La presión de pulso es la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica, las cuales, a menudo, se representan como los dos números que definen tu presión arterial (por ejemplo, 120/80, respectivamente). El número superior (el valor más alto) corresponde a la presión sistólica y representa la presión en tus arterias cuando tu corazón bombea sangre durante una contracción (un latido). El número inferior (el valor más bajo) corresponde a la presión diastólica y representa la presión en tus arterias entre contracciones (latidos). Esta medida puede ayudarte a determinar si corres el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y eventos coronarios, tal como un derrame cerebral.[1] La presión de pulso se determina con dos valores (valores sistólicos y diastólicos), los cuales se miden al tomar la presión arterial. En otras palabras, la diferencia entre el número superior y el número inferior corresponde a tu presión arterial.

Parte 1
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Tomarse la presión arterial

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    Tómate la presión arterial. Realizar una medición tradicional de la presión arterial con un baumanometro, un estetoscopio y un esfigmomanómetro análogo puede requerir algo de práctica, entrenamiento y experiencia. Algunas personas recurren a máquinas automáticas en su farmacia local para medir su presión arterial.
    • Cuando compres un monitor de presión arterial casero, asegúrate de que el brazalete (el dispositivo que rodea tu brazo) se ajuste correctamente, de modo que puedas leer el monitor con facilidad. Además, deberás asegurarte de que no sea muy costoso. Muchos planes de seguro te ayudarán a pagar por máquinas para el monitoreo de la presión arterial. Muchas de estas máquinas son automáticas. Simplemente debes colocarte el brazalete, presionar el botón de encendido y esperar los resultados.[2]
    • Evita los azúcares, la cafeína y el estrés excesivo antes de tomarte la presión arterial. Estos tres factores elevarán tu presión arterial y te darán una lectura errónea.
    • Si insistes en tomarte la presión arterial en casa, hazlo tres veces para asegurarte de obtener los resultados correctos. Asimismo, asegúrate de estar cómodamente sentado y relajado y de que tu brazo se encuentra al mismo nivel que tu corazón.[3]
    • Es importante resaltar que la mayoría de las máquinas requieren calibración. Para saber si un dispositivo es preciso, un doctor debe revisarlo una vez al año al compararlo con su monitor de presión arterial con el fin de determinar su precisión.
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    Toma nota del número diastólico y del número sistólico. Digamos que la lectura de tu presión arterial da como resultado 110/68. Es una buena idea registrar estos números en algún lugar, de modo que puedas hacerle un seguimiento a las fluctuaciones de tu presión arterial.
    • Debido a que tu presión arterial puede fluctuar a lo largo del día, debes tomarla en múltiples ocasiones y a diferentes horas del día (en el curso de dos o tres semanas para obtener una mayor precisión) y sacar un promedio de estas cantidades.
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    Sustrae el número sistólico del número diastólico para obtener tu presión de pulso. En este ejemplo, deberías sustraer 68 de 110. Tu presión de pulso sería 42.[4]

Parte 2
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Interpretar los resultados

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    Determina si tu presión de pulso se sitúa en un rango seguro. Si bien las personas de diferentes edades y géneros tendrán una presión arterial ligeramente diferente, el mundo médico ha establecido una escala de base.
    • Una presión de pulso de 40 mmHg se considera normal, aunque un rango entre 40 y 60 también se considera relativamente saludable.[5]
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    Comunícate con un doctor si tu presión de pulso es superior a 60 mmHg. Una presión de pulso superior a 60 se considera un factor de riesgo para desarrollar eventos cardiovasculares, tal como un derrame cerebral, y problemas cardiovasculares generales, tal como la hipertensión. Una presión de pulso mayor puede significar que tus válvulas cardiacas no funcionan correctamente para prevenir el reflujo de sangre y que tu corazón podría no bombear sangre efectivamente (regurgitación de válvula).[6]
    • La hipertensión sistólica aislada se genera cuando tu presión arterial sistólica se eleva por encima de 140 y tu presión diastólica permanece relativamente igual (por debajo de 90 mmHg). Existen varios medicamentos que tu doctor puede recetarte para tratar este problema.[7]
    • A menudo, el estrés físico y emocional pueden causar un incremento significativo en la presión de pulso. El estrés es el culpable de los incrementos significativos de la presión de pulso.[8]
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    Comunícate con un doctor si tu presión de pulso es inferior a 40 mmHg. Una presión de pulso por debajo de 40 podría indicar un mal funcionamiento del corazón. Existen varias condiciones médicas que podrían causar este problema.
    • La regurgitación aórtica ocurre cuando existe un problema con la válvula aórtica, lo cual causa un reflujo de sangre en el ventrículo izquierdo. Esto disminuirá la presión diastólica. Si sufres de este problema, será necesario que te sometas a una cirugía.[9]
    • Una insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, diabetes mellitus y bajos niveles de sodio en el plasma pueden causar una presión arterial baja.[10] Consulta con tu doctor para obtener un diagnóstico específico.

Consejos

  • La presión de pulso es simplemente un indicador de un sinnúmero de posibles problemas de salud cardiaca y del sistema circulatorio. No se trata de un diagnóstico directo de una enfermedad específica, aunque varios estudios han demostrado que sí puede ser un buen indicador de la presencia de factores de riesgo y de que se deben realizar otras pruebas cardiacas.[11]
  1. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2879196/
  2. Pulse Pressure Changes With Six Classes of Antihypertensive Agents in a Randomized, Controlled Trial William C. Cushman, Barry J. Materson, David W. Williams, Domenic J. Reda, for the Veterans Affairs Cooperative Study Group on Antihypertensive Agents

Acerca de este wikiHow

Shari Forschen, NP, MA
Coescrito por:
Profesional en enfermería
Este artículo fue coescrito por Shari Forschen, NP, MA. Shari es una enfermera registrada en Sanford Health en Dakota del Norte. Recibió su maestría en Enfermería Familiar en la Universidad de Dakota del Norte y es enfermera desde 2003. Este artículo ha sido visto 37 886 veces.