Los pensamientos suicidas aparecen cuando un dolor profundo parece imposible de superar. Un dolor puede doler a tal punto que el suicidio parece la única salida para encontrar alivio de tantos pensamientos y circunstancias que te quitan la paz. Pero no te angusties, hay otras cosas que puedes hacer para encontrar alivio y la alegría de estar vivo y amar. Tomar acción inmediata para mantenerte a salvo, explorar los motivos por los cuales tienes pensamientos suicidas y elaborar un plan para superarlos cada vez que aparezcan te ayudará a encontrar un alternativa que no sea quitarte la vida.

Si has considerado (o estás considerando) suicidarte recuerda que hay mucha gente dispuesta a ayudarte siempre y cuando tú lo permitas. En la sección Recursos adicionales encontrarás con qué organismo contactarte en tu país.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Buscar ayuda

  1. 1
    Llama a un amigo. Cuéntale cómo te sientes y que necesitas su ayuda. Pídele que te recuerde tus cualidades y fortalezas o conversen sobre los momentos alegres que han pasado.[1]
    • Haz esto con un amigo de tu confianza.
  2. 2
    Evita estar solo. Asegúrate de que tus amigos y familiares te tengan siempre a la vista. Si no quieres que nadie te vigile, acude a una sala de emergencias para asegurarte de no estar solo. Si perteneces a un grupo de apoyo, apóyate en los demás miembros de tu grupo para que te sientas más apoyado por quienes realmente conocen por lo que estás pasando y puedan ayudarte.
    • Busca ayuda de un profesional de la salud mental. Las personas que intentan suicidarse son más propensas a sufrir de trastornos mentales graves, como la depresión, y pueden buscar ayuda para tratarse.[2]
  3. 3
    Si tus pensamientos suicidas son el resultado de un evento específico, por ejemplo, si tu pareja te abandonó, si perdiste tu empleo, si te volviste discapacitado, recuerda que este tipo de depresión situacional puede mejorar con tratamiento.
    • Habla con un líder espiritual. Si tienes una religión y tienes acceso a un líder espiritual, procura hablar con él.[3] Algunos prefieren hablar con creyentes que con una persona que solo tiene conocimientos de sicología. Aquellos que tienen un ministerio en la iglesia están capacitados para ayudar a personas en crisis, incluidos los que entran en una gran desesperación y podrían suicidarse.
  4. 4
    Si lo crees, tu líder espiritual puede ayudarte a sufrir menos, pues te dará una nueva perspectiva y te dirá algunas cosas para pensar.
    • Busca un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo, tanto en línea como los físicos, sirven para brindar alivio. Ahí podrás hablar con otras personas que también tienen pensamientos suicidas o que han intentado quitarse la vida.[4]
    • Para buscar un grupo de apoyo, puedes preguntarle a tu profesional de la salud mental sobre si sabe de algunas reuniones, o puedes buscar grupos de tu comunidad en Internet.
    • Busca apoyo de quienes te comprendan. El punto más importante que tienes que recordar es que sea cual sea tu situación, no estás solo. Acércate a quienes te apoyan y quienes saben lo que se siente estar así y que quieran ayudarte. Si buscas un buen punto de partida, puedes comunicarte con alguno de los siguientes servicios (solo para EE.UU.):
    • Llama a la línea nacional de prevención del suicidio al 1-800-273-8255 (1-800-799-4TTY).
    • Si eres gay, lesbiana, bisexual o transgénero*, llama al 1-888-THE-GLNH (1-888-843-4564).
    • Si eres veterano, llama al 800-273-TALK y presiona 1.
  5. 5
    Si eres adolescente, llama a la línea del Covenant House al 1-800-999-9999.
    • Envía un correo electrónico anónimo al centro de prevención del suicido Los samaritanos.
    • Llama a un sicoterapeuta. Busca en el directorio telefónico una lista de profesionales en tu zona. También puedes encontrar algunos aquí: http://locator.apa.org/
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacer un plan de defensa

  1. 1
    Deshazte de los medios potenciales. Si estás pensando en cometer suicidio, póntelo más difícil y deshazte de todo lo que podrías usar para quitarte la vida.[5]
    • Por ejemplo, armas de fuego, cuchillos, cuerdas o pastillas.
    • Si no puedes tirar las pastillas porque las necesitas, dáselas a un familiar o amigo de confianza para que solo te las dé según la receta.
  2. 2
    Haz una lista de las cosas que te encantan. Escribe todo lo que consideres que te llena de alegría o tus recuerdos asociados con la alegría y el amor. Podrían ser los nombres de tus familiares, de tus mascotas, de tu deporte favorito, de tu autor favorito, de tus películas favoritas, de los platillos que te hagan recordar a tu infancia, un lugar que se sienta como en casa, las estrellas, la luna o el sol. Si es bueno, escríbelo.[6]
    • Escribe los aspectos que admires de ti mismo. Escribe los rasgos más especiales para ti, como ciertos rasgos físicos, de personalidad, etc. Escribe tus logros. Escribe las veces en que te has sentido orgulloso de ti mismo.
    • Pon las cosas que te dan ilusión. Escribe dónde te gustaría vivir algún día, qué tienes pensado inventar, qué trabajo te gustaría tener, cuántos hijos te gustaría tener, qué pareja te gustaría encontrar.
  3. 3
    Haz una lista de buenas distracciones. ¿Qué te ha ayudado a convencerte de no suicidarte en el pasado? Anótalo. Toda distracción que aleje del deseo de hacerte daño será buena. Tener una lista adonde acudir cuando te mente se enrede que te recuerde qué hacer será útil en el futuro.[7] A continuación, algunas ideas:
    • Llama a un amigo para hablar con él.
    • Come un platillo saludable.
    • Haz una caminata o haz ejercicio.
    • Pinta, escribe o lee.
  4. 4
    Haz una lista de gente que puedes llamar. Pon los nombres y los números telefónicos de 5 personas como mínimo, en caso de que alguien no esté disponible cuando necesites hacer la llamada. Pon nombres de amigos, familiares y conocidos que muy probablemente contesten y te ayuden.
    • Incluye los nombres de consejeros, siquiatras y miembros de tu grupo de apoyo de confianza.
    • Escribe las líneas telefónicas adonde te sentirías cómodo llamando.
  5. 5
    Haz un plan de seguridad. Este plan es un plan que tendrás que leer y poner en marcha apenas tengas pensamientos suicidas. Este plan es una lista personalizada de cosas que puedes hacer para convencerte a ti mismo de no suicidarte. Cuando se tienen pensamientos así, puede ser difícil liberarse y centrarse en algo que te pueda ayudar. Pero si tienes un plan armado, lo único que tendrás que hacer es sacar tu plan y empezar punto por punto. Haz cada paso de la lista hasta que llegues al punto de sentirte a salvo de nuevo. A continuación, un ejemplo:[8]
    • 1. Leer mi lista de cosas que me encantan. Recordarme las cosas que han evitado que me suicide hasta ahora.
    • 2. Leer mi lista de buenas distracciones. Distraerme de mis pensamientos con cualquier cosa que pueda ayudar.
    • 3. Leer mi lista de personas que puedo llamar. Llamar a la primera persona de la lista para hablar con ella. Seguir haciendo llamadas hasta que hable con alguien que tenga la disponibilidad de hablar el tiempo necesario.
    • 4. Aplazar mi intento de suicidio e ir a casa a salvo. Prometerme que esperaré por lo menos 48 horas. Mientras tanto, tengo que deshacerme de las pastillas, de los objetos afilados y demás objetos que puedan afectar mi seguridad.
    • 5. Llamar a alguien para que esté conmigo. Si nadie puede, llamar a mi terapeuta o número telefónico de ayuda.
    • 6. Ir a un lugar donde me sienta seguro. Puede ser la casa de mis padres, de un amigo o un centro comunitario.
    • 7. Ir a la sala de emergencia.
    • 8. Llamar a los servicios de emergencia.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Tomar en cuenta otras soluciones

  1. 1
    Recuérdate que lo que sientes es temporal. Cuando uno considera seriamente el suicidio, puede ser difícil pensar en soluciones alternativas a los problemas en ese momento. Una manera de dar un paso atrás y tomar en cuenta otras soluciones es recordarte que no siempre tuviste ganas de quitarte la vida y que no te sentirás igual en el futuro.[9]
    • Todos los sentimientos son pasajeros y fluctúan con el tiempo, así como a veces tenemos hambre, estamos tristes, cansados o enojados. Los pensamientos suicidas se irán. Si te cuesta pensar en soluciones alternativas, porque simplemente quieres acabar con tu vida, ¡procura seguir recordándote esto!
  2. 2
    Retrasa tus planes. Da lo mejor de ti para dar un paso atrás y retrasar cualquier plan que hayas hecho en las últimas 48 horas.[10] Sean cuales sean tus planes, espera un poco. Repítete que has llegado hasta este punto y puedes esperar 2 días para seguir pensándolo. Dos días no es mucho tiempo tomando en consideración lo que está en juego.
    • En esos 2 días tendrás tiempo de pensar, descansar y encontrar alguna manera de convencerte de que hay otras maneras de liberarte de tu dolor.
  3. 3
    Piensa en otras maneras de resolver tus problemas. Piensa en cualquier recurso que necesitas para hacerlo. ¿Necesitas pedirle ayuda a alguien? Pon tu método alternativo en marcha. Por ejemplo, si quieres suicidarte porque no tienes dinero, podrías también pedirle a un amigo o familiar que te dé una ayuda económica. Apégate a ese método el tiempo que sea necesario. Si la primera alternativa para lograr tus metas de una manera más sana no funciona, prueba otra.[11]
    • Recuerda que no todo se logra de la noche a la mañana. Quizá alcanzar tu meta tome tiempo
    • Si sufres de una grave depresión, quizá nuestro método orientado a los objetivos no sea tu mejor opción, dado que los pacientes de depresión tienden a meditar y a tener deficiencias para resolver problemas.[12]
    Anuncio

Recursos adicionales

Organización  Número telefónico  Dirección electrónica
SAPTEL - México 55 5259-8121 saptel.crlyc@gmail.com
Teléfono de la esperanza - España 91 459 00 50 madrid@telefonodelaesperanza.org
Centro de asistencia al suicida - Argentina 135 (Gratuito) / 011 5275 1135 --
Teléfono de la esperanza - Colombia 57 4 448 2945 medellin@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Perú 51 1 273 8026 lima@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Chile 56 4222 1200 chillan@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Venezuela 0241-8433308 telefonodelaesperanzavenezuela@gmail.com
National Suicide Prevention Lifeline - E.E. U.U. 1-800-273-TALK (8255) --
Centro de prevención del suicidio - Ecuador (800) 534-3638 --
Teléfono de la esperanza - Bolivia 902 500 002 secretariageneral@telefonodelaesperanza.org
Asociación internacional para la prevención del suicidio -- berman@suicidology.org


Consejos

  • Asegúrate de tomar los medicamentos que te han recetado según las recomendaciones del doctor. Nunca dejes de tomarlos sin primero consultarlo con tu médico.
  • Asegúrate de ir a todas tus sesiones programadas de consejería. Si es necesario, pídele a alguien de confianza que te lleve todas las semanas para que tengas una carga extra para ir.
  • Si vives en los Estados Unidos, visita la página de la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio para encontrar grupos de apoyo en línea o físicos. Incluso puedes encontrar grupos con características especiales, por ejemplo, hay grupos solo para adolescentes.
  • Visita la página web del sistema nacional de salud de tu país.
  • Si en tu comunidad no hay grupos de apoyo para la depresión o el suicidio, pregúntale a un terapeuta o alguien en un hospital si conoce grupos de apoyo o si sabe cómo conseguir ayuda de esa naturaleza. También puedes visitar sitios web que ofrecen consejería en video.[13]
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 33 824 veces.
Anuncio