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Las cebolletas, también llamadas cebollas de primavera, son un excelente agregado crujiente a una variedad de recetas. Puedes conservar las cebolletas tanto en el refrigerador como en el congelador. Si piensas usarlas dentro de una semana, guárdalas en el refrigerador. Si no, consérvalas en el congelador donde permanecerán en buen estado hasta por un año.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Conservar en el refrigerador
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1Llena un frasco con 5 cm (2 pulgadas) de agua. Usa un frasco que sea lo suficientemente grande como para contener todas las cebolletas que deseas conservar. Si guardas una gran cantidad de cebolletas, es posible que necesites usar más de un frasco. No necesitarás la tapa del frasco, así que ponla en un lugar en donde no la pierdas.[1]
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2Coloca las cebolletas en posición vertical en el frasco con agua. Las raíces de las cebolletas (los extremos blancos de los tallos) deben estar sumergidas en el agua. Los otros extremos deben sobresalir por la parte superior del frasco. Si el agua en el frasco no llega a cubrir la parte superior de las raíces, agrega más agua.[2]
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3Cubre las cebolletas en el frasco con una bolsa de plástico para emparedado. Abre la bolsa y ponla boca abajo de modo que el extremo abierto quede hacia abajo. Luego, coloca la bolsa sobre la parte superior de las cebolletas, de manera que los tallos entren en la abertura de la misma. Desliza la bolsa por los lados del frasco hasta donde llegue. No es necesario que llegue hasta la base del frasco.[3]
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4Coloca el frasco con cebolletas en el refrigerador hasta por una semana. Si las guardas por más tiempo, pueden perder su textura crujiente. Cuando quieras usar las cebolletas, sácalas del refrigerador y corta los tallos en trozos pequeños.[4]Anuncio
Método 2
Método 2 de 2:Congelarlas
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1Pon en remojo las cebolletas en una mezcla de 5 partes de agua y una parte de vinagre blanco, y luego enjuágalas. Es muy importante lavar las cebolletas antes de congelarlas si están frescas del jardín. Llena un recipiente grande con el agua y el vinagre, y coloca las cebolletas en él. Déjalas en remojo durante unos minutos antes de enjuagarlas en el fregadero.[5]
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2Corta las cebolletas en trozos pequeños. De esa forma, estarán listas para usar cuando las saques del congelador. Extiende las cebolletas sobre una tabla de cortar y corta las raíces con un cuchillo afilado. Las raíces son las partes blancas que se encuentran en los extremos de los tallos. Luego, lleva el cuchillo de un extremo de los tallos al otro y haz cortes rápidos a lo largo de las cebolletas cada 0,5 cm (0,25 pulgadas) aproximadamente.[6]
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3Coloca las cebolletas picadas sobre una bandeja de horno pequeña y recubierta con papel vegetal. Usa una bandeja de horno que pueda caber en el congelador. Recúbrela con papel vegetal para que las cebolletas no se adhieran al metal. Congelar las cebolletas sobre una bandeja de horno evitará que se peguen en el congelador.[7]
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4Pon la bandeja de horno en el congelador durante 3 horas. Después de las 3 horas, retira la bandeja de horno. No importa si aún no están completamente congeladas.[8]
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5Traslada las cebolletas a una bolsa de plástico hermética para el congelador. Abre la bolsa y usa una espátula para trasladar los trozos de cebolleta desde la bandeja de horno a la bolsa. Una vez que hayas colocado todas las cebolletas en la bolsa, usa las manos para eliminar el exceso de aire de la bolsa y luego ciérrala.[9]
- Escribe la fecha sobre la bolsa para saber cuánto tiempo llevan congeladas las cebolletas.
- Si no tienes una bolsa de plástico hermética para el congelador, coloca las cebolletas en una botella de agua vacía cerrada con tapa.
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6Congela las cebolletas hasta que quieras usarlas para cocinar. Las cebolletas congeladas pierden su textura crujiente, así que evita ponerlas en ensaladas o en otras recetas sin cocinarlas primero. Para usar las cebolletas congeladas, simplemente retíralas de la bolsa de plástico y agrégalas a la comida que estés preparando.[10]
- Las cebolletas congeladas pueden durar hasta un año en el congelador.[11]
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Cosas que necesitarás
Conservar en el refrigerador
- frasco
- bolsa de plástico para emparedado
Congelarlas
- vinagre blanco
- bol grande
- cuchillo
- tabla para cortar
- papel vegetal
- bandeja de horno
- bolsa de plástico hermética para el congelador
Referencias
- ↑ http://www.thekitchn.com/the-best-way-to-store-scallion-145134
- ↑ http://www.thekitchn.com/the-best-way-to-store-scallion-145134
- ↑ http://www.thekitchn.com/the-best-way-to-store-scallion-145134
- ↑ http://www.thekitchn.com/the-best-way-to-store-scallion-145134
- ↑ https://thrivinghomeblog.com/2013/06/how-to-freeze-green-onionsscallions/
- ↑ https://thrivinghomeblog.com/2013/06/how-to-freeze-green-onionsscallions/
- ↑ https://thrivinghomeblog.com/2013/06/how-to-freeze-green-onionsscallions/
- ↑ https://thrivinghomeblog.com/2013/06/how-to-freeze-green-onionsscallions/
- ↑ https://thrivinghomeblog.com/2013/06/how-to-freeze-green-onionsscallions/
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