La pavlova es un postre delicioso, ligero y liviano. Tiene una base de merengue que puede llevar crema batida, crema pastelera o fruta encima. Lo más importante de almacenar una pavlova es mantenerla lejos del calor y la humedad. La mejor manera de almacenarla es ponerla en un recipiente seco y hermético, y guardarla en un lugar fresco y seco.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Guardar la pavlova en un recipiente o envoltura

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    Antes de sacar la pavlova del horno, deja que se enfríe completamente. Apaga el horno cuando se haya cocinado por completo. Deja la pavlova en el horno por lo menos 2 horas.[1]
    • También puedes dejar la pavlova en el horno toda la noche.
    • No te preocupes si la pavlova se agrieta. Es completamente normal.
    • Si sacas la pavlova del horno de inmediato, el cambio drástico de temperatura podría hacerla colapsar.[2]
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    Guarda la pavlova en un recipiente seco y hermético. Si no cubres la pavlova, el azúcar del merengue absorberá la humedad en el ambiente de la cocina. La humedad adicional hará del merengue crujiente, un desastre blando y pegajoso. Puedes proteger el merengue de la humedad del ambiente metiéndolo en un recipiente hermético.[3]
    • Procura hacer la pavlova en un día seco con poca humedad para reducir el riesgo de que se suavice.
    • Mientras horneas y enfrías la pavlova, no cocines otros platillos ni hiervas agua. Si lo haces, podrías agregar humedad al ambiente de la cocina.[4]
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    Si no tienes un recipiente hermético, envuelve la pavlova en envoltura de plástico. Envuelve la pavlova con cuidado para no dañar su frágil exterior. Asegúrate de cubrir toda la superficie de la pavlova con envoltura de plástico, de manera que ninguna parte quede expuesta.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Almacenar la pavlova en un lugar fresco y seco

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    Guarda la pavlova en un lugar fresco y seco. Mantén el recipiente hermético con la pavlova en la encimera, en una despensa o en una alacena donde la temperatura y la humedad sean siempre las mismas. Asegúrate de guardar la pavlova lejos de la estufa y otras fuentes de calor y humedad.[6]
    • Especialmente, procura mantener la pavlova lejos de las ventanas. Se arruinará si la dejas a la luz solar directa.
    • Un buen lugar para almacenar la pavlova, es el horno cuando está apagado y frío. ¡No olvides que está ahí!
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    Sirve la pavlova antes de que pasen dos días desde que la hiciste. Si guardas la pavlova en un recipiente hermético o la envuelves bien en envoltura de plástico, mantendrá su sabor y textura hasta por 2 días. La pavlova sabrá mejor si la comes un día después de hacerla.[7]
    • No dejes que pasen muchas horas para comer la pavlova después de que le pongas fruta y crema batida.[8]
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    Agrega los demás ingredientes a la pavlova justo antes de servirla. La crema pastelera, la crema batida o fruta sobre la pavlova, disuelven gradualmente el exterior crujiente. El exterior mantendrá su característica textura deliciosa y crujiente si dejas los ingredientes a un lado hasta el último momento posible.[9]
    • La pavlova mantendrá su forma por unos 20 a 30 minutos después de agregarle la crema pastelera o crema batida.[10]
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    Para conservar la textura crujiente de la pavlova, no la refrigeres. Si refrigeras la pavlova y luego la sacas a temperatura ambiente, comenzará a sudar. Esto suavizará el exterior del merengue y lo hará perder su forma.[11]
    • Aunque no debes guardar la pavlova en el refrigerador, almacenarla en algún lugar con una temperatura ambiental relativamente fría ayudará a preservar su textura crujiente.
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