Por lo general, las personas se sienten avergonzadas al hablar de hemorroides (algunas veces conocidas como “almorranas”), pero aproximadamente la mitad de los adultos lidian con ellas al menos ocasionalmente. Las hemorroides ocurren cuando el sentarse o el esfuerzo crean bolsas de sangre estancadas en las venas y alrededor del ano. Si bien normalmente son tratables y no son un problema grave de salud, las hemorroides pueden hacer que sentarse sea bastante incómodo. Si deseas “quitarte una carga” más cómodamente si tienes hemorroides, necesitas sentarte menos, sentarte correctamente y lidiar con tus pequeñas “almorranas” de malestar.

Método 1
Método 1 de 3:
Sentarte más cómodamente

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    Ajusta tu posición en el inodoro. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la gente defecó en cuclillas en el bosque o encima de un agujero en el suelo, y un millón o más personas en todo el mundo todavía utilizan esta posición hoy en día. Ponerte de cuclillas con tus rodillas contra el abdomen crea una mejor alineación interna para la liberación del movimiento intestinal (y tiende a acelerar el proceso). Algunos expertos creen que esta posición reduce significativamente la probabilidad de desarrollar hemorroides.[1]
    • Si ponerte de cuclillas va más allá de lo que estás dispuesto a hacer en el tratamiento de hemorroides, trata de levantar tus pies mientras estás en el inodoro. Coloca un banco o una pila de libros bajo tus pies. Esto mejorará tu alineación interna y puede ayudarte a eliminar las heces más rápido y también a reducir la presión que causa las hemorroides.[2]
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    Amortigua tu trasero mientras estés sentado. Sentarse en sí es un verdadero problema cuando se trata de hemorroides, así que sentarse por demasiado tiempo incluso en las sillas más cómodas y acolchadas puede dejarte con un dolor en el recto y picazón. Sin embargo, es preferible un asiento más suave que uno duro, así que coloca un cojín grueso o una almohada debajo de tu trasero antes de sentarte en una silla dura, un banco, etc.[3]
    • También puedes encontrar una variedad de productos conocidos como “cojines de hemorroides” (o algo similar) en línea. No existe ninguna garantía de que cualquiera de estos productos te ayudará más que una almohada, pero podrían. Los cojines al estilo de rosquilla del tipo que se utiliza cuando alguien tiene una cirugía o una lesión en la región anal son una opción que puedes considerar. Pruébalos y ve si te ayudan.
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    Mantén tu parte trasera fresca y seca. Si alguna vez has tenido hemorroides, es probable que sepas que ponerse caliente y sudoroso entre los “cachetes” puede hacer que tu ano te cause una picazón e incomodidad insoportables. Estar de pie o sentarte especialmente sobre prendas constrictivas que atrapan el calor y la humedad puede empeorar las cosas. Además de mantener el área limpia y seca, debes elegir la ropa adecuada para ayudar a aliviar tu dolor “posterior”.[4]
    • Escoge ropa suelta (incluyendo ropa interior) hecha de telas transpirables como el algodón. Ponte un nuevo par de ropa interior si la que tienes está húmeda de sudor.

Método 2
Método 2 de 3:
Sentarte con menos frecuencia

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    Pasa menos tiempo en el inodoro. Usar el inodoro con frecuencia revela la presencia de hemorroides a través de la sangre roja en el agua o en el papel higiénico. Sentarte en el inodoro también es una de las principales causas de hemorroides, sobre todo si pasas mucho tiempo ahí o haces fuerza para defecar. Cuanto más rápido puedas sentarte en el inodoro, tengas una evacuación intestinal y te pares, mejor.[5] [6]
    • No te demores en el inodoro innecesariamente. Por ejemplo, no termines un capítulo de tu material de lectura de baño o juegues en tu teléfono.
    • Si tu rutina de inodoro tarda más de unos minutos debido al estreñimiento regular, busca métodos de alivio, como beber más agua, comer más alimentos ricos en fibra y tomar suplementos de fibra o suavizantes de heces.
    • Asimismo, “cuando tengas que ir”, usa el inodoro de inmediato. “Aguantarte” puede causar o exacerbar el estreñimiento.
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    Tampoco te sientes durante largos tramos en otros lugares. Sentarte provoca un aumento de la presión en tus venas y alrededor de tu ano, y estas venas estresadas son donde las hemorroides se forman. Trata de pararte en lugar de sentarte cuando veas televisión, trabajes en un escritorio (busca un modelo ajustable que te permita sentarte y pararte), y otras veces durante tu rutina diaria. Es bueno para tu salud y tu lucha contra las hemorroides.[7]
    • Cuando tengas que sentarte, toma recesos para pararte y caminar alrededor cada cierto tiempo. Esto puede ayudar a prevenir la acumulación de sangre que causa hemorroides y puede aliviar parte del dolor provocado por las hemorroides existentes.
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    Muévete mientras estás parado. Estar parado en lugar de estar sentado es bueno para tu salud, y hacer ejercicio en lugar de estar parado es incluso mejor. Caminar, bailar, podar o realizar cualquier otra actividad de intensidad media beneficiará a tu cuerpo de muchas maneras, incluyendo el posible alivio de tu estreñimiento.[8]
    • El ejercicio también puede ayudarte a perder el exceso de peso, el cual a su vez disminuirá la presión sobre las venas en la parte posterior cuando te sientes.

Método 3
Método 3 de 3:
Reducir el malestar de hemorroides de maneras adicionales

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    Toma medidas contra el estreñimiento. Cualquier persona puede tener hemorroides, pero las personas con estreñimiento frecuente casi siempre las tienen. Sentarse en el inodoro durante largos periodos de tiempo y esforzarse para expulsar las heces duras y compactas es un golpe fatal para la formación de hemorroides y el malestar.[9]
    • Una de las maneras más fáciles de combatir el estreñimiento es beber más agua. A las mujeres se les recomienda consumir 9 tazas (2,2 litros) de líquidos diariamente; a los hombres, 13 tazas (3 litros).[10]
    • Asimismo, agrega más fibra a tu dieta. Come más verduras, frutas y granos altos en fibra (como la avena).
    • Presta atención a los efectos secundarios de cualquier medicamento o suplemento que estés tomando. El estreñimiento puede ser causado por ciertos medicamentos. Habla con tu médico con respecto a descontinuar o cambiar tus medicamentos si este es el caso.
    • Considera también utilizar un suplemento de fibra o un suavizante de heces. Sin embargo, consulta con tu médico antes de seguir cualquier régimen a largo plazo.
    • Ten en cuenta que, para evitar con mayor eficacia el estreñimiento, deberás hacer una combinación de ambas cosas. Incrementar el ejercicio y tu ingesta de líquidos y fibra, así como descontinuar cualquier medicamento problemático trabajarán en conjunto para aliviar el estreñimiento mejor que cualquier tratamiento.
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    Mantén tu “zona de hemorroides” limpia. La limpieza y secado regular y suave puede ayudar a aligerar y aliviar tus hemorroides. Trata, por ejemplo, de usar toallitas prehumedecidas (pero libres de fragancia) en lugar de papel higiénico estándar, el cual tiende a ser más abrasivo y limpia menos a fondo.[11]
    • Dúchate, o preferiblemente, báñate diariamente y limpia suavemente el área con agua sola. Seca el área dándote toquecitos o usa un secador de pelo en el ajuste más bajo.
    • También puedes utilizar un baño de asiento, el cual es un lavabo que se ajusta a la taza del inodoro y te permite remojar y limpiar solo el área implicada. Utiliza agua limpia y fría y siéntate durante 10 a 15 minutos 3 veces al día (o las veces que sean necesarias).
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    Prueba con tratamientos médicos o tópicos. La variedad de tratamientos y medicamentos disponibles en cualquier farmacia provee una clara indicación de cuán común son las hemorroides. Prueba varias opciones y ve cuál te proporciona alivia, pero no uses ningún tratamiento de hemorroides durante más de 2 semanas sin consultarlo con tu médico primero.[12]
    • Las cremas o ungüentos para las hemorroides (así como una “preparación” conocida) pueden ayudar a reducir los tejidos hemorroidales y calmar la comezón e incomodidad. Los ungüentos o almohadillas que contienen hamamelis también pueden ser eficaces para tratar la picazón y el dolor.
    • En un nivel más básico, colocar un paquete de hielo envuelto o una compresa fría en tu hendidura interglútea (o raya de trasero) puede proporcionar un alivio temporal del dolor y la inflamación.
    • Los medicamentos para aliviar el dolor, como el acetaminofeno o el ibuprofeno, también pueden proporcionar alguna medida de alivia del malestar causado por las hemorroides.
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    Consulta con tu médico. Si tienes malestar y picazón rectal, puedes sentir protusiones pequeñas afuera de tu ano o ves pequeñas cantidades de sangre cuando defecas, lo más probable es que tengas hemorroides. Sin embargo, en instancias poco comunes, las condiciones más serias que van desde fisuras anales y sangrado interno hasta cáncer pueden ser la causa. La decisión más inteligente es ver a tu médico, comprobar que se trata de hemorroides y luego discutir las opciones de tratamiento.[13]
    • SI bien la mayoría de las hemorroides se pueden tratar en casa, algunas pueden requerir de intervención médica. Los tratamientos pueden variar desde “vendar” las hemorroides para que se marchiten y se caigan hasta extirparlas quirúrgicamente (hemorroidectomía). La naturaleza de tus hemorroides, tu nivel de incomodidad y muchos otros factores entrarán en juego a medida que tanto tú como tu médico determinan el mejor curso de tratamiento.

Acerca de este wikiHow

Shari Forschen, NP, MA
Coescrito por:
Profesional en enfermería
Este artículo fue coescrito por Shari Forschen, NP, MA. Shari es una enfermera registrada en Sanford Health en Dakota del Norte. Recibió su maestría en Enfermería Familiar en la Universidad de Dakota del Norte y es enfermera desde 2003. Este artículo ha sido visto 49 304 veces.