Los dentistas utilizan empastes para reemplazar la estructura de los dientes que se cae debido a la caries.[1] Los empastes protegen los dientes y la estructura oral circundante por hasta 15 años, pero se deben reemplazar cada cierto tiempo.[2] No sustituir los empastes dentales puede provocar dientes astillados o fracturados, infección o abscesos, y puede dañar la salud de tu diente a largo plazo.[3] Puedes saber si tus empastes dentales necesitan un reemplazo al prestar atención a los signos y recibir la atención dental apropiada.

Método 1
Método 1 de 3:
Detectar un empaste mal hecho

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    Presta atención a la sensibilidad de los dientes. Si tienes empastes que necesitan un reemplazo, lo más probable es que primero lo sientas. Prestar atención a los síntomas físicos de empastes dentales antiguos o en descomposición puede darte un indicador de que es tiempo de que tu dentista los reemplace. Un signo de que tus empastes necesitan un reemplazo es si tienes sensibilidad dental a las temperaturas, dulces o presión.[4]
    • Presta atención cuando muerdas algo helado, caliente o alimentos dulces. Es posible que sientas una sensibilidad momentánea o dolor después de que entren en contacto con tus dientes, lo cual puede ser un signo de que se necesita un reemplazo del empaste.[5]
    • Sé consciente de que tus dientes también pueden ser sensibles al tacto ya sea de tu dedo, cepillo dental u otra herramienta dental.
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    Presta atención a la presión cuando comes. En algunos casos, es posible que sientas presión cuando muerdas algunos alimentos.[6] Esta sensación te puede durar unos cuantos segundos o más. Esto puede indicar un empaste dañado o un daño en tu pulpa dental.[7]
    • Mastica lentamente si detectas alguna presión cuando muerdes alimentos. Esto te puede ayudar a identificar con mayor facilidad qué empaste es el que te causa problemas.
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    Detecta el dolor agudo o palpitante. Además de la presión que puedes sentir en un diente, también puede haber un dolor agudo o palpitante.[8] Puede venir cuando estés comiendo o bebiendo o incluso cuando no estás haciendo nada. Al igual que con la presión, el dolor se puede ir rápidamente o persistir durante unos minutos. Notar si tienes cualquier dolor agudo o palpitante en algún diente o dientes específicos te puede ayudar a saber si un empaste necesita un reemplazo, sobre todo si ocurre con otros síntomas.[9]
    • El invierno y el aire frío también pueden hacer que tu diente sea más sensible que de costumbre, lo cual indica que se necesita un nuevo empaste.
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    Reconoce un dolor de muelas constante. Algunas personas que tienen empastes que necesitan un reemplazo pueden experimentar un dolor de muelas.[10] El dolor puede ir y venir o ser constante. Los dolores de muelas por lo general son causados por una inflamación en la pulpa dental, la cual puede suceder como resultado de un empaste que necesita un reemplazo. Si tu dolor de muelas dura más de dos días, ve a tu dentista para evitar una complicación con tu salud dental.[11]
    • Si el dolor dura mucho tiempo, la pulpa puede desarrollar una pulpitis irreversible, la cual con el paso del tiempo provocará una necrosis en donde no habrá pus o un absceso.

Método 2
Método 2 de 3:
Reconocer indicadores visuales

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    Observa los huecos o las manchas oscuras. Además de cualquier sensación física que puedas sentir, es posible que puedas ver signos de que tus empastes necesiten un reemplazo. Un signo de que tus remplazos pueden necesitar un reemplazo es ver huecos o manchas oscuras. Puedes darte cuenta de esto mientras de cepillas los dientes o te pasas hilo dental todos los días. Prestar atención a estos signos puede asegurarte un tratamiento inmediato y puede reducir al mínimo el riesgo de infección en tu cavidad oral.[12]
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    Inspecciona el hilo dental para saber si hay rasgaduras y partículas de alimentos. Si usas hilo dental diariamente, míralo cada vez que lo saques entre diente y diente. Es posible que notes rasgaduras en el hilo dental o partículas de comida que pueda haber retirado. Estos pueden ser signos de dientes agrietados o empastes que necesitan un reemplazo.[13]
    • Ten en cuenta qué diente rasga el hilo dental o siempre parece tener comida atascada en él. Esto puede ayudar a tu dentista a identificar con mayor facilidad qué empaste necesita un reemplazo, pero en los casos como este, las radiografías son casi siempre necesarias.
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    Siente la superficie del diente en busca de aspereza. La mayoría de las personas aman la sensación de dientes limpios y suaves. Es posible que notes que tienes un diente que nunca se siente suave al tacto incluso después de cepillarlo y usar hilo dental. Este puede ser un signo de que un empaste necesita un reemplazo.[14]
    • Mantén un ojo en ese diente y observa si algo empeora o mejora la aspereza. Si no se suaviza, házselo saber a tu dentista.
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    Busca un empaste roto, agrietado o faltante. En algunos casos, es posible que sepas cuándo un empaste necesita ser reemplazado. Si notas cualquier síntoma físico, revisa el interior de tu boca para ver si tienes algún empaste que esté visiblemente roto, agrietado o faltante. Ponte en contacto con tu dentista para programar una cita y confirmar que necesitas un reemplazo de tu empaste.[15]
    • Lávate las manos detenidamente con agua tibia y jabón antes de meter tus dedos en o cerca de tu boca. Esto puede minimizar el riesgo de introducir bacterias dañinas a tu boca.
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    Identifica los dientes astillados o fracturados. Incluso si no puedes ver un empaste que te causa problemas, un diente astillado o fracturado también puede indicar que necesitas un reemplazo de tu empaste. Si tienes síntomas físicos pero no puedes ver ningún empaste agrietado, roto o faltante, revisa los dientes circundantes. Pueden tener astillas o fracturas que necesiten la atención de tu dentista.[16]
    • Utiliza tu lengua para identificar cualquier borde filoso o estructura faltante. Los alimentos que se quedan atascados diariamente también son un signo de que tu empaste antiguo necesita un reemplazo.
    • Sé consciente de que las astillas o grietas pueden ser tan pequeñas que no puedas detectarlas a simple vista.[17]
    • Lávate las manos detenidamente con agua y con jabón antes de buscar cualquier diente fracturado o astillado. Esto puede prevenir una infección.
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    Determina qué tipo de empaste dental tienes. Hay diferentes tipos de material de empaste dental. Cada uno tiene un tiempo de vida diferente. Saber qué tipo de empaste tienes puede ayudarte a saber si es hora de reemplazarlo. Reconoce que la durabilidad de los empastes también depende de lo bien que cuidas tu salud oral. Si cuidas tus dientes y encías con gran esfuerzo, entonces es posible que tus empastes duren más. Los siguientes son diferentes tipos de empastes y su promedio de vida útil:[18]
    • Empastes de oro, los cuales pueden durar hasta 15 años.
    • Empastes de amalgama, los cuales son de color plateado y pueden durar hasta 15 años.
    • Empastes compuestos, hechos de un material que coincida con el color de tu diente. Pueden necesitar un reemplazo pasados los 5 años.
    • Los empastes de cerámica pueden durar unos 7 años.[19]

Método 3
Método 3 de 3:
Ver a tu dentista

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    Programa una cita con tu dentista. La única manera de estar completamente seguro de si tu empaste necesita un reemplazo es ver a tu dentista. Un profesional dental también es la única persona calificada para reemplazar los empastes. Si notas cualquier signo o síntoma de que un empaste necesite un reemplazo, programa una cita con tu dentista tan pronto como sea posible. Esto puede asegurarte recibir un tratamiento pronto y puede minimizar el riesgo de desarrollar abscesos.[20]
    • Hazle saber al personal de programación por qué necesitas ver al dentista. Es posible que puedan programarte una cita más pronto que tarde.
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    Sométete a un examen. Tu dentista realizará un examen detenido de tus empastes para ver si alguno necesita un reemplazo. Hazle saber a tu dentista cualquier síntoma que hayas observado, el cual él considerará junto con tus antecedentes médicos y los resultados de su examen.[21]
    • Sé preciso cuando expliques tus síntomas al dentista. Esto puede ayudarlo a determinar con mayor facilidad si los empastes necesitan un reemplazo. Por ejemplo, puedes decirle “Tengo un dolor agudo que me hace dolor todo el diente”.[22]
    • Deja que tu dentista sondee tu boca con una herramienta llamada “explorador dental”. Esta herramienta sondeará el diente y el empaste para detectar cualquier punto desgastado.[23]
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    Sométete a exámenes adicionales. En algunos casos, es posible que un empaste esté intacto pero aun así necesite un reemplazo. Esto se debe a que probablemente tenga una grieta o fugas. Ambos pueden provocar caries. Es posible que tu médico también quiera comprobar si hay problemas entre tus dientes que no son visibles a simple vista. Si tu dentista sospechar o determina que tus empastes necesitan un reemplazo, lo más probable es que te sometas a exámenes adicionales como radiografías o transiluminación. Estos pueden ayudarle a tu dentista a formar un mejor plan de tratamiento y reemplazo para ti.[24]
    • Reconoce que es posible que tu dentista también ordene una radiografía periapical, otro tipo de radiografía oral, para comprobar que la raíz de tu diente no esté dañada.[25]
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    Conversa acerca de tus opciones de reemplazo. Es posible que tu dentista determine que tienes un empaste o más que necesiten un reemplazo. Si este es el caso, explora tus diferentes opciones con el dentista. Tal vez sea posible reparar el empaste antiguo o necesites que lo reemplace por completo. Hablar con tu dentista acerca de tus diferentes opciones puede asegurarte tener un cuidado adecuado sin cargar con gastos constantes o preocuparte de que tendrás que reemplazar un empaste en un futuro cercano.[26]
    • Pregúntale a tu dentista si un material de empaste diferente puede adaptarse mejor a ti si tienes un empaste que necesita un reemplazo completo.
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    Hazte chequeos regulares. La prevención es una de las mejores maneras de mantener tus dientes y empastes saludables. Programar citas regulares con tu dentista te puede ayudar a detectar empastes que necesitan reemplazos antes de que te causen complicaciones, como descomposición de un diente o la pulpa dental.

Consejos

  • Visita a tu dentista con regularidad para mantener tu salud oral.

Acerca de este wikiHow

Tu Anh Vu, DMD
Coescrito por:
Dentista certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Tu Anh Vu, DMD. La Dra. Tu Anh Vu es una dentista certificada por el colegio oficial que dirige su consultorio privado, Tu's Dental, en Brooklyn, Nueva York. La Dr. Vu ayuda a adultos y niños de todas las edades a superar su ansiedad con fobia a los dentistas. La Dra. Vu realizó una investigación relacionada con la búsqueda de la cura para el cáncer de sarcoma de Kaposi y presentó su investigación en la reunión Hinman en Memphis. Recibió su licenciatura en Bryn Mawr College y un doctorado en Medicina Dental en la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pennsylvania. Este artículo ha sido visto 56 052 veces.
Categorías: Dientes y boca