Si tu presupuesto de alimentos está al límite mes a mes, ahorra algo de dinero teniendo a la mano un suministro de carnes rojas y aves de corral congeladas en todo momento. Dado que la carne dura meses, abastecerte de ella cuando encuentres una oferta y almacenar un adicional en el congelador te permitirá asegurarte de tener siempre una reserva disponible. Congelar carne en su calidad máxima te dará la opción de preparar una cena rápida y deliciosa o un banquete de último minuto. Así que busca una oferta, abastécete y empieza a congelar tu carne.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Preparar la carne

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    Guarda la carne en el refrigerador hasta que esté lista para prepararla para su congelación. Debes guardar carnes frescas y crudas en el refrigerador no más de 2 o 3 días antes de congelarlas.
    • La temperatura del refrigerador debe mantenerse en menos de 4 °C (40 °F) en todo momento para garantizar la máxima frescura y seguridad de todos los alimentos.[1]
    • Debes estar listo para preparar la carne rápidamente, de modo que se mantenga fría hasta que llegue la hora de congelarla.
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    Retira la carne de su empaque y colócala sobre una tabla de cortar. El empaque del supermercado no es resistente al vapor o la humedad, así que tíralo.
    • Congelar la carne en su empaque podría provocarle una quemadura por congelación más rápidamente.[2]
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    Corta la carne en porciones individuales. Hazlo con un cuchillo afilado. Retira los huesos innecesarios, ya que ocupan espacio en el congelador.[3]
    • A la hora de cortar aves de corral, mantén la carne deshuesada separada de la carne con huesos.[4]
    • Si vas a congelar carne molida, divídela en incrementos de 500 g (1 libra) o forma hamburguesas pequeñas de 125 g (1/4 de libra).
    • No enjuagues la carne antes de congelarla. No es necesario y puede cristalizar la carne cuando se congele. Si deseas enjuagarla, hazlo justo antes de cocinarla.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Envolver la carne

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    Coloca la carne en el centro de un pedazo grande de papel para congelar o papel film. Si usas papel para congelar, asegúrate de que el lado de papel toque la encimera y que la carne descanse sobre el lado encerado.
    • El papel para congelar es similar al papel encerado. Tiene una cubierta de plástico o cera en un lado, lo que ayuda a evitar que se filtren los jugos de la carne. Los mercados de carne y los supermercados usan este papel para envolver las carnes crudas.[6]
    • Si no consigues papel para congelar, será suficiente con papel encerado, papel pergamino o incluso papel film.[7]
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    Cubre los huesos con pedazos pequeños de toallas de papel para que no perforen la envoltura. Si algún hueso perfora la envoltura, entrará aire y pondrá en peligro la calidad de la carne.[8]
    • Envuelve pedazos pequeños de toallas de papel alrededor de los huesos y luego sigue envolviendo la carne según las instrucciones.
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    Envuelve bien cada trozo de carne. Junta la parte superior y la parte inferior del papel para congelar o papel film sobre la carne, luego dóblalo hacia la carne, haciendo pliegues pequeños, cada uno de 1,3 a 2,5 cm (1/2 a 1 pulgada).[9]
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    Dobla los extremos del papel para congelar o papel film alrededor del empaque. Alisa el papel para eliminar la mayor cantidad posible de aire. Si envuelves la carne en papel para congelar, papel encerado o papel pergamino, usa cinta adhesiva de congelador para sellar firmemente el papel alrededor de la carne.[10]
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    Envuelve nuevamente la carne, esta vez en papel aluminio o una bolsa de plástico con cierre hermético. Este paso es opcional, pero una doble envoltura ayudará a evitar que le entre aire a la carne y reducirá el riesgo de quemadura por congelación.[11]
    • Si almacenas la carne en una bolsa de plástico, asegúrate de presionar la bolsa para sacarle todo el aire antes de cerrarla.
    • En la bolsa de plástico, coloca cada hamburguesa individual o trozo de carne entre dos pedazos de papel para congelar, para mantenerlos separados cuando estén congelados. Así será más fácil sacarlos del congelador y se acelerará el proceso de descongelamiento.[12]
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    Prepara un ave entera para congelarla doblando sus alas, atando sus piernas y quitando sus órganos internos. Luego, colócala en una bolsa grande para congelar o envuélvela bien en papel para congelar y séllala con cinta adhesiva.[13]
    • Almacena por separado las vísceras como el corazón y el hígado en una bolsa grande con cierre hermético para congelar.
    • Si almacenas el pollo directamente en una bolsa de plástico, asegúrate de sacar todo el aire de la bolsa antes de cerrarla herméticamente.
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    Escribe la fecha y el contenido sobre la carne envuelta, usando un marcador permanente. La fecha te permite saber por cuánto tiempo se ha congelado cada trozo de carne y la información del contenido te permite saber qué corte de carne vas a sacar del congelador sin abrir el empaque.
    • El marcador permanente funciona en el papel para congelar, las bolsas de plástico, el papel pergamino, el papel encerado y el papel aluminio.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Congelar la carne

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    Coloca la carne envuelta en el congelador a -17 °C (0 °F) o menos. Esta es la temperatura ideal para conservar las carnes congeladas de forma segura. El congelador del refrigerador funcionará bien.[14]
    • Evita congelar grandes cantidades de carne, ya que hará más lento el proceso de congelación.
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    Coloca la carne en la parte más fría del congelador. Separa los trozos o las bolsas para permitir que la carne se congele más rápido. Una vez que la carne se haya congelado por completo, puedes volver a acomodar la distribución del congelador.
    • Si la carne no se congela lo suficientemente rápido, pueden formarse cristales de hielo en la carne. Dichos cristales contribuyen a la quemadura por congelación y a la pérdida de los jugos durante el descongelamiento de la carne.[15]
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    Evita abrir y cerrar el congelador repetidas veces. El congelador debe mantener una temperatura de -17 °C (0 °F) o inferior, casi en todo momento, para mantener la carne en óptimas condiciones.
    • Si solo congelas la carne por un breve periodo de tiempo (por ejemplo, un par de semanas), está bien si varía un poco la temperatura del congelador debido a la acción de abrir y cerrar la puerta del refrigerador. Simplemente asegúrate de comer rápido la carne.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Almacenar y volver a congelar la carne

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    Almacena las carnes rojas y las aves de corral a una temperatura constante de -17 °C (0 °F) para mantener su calidad. La congelación mantiene los alimentos seguros casi de forma indefinida, sin embargo, el periodo de tiempo que permanecen congelados puede afectar su calidad.[16]
    • Si deseas congelar tu carne a largo plazo (por ejemplo, durante un mes), pero el congelador de tu refrigerador no puede mantener un mínimo de -17 °C (0 °F), debes considerar la posibilidad de comprar un congelador pequeño separado para almacenar comida fría a largo plazo.[17]
    • Las carnes bien envueltas pueden congelarse de 6 meses a 1 año.[18]
    • Puedes guardar las carnes congeladas hasta 3 meses sin casi ninguna pérdida de la calidad, pero transcurrido este tiempo, existe una mayor probabilidad de desarrollar quemaduras por congelación. Esto es cierto sobre todo si se guardan en un congelador que no mantiene -17 °C (0 °F).[19]
    • El pollo bien envuelto puede congelarse hasta 9 meses.[20]
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    Examina la carne para ver si detectas quemaduras por congelación. Observa si la carne se vuelve marrón, si tiene un fuerte olor a congelado y si hay cristales de hielo.
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    Almacena las carnes curadas solo por 1 o 2 meses. La sal adicional que contienen las carnes curadas hace que se vuelvan rancias con más rapidez, así que debes comerlas más rápido.[21]
    • Esto se aplica para las carnes como el jamón y el tocino.
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    Vuelve a congelar de forma segura la carne cruda refrigerada. Si descongelas carne cruda y decides no usarla toda, puedes volver a congelarla de forma segura, siempre y cuando se haya descongelado al interior del refrigerador.
    • Ten en cuenta que la calidad de la carne podría no ser tan buena después de volver a congelarla, ya que la descongelación produce una pérdida de humedad.[22]
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    Vuelve a congelar cualquier carne cocida dentro de 3 o 4 días. Nunca vuelvas a congelar algo que ha permanecido fuera del refrigerador por más de 2 horas.[23]
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Cosas que necesitarás

  • un cuchillo afilado
  • una tabla de cortar
  • toallas de papel
  • papel para congelar
  • bolsas de plástico con cierre hermético
  • papel film
  • papel encerado (opcional)
  • cinta adhesiva de congelador

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Categorías: Consejos en la cocina
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