Si buscas la conexión con tu paz interior o energía femenina, los mudras serán de gran beneficio para ti. Los mudras son gestos simbólicos con las manos diseñados para estimular los sentidos, calmar la respiración o articular un sentimiento o una creencia. Suelen combinarse con las asanas (movimientos corporales). En términos modernos, esto se parece mucho al yoga. Ten presente que aunque el alivio del estrés y la limpieza espiritual pueden ayudar a que el ciclo menstrual se regule por sí mismo, debes acudir a un médico si de repente presentas periodos menstruales irregulares o cualquier tipo de síntomas.

Método 1
Método 1 de 3:
Ponerse en posición

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    Ponte cómoda en una silla si solo quieres realizar los mudras. Los mudras solo son los movimientos de las manos que vas a realizar. No tienes que hacer nada específico con el resto del cuerpo si no quieres. Pero debes estar cómoda. Como mínimo, siéntate en una silla cómoda, ajusta tu postura y ponte cómoda.[1]
    • Si necesitas una rápida conexión contigo misma cuando estás fuera de casa pero hay otras personas alrededor y no puedes utilizar la colchoneta de yoga, una excelente alternativa es sentarse en una silla y realizar algunos mudras.
    • Incluso puedes hacer mudras estando de pie. Siempre y cuando te sientas cómoda, la posición no es importante.
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    Ponte en la postura perfecta o del logro (Siddhasana) para una opción meditativa. Si deseas incorporar los mudras a una sesión de yoga o si estás en casa y tienes algo de tiempo, ponte en la postura perfecta. Siéntate en el piso con las nalgas planas y la columna recta. Cruza las piernas delante de ti metiendo el pie izquierdo debajo del muslo derecho y el pie derecho sobre la canilla izquierda. Apoya las manos sobre las rodillas.[2]
    • Deja caer los hombros un poco hacia atrás y saca el pecho de modo que haya un poco de curva en la columna. Debe formarse una línea recta que vaya desde la parte superior de la cabeza hasta el centro de las nalgas.
    • “Siddha” significa “divino” en sánscrito. Esta postura suele utilizarse para meditar.[3]
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    Opta por la postura del loto (Padmasana) si eres un yogui experimentado. Si eres lo bastante flexible, la postura del loto es otra excelente opción para los mudras. Siéntate cómodamente en el piso con la columna recta. Dobla la rodilla derecha hasta el pecho y apoya el costado del pie sobre el muslo izquierdo. Luego, dobla la rodilla izquierda sobre la pierna derecha y apoya el pie izquierdo sobre el muslo derecho. Endereza la columna y apoya las manos sobre las rodillas.[4]
    • ¡Esta no es una postura para principiantes! La postura del loto puede provocar lesiones si no estás preparada para ella, así que no fuerces tu cuerpo. Esto debe ser cómodo para ti, no doloroso.
    • El loto es un símbolo de renacimiento. Si deseas conectarte más con tu feminidad y ciclo interno, aprovechar este símbolo te permitirá alcanzar la realización personal.
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    Regula tu respiración y relaja el cuerpo lentamente. Puedes utilizar cualquier patrón de respiración que desees si eres una meditadora practicante, pero no es obligatorio para los mudras. Como mínimo, respira con normalidad inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Respira de forma lenta y siente cómo el aire entra en el cuerpo, llena los pulmones y sale de la boca.[5]
    • Céntrate y relájate. Mientras más calmado esté el cuerpo, más fácil será conectarte con tu espíritu femenino y redescubrir tu cuerpo.

Método 2
Método 2 de 3:
Realizar los mudras

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    Utiliza el yoni mudra para combatir la energía caótica que rodea al vientre. Junta las manos con los dedos apuntando hacia afuera del vientre y sostén las manos justo afuera del ombligo. Extiende las manos abiertas con los pulgares juntos para formar un triángulo invertido. Presiona las palmas de las manos contra el vientre e inhala y exhala lentamente.[6]
    • Mantén esta postura de 10 a 45 minutos para lograr el máximo beneficio.
    • Los practicantes de yoga creen que el yoni puede ayudar a normalizar el ciclo menstrual irregular menstrual. Aunque no existen pruebas científicas que respalden esta idea, no se pierde nada con probarlo. En todo caso, el alivio del estrés que produce el yoga y la meditación sin duda pueden ayudar.[7]
    • Este mudra representa el vientre de Kali, la diosa hindú de la muerte y el tiempo. Dado que Kali no tiene tiempo para el engaño y el drama, esta postura busca destruir el ego y la manía que te separan del cuerpo. Es un símbolo de amor propio radical y poder femenino.
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    Utiliza el gyan mudra para calmar la somnolencia y aliviar el estrés. Con las manos sobre las rodillas, inclina las palmas hacia arriba de modo que estén orientadas hacia el cielo y toca los pulgares con los dedos índices para formar un círculo. Mantén lo dedos medio, anular y meñique extendidos lejos de ti y respira.[8]
    • Los aficionados al yoga creen que el gyan mudra puede aportar equilibrio y estabilidad. Si el ciclo menstrual no sigue su curso normal, ¡no hay nada de malo en intentarlo!
    • Puedes hacerlo cada vez que necesites una dosis de concentración y alivio durante el tiempo que desees. Gyan significa “conocimiento” en sánscrito y este mudra debe poder redirigir las sensaciones físicas desagradables enfatizando el intelecto y llevando la energía de regreso a la mente.
    • Dado que este mudra ayuda a desestresarse y a calmar la distracción física, es ideal si tienes problemas con cualquier tipo de dolor o irritación menstrual.
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    Prueba el apana mudra para purificar la energía y darle equilibrio a tu vida. Mantén las manos sobre las rodillas y gira cada palma hacia el cielo. Junta el dedo medio, el dedo anular y el pulgar de modo que se toquen entre sí. Mantén el dedo índice y el meñique extendidos lejos de ti.[9]
    • Mantén este mudra durante 10 a 45 minutos según tus preferencias.
    • Imagina que cada uno de los dedos representa cada uno de los tres doshas: vata (aire), kapha (agua) y pitta (fuego).[10]
    • En el apana mudra, los doshas corresponden a las funciones corporales (en concreto, la excreción, la menstruación y la eyaculación). Al realizar el apana mudra, buscas purificar y reequilibrar el ciclo del cuerpo.
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    Realiza el dhyana mudra para la sabiduría y la tranquilidad femenina. Hazlo solo con la mano izquierda, ya que esta representa la sabiduría femenina. En tu posición sentada con las manos sobre las rodillas, mueve poco a poco el codo hacia un lado. Mueve la mano izquierda sobre el ombligo de modo que quede perpendicular a la columna vertebral. Levanta la mano como si esperaras que alguien deje caer una moneda en ella.[11]
    • Hazlo durante 10 a 45 minutos.
    • Sosteniendo la mano izquierda fuera del ombligo, siente que la mano recoge toda la sabiduría y la serenidad del universo. Confía en las manos y deja que la naturaleza vierta su energía en tu palma donde descansa fuera del vientre.
    • Si lo prefieres, también puedes hacerlo con ambas manos colocando la mano izquierda sobre la mano derecho con las palmas hacia arriba. Al hacerlo de esta manera, se forma un triángulo con los brazos y la cabeza para representar las tres joyas del budismo: buda (iluminación), dharma (ley) y sangha (comunidad).
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    Prueba el ashwini mudra para realinearte y aliviar los problemas estomacales. Apoya las manos con comodidad sobre las rodillas y siéntate derecho. Cierra los ojos. Concentra tu atención en el ano e inhala mientras flexionas el esfínter lentamente. Relájate mientras exhalas y repite este proceso. Hazlo de 4 a 5 veces para completar un ciclo del ashwini mudra.[12]
    • Este mudra está diseñado para concentrarte y elevar la energía de tu fuerza vital hacia arriba a lo largo de la espalda. Al flexionar y relajar el músculo en la base de la columna (el esfínter), empujas la energía desde la base de la columna hasta la cabeza.
    • Se cree que esto alivia la presión y el caos dentro del intestino lo que resulta útil si tienes cólicos menstruales o dolor de estómago.
    • El ashwini mudra no es un mudra en el sentido tradicional, puesto que no involucra las manos en absoluto, pero lo es en el sentido de que estás realizando un gesto para articular una expresión espiritual.

Método 3
Método 3 de 3:
Realizar cambios de estilo de vida

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    Trata de salir más seguido para recibir un poco de vitamina D. Aunque no existen muchas formas naturales de influir en el ciclo natural del cuerpo o de controlarlo, existen ciertas pruebas de que recibir suficiente vitamina D puede ayudar a mantener un periodo menstrual regular.[13] Ponte protector solar y sal al aire libre al menos por 30 minutos al día si es posible, y lleva una dieta rica en vitamina D natural.[14] Esto puede ayudar con cualquier irregularidad en el ciclo menstrual.[15]
    • Si buscas inspiración en la cocina, algunas excelentes fuentes de vitamina D son el pescado graso, el aceite de hígado, los champiñones, el queso, el yogur y el pollo.[16]
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    Relájate y desestrésate si estás pasando por mucho en este momento. Es posible que el yoga, la meditación y los mudras contribuyan a regular el ciclo menstrual ayudando a relajarte. El estrés y el dolor emocional pueden alterar los niveles hormonales del cuerpo y buscar formas de relajarse puede ayudar a que el ciclo menstrual vuelva a la normalidad.[17]
    • Si siempre has tenido un ciclo irregular, ese puede ser el patrón natural de tu cuerpo.
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    Ejercítate de forma regular y mantén un peso saludable. Haz al menos 150 minutos de actividad física en una semana para mantenerte en forma.[18] Si necesitas bajar o subir de peso, ajusta tu dieta como corresponda para volver a un rango de IMC normal. Mantenerte saludable físicamente le facilitará al cuerpo la tarea de autorregularse y si presentas un periodo menstrual irregular, esto será de gran ayuda.[19]
    • Los cambios de peso extremos pueden alterar el ciclo menstrual. Así que, si deseas bajar de peso, omite las dietas estrictas y céntrate en un método más constante.
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    Acude al médico si tienes algún tipo de síntoma irregular. La menstruación irregular no siempre es un indicador de que algo anda mal. Sin embargo, cada uno conoce su propio cuerpo. Si tu periodo menstrual ha cambiado de forma repentina y drástica, acude al médico solo para estar segura.[20]
    • Estos son los cambios repentinos que ameritan una consulta con el médico:
      • un cambio drástico en la frecuencia del periodo menstrual
      • un periodo menstrual prolongado o doloroso
      • el periodo ocurre más seguido que cada 21 días o menos seguido que cada 35 días
    • No es raro que el ciclo menstrual se vuelva cada vez más irregular en la década previa a la menopausia.[21]

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Categorías: Menstruación