Este artículo fue coescrito por Diana Yerkes. Diana Yerkes es la esteticista principal en Rescue Spa en la ciudad de Nueva York, Nueva York. Diana es miembro de Associated Skin Care Professionals (ASCP) y tiene certificaciones de los programas Wellness for Cancer y Look Good Feel Better. Recibió su educación en estética en el Aveda Institute y el International Dermal Institute.
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La piedra pómez se forma cuando la lava caliente se mezcla con agua y se endurece, y como resultado da un material poroso perfecto para eliminar la piel dura. Esta piedra tiene una superficie abrasiva que suavemente exfolia la piel sin arañarla. La próxima vez que tus talones o codos estén resecos y agrietados, exfóliatelos con una piedra pómez para que estén suaves y sanos.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Exfoliarse con una piedra pómez
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1Remoja la piel callosa en agua caliente. La parte del cuerpo más común para exfoliarse con una piedra pómez son los pies. Los talones suelen desarrollar una capa dura y callosa que puede agrietarse o escamarse. Los codos son otra zona que puede beneficiarse de una exfoliación. Remoja la parte callosa del cuerpo en agua caliente unos 5 minutos para suavizar la piel.[1]
- Si trabajas de pie, te recomendamos llenar un tazón con agua caliente y remojar los pies en él.
- Para otras partes del cuerpo, exfoliarse con la piedra pómez durante la ducha será lo más fácil.
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2Espera hasta que la piel seca se suavice. Si la piel está suave y tersa, será más fácil de exfoliar. Tócate la piel después de varios minutos de remojarla. Si todavía está dura, espera unos cuantos minutos más (si es necesario, calienta el agua). Si está suave, la piel estará lista para la piedra pómez.
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3Humedece la piedra. Humedecerla ayudará a que se deslice más fácilmente por la piel y no se quedará atascada. Pon la piedra debajo del grifo de agua caliente o remójala en el agua en donde remojes tu piel para que se humedezca bien.CONSEJO DE ESPECIALISTAProfesional en cuidado de la pielDiana Yerkes es la esteticista principal en Rescue Spa en la ciudad de Nueva York, Nueva York. Diana es miembro de Associated Skin Care Professionals (ASCP) y tiene certificaciones de los programas Wellness for Cancer y Look Good Feel Better. Recibió su educación en estética en el Aveda Institute y el International Dermal Institute.Diana Yerkes
Profesional en cuidado de la pielConsejo experto: elimina los callos de los talones especialmente durante el verano, cuando generalmente usas sandalias.
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4Restriégala suavemente sobre la zona callosa. Con movimientos circulares, empieza a quitar las piel dura con la piedra pómez. Si la piel está suave y tersa, saldrán fácilmente. Sigue haciéndolo hasta que saques la piel dura y sientas la nueva piel tersa debajo.
- No presiones demasiado. Solo necesitarás ejercer una ligera presión. Deja que la superficie de la piedra haga el resto.
- Si trabajas de pie, céntrate en los talones, en los lados de los dedos de los pies y otras áreas donde la piel seca suele acumularse.
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5Enjuágate y repítelo. Enjuágate la piel dura y observa si necesitas seguir exfoliándote. Si todavía sientes zonas duras, vuélvete a exfoliar la zona con la piedra pómez. Sigue exfoliándote hasta que estés satisfecho con el resultado.
- Como la piedra pómez se desgastará ligeramente con el uso, quizá tengas que voltearla para usar la otra superficie y exfoliarte la piel.
- Lava la piedra pómez con frecuencia para mantener la superficie limpia y siga siendo efectiva.
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6Sécate e hidrátate la piel. Cuando termines, sécate la piel con una toalla. Cubre la zona con un aceite o una crema para evitar que se reseque muy rápidamente. La piel anteriormente callosa deberá terminar suave, tersa y radiante.
- Para después de exfoliarte con la piedra pómez, te recomendamos el aceite de coco, de almendras o una crema corporal.
- Repítelo con la frecuencia necesaria para mantener la piel en buenas condiciones.
Parte 2
Parte 2 de 3:Cuidados de la piedra pómez
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1Restriégala después de usarla. Las células muertas se acumularán en los poros de la piedra a medida que la uses, así que deberás limpiar la piedra después de usarla. Restriega la piedra con un cepillo de fregar mientras la sostienes sobre agua corriente. Echa un poco de líquido lavavajilla para limpiar la piedra por completo. Así, estará limpia y lista para la próxima vez que la uses.
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2Déjala secar por completo. Pon la piedra pómez en un lugar seco para que no esté húmeda entre uso y uso. Algunas vienen con una cuerda unida con la que se puede colgar para que se seque. Si dejas la piedra mojada, las bacterias crecerán en los poros, lo cual podría ser peligroso.
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3Hiérvela si es necesario. De vez en cuando, deberás hacerle una limpieza profunda para asegurarte de que no albergue bacterias. Pon a hervir una olla pequeña de agua a fuego fuerte, echa la piedra y hiérvela 5 minutos. Con pinzas, saca la piedra del agua y déjala secar por completo antes de guardarla.
- Si usas la piedra frecuentemente, hiérvela cada 2 semanas para asegurarte de que esté limpia.
- Si has usado la piedra sobre una superficie sucia, puedes echarle una tapita de lejía al agua para estar bien seguro de matar todas las bacterias.
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4Cambia la piedra cuando se desgaste. La piedra pómez es suave y con el tiempo se desgastará. Cuando esté tan pequeña que no puedas manipularla con facilidad o la superficie se vuelva tan suave que ya no es efectiva, cómprate una nueva. La piedra pómez es económica y se vende en cualquier tienda de productos de belleza.
Parte 3
Parte 3 de 3:Explorar otros usos
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1Úsala para quitarte el vello corporal. Los antiguos griegos usaban la piedra pómez para quitarse el vello corporal y algunos todavía lo usan para ese cometido. La piedra pómez es un rasurador suave y natural. Remoja tu piel en la bañera o en la ducha hasta que esté suave y caliente. Humedece la piedra pómez, luego restriégatela en la piel haciendo movimientos circulares leves. Al cabo de 30 segundos, la zona en donde hayas restregado estará sin vello.
- Los efectos de “rasurarse” con la piedra pómez son similares a los efectos del afeitado. El vello se quita cerca de la piel, no se lo hala.[2]
- Esta técnica no es dolorosa, pero si te duele, asegúrate de no estar presionando la piedra demasiado.
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2Úsala para sacar la pelusa de la ropa. La superficie suave y porosa de la piedra pómez es perfecta para sacar la pelusa de la ropa. Si tienes un suéter que quieres limpiar, ponlo en una superficie plana. Pasa una piedra pómez seca sobre la pelusa haciendo movimientos circulares. No la presiones con demasiada fuerza, pues no querrás dañar las fibras de la prenda. Solo tendrás que ejercer una leve presión para sacar la pelusa.
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3Úsala para limpiar el retrete. La piedra pómez puede usarse para eliminar los anillos de color cobre del interior del retrete. Ponte unos guantes no porosos para empezar. Luego, restriega la piedra pómez sobre el anillo. Repítelo hasta que el anillo desaparezca.[3]
- Para manchas difíciles, podrás usar la piedra junto con un limpiador para retretes.
- Asegúrate de separar las piedras para limpiar el retrete y las del cuerpo. No uses la misma piedra para ambos usos.
Consejos
- Después de terminar de exfoliarte los pies y echarte crema corporal, ponte medias para retener la hidratación. Así, tus pies estarán mucho más suaves.
- Usa una piedra pómez por lo menos una vez al mes para que la piel dura no vuelva a salir. Úsala más si andas descalzo mucho o te pones zapatos que te hacen doler.
Advertencias
- No te restriegues demasiado la piedra pómez en la piel, sino podría desgarrarla e infectarse.