Para muchos, un diagnóstico de diabetes es una llamada de atención. Controlar un caso de diabetes es generalmente cuestión de manejar tus niveles de azúcar en la sangre y vivir una vida consciente de tu salud. Los medicamentos (generalmente la insulina, pero a veces también otros medicamentos) también se usan para mantener bajo control el azúcar en tu sangre y para manejar los síntomas. Lee el paso 1 para comenzar a controlar tu diabetes para poder vivir una vida feliz y saludable.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Crear un plan de tratamiento para la diabetes

Diabetes tipo 1

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    Siempre consulta a un doctor antes de comenzar tu plan de tratamiento. La diabetes tipo 1, también llamada diabetes juvenil, es una enfermedad crónica que, a pesar de su nombre, puede afectar a personas de cualquier edad. Este tipo de diabetes puede ocurrir de pronto y sin advertencia. Sus síntomas, si se dejan sin tratar, pueden ser severos e incluso poner en riesgo la vida. Debido a esto, es importante recurrir al consejo de un doctor o especialista calificado para decidirte por un plan para combatir la diabetes. El contenido de este artículo se refiere solo a los casos generales y no está destinado a reemplazar la opinión del doctor.
    • Aunque ni la diabetes tipo 1 ni la diabetes tipo 2 pueden curarse por completo, si te comprometes de por vida con tu plan de tratamiento, estas enfermedades pueden manejarse hasta el punto de poder vivir una vida normal. Mientras más pronto empieces este plan de tratamiento después de desarrollar la diabetes, mejor. Si crees que podrías tener diabetes, no demores en consultar a un doctor. Debido a que los síntomas iniciales de la diabetes tipo 1 pueden ser severos, no es raro que tengas que quedarte en el hospital por un tiempo corto después de tu diagnóstico.[1]
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    Toma insulina todos los días. Los cuerpos de las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir insulina, un compuesto químico que se usa para descomponer el azúcar (glucosa) en el torrente sanguíneo. Sin la insulina, los síntomas de la diabetes tipo 1 empeorarán rápidamente y, a la larga, ocasionarán la muerte. Para aclarar: los diabéticos de tipo 1 necesitan tomar insulina todos los días o morirán.[2] Tus dosis precisas diarias de insulina variarán en base a tu tamaño, dieta, nivel de actividad y genética, por lo que es tan importante consultar a un doctor para obtener una evaluación minuciosa antes de comenzar tu plan de tratamiento para la diabetes. La insulina generalmente está disponible en variedades diferentes, cada una de las cuales está formulada para propósitos específicos. Estas son:[3]
    • Insulina "para las comidas" (de bolo): insulina de acción rápida. Generalmente se toma justo antes de una comida para prevenir los niveles elevados de glucosa en la sangre después de comer.
    • Insulina basal: insulina de acción más lenta. Generalmente se toma entre comidas una o dos veces al día para controlar los niveles de glucosa en la sangre en reposo.
    • Insulina premezclada: una combinación de insulina de bolo y basal. Puede tomarse antes del desayuno y la cena a fin de mantener bajos los niveles de glucosa en la sangre después de las comidas, así como a lo largo del día.
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    Haz ejercicio. En general, las personas con diabetes deben apuntar a estar en forma. El ejercicio físico tiene el efecto de disminuir los niveles de glucosa del cuerpo, a veces hasta por 24 horas.[4] Debido a que los efectos más perjudiciales de la diabetes son ocasionados por los niveles elevados de glucosa en la sangre, el ejercicio es una herramienta valiosa que permite a los diabéticos mantener la glucosa a niveles manejables. Además, el ejercicio también proporciona los mismos beneficios a los diabéticos que a los que no lo son; concretamente, una mejor salud general, pérdida de peso, mayor fuerza y resistencia, niveles más altos de energía y estados de ánimo, y más.
    • Los centros para la diabetes generalmente recomiendan ejercitarse por lo menos varias veces a la semana. La mayoría de centros recomienda una mezcla saludable de ejercicios cardiovasculares, entrenamiento de fuerza, y ejercicios de equilibrio y flexibilidad. Lee el artículo "Cómo ejercitarse" para más información.
    • Aunque los niveles bajos y manejables de glucosa son generalmente algo bueno para los diabéticos, ejercitarte con niveles bajos de azúcar en la sangre puede ocasionar una condición llamada hipoglicemia, en la que el cuerpo no tiene suficiente azúcar en la sangre para alimentar sus procesos vitales y a los músculos que se están ejercitando. La hipoglicemia puede ocasionar mareos, debilidad y desmayos. Para contrarrestar la hipoglicemia, lleva contigo un carbohidrato azucarado de acción rápida, como galletas de soda o una bebida isotónica, mientras haces ejercicio.[5]
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    Minimiza el estrés. Ya sea que la causa sea física o mental, el estrés es conocido por hacer que los niveles de azúcar en la sangre fluctúen.[6] El estrés constante o prolongado puede ocasionar que los niveles de azúcar en la sangre se eleven a largo plazo, lo cual significa que es posible que tengas que usar más medicamentos o hacer ejercicio con más frecuencia para mantenerte saludable. En general, la mejor cura para el estrés es una preventiva: evita el estrés en primera instancia ejercitándote con frecuencia, durmiendo bien, evitando situaciones estresantes en lo posible y hablando sobre tus problemas antes de que se vuelvan más serios.
    • Otras técnicas para manejar el estrés incluyen ver a un terapeuta, practicar técnicas de meditación, eliminar la cafeína de tu dieta y tener pasatiempos saludables. Lee el artículo "Cómo lidiar con el estrés" para más información.
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    Evita enfermarte. Como una dolencia física real o como una fuente indirecta de estrés, las enfermedades pueden hacer que los azúcares en tu sangre fluctúen. Las enfermedades prolongadas o serias pueden incluso requerir cambios en la forma como tomas tus medicamentos para la diabetes o en la dieta y rutinas de ejercicio que tienes que mantener. Aunque la mejor política cuando se trata de enfermedades es evitarlas viviendo una vida que sea tan saludable, feliz y libre de estrés como sea posible, cuando caigas enfermo, asegúrate de tomar el reposo y los medicamentos que necesites para mejorarte lo más rápido posible.
    • Si tienes un resfriado común, prueba beber bastantes líquidos, tomar medicamentos sin prescripción médica para el resfrío (pero evita los jarabes azucarados para la tos) y reposar bastante. Debido a que un resfriado puede arruinar tu apetito, debes asegurarte de consumir alrededor de 15 gramos (0,5 onzas) de carbohidratos aproximadamente cada hora.[7] Aunque tener un resfriado generalmente eleva los niveles de azúcar en la sangre, abstenerte de comer, como puede parecerte natural, puede ocasionar que el azúcar en tu sangre llegue a niveles peligrosamente bajos.
    • Las enfermedades serias requieren el consejo de un doctor, pero manejar enfermedades serias en pacientes con diabetes puede requerir medicamentos y técnicas especiales. Si eres diabético y crees que podrías tener una enfermedad que sea más seria que un resfriado normal, consulta de inmediato a tu doctor.
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    Modifica tus planes para la diabetes considerando la menstruación y la menopausia. Las mujeres diabéticas tienen retos únicos cuando se trata de manejar los niveles de azúcar en la sangre durante su periodo o la menopausia. Aunque la diabetes afecta a cada mujer de forma diferente, muchas mujeres reportan tener niveles elevados de azúcar en la sangre en los días previos a sus periodos, lo cual puede requerir usar más insulina o cambiar tu dieta y hábitos de ejercicio para compensar.[8] Sin embargo, los niveles de azúcar en la sangre durante tu ciclo menstrual pueden ser diferentes, así que habla con tu doctor o ginecólogo para obtener una orientación específica.
    • Adicionalmente, la menopausia puede cambiar la forma como fluctúan los niveles de azúcar en la sangre. Muchas mujeres reportan que sus niveles de glucosa se vuelven más impredecibles durante la menopausia.[9] La menopausia también puede ocasionar aumento de peso, pérdida de sueño y problemas vaginales temporales, los cuales pueden incrementar los niveles de hormonas del estrés en el cuerpo y elevar los niveles de glucosa en la sangre.[10] Si eres diabética y estás pasando por la menopausia, habla con tu doctor para encontrar un plan de tratamiento que sea adecuado para ti.
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    Programa chequeos regulares con tu doctor. Justo después de que te diagnostiquen diabetes tipo 1, es probable que tengas que reunirte con tu doctor regularmente (hasta una vez a la semana o más) para obtener una idea sobre la mejor forma de controlar tus niveles de glucosa. Puede tomar unas cuantas semanas desarrollar un régimen de terapia con insulina que se ajuste perfectamente a tu dieta y nivel de actividad. Una vez que se establezca tu rutina de tratamiento para la diabetes, no tendrás que reunirte con tu doctor tan seguido. Sin embargo, debes planificar mantener una buena relación con tu doctor, lo que significa programar citas de seguimiento semi regulares. Tu doctor es la persona más adecuada para detectar discrepancias en tus niveles de glucosa en la sangre antes de que se vuelvan serios, y es un recurso valioso para cuando necesites manejar la diabetes durante tiempos de estrés, enfermedad, embarazo, etc.
    • En general, como diabético de tipo 1, una vez que tu rutina esté establecida, debes esperar ver a tu doctor una vez cada 3 a 6 meses.[11]
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Diabetes tipo 2

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    Consulta a tu doctor antes de comenzar el tratamiento. Si tienes diabetes tipo 2, tu cuerpo es capaz de producir un poco de insulina, a diferencia de ninguna, pero tiene una capacidad disminuida para producirla o no puede usarla correctamente. Debido a esta diferencia crucial, los síntomas de la diabetes tipo 2 pueden ser más leves que los síntomas del tipo 1, pueden tener un inicio más gradual y pueden requerir tratamientos menos drásticos (aunque es posible que haya excepciones). Sin embargo, como con la diabetes tipo 1, ver a tu doctor antes de comenzar cualquier plan de tratamiento de todas formas es esencial. Solo un profesional médico calificado tiene el conocimiento para poder diagnosticar de forma definitiva tu diabetes y diseñar un plan de tratamiento que esté hecho a la medida de tus necesidades personales.
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    Si puedes, maneja tu diabetes con dieta y ejercicio. Como se mencionó anteriormente, las personas con diabetes tipo 2 tienen una capacidad disminuida (pero no inexistente) de producir y usar insulina naturalmente. Debido a que sus cuerpos sí producen un poco de insulina, en algunos casos es posible que personas con diabetes tipo 2 manejen su enfermedad sin tener que usar ninguna insulina artificial. Generalmente, esto se realiza a través de una dieta cuidadosa y ejercicio, lo que significa minimizar la cantidad de alimentos azucarados que se consumen, mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente. Algunas personas con casos leves de diabetes tipo 2 pueden potencialmente llevar vidas básicamente "normales" si tienen mucho cuidado con lo que comen y cuánto ejercicio realizan.
    • Es importante recordar, sin embargo, que algunos casos de diabetes tipo 2 son más severos que otros y no pueden manejarse solo con dieta y ejercicio sino que pueden requerir insulina u otros medicamentos.
    • Nota: lee las secciones a continuación para más información en relación a la dieta y los medicamentos.
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    Prepárate para buscar opciones de tratamiento más agresivas con el tiempo. La diabetes tipo 2 es conocida por ser una enfermedad progresiva. Esto significa que puede empeorar con el tiempo. Se cree que esto se debe a que las células del cuerpo que son las responsables de producir insulina se "agotan" de tener que trabajar particularmente duro en personas con diabetes tipo 2.[12] Como resultado, casos de diabetes tipo 2 que alguna vez requirieron opciones de tratamiento relativamente menores pueden a la larga requerir tratamientos más drásticos, incluyendo terapia con insulina, después de varios años. Esto a menudo no es culpa del paciente.
    • Como con la diabetes tipo 1, debes mantenerte en contacto con tu médico si tienes diabetes tipo 2. Los exámenes y chequeos regulares pueden ayudarte a detectar la progresión de la diabetes tipo 2 antes de que se vuelva más seria.
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    Considera la cirugía bariátrica si eres obeso. La obesidad es una de las principales causas de diabetes tipo 2. Sin embargo, ser obeso puede hacer que cualquier caso de diabetes sea más peligroso y difícil de manejar. La presión adicional que la obesidad ejerce sobre el cuerpo puede hacer que sea extremadamente difícil mantener el azúcar en la sangre a niveles saludables. En casos de diabetes tipo 2 en donde los pacientes tienen altos índices de masa corporal (generalmente mayores a 35), los doctores a veces recomendarán cirugías de reducción de peso para controlar rápidamente el peso del paciente. Generalmente se emplean dos tipos de cirugía para este propósito:[13]
    • Bypass gástrico: el estómago se reduce al tamaño de un pulgar y el intestino delgado se acorta de forma que se absorben menos calorías de la comida. Este cambio es permanente.
    • Banda gástrica laparoscópica (Lap-Band): se envuelve una banda alrededor del estómago de forma que se sienta más lleno con menos comida. Esta banda puede ajustarse o retirarse si es necesario.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Hacerse exámenes de diabetes

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    Revisa tus niveles de azúcar en la sangre todos los días. Debido a que los efectos potencialmente dañinos de la diabetes se desencadenan por niveles elevados de azúcar en la sangre, es importante para los diabéticos revisar sus niveles de azúcar en la sangre de forma bastante regular. Hoy en día, esto se realiza con una pequeña máquina portátil que mide el azúcar en tu sangre a partir de una pequeña gota de sangre. Las respuestas exactas en cuanto a cuándo, dónde y cómo debes revisar tus niveles de azúcar en la sangre pueden depender de tu edad, el tipo de diabetes que tengas y tu condición. Por lo tanto, debes hablar con tu doctor antes de comenzar a monitorear tus niveles de azúcar en la sangre. Los consejos a continuación son para casos generales y no están destinados a reemplazar las recomendaciones de un doctor:
    • A los diabéticos de tipo 1 a menudo se les instruye revisar sus niveles de azúcar en la sangre tres o más veces al día. Esto a menudo se realiza antes o después de ciertas comidas, antes o después del ejercicio, antes de dormir e incluso durante la noche. Si estás enfermo o estás tomando medicamentos nuevos, es posible que tengas que monitorear tus niveles de azúcar en la sangre aún más de cerca.[14]
    • Los diabéticos de tipo 2, por otro lado, generalmente no tienen que revisar sus niveles de azúcar en la sangre con tanta frecuencia; es posible que se les instruya que lo hagan una o más veces al día. En casos en los que la diabetes tipo 2 puede manejarse con medicamentos que no sean insulina o solo con dieta y ejercicio, es posible que tu doctor ni siquiera requiera que revises tus niveles de azúcar en la sangre todos los días.[15]
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    Hazte una prueba de A1c varias veces al año. Así como es importante para las personas con diabetes monitorear sus niveles de azúcar en la sangre día a día, también es importante tener una perspectiva "panorámica" de las tendencias a largo plazo en los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes generalmente deben hacerse una prueba especial llamada A1c a intervalos regulares; tu doctor puede instruirte que te hagas estas pruebas cada mes o cada dos a tres meses. Estas pruebas monitorean el nivel promedio de azúcar en la sangre a lo largo de los últimos meses en lugar de dar una foto "instantánea" y, por lo tanto, pueden proporcionar información valiosa sobre si el plan de tratamiento está funcionando bien o no.
    • Las pruebas A1c funcionan analizando una molécula en la sangre llamada hemoglobina. Cuando la glucosa ingresa a tu sangre, un poco de ella se une a estas moléculas de hemoglobina. Debido a que las moléculas de hemoglobina generalmente viven por alrededor de 3 meses, analizar el porcentaje de moléculas de hemoglobina que están unidas a la glucosa puede proporcionar una imagen de cuán altos estuvieron los niveles de azúcar en la sangre a lo largo de los últimos meses.[16]
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    Examina la presencia de cetonas en tu orina si tienes síntomas de cetoacidosis. Si a tu cuerpo le falta insulina y no puede descomponer la glucosa en la sangre, sus órganos y tejidos rápidamente se privarán de energía. Esto puede llevar a una enfermedad peligrosa llamada cetoacidosis, en la cual el cuerpo comienza a descomponer sus reservas de grasa para alimentar los procesos importantes. Aunque esto mantendrá a tu cuerpo en funcionamiento, este proceso produce compuestos tóxicos llamados cetonas, las cuales, si se les permite acumularse, pueden poner en riesgo tu vida.[17] Si tienes dos lecturas consecutivas de azúcar en la sangre por encima de 250 mg/dL o muestras los síntomas que figuran a continuación, hazte inmediatamente una prueba de cetoacidosis (esto puede realizarse con una tira de orina sin prescripción médica). Si la prueba revela que tienes una alta cantidad de cetonas en tu orina, llama inmediatamente a tu doctor y busca tratamiento de emergencia. Los síntomas de la cetoacidosis son:[18]
    • Náuseas
    • Vómitos
    • Aliento con olor dulce o "afrutado"
    • Pérdida de peso inexplicable
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    Hazte pruebas de pies y oculares regularmente. Debido a que la diabetes tipo 2 puede progresar tan gradualmente que es difícil de detectar, es importante estar atento a posibles complicaciones de la enfermedad de forma que puedas abordarlas antes de que se vuelvan serias. La diabetes puede ocasionar daños a los nervios y cambiar la circulación a ciertas partes del cuerpo, sobre todo a los pies y los ojos. Con el tiempo, esto puede dar como resultado una pérdida de los pies o ceguera. Tanto los diabéticos de tipo 1 como los de tipo 2 corren el riesgo de estas complicaciones. Sin embargo, debido a que la diabetes tipo 2 puede progresar gradualmente sin que se note, es particularmente importante programar exámenes regulares de pies y oculares para evitar que se desarrolle cualquiera de estas enfermedades.
    • Los exámenes de dilatación ocular completos detectan retinopatía diabética (pérdida de visión por la diabetes) y normalmente deben programarse alrededor de una vez al año. Durante el embarazo o una enfermedad, es probable que sea necesaria una frecuencia mayor.[19]
    • Los exámenes a los pies revisan el pulso, la sensación y la presencia de cualquier llaga o úlcera en el pie, y deben programarse alrededor de una vez al año. Sin embargo, si has tenido antes úlceras en el pie, puede ser necesario hacerte las pruebas hasta cada 3 meses.[20]
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Manejar tu dieta

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    Siempre defiere a los consejos de tu nutricionista. Cuando se trata de controlar la diabetes, la dieta es crucial. Manejar cuidadosamente los tipos y cantidades de alimentos que consumas te permite manejar tus niveles de azúcar en la sangre, lo cual tiene un efecto directo en la severidad de tu diabetes. Los consejos en esta sección vienen de centros respetables para la diabetes, pero cada plan para la diabetes debe estar hecho a tu medida individualmente en base a tu edad, tamaño, nivel de actividad, condición y genética. Por lo tanto, los consejos en esta sección están destinados solo para ser consejos generales y nunca deben reemplazar a las recomendaciones de un doctor o nutricionista calificado.
    • Si no estás seguro sobre cómo obtener información personalizada sobre tu dieta, habla con tu doctor o médico de cabecera. Él o ella podrá guiar tu plan de dieta o referirte a un especialista calificado.
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    Apunta a una dieta baja en calorías y alta en nutrientes. Cuando alguien come más calorías de las que quema, el cuerpo responde creando un incremento en el azúcar en la sangre.[21] Debido a que los síntomas de la diabetes son causados por niveles elevados de azúcar en la sangre, esto no es deseable para personas que sufren de diabetes. Por lo tanto, a las personas con diabetes generalmente se las estimula a llevar dietas que proporcionen tantos nutrientes esenciales como sea posible manteniendo el número de calorías que se consumen al día a un nivel suficientemente bajo. Por lo tanto, los alimentos (como muchos tipos de vegetales) que están llenos de nutrientes y son bajos en calorías pueden conformar una buena parte de una dieta saludable para la diabetes.
    • Las dietas bajas en calorías y altas en nutrientes también son útiles para la diabetes porque aseguran que te mantengas a un peso saludable. La obesidad es conocida por contribuir considerablemente al desarrollo de diabetes tipo 2.[22]
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    Prioriza los carbohidratos saludables, como los alimentos integrales. Recientemente, se ha hecho mucho alboroto sobre los peligros que representan los carbohidratos para la salud. Lo cierto es que la mayoría de centros para la diabetes recomienda consumir cantidades controladas de carbohidratos; específicamente, variedades saludables y nutritivas. En general, los diabéticos deben limitar su consumo de carbohidratos a niveles moderadamente bajos y asegurarse de que los carbohidratos que consuman sean integrales y altos en fibra. Sigue leyendo para más información:
    • Muchos carbohidratos son productos derivados de cereales, como el trigo, la avena, el arroz, la cebada y granos similares. Los productos derivados de los cereales pueden dividirse en dos categorías: integrales y refinados. Los productos integrales contienen todo el grano, incluyendo las partes exteriores que son ricas en nutrientes (llamadas el salvado y el germen), mientras que los productos refinados solo contienen la parte almidonada interior (llamada endospermo), la cual es menos rica en nutrientes. Para una determinada cantidad de calorías, los productos integrales son mucho más ricos en nutrientes que los refinados, así que trata de priorizar los productos integrales sobre los panes, pastas, arroces, etc., "blancos".
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    Consume alimentos ricos en fibra. La fibra es un nutriente que contienen los vegetales, frutas y otros alimentos derivados de las plantas. La fibra es en su mayoría no digerible; al comerla, la mayor parte de ella pasa a través del intestino sin que se digiera. Aunque la fibra no proporciona muchos nutrientes, sí proporciona una variedad de beneficios para la salud. Por ejemplo, ayuda a controlar la sensación de hambre, facilitando consumir cantidades saludables de comida. También contribuye a la salud digestiva y es famosa por ayudar a "mantenerte regular".[23] Los alimentos altos en fibra son una gran opción para los diabéticos, porque facilitan consumir una cantidad saludable de comida todos los días.
    • Los alimentos altos en fibra son la mayoría de frutas (sobre todo las frambuesas, peras y manzanas), los productos integrales, el salvado, las legumbres (sobre todo los frijoles y las lentejas) y los vegetales (sobre todo las alcachofas, el brócoli y las judías verdes).[24]
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    Consume fuentes magras de proteína. La proteína a menudo es elogiada (con razón) como una fuente saludable de energía y nutrición para el desarrollo de los músculos, pero algunas fuentes de proteína pueden venir cargadas de grasa. Para una opción más inteligente, elige fuentes de proteína magras, bajas en grasa y altas en nutrientes. Además de proporcionar los nutrientes necesarios para un cuerpo fuerte y saludable, la proteína también es conocida por producir una sensación mayor y más duradera de llenura que otras fuentes de calorías.
    • Las proteínas magras incluyen la carne blanca del pollo sin piel (la carne negra tiene un poco más de grasa, mientras que la piel es alta en grasa), la mayoría de los pescados, los productos lácteos, los frijoles, los huevos, el solomillo de cerdo y las variedades magras de la carne roja.[25]
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    Consume algunas grasas "buenas", pero disfrútalas con moderación. Al contrario de la creencia popular, la grasa en la dieta no siempre es mala. De hecho, ciertos tipos de grasa, concretamente las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (que incluyen los ácidos grasos omega 3), son conocidos por proporcionar beneficios para la salud, incluyendo la disminución de los niveles de LDL (lipoproteínas de baja densidad, por sus siglas en inglés) o colesterol "malo".[26] Sin embargo, todas las grasas son ricas en calorías, así que debes disfrutarlas con moderación para mantener un peso saludable. Prueba agregar pequeñas porciones de grasas "buenas" a tu dieta sin incrementar tu carga general de calorías al día; tu doctor o nutricionista puede ayudarte con esto.
    • Los alimentos ricos en grasas "buenas" (grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas) incluyen los aguacates, la mayoría de las nueces (incluyendo las almendras, las pecanas, las castañas de cajú y el maní), el pescado, el tofu, la linaza y más.[27]
    • Por otro lado, los alimentos ricos en grasas "malas" (grasas saturadas y ácidos grasos trans) son las carnes grasosas (incluyendo la carne de res regular o molida, el tocino, la salchicha, etc.), los productos lácteos grasosos (incluyendo la crema, el helado, la leche entera, el queso, la mantequilla, etc.), el chocolate, la manteca, el aceite de coco, las pieles de las aves de corral, los bocaditos procesados y los alimentos fritos.
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    Evita los alimentos ricos en colesterol. El colesterol es un lípido (un tipo de molécula de grasa) que se produce naturalmente en el cuerpo para servir como una parte importante de las membranas celulares. Aunque el cuerpo requiere naturalmente una determinada cantidad de colesterol, los niveles elevados de colesterol en la sangre pueden ocasionar problemas de salud, sobre todo para personas con diabetes. Los niveles altos de colesterol pueden ocasionar una variedad de problemas serios, incluyendo enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales. Las personas con diabetes están naturalmente predispuestas a tener niveles de colesterol que no sean saludables, así que es particularmente importante para aquellos que sufren de diabetes monitorear su consumo de colesterol, más de lo que lo es para personas que no tengan esta enfermedad.[28] Esto significa elegir los alimentos cuidadosamente para limitar el consumo de colesterol.
    • El colesterol viene en dos formas: lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol "malo") y lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés, o colesterol "bueno"). El colesterol malo puede acumularse en las paredes internas de las arterias, ocasionando a la larga problemas como ataques cardiacos o derrames cerebrales, mientras que el colesterol bueno ayuda a eliminar el colesterol dañino de la sangre. Por lo tanto, los diabéticos deben mantener su nivel de consumo de colesterol "malo" lo más bajo posible a la vez que consumen cantidades saludables de colesterol "bueno".[29]
    • Las fuentes de colesterol "malo" incluyen los productos lácteos grasosos, las yemas de huevo, el hígado y otros tipos de vísceras, las carnes grasosas y la piel de aves de corral.
    • Las fuentes de colesterol "bueno" incluyen la avena, las nueces, la mayoría de pescados, el aceite de oliva y los alimentos con esteroles vegetales.[30]
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    Consume alcohol con cuidado. Al alcohol a menudo se le llama una fuente de "calorías vacías", y con razón: las bebidas alcohólicas como la cerveza, el vino y el licor contienen calorías pero muy pocos nutrientes reales. Afortunadamente, la mayoría de diabéticos aún puede disfrutar con moderación de estas entretenidas (si no nutritivas) bebidas. Según la Asociación Americana de Diabetes, el consumo "moderado" de alcohol en realidad tiene muy poco efecto sobre el control de la glucosa y no contribuye a las enfermedades cardiovasculares.[31] Por lo tanto, a las personas con diabetes generalmente se las estimula a seguir las mismas pautas que las personas sin diabetes cuando se trata del alcohol: los hombres pueden disfrutar de hasta 2 bebidas diariamente, mientras que las mujeres pueden tomar 1.[32]
    • Toma nota de que, para fines médicos, las "bebidas" se definen como porciones de tamaño estándar de la bebida en cuestión: alrededor de 350 ml (12 onzas) de cerveza, 150 ml (5 onzas) de vino o 45 ml (1,5 onzas) de licor.[33]
    • Toma nota también de que estas pautas no toman en cuenta mezclas azucaradas y aditivos que pueden agregarse a los cocteles y que pueden tener un impacto negativo en el nivel de glucosa de un diabético.
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    Usa un control de porciones inteligente. Una de las cosas más frustrantes sobre cualquier dieta, incluyendo una dieta para la diabetes, es que comer demasiado de cualquier alimento (incluso de alimentos saludables y nutritivos) puede ocasionar un aumento de peso, lo cual ocasiona problemas de salud. Debido a que es importante para los diabéticos mantener su peso a un nivel saludable, el control de porciones es una preocupación seria. En general, para una comida grande, como la cena, los diabéticos deben comer bastantes vegetales nutritivos y ricos en fibra junto con cantidades controladas de proteína magra y granos almidonados o carbohidratos.
    • Muchos centros para la diabetes ofrecen guías de comida de muestra para ayudar a enseñar la importancia del control de porciones. La mayoría de tales guías ofrece consejos que se asemejan considerablemente a lo siguiente:[34]
    • Asigna la mitad de tu plato a vegetales no almidonados y ricos en fibra, como la col rizada, la espinaca, el brócoli, las judías verdes, la col china, la cebolla, el pimiento, el nabo, los tomates, la coliflor y muchos más.
    • Asigna un cuarto de tu plato a almidones y granos saludables, como panes integrales, avena, pasta, papas, frijoles, guisantes, sémola, zapallo y palomitas de maíz.
    • Asigna un cuarto de tu plato a la proteína magra, como el pollo o pavo sin piel, el pescado, los mariscos, la carne magra de res o cerdo, el tofu y los huevos.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Usar medicamentos

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    Habla con tu doctor antes de tomar cualquier medicamento para la diabetes. La diabetes es una enfermedad seria que puede requerir medicamentos especiales para tratarse. Sin embargo, si se usan incorrectamente, estos medicamentos pueden ocasionar problemas que pueden ser serios por sí solos. Antes de tomar cualquier medicamento para la diabetes, habla con tu doctor para desarrollar un plan que tome en consideración todas las opciones de tratamiento (incluyendo la dieta y el ejercicio). Como todas las enfermedades serias, un caso de diabetes requiere el consejo de un profesional calificado. La información en esta sección es estrictamente ilustrativa y no debe usarse para elegir medicamentos o formular dosis.
    • Adicionalmente, no necesariamente debes dejar de tomar algún medicamento que actualmente estés tomando si descubres que eres diabético. Un doctor debe evaluar todas las variables en juego, incluyendo los medicamentos que actualmente tomes, para desarrollar un plan para tratar tu diabetes.
    • Los efectos de tomar demasiados o muy pocos medicamentos para la diabetes pueden ser serios. Por ejemplo, una sobredosis de insulina puede ocasionar hipoglicemia, lo que lleva a mareos, confusión e incluso un coma en casos severos.
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    Usa insulina para controlar el azúcar en tu sangre. La insulina es quizás el medicamento mejor conocido para la diabetes. La insulina que los doctores prescriben a los diabéticos es una forma sintética de un químico natural que produce el páncreas para procesar el azúcar en la sangre. En individuos saludables, después de una comida, cuando los niveles de azúcar en la sangre están elevados, el cuerpo libera insulina para descomponer el azúcar, eliminándola del torrente sanguíneo y convirtiéndola en una forma utilizable de energía. Administrar insulina (por medio de una inyección) permite al cuerpo procesar el azúcar en la sangre adecuadamente. Debido a que la insulina medicinal viene en diferentes potencias y variedades, es importante obtener la recomendación de un doctor antes de comenzar a usar insulina.
    • Toma nota de que las personas con diabetes tipo 1 deben tomar insulina. La diabetes tipo 1 se caracteriza por que el cuerpo es completamente incapaz de producir insulina, así que el paciente debe proporcionarla. Es posible que las personas con diabetes tipo 2 tengan o no que tomar insulina dependiendo de la severidad de su enfermedad.
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    Usa medicamentos orales para controlar el azúcar en la sangre. Existe una variedad de opciones cuando se trata de medicamentos de administración oral (pastillas) para la diabetes. A menudo, para personas con casos moderados de diabetes tipo 2, los doctores recomendarán probar estos tipos de medicamentos antes de usar la insulina, ya que esta representa una opción de tratamiento más drástica y que afecta la vida. Debido a que existe una variedad tan amplia de medicamentos orales para la diabetes con diferentes mecanismos de acción, es importante hablar con un doctor antes de comenzar a tomar cualquier tipo de pastillas para la diabetes para asegurarte de que el medicamento sea seguro para tu uso personal. Sigue leyendo para aprender sobre los diferentes tipos de medicamentos orales para la diabetes y una breve descripción del mecanismo de acción de cada uno:[35]
    • Sulfonilureas: estimulan al páncreas a liberar más insulina.
    • Biguanidas: disminuyen la cantidad de glucosa que se produce en el hígado y hacen que el tejido muscular sea más sensible a la insulina.
    • Meglitinidas: estimulan al páncreas a liberar más insulina.
    • Tiazolidinedionas: reducen la producción de glucosa en el hígado e incrementan la sensibilidad a la insulina en los músculos y tejidos grasos.
    • Inhibidores de la DPP-4: previenen la descomposición de mecanismos químicos normalmente breves que regulan el nivel de glucosa en la sangre.
    • Inhibidores de la SGLT2: absorben la glucosa en los riñones.
    • Inhibidores de la alfa glucosidasa: disminuyen los niveles de glucosa evitando la descomposición de almidones en el intestino. También retrasan la descomposición de algunos azúcares.
    • Secuestrantes de ácidos biliares: reducen el colesterol y simultáneamente disminuyen los niveles de glucosa. El método para esto último no se comprende del todo.
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    Considera suplementar tu plan de tratamiento con otros medicamentos. Los medicamentos mencionados anteriormente diseñados específicamente para combatir la diabetes no son los únicos medicamentos que se prescriben. Los doctores prescriben un rango de medicamentos, desde aspirina hasta vacunas contra la gripe, para ayudar a manejar la diabetes. Sin embargo, aunque estos medicamentos generalmente no son tan "serios" o drásticos como los medicamentos para la diabetes descritos anteriormente, generalmente es una buena idea consultar a tu doctor antes de suplementar tu plan de tratamiento con uno de estos medicamentos, por si acaso. Unos cuantos medicamentos suplementarios figuran a continuación:
    • Aspirina: a veces se prescribe para reducir el riesgo de ataques cardiacos para personas con diabetes.[36] El mecanismo de acción no se comprende bien, pero se cree que tiene relación con la habilidad de la aspirina para evitar que los glóbulos rojos se peguen unos a otros.
    • Vacunas contra la gripe: debido a que la gripe, como muchas enfermedades, puede ocasionar que los niveles de glucosa fluctúen y hacer que la diabetes sea más difícil de manejar, los doctores a menudo recomiendan que los pacientes reciban vacunas anuales contra la gripe para reducir su posibilidad de contraer esta enfermedad.
    • Suplementos herbales: aunque no se ha comprobado que la mayoría de suplementos "homeopáticos" sean efectivos en un escenario científico, algunos pacientes con diabetes ofrecen testimonios anecdóticos sobre su efectividad.
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Consejos

  • Solicita asistencia curativa apenas percibas alteraciones o síntomas de altos niveles de azúcar en la sangre (indicaciones anormales).
    • La diabetes es un problema severo con efectos duraderos e irreparables, lo que requiere cuidado médico inmediato y crónico. Los científicos no han revelado todas las causas de su ocurrencia.
  • Inicialmente, la diabetes surge a medida que se dañan las unidades de las células beta dentro del páncreas que fabrican la insulina. Las células comienzan también a "resistir la insulina" y hacen trabajar excesivamente al páncreas. Los alimentos que consumimos se convierten en azúcar, llamada glucosa, que le sirve a nuestro cuerpo para proporcionar energía. Una vez que no haya unidades de células beta para fabricar insulina y trasladar la glucosa hacia dentro de las células (músculos, grasas, etc.), el azúcar se queda dentro de la sangre y, debido a que el cuerpo no puede usar correctamente la glucosa (sin insulina suficiente), esta se deposita en la orina, daña a los riñones y, si no se controla, ocasiona que estos fallen, así como otros órganos (el hígado, el corazón, los nervios y los ojos), antes de excretarse (por medio de la orina).
  • Si tienes indicios de diabetes, visita a un doctor inmediatamente para que te realicen un análisis adecuado. Los síntomas que generalmente ocurren en la diabetes tipo 1 también ocurrirán a la larga en la diabetes tipo 2 a medida que empieza leve y empeora, si no se controla bien. Los indicios normales que demuestran la ocurrencia de diabetes incluyen:
    • Apetito extremo
    • Deshidratación
    • Orina frecuente
    • Notable disminución de peso
    • Baja energía
    • Piel seca
    • Lesiones que no se curan
    • Enfermedad constante
    • Problemas abdominales
    • Órganos que empiezan a debilitarse y fallarán si no se controla
  • La diabetes en donde la insulina no se produce no es una enfermedad curable. Los científicos están tratando de encontrar técnicas para tratar la diabetes, como inducir el crecimiento del páncreas, el trasplante de islotes de células beta, el trasplante de páncreas y el tratamiento genético. Estos enfoques deben pasar por una serie de pruebas y análisis, como prevenir la resistencia a la insulina, descubrir un medio de producir una cantidad suficiente de unidades de insulina, mantener el páncreas fuerte y otros más.
  • Si estás enfermo de diabetes, tienes 3 opciones para evitar muchos problemas:
    • Evitar los niveles elevados de azúcar en la sangre
    • Aliviar los síntomas
    • Buscar el cuidado de la diabetes. El sitio web de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos es una fuente de información sobre la investigación del cuidado para la diabetes de tipo 1 y 2.
  • Cuando el páncreas no logra producir enzimas y hormonas incluyendo insulina y glucagón, si se deja sin tratar, esto ocasiona inanición (la comida no es utilizable) y ocasionará la muerte. (Los pacientes pueden tomar material pancreático glandular porcino y bovino (molido y deshidratado) granulado que se produce del páncreas de animales sacrificados, además de otras formas más refinadas de enzimas y hormonas). El páncreas dañado y lesionado (pancreatitis) es atacado y luego digerido, destruido por sus propias enzimas vitales, las cuales generalmente solo están activas en los intestinos para digerir la comida. Las causas de esto incluyen el abuso del alcohol, los trastornos genéticos, las lesiones, la infección por enfermedad (el síndrome de Reye, la parotiditis, el virus de Coxsackie del grupo B, la neumonía por micoplasma y la campilobacteria) y el cáncer.[37]
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Advertencias

  • No trates de controlar tu diabetes tú solo, ya que puede hacerte sentir enojado y cansado, lo que ocasionará que te rindas. Una vez que te acostumbres a tu rutina, con la ayuda de tu "equipo médico de diabetes", te sentirás mejor y controlar la diabetes será más fácil.
  • La diabetes que no se controla ocasiona problemas cardiacos, insuficiencia renal, piel seca, daños a los nervios, pérdida de vista, infecciones a las extremidades inferiores, amputaciones y puede ocasionar la muerte.
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  1. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diabetes/in-depth/diabetes/art-20044312
  2. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/patientinstructions/000082.htm
  3. http://diabeteshealth.com/read/2009/03/20/5564/insulin-for-type-2-diabetes-who-when-and-why/
  4. http://www.diabetes.org/living-with-diabetes/treatment-and-care/bariatric-surgery.html
  5. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diabetes/in-depth/blood-sugar/art-20046628
  6. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diabetes/in-depth/blood-sugar/art-20046628
  7. http://diabetes.niddk.nih.gov/dm/pubs/A1CTest/
  8. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/type-1-diabetes/basics/treatment/con-20019573
  9. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/type-1-diabetes/basics/treatment/con-20019573
  10. http://www.nei.nih.gov/health/diabetic/retinopathy.asp
  11. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/patientinstructions/000082.htm
  12. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/diabetes/in-depth/diabetes-diet/art-20044295
  13. http://www.diabeticcareservices.com/diabetes-education/diabetes-and-obesity
  14. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/understanding-carbohydrates/types-of-carbohydrates.html
  15. http://www.mayoclinic.org/healthy-living/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/high-fiber-foods/art-20050948
  16. http://www.webmd.com/fitness-exercise/guide/good-protein-sources
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  18. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/fats-and-diabetes.html
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  20. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/fats-and-diabetes.html
  21. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/high-blood-cholesterol/in-depth/cholesterol/art-20045192?pg=2
  22. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/alcohol.html
  23. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/alcohol.html
  24. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/alcohol.html
  25. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/planning-meals/create-your-plate/
  26. http://www.diabetes.org/living-with-diabetes/treatment-and-care/medication/oral-medications/what-are-my-options.html
  27. http://www.diabetes.org/living-with-diabetes/treatment-and-care/medication/other-treatments/aspirin.html
  28. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000287.htm nlm.NIH.gov, Medlineplus
  29. http://www.ndep.nih.gov/i-have-diabetes/

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