Muchos hombres y mujeres tienen el hábito de decir “la vida no es justa”. Nunca lo es. La vida es impredecible, más de lo que parece. Los seres humanos no pueden evitar que la vida se desenvuelva como lo hace. Aún así, según cómo la enfoques, la vida sucede de forma triste o feliz. Incluso las personas ricas no siempre son felices. Una de las claves para lidiar con lo impredecible y con la aparente injusticia de la vida es la aceptación: aceptar cómo son las cosas y aceptar que necesitas trabajar al respecto si quieres encontrar caminos que te permitan progresar. Si aún así no eres capaz de comprender ni de aceptar, examina las sugerencias que aquí se presentan para aceptar la vida tal y como es.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Reconocer cuál es tu actitud hacia la vida

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    Pregúntate qué piensas acerca de la vida. Será una tarea difícil pero hacerlo es esencial. Sin embargo, el primer paso es comprender “tu” punto de vista. Parecerá un desafío pero solo haciendo frente a tus miedos y asuntos no resueltos comenzarás a comprender tu cosmovisión y, así, te acercarás a la raíz del por qué tiendes a verlo todo como un desafío. Muchos creen que uno elige ver el mundo de determinada manera, que lo que te preocupa depende del punto de vista. Se trata de algo que puedes modificar o, al menos, contrarrestar con otras realidades que tal vez no tuviste en cuenta.
    • Algunas de las cosas, entre otras, que puedes preguntarte respecto a tu visión de la vida son: ¿Esto está bien? ¿Está destinado a ser así? ¿Por qué no puedo hacerlo? ¿Hay algo que va mal en mí?
    • Es buena idea preguntarle a un amigo o un adulto acerca de tus percepciones, sentimientos e impresiones.
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    Acepta que el mundo es confuso de muchos modos. Si ves el mundo de la forma que es, cómo funciona, científicamente o espiritualmente, existen aspectos complejos y preguntas no resueltas. Esto es parte del misterio de la vida. Para algunos, representa un obstáculo insondable; para otros, consiste en un desafío, algo por descubrir, algo que tienen que desentrañar para saber más. Cómo respondas ante la confusión depende de ti.
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    Ponte a pensar en las emociones y los sentimientos. Tus emociones son una parte crucial de tu constitución como persona. Sin embargo, algunas personas eligen negar las emociones y eligen creer que ser completamente racional es la única respuesta sana en este mundo difícil. Esas personas no alcanzan a aprehender la realidad de que somos seres emocionales, por lo que negar nuestras emociones solo es perjudicial. Además, es imposible contenerse y evitar ser emocional, ya que nuestro ser inconsciente va a sobreponerse siempre, incluso en lo que pensamos que son decisiones “racionales”. En contrapartida, algunas personas eligen ser puramente emocionales y se toman el tiempo para hacer balance con su yo más lógico. Esto los lleva a vivir en una fuga emocional, sobre-reaccionando ante las emociones de otros y sobreactuando como si se tratara de un “drama” ante cualquier cosa que ocurra. Cualquiera de las actitudes es un extremo insano; la idea es buscar tu equilibrio y desarrollar ambas partes de ti mismo de manera saludable.
    • Los sentimientos de las personas se reflejan en su rostro, lenguaje corporal, palabras y acciones. A veces, esos sentimientos se confunden, y puedes malinterpretar intenciones o significados. Invierte tu tiempo en “escuchar” a los otros para comprender qué es lo que realmente quieren decir tras las palabras comunes. Esta es una destreza que te ayudará a relacionarte mejor con los demás y también ayudará a que, en otras ocasiones, comprendas tu propio comportamiento. Por último, esta habilidad te ayudará a desarrollar autocompasión y compasión hacia los demás.

Parte 2
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Ver más allá de tu punto de vista

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    Mira a tu alrededor. Mira el mundo en su belleza y en su no-belleza. ¿Qué es bello para ti? ¿Qué no lo es? Tu percepción es única para ti y ya sea algo bello, tolerable o destructivo para el alma recibirá el impacto de tu visión. Una persona es capaz de encontrar belleza donde otra no la ve en absoluto.
    • Intenta cambiar tu perspectiva. Eleva la mirada, bájala, mira hacia el frente. No limites el rumbo de tu mirada, camina alrededor de las cosas, rasca para llegar más profundo, busca el significado que trasciende lo que tienes delante. Muchas personas no miran en distintas direcciones, en lugar de eso eligen ver las cosas desde el mismo punto de vista y el mismo enfoque en todo momento; por eso tantas personas se pierden aquello que transforma lo ordinario en extraordinario.
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    Respeta los puntos de vista de otras personas. Pregunta a tus amigos y familiares acerca de sus puntos de vista. Estas visiones pueden diferir de las tuyas, incluso ser extremos opuestos. Aun así, intenta aceptarlas en lugar de resistirlas. Al tiempo que las aceptas, busca comprender por qué piensan así. Estás empezando a aceptar lo que la vida te da, en su carácter variado, tan gratificante como discordante. Poco a poco te vas acercando.
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    Respeta los puntos de vista de otras criaturas. Todo y todas las personas son importantes. No abuses ni lastimes a las otras criaturas. Existían antes de que naciéramos y permanecerán una vez hayamos caído.

Parte 3
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Evaluar tu aceptación

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    Pregúntate de nuevo si aceptas la vida tal y como es. Si tu respuesta es no, y es porque sientes que la sociedad no responde a tus expectativas, entonces sigue leyendo. Si la respuesta es sí, entonces has cumplido la misión, felicidades.
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    Intenta enmendar la percepción que tienes de la sociedad. O, simplemente, sigue adelante, reconociendo la discordia entre tu punto de vista y la sociedad en la que vives. A lo largo de la historia, siempre ha habido personas que han sentido un fuerte malestar respecto a la sociedad de la que son parte. Algunos han usado este malestar para activamente buscar un cambio; otros, calladamente, han encontrado caminos para trabajar las prácticas y normas sociales que consideran represivas para su persona. Encuentra tu propio camino para trabajar aquello que no estimas demasiado en la sociedad. Intenta adoptar una visión más amplia, viéndote como parte de la humanidad como un todo, lo cual de por si es asombroso: ser parte de la conciencia.
    • Recuerda, es más sencillo culpar a ese “algo” externo como responsable de arruinar tu propia oportunidad de progresar. Pero esa es una manera de rendirse; donde haya voluntad, ya sea esta callada y humilde, siempre hay un camino. Protege tu derecho individual a progresar en lo académico, aprender, conectar con personas de tu comunidad de manera positiva y encontrar las herramientas y habilidades para lograr las cosas que te importan.
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    Intenta hacer amistad con todo el mundo, te gusten o no. Se trata de un hábito positivo para ejercitar, ya que muy pronto se transforma en una actitud atractiva que los demás perciben inmediatamente. Deja ir cualquier idea que haga parecer imposible ser amigo de alguien cuyas visiones o puntos de vista no se alineen con los tuyos. Busca siempre qué tienen ambos en común, y posiciónate ahí, ya sea amor por la música, un deseo de limpiar las calles de basura o ganas de cambiar el mundo. Haz preguntas y escucha educadamente hasta que encuentres ese punto de conexión con los que te rodean.
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    Acepta. Felicidades por trabajar tus puntos de vista y buscar formas de avanzar en lo que parecía un mundo confuso y perturbador. Busca tu propio camino para ser feliz y sonríe tan a menudo como puedas. Por último, acepta la vida como lo que es y aprende a progresar a partir de lo que tienes.

Consejos

  • Tómate respiros en la vida. Ya sea un fin de semana con el teléfono y el correo apagados o un sabático en tus estudios o carrera, los descansos te dan, en ocasiones, la sensación de renovación que necesitas para superar los tiempos más difíciles en la vida. Una perspectiva revitalizada suele traer mejores resultados.
  • Aprende a relajarte. La relajación te enseña a mantener la calma, encontrar el espacio para reflexionar acerca de la vida y tomarte las cosas a tu ritmo. No permitirte un tiempo para estar relajado deriva en estrés acumulado, con muchas posibilidades de estallar en el momento en el que menos podrás manejarlo. Relajarse no significa ser vago, retira esa actitud crítica de tu mente.
  • No asumas que la vida consiste únicamente en perseverancia. Saber cuándo perseverar y saber cuándo rendirse consiste en una actitud de equilibrio que necesita de mucha reflexión. A veces, rendirte es lo mejor que puedes hacer, cuando algo claramente no funciona y cuando no está en tus manos arreglarlo.
  • No pierdas nunca ese toque infantil.
  • Aprende a darte cuenta de que tienes una vida mejor que la mayoría de las personas.
  • Practica la meditación si es posible.
  • Si aún estás creciendo, intenta no madurar demasiado rápido. Es posible que te pierdas a ti mismo y termines siendo la persona que crees que debes ser en lugar de descubrir quién eres realmente. Es posible que pasen décadas hasta que vuelvas a tu verdadero yo. En lugar de eso, concédete tiempo para descubrirte a ti mismo y disfruta las perspectivas infantiles todo lo que puedas, ¡muchos adultos gastan mucho tiempo y dinero intentando redescubrir esta parte de ellos mismos!

Advertencias

  • Te sentirás estresado parte del tiempo mientras intentas encontrarte a ti mismo. Concédete el visto bueno para explorar, y el espacio en el que hacerlo, para que este estrés sea expulsado de algún modo.



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