Las salamandras son mascotas divertidas y especiales. Además de ser muy lindas, son relativamente fáciles de cuidar. Alimentarlas es una tarea sencilla una vez que averigües qué es lo que comen. Para alimentar a una salamandra, escoge insectos vivos e invertebrados, y dáselos cada dos días.

Método 1
Método 1 de 3:
Escoger el tipo de comida

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    Dales a las salamandras insectos que habiten en la tierra. Las salamandras que viven en la tierra crecen a base de una dieta de gusanos e insectos. Sin embargo, no es necesario que salgas al jardín para buscar estos insectos. Esta comida para salamandras puedes encontrarla en la mayoría de las tiendas de mascotas.[1]
    • Por ejemplo, aunque te pueda parecer desagradable, a una salamandra le gusta comer grillos, lombrices de tierra, gusanos de la harina, cresas, escarabajos del estiércol y larvas de mosquito. Este tipo de comida provee abundante nutrición a la salamandra.
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    Dales a las salamandras acuáticas organismos marinos. Los insectos normales no son suficientes para una salamandra que vive en el agua. Esta se alimenta de cosas que nadan en el agua, como camarones. También puedes conseguir esta comida en una tienda de mascotas. También puedes comprarla en tiendas de equipos de pesca.[2]
    • El camarón en salmuera es el alimento más común para una salamandra acuática. También le gustan los peces pequeños (como foxinos), otros tipos de camarones (como camarones fantasmas y cangrejos de río), las lombrices nocturnas y los gusanos (como lombrices de tierra y gusanos negros).
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    Escoge comida del tamaño apropiado. Si tienes una especie pequeña de salamandra o una joven, debes darle insectos pequeños. Su boca es demasiado pequeña para comer insectos grandes. Opta por comida pequeña, como moscas de la fruta, larvas, grillos pequeños y gusanos cortados en trozos diminutos.[3]
    • Evita darles insectos grandes a las salamandras pequeñas. Solo dales insectos grandes a las salamandras grandes.
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    Dale a la salamandra alimentos vivos. La mayoría de las salamandras prefieren cazar insectos vivos en vez de comerlos muertos. Eso significa que debes darle a la salamandra gusanos, insectos y camarones vivos, no muertos.[4]
    • La salamandra de fuego es una especie única a la que le gusta los insectos muertos, así que puedes darle de comer trozos de gusanos. Incluso puedes alimentarla con bandejas.[5]
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    Evita darle insectos silvestres. Algunas personas saldrán a buscar insectos para alimentar a una salamandra. Sin embargo, eso puede representar un riesgo para esta. Los insectos que captures pueden tener enfermedades o haber estado expuestos a productos químicos.[6]
    • Compra la comida en tiendas de mascotas, tiendas de carnadas y distribuidores que vendan comida viva.
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    No trates de darle a la salamandra ninguna comida humana. La salamandra no verá ningún tipo de carne, de verdura o de fruta que intentes darle como comida. Además, si trata de comerla, no podrá digerirla.
    • Solo escoge alimentos que puedas encontrar en su hábitat natural. Todos los insectos y los invertebrados pequeños son comidas sabrosas para una salamandra.

Método 2
Método 2 de 3:
Establecer una rutina de alimentación

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    Alimenta a las salamandras un par de veces a la semana. No es necesario que las alimentes todos los días. Puedes alimentar a muchas de las salamandras adultas dos o tres veces a la semana.[7]
    • Puedes investigar sobre la especie de salamandra que tienes en particular para determinar exactamente cuántas veces a la semana debes alimentarla. Mejor aún, puedes hablar con un veterinario de reptiles o una sociedad herpetológica local para pedirles consejo, especialmente si tienes algún problema.
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    Dale suficiente comida para una sesión. Las salamandras deben tener suficiente comida para comer en una sola sesión. Aproximadamente, deben ser capaces de comer esta comida en 15 o 20 minutos.[8] Observa a la salamandra para saber cuánto puede comer en este periodo de tiempo. Después de alimentarla unas cuantas veces, sabrás cuánta comida darle.[9]
    • Si la salamandra empieza a engordar, puedes darle menos comida. Si deja la comida, dale menos la próxima vez.
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    Esparce suplementos en la comida cada semana. Puedes ayudar a que la salamandra se mantenga saludable y con un buen aspecto dándole suplementos en la comida. Debe consumir un suplemento de calcio cada vez que la alimentes y un multivitamínico una o dos veces a la semana.[10]
    • Puedes comprar estos suplementos en tiendas de mascotas o en línea.
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    Varía la dieta. Las salamandras no deben comer lo mismo cada vez que las alimentes. En estado natural, tienen acceso a muchos tipos de insectos y de invertebrados. Mantén a la salamandra saludable dándole una dieta variada y repleta de muchos tipos de alimentos.[11]
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    Quita la comida que no ha comido. Nunca dejes para más tarde la comida que la salamandra no haya comido. No comerá un bocadillo de medianoche. En vez de eso, quita todos los bichos vivos del vivero. Los bichos que queden en el tanque pueden morder o causar irritación a la salamandra.[12]
    • Si la salamandra tiene un vivero acuático, debes quitar todo el alimento sobrante del agua. Eso puede conducir a la aparición de bacterias y a la contaminación del agua.
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    Mantén hidratada a la salamandra. Las salamandras no toman agua de la forma en que lo hacen otras mascotas. Son anfibias, lo cual significa que absorben agua en sus cuerpos a través de la piel. Obtienen esta agua de los charcos del vivero.[13]
    • Mantén hidratado el sustrato del fondo del tanque. Debe tener charcos de agua, pero no estar completamente empapado.
    • Usa un atomizador para rehidratar el sustrato. Asegúrate de usar agua que no tenga cloro. Usa agua embotellada o agua del grifo que se haya aireado durante la noche. También puedes comprar un acondicionador de agua en una tienda de mascotas.

Método 3
Método 3 de 3:
Lidiar con los problemas de alimentación

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    Alimenta a una salamandra reacia con la mano. Si la salamandra no come, debes tratar de darle de comer tú mismo. Puedes poner el insecto vivo en un palillo o sujetarlo con pinzas. Mantén el insecto firme sobre la salamandra y espera a que se lo coma.[14]
    • Las salamandras pueden no comer al principio. También pueden mostrarse reacias a la comida nueva. Trata de alimentarlas con la mano antes de cambiar de comida o habla con un veterinario.
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    Aliméntala diariamente por un tiempo si la has comprado en una tienda de mascotas. Las salamandras que se adquieren en las tiendas de mascotas suelen estar mal alimentadas y flacas. Eso significa que debes alimentarlas diariamente hasta que se adapten al entorno nuevo y ganen un peso saludable.[15]
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    Ajusta el horario de alimentación de la salamandra si es necesario. Puede haber razones por las que la salamandra deba alimentarse más o menos. Por ejemplo, suelen necesitar más alimento durante el verano y menos durante el invierno. Eso significa que quizás debas ajustar la pauta de dos o tres veces a la semana.[16]
    • Las salamandras jóvenes necesitan alimentarse con mayor frecuencia. Si la salamandra está demasiado flaca, es posible que debas alimentarla más a menudo.

Acerca de este wikiHow

Deanne Pawlisch, CVT, MA
Coescrito por:
Técnica veterinaria certificada
Este artículo fue coescrito por Deanne Pawlisch, CVT, MA. Deanne Pawlisch es una técnica veterinaria certificada, que realiza capacitaciones corporativas para prácticas veterinarias y ha enseñado en el Programa de Asistentes Veterinarios aprobado por NAVTA en el Harper College en Illinois y en 2011 fue elegida miembro de la junta de la Fundación Veterinaria de Emergencia y Cuidados Críticos. Deanne ha sido miembro de la Junta de la Fundación Veterinary Emergency and Critical Care en San Antonio, Texas desde 2011. Tiene una licenciatura en antropología de la Universidad de Loyola y una maestría en antropología de la Universidad de Northern Illinois. Este artículo ha sido visto 1136 veces.
Categorías: Reptiles