Todos sufrimos de imperfecciones de la piel en algún momento u otro. Los intrusos faciales antiestéticos, como los puntos negros, son un hecho desafortunado de la vida, y aunque la mayoría de las personas tiene suficiente experiencia para lidiar con ellos, el aplastarlos, exprimirlos y sacarlos puede causar daño permanente a la piel si no se tiene el debido cuidado. Una forma mucho más segura y efectiva de tratar los puntos es usar un succionador. Los succionadores de puntos negros son pequeños dispositivos de mano que usan una succión concentrada para extraer los puntos negros desde la raíz sin el riesgo de lastimar los poros que se corre cuando se extraen a mano.

Método 1
Método 1 de 3:
Manejar un succionador de puntos negros eléctrico

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    Enchufa el succionador. Los succionadores eléctricos usan la corriente alterna de la casa para generar una poderosa succión. Asegúrate de que el succionador esté enchufado a una toma de corriente cercana, o que la batería esté completamente cargada. Si el succionador tiene un interruptor de encendido separado, déjalo en la posición de “apagado” por ahora.
    • Comprueba si hay alguna luz que indique que el succionador está conectado y cargado.
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    Coloca una boquilla del tamaño apropiado. La mayoría de los succionadores de puntos negros vienen con una variedad de accesorios diseñados para usarse en diferentes tipos de imperfecciones. Examina los puntos negros que tratas de eliminar para elegir una boquilla que haga el trabajo. Colócala en su lugar en el extremo frontal del succionador y asegúrate de que esté segura.[1]
    • Opta por las boquillas más pequeñas para los puntos negros del tamaño de un alfiler y las boquillas más grandes para los puntos negros más grandes y problemáticos.
    • El succionador eléctrico puede venir con una boquilla de un solo tamaño. La apertura de esta boquilla será lo suficientemente grande como para cubrir el punto negro y una pequeña porción del área a su alrededor.
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    Coloca la punta de la boquilla sobre un punto negro. Coloca el succionador sobre un punto negro de manera que quede completamente cubierto por la boquilla. Trata de sostener el succionador perpendicularmente para que la boquilla esté al ras de la piel. Esto ayudará a formar un sello seguro, haciendo que la succión sea más efectiva.[2]
    • Para obtener los mejores resultados, succiona un punto negro a la vez.
    • Es posible que tengas que mover el succionador un poco cuando lo uses alrededor de los contornos de la nariz, las mejillas y la barbilla para encontrar el mejor ángulo.
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    Activa la succión. Enciende el succionador. Debes sentir una suave sensación de tirón cuando la succión empiece a tirar de la piel. Después de unos segundos, la succión constante disminuirá y extraerá la suciedad compactada y la grasa que obstruye el poro. Repite este procedimiento tantas veces cómo sea necesario hasta que hayas eliminado el punto negro más grande.[3]
    • Después de extraer la mayor parte del punto negro, pasa el succionador ligeramente por encima de la piel circundante para succionar cualquier otra obstrucción pequeña y posibles puntos negros problemáticos.
    • Sigue las instrucciones de limpieza incluidas en el succionador de puntos negros para desinfectarlo después de cada uso.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar el manual del succionador de puntos negros

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    Selecciona la boquilla correcta. Revisa las diferentes boquillas incluidas con el manual del succionador para encontrar una que se adapte al tipo de punto negro que tratas de eliminar. En los modelos operados manualmente, las boquillas tienden a ser fáciles de colocar y quitar, simplemente al deslizarlas en su lugar. Es posible que tengas que girar la boquilla después de deslizarla para asegurarla.
    • Es posible que haya un anillo de goma extraíble que se ajuste al extremo de la boquilla del succionador para mejorar la succión. Asegúrate de que este anillo esté ajustado cómodamente por encima de la boquilla.
    • Esteriliza la punta de la boquilla con alcohol antes de usarla para evitar la propagación de bacterias a los poros.
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    Empuja el émbolo hasta el final. En la parte posterior del succionador encontrarás un émbolo largo que se desliza hacia el eje del succionador. Al empujar este émbolo, activarás el mecanismo de resorte que es responsable de crear la succión. Luego, podrás succionar los puntos negros uno a la vez.[4]
    • Empuja el émbolo hasta que el tope descanse contra el borde posterior del eje. Escucha un clic para asegurarte de que esté en su lugar.
    • Cuando se active el mecanismo de resorte, creará alrededor de 450 gramos de presión, lo suficiente para sacar la mayoría de los puntos negros obstinados de sus escondites.[5]
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    Saca un punto negro con la punta de la boquilla. Descansa la punta del succionador sobre el punto negro que vas a sacar. Asegúrate de que la punta esté presionada firmemente contra la piel, sin espacios para que entre el aire o escape de la boquilla. Esto será más fácil de hacer si el succionador se sostiene en un ángulo de 90°.[6]
    • Si la punta de la boquilla no forma un sello, no podrá generar la succión necesaria para extraer el punto negro.
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    Presiona hacia abajo desde el eje del succionador. Con un movimiento suave, desliza el eje del succionador hacia el rostro de modo que la boquilla quede presionada contra el área alrededor del punto negro. Esto extenderá el émbolo, creando presión sobre la superficie de la piel que forzará la succión del punto negro del poro. A partir de aquí, la succión del succionador extraerá toda el punto negro.[7]
    • Es posible que sientas una pequeña incomodidad al activar el succionador. Esto se debe a que la succión se concentra en un área pequeña de la piel. Para aliviar esta incomodidad, haz que la acción sea lo más rápida y suave posible.[8]
    • Si la succión del succionador funciona de la manera que se supone que debe hacerlo, podrás ver la suciedad, la grasa o el pus que se haya acumulado dentro de la cámara interna transparente de la boquilla.
    • Enjuaga la boquilla con jabón y agua caliente después de cada uso para limpiarla.

Método 3
Método 3 de 3:
Limpiar y proteger la piel

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    Evita presionar o reventar los puntos negros. Cuando trates de deshacerte de los puntos negros, las espinillas y otras imperfecciones, tu mejor opción es utilizar soluciones preventivas a largo plazo, como lavarte e hidratarte frecuentemente. El manejo brusco puede agrandar los poros y romper los tejidos debajo de la epidermis, causando cicatrices, hematomas o decoloración.[9]
    • Siempre trata las imperfecciones al lavar e hidratar la piel como primera medida. La piel limpia y seca es tu mejor defensa contra los puntos negros y las espinillas, ambos causados por la acumulación de piel muerta, suciedad y grasa.
    • Nunca exprimas o saques los puntos negros con las uñas en un esfuerzo por extraerlas. Esto puede causar daño permanente.[10]
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    Lávate y sécate la cara con regularidad. Frota ligeramente la piel con un jabón suave o un limpiador para el acné, y agua tibia. Céntrate en las áreas problemáticas como la nariz, las mejillas, la barbilla y la frente, donde los puntos negros y las espinillas suelen aparecer con mayor frecuencia. Debes tratar de lavarte la cara al menos 2 veces al día, o más si tienes una piel particularmente grasosa.[11]
    • Frotarte la cara con un cepillo exfoliante de cerdas suaves te permitirá llegar hasta los poros para limpiar más a fondo.[12]
    • El agua demasiado caliente o demasiado fría puede ser dura para la piel sensible.
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    Aplica una crema hidratante. Las cremas hidratantes suavizan la piel y promueven la elasticidad y la flexibilidad. Esto es especialmente importante si lidias con imperfecciones de forma regular, ya que te ayudarán a reparar el daño hecho en el pasado y evitará brotes futuros. Aplícate una crema hidratante después de ducharte, o antes de ir a dormir en la noche.[13]
    • Opta por una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel en específico y aplícala con un movimiento circular suave con las yemas de los dedos.
    • Cuando combinas un lavado riguroso, la hidratación mejorará la capacidad de la piel para respirar, lo que dificultará que la suciedad y la grasa se queden atrapados en los poros.
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    Usa productos que contengan ácido salicílico. El ácido salicílico es un compuesto natural que puede ayudar a expulsar los puntos negros al aflojar su agarre en el poro. También sirve para eliminar las células muertas de la piel, que son parte del residuo natural que se acumula para formar puntos negros grandes y obstinados. El tratamiento regular con cremas y sueros que tienen ácido salicílico como ingredientes principales mantendrá la piel sana, suave y libre de acné.[14]
    • Muchas marcas populares de cuidado de la piel (incluyendo Aveeno, Olay y Neutrogena) elaboran limpiadores para combatir el acné que contienen una dosis efectiva de ácido salicílico.[15]
    • El uso desmedido del ácido salicílico puede causar sequedad, enrojecimiento o irritación. Usa el ácido salicílico en bajas concentraciones no más de una vez al día.[16]

Consejos

  • Busca succionadores de puntos negros donde sea que vendan productos de cuidado de la piel.
  • La mayoría de los succionadores de puntos negros cuestan entre 20 y 30 dólares, por lo que son una alternativa más económica y más rentable que los tratamientos similares ofrecidos por spas y esteticistas.
  • Compara los diferentes tipos de succionadores y modelos para encontrar uno que se adapte a tus necesidades específicas.
  • Limita el uso del succionador de puntos negros una vez cada dos semanas para evitar daños innecesarios en la piel.
  • Los métodos de extracción, como la microdermoabrasión y la succión solo se deben utilizar como último recurso para tratar los puntos negros persistentes. Un régimen de cuidado de la piel consistente será suficiente para encargarse de la mayor parte del problema.

Advertencias

  • No bloquees la boquilla del succionador al presionarla contra la piel o apliques una presión excesiva durante la succión. Hacerlo puede provocar abrasiones leves o hematomas.
  • El ácido salicílico puede causar reacciones perjudiciales para las personas con alergias a la aspirina. Consulta con un dermatólogo o médico si el ácido salicílico es seguro de usar en la piel antes de usarlo para tratar los puntos negros.

Cosas que necesitarás

  • succionador de puntos negros (eléctrico o manual)
  • agua tibia
  • jabón que no reseca aprobado para el cuidado de la piel
  • toalla limpia y seca
  • cepillo exfoliante facial
  • crema hidratante facial
  • tratamiento con ácido salicílico

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