La congestión mamaria es una afección que aqueja a casi todas las nuevas madres dentro de las primeras semanas de dar a luz. Esta también puede ocurrir durante el proceso de destete. La afección es dolorosa y, si no se trata, puede causar otras afecciones como la obstrucción de los conductos mamarios y una infección mamaria (denominada "mastitis").[1] Afortunadamente, existen cosas que puedes hacer para aliviarla.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Reconoce los síntomas de la congestión mamaria

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    Comprende lo que causa la congestión mamaria. Esta afección se origina por un desequilibrio entre el suministro de leche y la demanda del niño. En otras palabras, tus senos producen más leche de la que consume tu bebé.[2]
    • La congestión mamaria puede ocurrir en los primeros días de la lactancia, ya que tu cuerpo establece la cantidad de leche que debe conservar para alimentar al bebé.
    • La congestión mamaria también puede ocurrir durante el destete, e incluso el destete nocturno. A medida que reduzcas el consumo de leche de tu hijo, tus senos se tardarán un tiempo en adaptarse y producir menos leche.[3]
    • También puede ocurrir cuando tu bebé esté enfermo, ya que será propenso a alimentarse menos durante este tiempo.
    • Finalmente, la congestión mamaria es común en las mujeres que escogen no dar de lactar, ya que sus senos se adaptan al hecho de que no continuarán produciendo leche.
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    Conoce los síntomas de la congestión mamaria. Cuando tus senos apenas empiecen a producir leche después de dar a luz al bebé; los puedes sentir calientes, hinchados y pesados, e incluso incomodarte mucho.[4] Los síntomas de la congestión mamaria prolongada después de los primeros 2 a 5 días incluyen los siguientes:
    • Senos hinchados, firmes y adoloridos
    • Areolas planas y duras (la parte más oscura del seno alrededor del pezón). Esto puede hacer más difícil que el bebé se prenda del seno.
    • Senos que parecen brillantes, calientes, duros o ligeramente llenos de grumos al tacto (en los casos más graves)
    • Fiebre leve y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos en las axilas[5]
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    Aprende sobre las complicaciones de la congestión mamaria y en qué momento buscar ayuda. Si encuentras que el dolor de tus senos empeora, notas enrojecimiento o grumos en la piel, o dolor o ardor cuando das de lactar, quizás tengas una obstrucción de los conductos mamarios o "mastitis" (una infección del seno). [6]
    • Por lo general, la obstrucción de los conductos mamarios implica síntomas como enrojecimiento, grumos y aumento del dolor además de tener demasiada leche. Básicamente, es una forma más grave de congestión mamaria. Además, estás más propensa a desarrollar una infección en el seno cuando presentas un flujo de leche insuficiente (denominado "mastitis").[7]
    • La obstrucción de los conductos también puede generarse por otras razones (cuando el conducto está realmente bloqueado por algo más, otras cosa distinta a la leche), pero esto no es tan común.
    • Si sospechas que puedes tener una obstrucción en los conductos mamarios o mastitis (ambos tienen síntomas similares, pero la mastitis generalmente incluye otro síntoma como fiebre o escalosfríos), es importante visitar a tu médico de inmediato para un tratamiento. Quizás necesites tomar un antibiótico.
    • Si no tratas la mastitis de inmediato, puede convertirse en un absceso que podría requerir una cirugía que desfigure para tratarlo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Trata la congestión mamaria en las mujeres lactantes

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    Da de lactar a tu bebé con regularidad. La congestión mamaria se origina por la sobreproducción de leche o la subalimentación del bebé. La forma más fácil y rápida de aliviar la congestión mamaria es alimentar al bebé con el seno que está hinchado.[8]
    • Casi todos los médicos le recomendarán a la nueva madre que dé de lactar a su bebé cada 1 a 3 horas. La congestión mamaria se puede reducir si sigues este horario.
    • Alimenta al recién nacido cuando tenga hambre. No trates de asignar al bebé recién nacido un horario de alimentación.
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    Asegúrate de que tus senos estés suaves antes de dar de lactar. Esto permite dar la máxima cantidad de leche al bebé. Masajea cuidadosamente los puntos dolorosos para suavizarlos. Puedes hacerlo antes y durante la lactancia. También puede ayudar que apliques una compresa caliente antes de dar de lactar. [9]
    • No apliques una compresa caliente por más de 5 minutos. Si la congestión mamaria se debe a un edema (retención de líquidos), usar una compresa caliente por mucho tiempo podría empeorar el problema.[10]
    • Muchas mujeres usan un extractor o su mano para "extraer" (sacar) el exceso de leche antes de empezar la sesión de lactancia. Esto le facilitará al bebé prenderse del seno y maximizará la cantidad de leche que pueda tomar (lo que a cambio reducirá la presión y la molestia en tus senos).[11]
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    Usa un extractor para sacar la leche materna si tu bebé no puede comer (por ejemplo, durante una enfermedad). Esto permite que sigas tu rutina diaria y que puedas guardar esta leche materna en el congelador para otro momento.[12]
    • Tus senos ya se habrán acostumbrado a producir una cierta cantidad de leche cada día, así que es importante seguir tu rutina de vaciar tus senos con regularidad para evitar que se hinchen más.
    • A menudo, la leche extraída que se guarda puede ser muy útil en otro momento. Por ejemplo, si tienes que estar lejos de tu bebé por cualquier motivo, alguien más puede alimentar a tu bebé con la leche extraída mientras estés ausente y esto asegurará que siga con la misma dieta de lactancia.
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    Toma una ducha caliente. Tomar una ducha caliente origina algo denominado como el "reflejo de bajada", el cual realmente causa que un exceso de leche se filtre. Esto a su vez ablanda tu seno y reduce la molestia.[13]
    • Deja que la aspersión empiece desde la parte superior de los senos y adapta tu cuerpo para que baje. También puedes masajearlos al mismo tiempo. Esto será un poco doloroso al principio, pero aliviará el dolor y el endurecimiento.
    • También puedes llenar dos tazones con agua caliente. Colócalos en una superficie firme, como una mesa o encimera. Inclínate y deja que los senos se sumerjan en agua caliente por unos minutos.
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    Usa compresas frías entre los lapsos que des de lactar o extraigas leche de los senos. [14]
    • Prueba con una compresa fría que te ayude a reducir la hinchazón y alivie el dolor si aún sientes dolor en tu senos y están duros al tacto, incluso después de dar de lactar o extraer la leche. Coloca la compresa varias veces durante 15 minutos. Las bolsas de verduras congeladas funcionarán bien para este método. Asegúrate de envolver la compresa o bolsa en una toalla liviana para proteger tu piel. [15]
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    Prueba con hojas de col. Aplicar hojas de col frías sobre los senos es un remedio natural tradicional que puede reducir la congestión mamaria. [16]
    • Coloca las hojas de col frías alrededor de tus senos y déjalas sobre tu piel alrededor de 20 minutos a la vez, cuando sea necesario.[17]
    • Ten en cuenta que las hojas de col no se deben colocar sobre la piel irritada o lesionada, ya que puede empeorar la afección. Solo usa este método si presentas una congestión mamaria simple sin ninguna otra complicación.
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    Usa un sostén holgado. El sostén holgado puede comprimir la parte inferior del seno hasta la caja torácica. Esto tiene el efecto de retener la leche en los conductos mamarios inferiores y empeorará el problema.[18]
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    Usa medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación. Puedes conseguir ibuprofeno (Advil o Motrin) o acetaminofeno (Tylenol) sin receta en cualquier farmacia. Estos son seguros de usar mientras continúes dando de lactar a tu bebé.[19]
    • Sigue las instrucciones en la botella y usa lo necesario para reducir el dolor y la molestia en tus senos.
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    Busca ayuda adicional si es necesario. Consulta con tu médico de cabecera o especialista en lactancia (alguien que ayuda a las madres a aprender a dar de lactar) si te gustaría tener ayuda y guía adicional en controlar la congestión mamaria.
    • Si presentas un aumento del dolor, endurecimiento, enrojecimiento o molestia en tus senos, especialmente si también vienen acompañados de fiebre; pide ayuda a tu médico inmediatamente. Podría tratarse de una infección de los senos (denominada "mastitis") originada de la obstrucción de los conductos mamarios, que requiere un tratamiento con antibióticos. [20]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Trata la congestión mamaria durante el destete y en las mujeres no lactantes

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    Aprende acerca de las estrategias para reducir la molestia en tu senos. Si has empezado el proceso de destete, o en principio has decidido no dar de lactar, les tomará a tus senos unos días para adaptarse a esto. Por lo general, tarda entre 1 a 5 días que tus senos se adapten a la demanda reducida (o ausente) de leche, y empiecen a producirla menos (o no la produzcan por completo). [21] Hasta entonces, a continuación algunas estrategias que debes intentar:
    • Aplica compresas frías sobre los senos.
    • Usa un sostén holgado.
    • Prueba con hojas de col frías.
    • Extrae leche o usa tu mano para sacar un poco del exceso de leche (ten en cuenta que es importante no sacar demasiado, ya que esto estimulará a que tus senos produzcan más leche; sin embargo, un pequeña cantidad está bien).
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    Evita extraer leche si puedes. Aunque extraer un poco de leche del seno si sientes mucho dolor puede ayudar en ocasiones, en general esta es una mala estrategia ya que estimula a que tus senos produzcan más leche. Esto puede agravar el problema en vez de resolverlo.
    • Ya sea que dejes de dar de lactar, o para empezar no des de lactar, confía en que si le das a tus senos la señal de "ahora se necesita menos (o nada) leche" al resistir las ansias de extraerla, ellos se adaptarán a solo producir la cantidad requerida de leche.
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    Evita ciertas cosas cuando lidies con la congestión mamaria. Estas incluyen las siguientes:
    • Calentar o entibiar los senos, ya que esto estimula la producción de leche. [22]
    • Estimular o masajear tus senos, ya que esto también estimula la producción de leche. [23]
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    Prueba con la medicación. Usa ibuprofeno (Advil or Motrin) o acetaminofeno (Tylenol) cuando sea necesario para aliviar el dolor y la molestia en los senos. Estos están disponibles sin receta en cualquier farmacia.[24]

Consejos

  • Cuando el seno se inflama, eso puede dificultar que tu bebé se prenda del seno correctamente para alimentarse. Si esto sucede, saca con la mano un poco de leche para que el endurecimiento del seno se aminore lo suficiente para que el bebé se alimente.[25]

Advertencias

  • Por lo general, la congestión mamaria aparece dentro del primer par de días o una semana después de dar a luz. Si experimentas esta afección después de haber establecido una buena rutina de alimentación con tu bebé, podría ser algo más grave y debes visitar a tu médico.
  • Aunque los médicos solían recetar un fármaco para "secar la leche"; generalmente, los médicos ya no recetan estos fármacos ya que los efectos secundarios pueden ser muy graves. [26]

Cosas que necesitarás

  • Extractor de leche
  • Paquetes de hielo o compresas
  • Sostén holgado
  • Hojas de col

Acerca de este wikiHow

Lacy Windham, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Lacy Windham, MD. La Dra. Windham es ginecóloga y obstetra certificada por el colegio oficial en Tennessee. Asistió a la escuela de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee en Memphis y completó su residencia en la Escuela de Medicina Eastern Virginia en 2010, donde fue galardonada con el premio "Residente más destacado en medicina fetal materna", y el premio "Residente más destacado en oncología" y el premio "Residente más destacado en general". Este artículo ha sido visto 26 508 veces.
Categorías: Salud de la mujer