Los bagels son círculos pequeños y dorados de pan que son crujientes por afuera y suaves por dentro. Si bien los bagels por lo general se asocian con una comida del desayuno, puedes comerlos durante cualquier comida del día con cualquier cantidad de ingredientes salados o dulces. Si deseas una experiencia óptima al comer un bagel, asegúrate de calentarlo y cortarlo antes de disfrutarlo abierto o como un sándwich.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Calentar y cortar el bagel

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    Tuesta el bagel si no está recién salido del horno. El bagel tiene un mejor sabor cuando está caliente, ya que la parte interna se pone dura una vez que se ha enfriado. A menos que hayas comprado un bagel recién horneado (es decir, que tenga menos de 6 horas), deberás tostarlo antes de comértelo.[1]
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    Coloca el bagel en un horno a 191 °C (375 °F) durante 4 a 5 minutos. Tostar el bagel antes de cortarlo le dará una parte externa crujiente y una parte central húmeda y masticable. Vuelve a calentar el bagel en un horno de convección o en un horno tostador hasta que esté crujiente y caliente al tacto.[2]
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    Corta y tuesta el bagel en una tostadora expulsora para obtener un producto más rápido. Si solo tienes un horno tostador expulsor, corta el bagel antes de tratar de tostarlo. Si bien es preferible tostar el bagel antes de cortarlo para retener su humedad, recalentar un bagel cortado en un horno tostador expulsor no lo arruinará.
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    Utiliza un cuchillo afilado y dentado para cortar el bagel por la mitad. Si deseas agregar coberturas al bagel, córtalo por la mitad de forma horizontal. Coloca el bagel en una tabla de cortar y estabiliza la parte superior con tu mano no dominante. Utiliza un cuchillo afilado para hacer una rebanada limpia por el lado del bagel.[3]
    • Si piensas comer el bagel entero y sin coberturas, omite este paso y cómetelo.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Agregar coberturas

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    Unta con mantequilla el bagel para tener un combo sabroso y simple. Unta la mantequilla en la parte interna de un bagel recién horneado o recién recalentado. Utiliza un cuchillo para esparcir una capa delgada, casi 1 cucharada (15 ml), de mantequilla de manera uniforme en ambos lados del bagel y disfrútalo.[4]
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    Esparce 55 g (2 oz) de queso crema en el bagel para darle un sabor clásico. Deja que el bagel se enfríe durante 2 o 3 minutos para que el queso crema no se derrita y luego utiliza un cuchillo para untar de manera uniforme el queso crema en ambos lados del bagel.[5]
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    Prepara un bagel abierto con salmón ahumado para tener un mejor bagel. Transforma un humilde bagel con la deliciosa combinación de queso crema y salmón en rodajas. Unta el queso crema en ambos lados del bagel en rodajas y cubre cada mitad con 30 g (1 oz) de queso crema y 30 g (1 oz) de salmón ahumado.[6]
    • Los aderezos tradicionales para un bagel con salmón son tomate en rodajas, alcaparras, jugo de limón y rodajas finas de cebolla roja.
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    Cubre el bagel con mantequilla de maní y plátano en rodajas para tener una opción más dulce. Esparce 2 cucharadas (30 ml) de mantequilla de maní de manera uniforme en ambos lados del bagel y cubre con rebanadas frescas de plátano. También puedes experimentar con variaciones en el bagel con mantequilla de maní y plátano, por ejemplo, al sumergir el plátano en un poco de mermelada o al usar Nutella en vez de mantequilla de maní.[7]
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    Transforma el bagel en un sándwich de huevo. Si necesitas un buen desayuno, el bagel es un producto excelente para un sándwich de huevo. Cubre el bagel con huevos fritos o revueltos, salchichas, queso y tomate.[8]
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    Utiliza el bagel como el pan de cualquier sándwich. Si tienes ganas de comer cualquier tipo de sándwich, haz un sándwich de bagel al poner los ingredientes entre las mitades en rodajas. ¡Siéntete libre de ser creativo con las coberturas y condimentos![9]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Terminar el sándwich

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    Come el bagel abierto. Después de agregar coberturas al bagel cortado, puedes optar por comer el bagel abierto, como si fueran dos rebanadas de pan tostado. En un bagel abierto, puedes disfrutar cualquiera de las combinaciones de cobertura que se mencionan arriba.
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    Come el bagel como si fuera un sándwich. Una vez que hayas cubierto el bagel, junta las dos mitades y cómelas como un sándwich. Esta es una opción excelente para comer un bagel con muchas coberturas, ya que el estilo de sándwich cerrado ayuda a garantizar proporciones adecuadas de pan con cobertura cuando lo muerdas.[10]
    • Los sándwiches de bagel también son excelentes como comidas para llevar, ya que son más fáciles de transportar que los bagels abiertos.
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    Si optas por un sándwich de bagel, córtalo de forma vertical por la mitad antes de comerlo. Si bien este paso no es absolutamente necesario, cortar el bagel de forma vertical por la mitad una vez que hayas terminado de agregar coberturas permitirá una proporción ideal de cobertura a la corteza cuando muerdas el bagel.[11]
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Categorías: Postres y dulces
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