Ya sea que suceda cuando trates de cepillarte los molares posteriores o cuando el dentista te revise para saber si tienes caries, el reflejo nauseoso puede convertir la higiene dental en una situación desagradable. El ciberespacio comparte muchas ideas diferentes sobre cómo suprimir este reflejo, pero hay varios que sobresalen por encima del resto. Usar remedios inmediatos, tales como: adormecer el paladar o estimular el paladar para detener el reflejo. Con el tiempo, también puedes usar el cepillo de dientes para desensibilizar el reflejo o prácticar técnicas de reorientación para ayudar a suprimirlo rápidamente.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar remedios inmediatos

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    Aprieta el pulgar. Cubre tu pulgar izquierdo con la mano izquierda y haz un puño. Coloca el pulgar debajo de los dedos. Presiona firmemente sin causarte demasiado dolor. Este truco pone presión en un punto de la palma que controla el reflejo nauseoso.[1]
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    Pon un poco de sal de mesa en tu lengua. Humedece la punta de tu dedo, introdúcelo en un poco de sal y toca tu lengua. La sal activa las papilas gustativas de la parte frontal de la lengua y provoca una reacción en cadena que suprime temporalmente el reflejo nauseoso.[2]
    • Otra manera de hacerlo es poner una cucharadita (0,99 de cucharadita métrica) de sal en un vaso de agua y enjuagarte la boca. No olvides escupir.
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    Adormece al paladar blando. Cuando un objeto toca el paladar blando, puede provocar el reflejo nauseoso. Usa un anestésico en espray para adormecer la garganta de venta libre (como Chloraseptic) a fin de desensibilizar el paladar blando. De manera alternativa, puedes aplicar suavemente un analgésico tópico de venta libre con benzocaína usando un bastoncillo de algodón. Los efectos deben durar aproximadamente por una hora. Tu paladar estará menos reactivo.[3]
    • Los espráis para adormecer la garganta raramente causan efectos secundarios. Sin embargo, debes dejar de usarlos si experimentas vómitos, náuseas, mareo, somnolencia y calambres musculares.[4]
    • Usa el remedio con benzocaína con precaución. El bastoncillo de algodón puede provocar un reflejo nauseoso. Otros efectos secundarios posibles incluyen fatiga, debilidad, irritación en la piel que rodea a las orejas, piel azul alrededor de los labios y en la punta de los dedos, y falta de aliento.[5]
    • Debes evitar el remedio con benzocaína totalmente si eres alérgico a la benzocaína. Pregunta a un doctor o a un farmacéutico acerca de las interacciones con otros medicamentos de venta libre, vitaminas, suplementos o remedios herbarios que puedas estar tomando.
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Método 2
Método 2 de 3:
Desensibilizar el reflejo nauseoso

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    Averigua cuándo comienza el reflejo nauseoso. Puedes hacerlo usando un cepillo dental para lavarte la lengua. El punto más cercano a la parte frontal de la lengua que te provoque el reflejo nauseoso es en donde debes concentrarte.[6]
    • Quizás estés más propenso a tener el reflejo nauseoso al comienzo de la mañana. Trata de programar la actividad que puede inducirte el reflejo nauseoso para la tarde o incluso para la noche.
    • No te metas los dedos a la boca. Puedes inducir el vómito.
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    Cepíllate la lengua justo en donde el reflejo nauseoso comienza. Sí, experimentarás el reflejo nauseoso y será desagradable, pero no durará mucho. Pasa alrededor de diez segundos cepillándote esa área (y experimentando el reflejo nauseoso). Luego, déjalo por una noche.[7]
    • Repite el proceso en el transcurso de las siguientes noches en el mismo lugar. El reflejo nauseoso debe disminuir gradualmente a medida que lo hagas cada noche.
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    Aumenta el área de cepillado. Cuando logres tocar el punto de inicio original con el cepillo dental sin provocar el reflejo nauseoso, entonces es momento de ir un poco más atrás. Trata de cepillar entre 6 y 12 milímetros (1/4 y ½ pulgada) más atrás de donde el reflejo nauseoso solía comenzar. Repite el proceso que seguiste con el primer lugar.
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    Mueve el cepillo más atrás. Hazlo cada vez que hagas progresos en la desensibilización de pequeñas áreas en la parte frontal. Sigue avanzando hasta que hayas alcanzado el punto visible más lejano de la lengua. Finalmente, el cepillo dental entrará en contacto con el paladar blando, si es que ya no lo ha hecho.
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    Debes tratar de desensibilizar la lengua todos los días. Sé persistente. Este proceso se demora aproximadamente un mes en completarse. Posteriormente, debes ser capaz de dejar que un doctor toma una muestra de la parte posterior de tu garganta sin provocar el reflejo nauseoso. Es probable que debas repetir el proceso de vez en cuando, ya que el reflejo nauseoso puede volver si no lo haces.[8]
    • Una buena manera de seguir desensibilizando tu lengua es cepillándola regularmente. Esta medida no solo ayudará a reprimir el reflejo nauseoso, sino que también te dará un aliento más fresco.
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Método 3
Método 3 de 3:
Redireccionar tu enfoque

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    Practica alguna forma de meditación. Pregunta al dentista si puedes usar tapones para los oídos para ahogar el sonido del equipo que usa durante tu cita. Esta medida te permitirá enfocarte en calmar los pensamientos y en olvidar lo que está sucediendo cerca de tu garganta. Si crees que puedes quedarte dormido, pide un bloque para morder para mantener la mandíbula abierta.[9]
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    Tararea. Tararear hace que sigas respirando, lo cual es esencial para la relajación. Además, es difícil tararear y tener un reflejo nauseoso al mismo tiempo. Prueba este truco en el consultorio del dentista mientras te tomen radiografías o te saquen impresiones de los dientes.[10]
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    Levanta una pierna ligeramente. Hazlo mientras estés sentado o recostado en la silla del dentista. Concéntrate en mantener la pierna levantada. Cambia de pierna si se te cansa una. Este truco te distraerá de lo que está sucediendo en tu boca y cerca del paladar blando.[11]
    • Recuerda esta advertencia, este truco no funcionará muy bien si apoyas una pierna encima de la otra.
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    Escucha música. Pregunta al dentista si puedes encender tu reproductor MP3 durante la limpieza o mientras te pongan un relleno. Reproduce canciones que hagan que tu mente deambule o podcasts interesantes que requieran de toda tu atención. De cualquier manera, estarás muy ocupado concentrándote en el audio para notar lo que el dentista está haciendo.[12]
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Consejos

  • Practica comiendo alimentos que te produzcan el reflejo nauseoso. Si sigue ocurriendo, entonces deja el alimento.
  • No comas antes de realizar la actividad que tiende a provocar el reflejo nauseoso. Esta medida minimizará la probabilidad de que vomites.
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Advertencias

  • Cuando trates de desensibilizar la lengua con un cepillo dental, no empieces desde muy atrás. Es posible desensibilizar un punto trasero de la lengua sin antes tratar en un punto de la parte frontal; sin embargo, esto no es lo que quieres lograr.
  • Tener un reflejo nauseoso excesivo puede ser un signo de un trastorno más serio, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que esté relacionado con el estómago y con los niveles ácidos en él. Visita a un doctor si también experimentas reflujo ácido o acidez estomacal.
  • Recuerda que el reflujo ácido es la manera en que tu cuerpo te protege de la asfixia. No trates de desensibilizar permanentemente el paladar blando.
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Categorías: Dientes y boca
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