto.
    • Por otro lado, el doctor probablemente recomendará que dejes de usar esteroides y narcóticos del todo. Si tomas estos productos para el control del dolor, pide al doctor que te recomiende una alternativa segura que no afecta a tus niveles de FA.
    • Ya sea que dejes los medicamentos temporal o permanentemente, asegúrate de solo hacerlo bajo la supervisión de un doctor.

Método 2
Método 2 de 3:
Tratar la FA elevada a través de cambios dietéticos y de estilo de vida

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    Elimina los alimentos que tengan alto contenido de cinc de tu dieta. El cinc es un elemento estructural de la enzima de la FA. Por consiguiente, quitar los alimentos con alto contenido de cinc de tu dieta reducirá automáticamente la cantidad de FA de tu cuerpo.[5] Lee la lista de “ingredientes” de un producto alimenticio si no estás seguro de cuánto cinc contenga. Los siguientes son alimentos que contienen cantidades grandes de cinc:
    • cordero y carnero
    • carne de res y semillas de calabaza
    • ostras y espinaca
    • Las mujeres adultas deben evitar consumir más de 8 miligramos (0,0080 g) de cinc diariamente mientras que los hombres adultos deben evitar consumir más de 11 miligramos (0,011 g).[6]
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    Come alimentos que tengan alto contenido de cobre. El cobre es importante para regular los niveles de enzimas del cuerpo y se ha demostrado que ayuda a disminuir los niveles altos de FA.[7] Los siguientes son alimentos con alto contenido de cobre:
    • semillas de girasol y almendras
    • lentejas y espárragos
    • albaricoques secos y chocolate negro
    • Los adultos mayores de 19 años deben evitar consumir más de 10 miligramos (0,010 g) de cobre al día.[8]
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    Incorpora alimentos que ayuden a controlar los niveles de la enzima. Ciertos tipos de alimentos estimularán los niveles saludables de FA en el cuerpo. Habla con un doctor si tienes cualquier inquietud o restricción dietética, o si te gustaría tener más información con respecto a qué alimentos pueden moderar los niveles de FA en el cuerpo. Come alimentos que ayuden a regular los niveles de enzimas del cuerpo y que contengan niveles bajos de FA. Los siguientes son algunos ejemplos:[9]
    • productos lácteos (como leche, huevos, yogur y queso)
    • pescado (como arenque, atún y caballa)
    • alfalfa y hongos
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    Aumenta tu exposición al sol. Debido a que la falta de vitamina D es una de las causas más comunes de FA elevada, es probable que el doctor te pida que encuentres una forma de elevar tus niveles de vitamina D. Cuando la piel entra en contacto con la luz solar, el cuerpo produce vitamina D. Trata de pasar al menos 20 minutos en el sol diariamente para ayudar a reducir la FA.[10]
    • Esto puede significar realizar viajes quincenales a la piscina o tomar el sol en la playa o en el césped. También puedes usar mangas cortas y salir a caminar por 30 minutos cuando el sol brilla.
    • Siempre es una buena idea usar protector solar al pasar tiempo bajo la luz solar directa. El protector no interferirá con la cantidad de vitamina D que tu cuerpo produzca.
    • Si vives en un área en la que la exposición directa al sol es inconveniente (o si es invierno), el doctor puede sugerir que tomes cápsulas de vitamina D.
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    Incorpora una rutina de ejercicios en tu agenda semanal. Vivir un estilo de vida saludable, incluyendo los ejercicios regulares, ayudará a prevenir o disminuir el tipo de trastornos de salud que dará lugar a la FA elevada.[11]
    • Puedes empezar a ejercitar saliendo a caminar o a trotar por 30 minutos cada día. También considera la posibilidad de unirte a un gimnasio local o de encontrar una clase de spinning o de yoga que puedas tomar.
    • Los trastornos que conducen a la FA elevada y que se pueden superar a través del ejercicio incluyen el hígado graso y las afecciones relacionadas con la inflamación del hígado y la obstrucción biliar.[12]
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    Adapta tu programa de ejercicios para que se ajuste a tus habilidades físicas. Para muchas personas con la FA elevada, el trastorno es producto de una enfermedad seria como diabetes, enfermedad cardíaca u ósea, o hipertensión. Las personas con estos trastornos quizás no tengan la capacidad física de realizar ejercicios regularmente en el gimnasio u otras tareas extenuantes. Aunque es importante tener de todas formas un régimen de ejercicios, adáptalo a tus habilidades físicas.[13]
    • Para sugerencias acerca de los tipos viables de ejercicio, consulta con un doctor. El doctor también puede aconsejarte con respecto a si tu cuerpo está lo suficientemente saludable para un tipo específico de ejercicio.
    • En algunos casos, el doctor puede derivarte para que trabajes con un fisioterapeuta.

Método 3
Método 3 de 3:
Diagnosticar la FA elevada y los trastornos agravantes

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    Dile al doctor acerca de cualquier dolor o debilidad en los huesos que experimentes. Muchas de las causas subyacentes de la FA elevada están relacionadas con los problemas en los huesos. Los síntomas de estos trastornos incluyen el dolor continuo en los huesos o las fracturas múltiples. Los siguientes son trastornos óseos que pueden conducir a la FA elevada:[14]
    • osteomalacia (un trastorno médico que hace que los huesos se debiliten)
    • osteodistrofia renal (un trastorno en el que los huesos carecen de la mineralización necesaria)
    • tumores óseos malignos
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    Programa una cita para un análisis sanguíneo a fin de evaluar las enzimas hepáticas. En el análisis sanguíneo, el doctor usará una jeringa para extraer una pequeña cantidad de sangre del brazo. La sangre se enviará luego a un laboratorio para una prueba de nivel de enzima. Esto permitirá al doctor detectar la FA elevada.[15]
    • Pregunta al doctor si hay alguna manera en que puedas prepararte de antemano para la prueba de función hepática. Probablemente, el doctor te pedirá que evites ciertos alimentos o medicamentos. Los resultados del análisis sanguíneo demorarán varios días, quizás hasta una semana.
    • Los síntomas físicos que indican que quizás necesites una prueba de hígado incluyen dolor abdominal intenso, orina oscura o heces sanguinolentas, náusea o vómito frecuente, y piel y ojos amarillos.[16]
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    Consulta con un doctor acerca de la posibilidad de que te sometas a una prueba de detección de cáncer. Si la FA elevada no se relaciona a un problema médico en los huesos o a la enfermedad hepática, puede ser producto de una forma de cáncer. El doctor puede detectar el cáncer a través de un análisis sanguíneo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, tendrás que someterte a una biopsia para determinar si tienes una forma de cáncer. Los siguientes son tipos de cáncer que pueden causar la FA elevada:[17]
    • cáncer de mama o de colon
    • cáncer pulmonar o pancreático
    • linfoma (cáncer de las células sanguíneas) o leucemia (cáncer de la médula ósea)

Consejos

Acerca de este wikiHow

Marsha Durkin, RN
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Marsha Durkin, RN. Marsha Durkin es enfermera registrada y especialista en información de laboratorio para Mercy Hospital and Medical Center en Illinois. Recibió su título de auxiliar en enfermería en Olney Central College en 1987. Este artículo ha sido visto 30 042 veces.