El eneldo es una hierba deliciosa que combina bien con diversos platos. Si dispones de una gran cantidad, puedes prolongar su vida útil y sabor guardándolo en el congelador. Una vez que lo hayas lavado y secado, tienes tres opciones principales. Primero, puedes congelarlo metiéndolo en una bolsa apta para congelador. Si planeas utilizarlo en estofados y salsas, es mejor congelarlo en aceite. Si prefieres una opción más sabrosa, puedes preparar una salsa simple y congelarla para más adelante. Así disfrutarás del eneldo por varios meses más.

Ingredientes

Salsa de eneldo simple

  • 2 tazas (20 g) de frondas (hojas) de eneldo frescas
  • 1 taza (250 ml) de aceite de oliva
  • 2 cucharaditas de sal

Método 1
Método 1 de 4:
Limpiar el eneldo

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    Retira el tallo inferior de la planta con un cuchillo. Examina atentamente el eneldo para encontrar las frondas, los tallos ramificados y el tallo inferior. Identifica las frondas buscando las puntas suaves y con volantes en el borde de la planta de eneldo. Encontrarás los tallos ramificados adheridos a estas frondas y un tallo más bajo y más grueso en la parte inferior de la planta. Corta esta porción de tallo con un cuchillo, ya que no la utilizarás en recetas futuras.
    • El tallo inferior no es comestible, así que no tiene caso congelarlo.
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    Lava bien el eneldo con agua fría. Sostén el manojo de eneldo recortado debajo de un chorro de agua fría. Gíralo de modo que todas las frondas se empapen de manera uniforme. Después de cerrar el grifo, deja gotear el exceso de agua sobre el fregadero.[1]
    • Sostén la hierba sobre el fregadero hasta que ya no gotee.
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    Sécalo con una toalla de papel. Coloca una toalla de papel seca sobre una superficie plana y extiende el eneldo por encima. Toma otra toalla de papel para absorber la humedad adicional del eneldo. Sigue secándolo con toquecitos hasta que ya no esté húmedo al tacto.[2]
    • Si el eneldo aún se nota húmedo después de lavarlo, el agua restante puede congelarse más adelante.

Método 2
Método 2 de 4:
Congelar eneldo puro en bolsas para congelador

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    Pica el eneldo en trozos gruesos con un cuchillo. No te preocupes por picarlo finamente. Mejor, córtalo en trozos de tamaño similar que sean convenientes para cocinar. Mientras lo cortas, empieza a separar los trozos a un lado.[3]
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    Colócalo en una bandeja para hornear galletas en una sola capa. Esparce el eneldo picado sobre la superficie de la bandeja para hornear. Haz todo lo posible por mantenerlo en una capa fina separada sin que los trozos se superpongan mucho entre sí. Si evitas apilarlos, no tendrás que esperar tanto tiempo para que se congelen.[4]
    • No te preocupes por forrar la bandeja, ya que solo la vas a utilizar para contener los trozos de eneldo durante la congelación.
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    Mete la bandeja para hornear en el congelador por 12 horas. Coloca la bandeja en un estante vacío del congelador con suficiente espacio abierto para que los trozos de eneldo puedan congelarse de manera uniforme. Antes de cerrar la puerta del congelador, verifica que no haya elementos frágiles que puedan caer sobre la bandeja y retrasar el proceso. Deja el eneldo en el congelador durante toda la noche antes de verificar su firmeza.[5]
    • Si los trozos de eneldo aún no se han congelado después de una noche, déjalos de 2 a 4 horas más. Sigue revisándolos de forma periódica hasta que estén del todo firmes al tacto.
    • Si tienes un congelador más grande y más potente, es posible que no tengas que esperar tanto.
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    Coloca el eneldo congelado en una bolsa de plástico apta para congelador. Retira la bandeja para hornear galletas del congelador una vez que los trozos de eneldo estén congelados. Colócalos en una bolsa de plástico apta para congelador y séllala bien después. Etiqueta la bolsa para hacer un seguimiento de la frescura del eneldo.[6]
    • Si vas a guardar mucho eneldo, necesitarás más de una bolsa de plástico.
  5. 5
    Utilízalo dentro de 6 meses. Para evitar que el eneldo sufra quemaduras por congelación, utilízalo dentro de 4 a 6 meses. Trata de mantenerlo en la parte delantera del aparato para que no lo dejes olvidado.[7]

Método 3
Método 3 de 4:
Utilizar una cubitera

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    Congela el eneldo en aceite si planeas utilizarlo en salsas o estofados. Crea una guarnición o un ingrediente adicional para futuras comidas añadiendo eneldo a una cubitera y vertiendo aceite de oliva por encima. Si planeas preparar recetas más frescas como ensaladas o salsas, opta por el eneldo fresco en vez del congelado.[8]
    • Congelar eneldo (o cualquier tipo de hierba) en agua puede ser un excelente cubito de hielo decorativo para los cócteles.
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    Pica el eneldo en trozos gruesos y de tamaño uniforme. Con un cuchillo, córtalo en trozos más pequeños, de modo que quepa en las cavidades de la cubitera. No lo cortes muy finamente, a menos que prefieras que esté en trozos pequeños para futuras recetas.[9]
    • Si no quieres picar el eneldo, puedes mantenerlo en porciones más grandes.
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    Llena las cavidades de la cubitera con eneldo y aceite de oliva. Toma una cantidad pequeña de eneldo picado y colócalo en cada una de las cavidades de la cubitera. Sigue añadiéndolo hasta llenar 2/3 de las cavidades. Por último, vierte aceite de oliva sobre el eneldo para saturar por completo la cubitera con aceite.[10]
    • No viertas mucho aceite en cada cavidad. Cada cubito de hielo debe estar separado, sin que el aceite se superponga.
  4. 4
    Cubre la cubitera con papel film. Toma una hoja larga de papel film y fíjala sobre el aceite líquido. Envuelve bien el papel film alrededor de los bordes de la cubitera, de modo que el aceite no entre en ningún otro alimento del congelador. No dudes en utilizar todas las hojas de papel film que necesites.[11]
  5. 5
    Deja congelar los cubitos de aceite durante toda la noche. Coloca la cubitera llena en una superficie vacía del congelador. Asegúrate de que no haya artículos sueltos o frágiles cerca que puedan caer y volcar la cubitera. Espera una noche completa a que el aceite y el eneldo se congelen antes de volver a revisar la cubitera.[12]
    • Si el aceite aún no está congelado después de una noche, mantenlo en el congelador por varias horas más.
  6. 6
    Coloca los cubitos en bolsas para congelador para almacenarlos a largo plazo. Retira los cubitos de aceite congelados de la cubitera de forma individual y ponlos en el fondo de una bolsa para congelador. Una vez que hayas retirado todos los cubitos, etiqueta la bolsa con la fecha de almacenamiento.[13] Trata de utilizar el eneldo dentro de 1 año para lograr los resultados más frescos posibles.[14]
    • Asegúrate de extraer el exceso de aire de las bolsas para congelador. Esto ayudará a evitar las quemaduras por congelación.

Método 4
Método 4 de 4:
Conservar el eneldo como una pasta

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    Retira las frondas de los tallos de eneldo. Toma un manojo grande de eneldo y empieza a retirar las frondas esponjosas que cuelgan del borde de los tallos de las ramas, pellizcándolas con los dedos. Colócalas en un bol a medida que avanzas. Sigue arrancando las frondas hasta tener 2 tazas (20 g) de eneldo reservadas.
    • Si lo prefieres, también puedes incluir los tallos de las ramas en la salsa.
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    Licúa 2 tazas (20 g) de eneldo y 2 cucharaditas de sal en un procesador de alimentos. Vierte las frondas de eneldo en un procesador de alimentos, junto con una cantidad pequeña de sal. Enciende el aparato a alta velocidad para que la mezcla de sal y eneldo se convierta en una pasta. Mantenlo encendido por varios segundos o hasta ver que se forma una consistencia más espesa.
  3. 3
    Añade 1 taza (250 ml) de aceite de oliva a la mezcla. Añade poco a poco cantidades pequeñas de aceite de oliva al procesador de alimentos mientras se mezclan los ingredientes. Utiliza la abertura en la parte superior del aparato para verter el aceite. Si el procesador de alimentos no tiene este compartimento, páusalo para añadir el eneldo. Sigue mezclando los ingredientes hasta obtener una pasta húmedo.
    • Divide el aceite en 3 a 4 partes para añadirlo de forma gradual a la salsa. Espera a que la porción pequeña de aceite se mezcle con el eneldo antes de añadir más.
    • En caso de no tener aceite de oliva a la mano, emplea cualquier aceite que utilices con normalidad para cocinar.
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    Vierte la pasta en una cubitera. Apaga el procesador de alimentos y retira el recipiente principal. Llena por completo cada cavidad de la cubitera con la salsa. Si es necesario, utiliza otra cubitera para guardar el resto de la mezcla.[15]
    • Trata de no verter demasiada pasta en las cubiteras o puedes hacer que las cavidades individuales se desborden. Lo ideal es que se formen cubitos de hielo separados en el congelador.
  5. 5
    Congela la mezcla de salsa durante toda la noche. Coloca la cubitera en una superficie plana y abierta en el congelador. Asegúrate de que no haya artículos cerca de la cubitera que puedan caerse y retrasar el proceso de congelación. Deja la cubitera en el congelador durante toda la noche y verifica al día siguiente si la salsa está congelada.[16]
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    Coloca los cubitos de salsa en bolsas para congelador de doble capa durante 4 meses. Retira los trozos de salsa congelados de la cubitera y séllalos en una bolsa de plástico grande, apta para congelador. Una vez que la bolsa esté llena con los cubitos de salsa, colócala dentro de una segunda bolsa apta para congelador para mayor seguridad. Enrolla la parte superior de la bolsa interior sellada, ya que esto te permitirá sellar la segunda bolsa exterior. Descongela y utiliza el eneldo dentro de 4 meses.[17]
    • Asegúrate de extraer el exceso de aire de ambas bolsas antes de guardar los cubitos de salsa.
    • Etiqueta la bolsa para no olvidar cuándo preparaste la salsa.

Cosas que necesitarás

Limpiar el eneldo

  • agua
  • toallas de papel

Congelar eneldo puro en bolsas para congelador

  • un cuchillo
  • una bandeja para hornear
  • bolsas de plástico aptas para congelador

Utilizar una cubitera

  • aceite de oliva
  • una cubitera
  • papel film
  • bolsas de plástico aptas para congelador

Conservar el eneldo como una pasta

  • un bol
  • un procesador de alimentos
  • una cubitera
  • bolsas de plástico aptas para congelador

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