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Si tienes más calabacines de los que puedes usar en una cantidad corta de tiempo, considera congelarlos. Los calabacines deben de cortarse o rallarse en piezas manejables y ser escaldados ( introducir algo en agua hirviendo) antes de guardarlos en el congelador. Aquí te decimos cómo hacerlo.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Preparando los calabacines
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1Usa calabacines maduros y frescos. Usa calabacines maduros y firmes con un color oscuro uniforme. El color de un calabacín es un buen indicador de si está maduro o no.
- No uses calabacines pálidos o suaves. Evita los calabacines que tengan moretes, manchas podridas o rasguños profundos..
- Si puedes, utiliza calabacines que hayan sido cosechados frescos del jardín. Si compras calabacines en el supermercado, asegúrate de que estén en la sección refrigerada y maduros.
- Si no puedes congelar el calabacín de inmediato, refrigéralo hasta que puedas hacerlo. Asegúrate de que esté firme y maduro antes de congelarlo.
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2Lava los calabacines. Enjuágalos con agua fría o tibia, frótalos gentilmente con tus manos para quitarles la tierra y suciedad que pudieran tener en la cáscara.
- Si es necesario, frótalos con un cepillo para verduras.
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3Rebana o ralla el calabacín. Define la manera en que planeas usar el calabacín. Procésalo de esa manera para que puedas después escaldarlo y congelarlo.
- Usa un cuchillo filoso para retirar 6.35 mm (1/4 de pulgada) de cada extremo del calabacín.
- Si rebanas el calabacín, utiliza un cuchillo para cortar el remanente del calabacín en rebanadas de 1.27 cm (1/2 pulgada) de grosor.
- Si cortas el calabacín en pequeños cubos, empieza cortando primero el calabacín por la mitad longitudinalmente. Quítale las semillas con una cuchara de metal y córtalo en cubos.[1]
- Si vas a rallar el calabacín, usa un rallador para rallarlo en tiras finas.
- También puedes usar un procesador de alimentos para picar el calabacín en jirones.[2]
Parte 2
Parte 2 de 3:Escaldar el calabacín
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1Llena una olla grande con agua. Cuando escaldes las rebanadas o cubos de calabacín, debes de llenar 2/3 partes de una olla con agua y ponerla a hervir a fuego alto.
- Prepara una vaporera para el calabacín rallado. El calabacín rallado necesita ser escaldado también, pero debe de escaldarse utilizando el vapor en lugar de agua hirviendo. Llena una olla con 5 cm (2/3) de agua y coloca una vaporera o una cesta de malla en la olla. Hierve el agua a fuego medio alto.
- Escaldar el calabacín es un paso benéfico porque quita las enzimas y la bacteria que ocasionan que, con el tiempo, el calabacín pierda sabor, color y valor nutricional. Si no lo escaldas, va a perder color relativamente rápido, incluso si está dentro del congelador.
- No le agregues sal al agua. Cuando escaldes los vegetales para comerlos inmediatamente, la sal les da sabor. Pero cuando escaldas los vegetales para almacenarlos, agregarles sal puede hacer que pierdan humedad y se descompongan más rápido.
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2Llena una olla grande con agua helada. Agrega una docena de cubos de hielo a un tazón grande con agua fría.
- Debes de preparar el agua fría antes de escaldar el calabacín.
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3Escalda el calabacín rallado o rebanado.[3] El calabacín rebanado o en cubos se escalda poniéndolo directamente en el agua hirviendo. El calabacín rallado se escalda con el vapor en una vaporera colocada sobre agua hirviendo.
- Cocina las rebanadas de calabacín, sin cubrir, en el agua hirviendo por entre 3 y 4 minutos. Cuando lo saques debe de estar firme.
- Coloca el calabacín rallado en la vaporera y cubre la olla. Calienta el calabacín por alrededor de 2 minutos o hasta que esté traslúcido.
- Puedes volver a utilizar el agua del escaldado hasta 5 veces. Pero asegúrate de llenar la olla con más agua ya que el nivel del agua disminuye un poco.
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4Transfiere inmediatamente el calabacín escaldado al agua helada. Tan pronto como termine el proceso de escaldado, usa una cuchara ranurada para transferir el calabacín del agua hirviendo o vaporera al agua helada.
- Sumergir el calabacín en el agua helada detiene inmediatamente el proceso de cocción.
- Mantén el calabacín en el agua helada por la misma cantidad de tiempo que estuvo en el agua hirviendo o vapor.
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5Drena el calabacín. Saca el calabacín del agua helada usando una cuchara ranurada y colócalo sobre toallas de papel limpias. Sécalo bien.
- También puedes transferirlo a un colador y dejar que se drene solo. De cualquier manera, asegúrate de que esté bien seco antes de congelarlo.
Parte 3
Parte 3 de 3:Congelar el calabacín
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1Coloca las piezas de calabacín en una bandeja para hornear poco profunda. Arregla el calabacín de manera que las rebanadas estén en una sola capa.
- El precongelamiento del calabacín evita que las piezas se peguen mientras se congelan, lo cual te permite medir las cantidades precisas de calabacín congelado en lugar de descongelar todo el lote.
- Asegúrate de que las piezas no se sobrepongan o toquen la una a la otra. Cualquier pieza que se toque se va a pegar.
- Ten en cuenta que esta etapa de precongelamiento no es necesaria si utilizas calabacín rallado.
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2Congela el calabacín. Coloca la bandeja en el congelador y deja que repose por 1 o 2 horas hasta que el calabacín esté congelado y sólido.
- Las piezas grandes durarán más tiempo en el congelador que las pequeñas.
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3Coloca el calabacín en contenedores para almacenar por largo plazo. Transfiere las piezas de calabacín de la bandeja para hornear a las bolsas o contenedores de plástico usando una espátula plana.
- Deja un espacio vacío de 1.27 cm (1/2 pulgada) en la parte superior de cada contenedor para dejar que el calabacín se expanda mientras se congela.
- Evita usar contenedores de vidrio, ya que son más propensos a romperse dentro del congelador.
- Si usas una bolsa, asegúrate de quitarle todo el aire que puedas. Entre más al vacío esté, más va a durar en el congelador sin quemarse o perder su sabor.
- Etiqueta la bolsa o contenedor con la fecha actual para que puedas saber cuánto tiempo tiene en el congelador.
- Divide el calabacín en cantidades previamente medidas basándote en qué tanto pretendes necesitar al mismo tiempo. Por ejemplo, podrías separarlo en porciones de una taza (250 ml). Coloca cada porción en una bolsa por separado o contenedor y etiquétalo con la fecha actual al igual que con la cantidad.
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4Congela el calabacín hasta que lo vayas a usar.[4] El calabacín escaldado puede congelarse por hasta 9 a 14 meses dependiendo de qué tan hermético estén almacenados y qué tan frío esté el congelador.
- Después de descongelar el calabacín, úsalo dentro de 3 días y no lo vuelvas a congelar.
Cosas que necesitarás
- Un cuchillo de cocina
- Una cuchara de metal
- Un rallador
- Un procesador de alimentos
- Una olla con tapa
- Una vaporera
- Un tazón grande
- Una cuchara ranurada
- Toallas de papel
- Un colador
- Una bandeja para hornear
- Una espátula chata
- Bolsas o contenedores de plástico resistentes al congelador
Referencias
Acerca de este wikiHow
Para congelar calabacines, enjuágalos y córtalos en rodajas o cubos de 1,5 cm (1/2 pulgada). Hierve una olla con agua, agrega los pedazos de calabacín y hiérvelos por 3 o 4 minutos. Ahora, coloca los pedazos de calabacín en un baño helado por 3 o 4 minutos, drénalos y sécalos dándoles toques suaves. Luego ordena los pedazos en una sola capa en una bandeja para hornear y congélalos por 1 o 2 horas antes de pasarlos a bolsas o recipientes seguros para congelador. ¡Guarda el calabacín en el congelador hasta por 14 meses!