Un retenedor es un aparato personalizado diseñado para retener o sostener la posición de tus dientes luego de quitarte los frenillos. Al colocarlo en la boca adecuadamente, hará que las modificaciones por los frenillos permanezcan y mantengan los dientes en buenas condiciones. Hay dos tipos principales de retenedores: el Hawley y el Essix o transparente. Puedes utilizar cualquier diseño tanto en los dientes superiores como en los inferiores. Existe un tercer tipo de retenedor: bondeado o fijo, pero este solamente lo coloca y lo retira el dentista, así que no es necesario preocuparse por él.

Método 1
Método 1 de 2:
Colocar un retenedor Hawley

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    Define si tienes un retenedor Hawley. Este está hecho de plástico y alambres. La pieza de plástico está moldeada hacia el interior de la boca. Los alambres deben estar alrededor de los dientes frontales (por lo general, los seis frontales), con más alambres en la parte de atrás para sostener el retenedor firmemente en su lugar sobre los dientes posteriores.[1]
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    Sostén el retenedor adecuadamente. Tienes que saber si el retenedor es para los dientes superiores o inferiores. El arco de plástico en el centro tiene que estar hacia arriba o hacia abajo en dirección a la fila de dientes que sostendrá en su lugar. Asegúrate de que la tira de metal esté dirigida hacia fuera de la boca.
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    Coloca el retenedor en la boca. Asegúrate de que esté cerca de la hilera de dientes correctos. No lo mantengas ahí durante mucho tiempo; este es un paso rápido para cerciorarse que lo coloques de una vez.
    • No hagas mucha fuerza ya que podrías lastimarte las encías si no lo colocas adecuadamente. Verifica frente al espejo la posición en que se encuentra mientras abres la boca ampliamente.
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    Presiona el retenedor hacia los dientes. Hazlo rápidamente luego de colocarlo en la boca. Asegúrate de que el arco de plástico encaje perfectamente en el paladar o en la base de la boca, que los alambres del frente se adecuen de manera correcta alrededor de los dientes frontales y que los alambres traseros encastren en los dientes de atrás. Si el retenedor no encaja adecuadamente, llama al dentista o al ortodoncista, ya que es posible que haya que ajustarlo. Esto podría ser por los alambres alrededor de los dientes o por el plástico en la boca.
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    Sujeta el retenedor firmemente a los dientes posteriores. Si es necesario, utiliza los dedos para empujarlo a su debido lugar. No muerdas el retenedor para colocarlo en su lugar, ya que podrías dañarlo. Tienes que escuchar un “clic” cuando se coloque en su lugar. Si el retenedor se cae o no se queda en su lugar, es posible que no lo hayas sujetado adecuadamente o que necesites ver al dentista o al ortodoncista para ajustar el retenedor.[2]

Método 2
Método 2 de 2:
Colocar un retenedor Essix

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    Define si tienes un retenedor Essix. Este retenedor es un molde de los dientes hecho de plástico transparente, sin piezas adicionales ni alambres. Debe cubrir la hilera completa de los dientes (superiores o inferiores). Ya que solo están hechos de un plástico fino, los retenedores Essix pueden deformarse o doblarse, lo que hace que no encajen adecuadamente. Si el retenedor solía adaptarse a los dientes, pero ya no lo hace, es posible que el dentista lo tenga que arreglar o reemplazar.[3]
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    Sostén el retenedor apropiadamente. Tienes que saber si el retenedor es para los dientes superiores o inferiores. Asegúrate de que el arco esté hacia adelante y que la abertura se pueda colocar en los dientes correctos.
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    Coloca el retenedor en la boca. Asegúrate de que esté cerca de la hilera de dientes correctos. No lo tengas en esa posición durante mucho tiempo; este es un paso rápido para cerciorarse de que lo presiones al mismo tiempo.
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    Empuja el retenedor sobre los dientes. Hazlo rápidamente luego de colocarlo en la boca. El plástico debe ajustarse cómodamente sobre la hilera de dientes y no debe moverse. Asegúrate de que el retenedor encaje sobre todos los dientes, incluidos los de atrás para mantenerlo en su lugar. Si el retenedor se cae o no se queda en su lugar, es posible que no lo hayas colocado correctamente.
    • Recuerda no usar el retenedor mientras comes, ya que se puede romper o puede lastimarte la mandíbula.

Consejos

  • Estos son los únicos dos retenedores que puedes colocarte tú mismo. Un retenedor fijo no tendría que salirse y, si eso sucede, pide una cita con el dentista cuanto antes para que pueda volver a colocártelo.
  • Recuerda usar el retenedor las veces que el dentista lo indique. De lo contrario, no funcionará adecuadamente y es posible que necesites usarlo durante un tiempo más prolongado.
  • Es probable que produzcas más saliva por tener un objeto en la boca. Eso es normal y, luego de unos días, tendría que dejar de suceder.
  • Posiblemente, sea difícil hablar los primeros días ya que tendrás que acostumbrarte a tener los retenedores en la boca. Para acostumbrarte más rápido, puedes practicar hablar, así como leer en voz alta.
  • El retenedor está específicamente diseñado para tus dientes. Si no encaja de forma adecuada, te causa dolor o te lastima la boca, llévalo al dentista para que lo arregle.

Acerca de este wikiHow

Cristian Macau, DDS
Coescrito por:
Doctor en Cirugía Dental
Este artículo fue coescrito por Cristian Macau, DDS. El Dr. Macau es un cirujano oral, periodoncista y esteticista en la Clínica Dental Favero en Londres. Recibió su doctorado en Cirugía Dental en la Universidad de Medicina Carol Davila en 2015. Este artículo ha sido visto 23 981 veces.
Categorías: Dientes y boca