El pollo es una carne muy versátil y popular que se presta a ser sabrosa. Es una elección muy popular en todo el mundo por su sabor, su precio relativamente bajo y sus beneficios a la salud. Siempre y cuando lo prepares bien, podrás cocinarlo en un gran número de formas que incluyen asarlo, saltearlo y hacerlo a la parrilla.

Ingredientes

Pollo al horno

  • 1 taza de crema agria
  • 2 cucharadas de mostaza de Dijon
  • 2 dientes de ajo picados
  • ½ cucharadita de pimienta negra
  • 4 pechugas de pollo sin piel y deshuesadas a la mitad
  • 1 taza de copos de maíz machacados
  • 1 sobre (30 g) de sopa de cebolla
  • 3 cucharadas de mantequilla fundida

Pollo salteado

  • Aceite en espray
  • ¼ de taza de harina
  • ¼ de cucharadita de pimienta negra
  • ½ kilo de muslos de pollo sin piel y deshuesados (unos 8 muslos)
  • 1 taza de caldo de pollo en lata
  • 2 cucharadas de zumo de limón fresco
  • 1½ cucharadas de alcaparras

Pollo a la parrilla

  • 12 muslos de pollo
  • ½ taza de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de sal marina
  • ½ cucharadita de pimienta negra molida
  • ½ cucharadita de pimentón
  • ½ cucharadita de comino
  • ¼ cucharadita de pimienta cayena
  • 2 dientes de ajo picados
  • 3 cucharadas de cebolla troceada
  • ½ taza de perejil picado

Método 1
Método 1 de 4:
Preparar el pollo

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    Guarda el pollo en el refrigerador o congelador inmediatamente si no lo vas a cocinar enseguida. El pollo puede guardarse en la parte más fría del refrigerador durante 2 días. Si tienes pensado cocinarlo unos días más tarde o incluso mucho después, deberás congelarlo inmediatamente. No cocines el pollo a medias y lo pongas en la nevera, sino las bacterias se reproducirán.[1]
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    Lava el pollo. Ya sea que cocines el pollo entero, los muslos, los contramuslos, las pechugas o cualquier otra parte del pollo, deberás lavarlo con agua fría primero. Si el pollo ya ha sido marinado y preparado, ya estará lavado. Asegúrate de ponerte guantes cuando laves el ave para no contaminarlo o no contaminarte tú. Deberás lavarte bien las manos después y antes de lavarlo.[2]
    • Cuando hayas acabado, también tendrás que lavar todas las superficies que hayan entrado en contacto con el pollo, incluidos los cuchillos, la tabla de cortar y el fregadero.
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    Seca el pollo. Sécalo a toquecitos con servilletas de papel para eliminar el exceso de humedad.
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    Cocina el pollo. Una vez hayas lavado y secado el pollo, estará listo para cocinar. Aunque lo ases, lo hagas a la parrilla o lo saltees, asegúrate de usar un termómetro de carne para asegurarte de que llegue a la temperatura adecuada antes de comértelo. El pollo suele llegar a una temperatura de 75 ºC (165 ºF).[3] Las siguientes son algunas de las formas en que puedes cocinar pollo:
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    Guarda rápidamente el pollo no consumido. Cuando lo congeles, envuelve las partes por separado en papel film o plástico para congelar. Así te será más fácil descongelar solo lo que necesitas. Si lo envuelves bien, evitarás que la carne se queme por congelación, que es el resultado de la oxidación al entrar en contacto con el aire.
    • Pollo frito: 3 a 4 días en la nevera, 4 meses en el congelador
    • Guisados de pollo: 3 a 4 días en la nevera, 4 a 6 meses en el congelador
    • Presas: 3 a 4 días en la nevera, 4 meses en el congelador
    • Presas cubiertas de caldo, salsa: 1 o 2 días en la nevera, 6 meses en el congelador
    • Nuggets de pollo, hamburguesas: 1 o 2 días en la nevera, 1 o 3 meses en el congelador

Método 2
Método 2 de 4:
Pollo a la parrilla

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    Pon las piernas de pollo en una bolsa hermética grande.[4]
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    Haz la marinada. Mezcla el aceite de oliva, la sal,la pimienta, el pimentón, el comino y la pimienta cayena. Pon los ingredientes en un bol pequeño y mézclalos hasta que queden totalmente incorporados.
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    Echa la marinada sobre las piernas de pollo. Echa el adobo en la bolsa hermética con el pollo y ciérrala. Saca todo el aire que puedas y ciérrala bien. Comprueba que el pollo esté bien cubierto con la marinada por los dos lados. Luego, pon la bolsa en una bandeja y métela en la nevera durante 1 hora o toda la noche para tener mejores resultados. Dale la vuelta a la bolsa cada pocas horas para que el pollo quede cubierto por igual.
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    Prepara la parrilla. Aplica aceite de oliva en la parrilla para cubrirla. Luego, calienta la parrilla a 180 ºC (350 ºF).
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    Pon el pollo en la parrilla. Cocina el pollo hasta que esté crujiente y dorado por las dos partes. Dale la vuelta cada pocos minutos para que los dos lados se cocinen por igual.
    • Si buscas hacer una opción menos crujiente y más jugosa, te recomendamos poner la pechuga de pollo en ángulo diagonal. Espera a que los bordes se pongan blancos, gírala 180º y repítelo en el otro lado. Así obtendrás las marcas perfectas de parrilla que se ven en los comerciales.
    • La temperatura interna deber llegar a los 75 ºC (165 ºF) cuando el pollo esté listo. Cuando hayas terminado, pon el pollo en una bandeja y déjalo enfriar unos 3 a 5 minutos antes de comértelo.
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    Sírvelo. Disfruta de este delicioso pollo a la parrilla mientras está caliente.

Método 3
Método 3 de 4:
Pollo al horno

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    Precalienta el horno a 200 ºC (400 ºF).[5]
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    Engrasa un plato para hornear. Cubre el plato con suficiente mantequilla para cubrir el fondo y los lados.
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    Bate la crema agria, la mostaza de Dijon, el ajo y la pimienta en un bol grande.
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    Cubre el pollo con la mezcla. Pon las 4 pechugas sin piel y sin hueso en la mezcla. Dales la vuelta para asegurarte de que estén completamente cubiertas en la mezcla. Luego, refrigera el pollo cubierto durante 20 a 30 minutos para que absorba la mezcla un poco más.
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    Reboza el pollo en la mezcla de copos de maíz y sopa. Mezcla los copos de maíz y la sopa de cebolla en polvo en un bol, y presiona las pechugas de pollo en los copos para rebozarlas. Luego, sacúdelas para quitar cualquier exceso de la mezcla.
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    Pon las pechugas en el plato para hornear. Rocía 3 cucharadas de mantequilla fundida sobre el pollo.
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    Hornea el pollo durante 20 a 25 minutos hasta que quede dorado. Cuando el pollo esté listo, tu termómetro de carne tendrá que haber llegado al menos a 75 ºC (165 ºF).

Método 4
Método 4 de 4:
Pollo salteado

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    Cubre una sartén antiadherente de 30 cm con aceite en espray y ponla a fuego medio alto.[6]
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    Mezcla la harina y la pimienta en un bol pequeño. Una vez que estén bien mezcladas, espolvoréalas sobre el pollo.
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    Saltea el pollo en la sartén hasta que quede dorado por debajo. Esto tardará unos 6 a 7 minutos. Si el ave no cabe en la sartén de una vez, puedes hacerlo en dos rondas.
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    Dale la vuelta al pollo. Esto tardará otros 4 a 5 minutos más.
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    Saca el pollo de la sartén y resérvalo.
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    Pon el caldo en la sartén. Después de hacerlo, raspa el fondo de la sartén con una cuchara de madera para retirar los trozos de pollo que hayan quedado pegados.
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    Pon el pollo en la sartén de nuevo, cúbrelo y cocínalo a fuego lento. Esto tardará unos 3 minutos.
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    Añade el zumo de limón y las alcaparras. Calienta el pollo durante otros 30 segundos y remuévelo mientras tanto. Cuando hayas acabado, deja el pollo enfriarse en un plato aparte durante 5 a 10 minutos.
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    Sírvelo. Sirve los muslos de pollo mientras están calientes.

Consejos de compra

  • Lee la etiqueta. Antes de cocinar el pollo, asegúrate de comprar uno de buena calidad.
    • Si está etiquetado como fresco en los EE.UU., significa que nunca estuvo por debajo de los -3 °C (26 ºF). Si ha estado congelado, debe etiquetarse como "congelado" o "precongelado".
    • Revisa la fecha de expiración como guía. En los EE.UU. no se requiere poner esa fecha al pollo, pero muchas tiendas y muchos procesadores igualmente se la colocan para indicar su calidad. Después de esa fecha, igualmente podrás comer el pollo, pero la calidad habrá bajado. Si el pollo está congelado después de esa fecha, igual podrás consumirlo.
  • Escoge un corte adecuado. Elijas el corte que elijas, evita la carne con un olor extraño o con la piel amoratada.
    • Pollo entero: hay freidoras, hervidoras y rostizadoras de la más pequeña a la más grande.
    • Cuartos: un cuarto trasero contiene la pierna y el muslo; un cuarto delantero contiene la pechuga y el ala.
    • Pollo entero troceado: es el pollo entero, cortado en 8 o 9 trozos, sin la espalda.
    • Pechugas y muslos individuales: se venden sin piel y sin hueso.
    • Hígado de pollo: se empacan por separado.
    • Cuello, patas, etc.: solo disponibles en zonas donde tienen demanda.
  • Cocina el pollo dentro de los 2 días de comprado o congélalo como mínimo a -17 °C (0 ºF). Si lo mantienes congelado, podrás cocinarlo siempre con seguridad. Evita las quemaduras de congelador colocando el pollo en una bolsa para congelador.

Consejos

  • Ideas para "almacenarlo" delicioso: haz que el pollo dure más y dale un nuevo toque de sabor. Cuando el tiempo de almacenado "esté casi terminado", cocínalo de nuevo completamente.
    • Con una salsa de barbacoa, cubierto con cebollas troceadas o salsa. Y la próxima vez puedes usarlo para hacer:
    • Pizza de pollo, espaguetis, sopa o caldo, en fin, las posibilidades son infinitas.
  • Haz pollo al curry indio. Puedes comprar las especias indias en tiendas especializadas o en la zona internacional de tu supermercado. Corta unos tomates y cebollas y sigue las instrucciones que probablemente vengan con la mezcla de especias.
  • Asegúrate de sazonar el pollo. El pollo puede ser bastante soso si no lo sazonas. Recuerda añadir condimentos que vayan bien juntos. Un aderezo de aceite, sal y ajo picado, untado en la piel, sabe casi como el pollo asado tradicional.
    • Para el sabor del pollo al estilo indio (pollo al curry), añade especias de curry. Puedes comprarlas en tiendas indias, internacionales o supermercados.
    • Corta tomates, cebollas y fríelos (o úntalos) en el pollo precocinado. Así puedes crear pollo goulash o gumbo, ¡que también está muy bueno!
  • Descongela el pollo en la nevera, con agua fría o en el microondas. El pollo que se descongela en la nevera puede cocinarse en 1 o 2 días, o congelarse otra vez (siempre y cuando haya estado continuamente refrigerado). El pollo descongelado en agua fría o en el microondas tiene que cocinarse inmediatamente. No descongeles el pollo dejándolo en la encimera. No cocines pollo congelado en el microondas o en una olla eléctrica. Puedes cocinar pollo congelado en la placa o en el horno, pero los tiempos de cocción se incrementan hasta el 50 %.

Advertencias

  • Ten cuidado con el aceite o la grasa que salte. Puede doler muchísimo y puede incluso herirte gravemente si te cae suficiente aceite caliente en la piel (o el ojo).
  • Asegúrate de tener cuidado cuando uses herramientas filosas.
  • Si cocinas el pollo en el microondas, la carne no se cocinará por igual, lo que incrementa las posibilidades de envenenamiento. No se recomienda este método si van a comer niños o personas con problemas de salud.[7]
  • Cuando hagas pollo, siempre asegúrate de que esté bien cocido. Lava bien todos los utensilios que uses para cocinarlo (cuchillos, tabla de cortar, etc.) para evitar enfermedades bacterianas. El pollo puede saber bien, pero siempre deberás tener ciertas precauciones de seguridad en mente.

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Categorías: Recetas de pollo | Recetas
Resumen del artículoX

Para cocinar pollo, colócalo en una bandeja para hornear engrasada y hornéalo por 20 a 25 minutos a 204 °C (400 °F). También puedes saltear el pollo cocinándolo en una sartén en la cocina por 15 minutos y dándole la vuelta a la mitad. Para asar pollo a la parrilla, primero precalienta la parrilla y cubre la rejilla con aceite. Luego coloca el pollo en la parrilla y cocínalo hasta que quede dorado y crujiente en ambos lados. Sin importar el método que uses para cocinar el pollo, verifica que tenga una temperatura interna mínima de 73 °C (165 °F) antes de servirlo.